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FotosHoy les quieru hablar de un plato mu tradicional, concretamente de un buen puchero. No me se preocupen si son ustedes unos señoritos de la capital y no saben ni freír un huevo, que aquí les voy a guiar yo pa que salgan hechos unos rapaces y puedan preparar mañana un pucherazo que no se lo saltarían ni Cánovas y Sagasta.
Pese al halo misterioso que tié, el puchero no deja de ser un guiso, y como tal necesita de unos avíos que a continuación sus enumero.
- Dos puerros
- Dos zanahorias
- Dos patatas de la huerta
- Unos garbanzos remojaos
- Un pedazo de carne de ternera
- Un cuarto de gallina vieja
- Un hueso de jamón
- Un trozo de tocino
Me van a permitir ustedes que sus diga que el origen de los avíos es indispensable pa llevar a buen término la pitanza, no me vayan a ir a buscarlos al Mercadona ni a sitios modernos de ésos. Ustedes váyanse al pueblu más cercano que tengan y cómprenselos a algún paisano que tenga un huerto hermoso.
Eso sí, sus recomiendo no confiar en vuestra pericia y tratar de robar las patatas de algún huerto con nocturnidad y alevosía, que a poco que el dueño tenga el oído fino podéis terminar como terminé yo hace algunos años, que me cosieron a garrotazos.
ay, ay...
Una vez tengáis to los avíos, hay que procurarse una buena olla y llenarla hasta la mitad de agua. Entonces le echáis los avíos a medida que vaya hirviendo y la dejáis tal que así como cosa de quince ave marías y diez padre nuestros.
Si ustedes son tan modernos que tién relojes y cosas de ésas, entonces calcúlenle unas dos horas y media.
Una vez esté, se sirve en la mesa, se santigua uno y a comer como Dios manda, con un vaso tintorro.
Que a ustedes les aproveche.
