Edito para avisar , que luego no quiero represalias: Esta carta no es apta para diabéticos
Hola Cucuruchito!!.
Te escribo desde el profundo sentimiento que me embarga y anega todas las venas de mi cuerpo. Aún recuerdo la primera vez que te vi, garbancito, en la puerta de la biblioteca, rodeado de gente, con ese pelito revuelto, que tan gracioso me resulta, esperando para entrar. Ibas a prepararte el examen de matemáticas, ese que luego suspendiste, pero mis clases particulares te ayudaron a recuperar.
Menos mal que también estudiamos anatomía, porque si no probablemente ahora no estaría escribiéndote esto, cachito mío.
Hoy es San Valentín, y hay que celebrar la suerte de que el santito nos disparara a los dos en el mismo momento ¿Verdad?. ¿¿¿Qué habría pasado si hubieras preferido a la rubia de bote de la segunda banca??? Probablemente en este momento estaría cortándome esas venas anegadas que tengo recorriendo mi cuerpo, caramelito de fresa (¡¡¡Es que es mi favorito!!!).
En honor al calendario, te escribo para decirte que te amo, porque quererte se queda corto, terroncito, tengo que confesártelo. Pienso en ti a todas horas, cosita, y a veces cuando no estás quiero gritar para que vengas. Mi corazón late por ti cada hora, cada minuto, cada segundo, cada centésima de segundo (¿O van antes las milésimas? ¡Jo, vidita!¡El día que lo explicaron en clase, seguro que estábamos mandándonos cartitas tiernas de amor, y ahora no lo recuerdo!).
En fin, que tú eres para mi, y yo seré siempre para ti, jabuguito.
Nunca te olvides de que tu nenita linda te ama hasta el cielo, y el infinito, y el espacio, y el universo... Y hasta fuera del límite del conocimiento humano.
Muchos Muchos Muchos Muchos besitos esponjosos de algodón de azúcar para mi osito amoroso. Muacka Muacka Muacka.