<No, no, no>
por diez años enhebrando soles
de amaneceres despuntando en verso
todo el alfabeto maniobrando en tu nombre
atragantados de primavera y fuego
Entonces desde Zeus y Prometeo
cábala en manida manía del tiempo
que sitúa las cosas en su justo sitio
encadenando a la osadía
de un amor eterno
Luego el epílogo mojado en lágrimas
porque a borbotones se escribe la vida
que torna en óbito desde que habito tu olvido
delatando sin tacto lo ahora ya obvio
a este estar de ser poeta
Y dejo escrito
la idea, el tiempo
la vida que trajo este poema
<Cualquier verso pasado
.
.
.
fue mejor>