La epístola de la semana

[Andromeda]

A mis más queridos:
Hace tiempo me burlaba de las relaciones entabladas a través de medios como éste. Ahora, esa idea se ha convertido en un espejismo al constatar que realmente se puede conocer, admirar e incluso tomar cariño a gente entrañable; a personas maravillosas que difícilmente encontramos en el día a día, en el tráfico, en el correr, en la prisa.
Es en estos momentos de esparcimiento cuando podemos ingresar a este sitio para compartir aficiones literarias, musicales, ideas, conocimientos diversos, experiencias y también, por supuesto, amistad. Las historias se viven y nos envuelven desde el instante en el que nos identificamos con otra persona o con un grupo determinado (en el cual las individualidades terminan por destacar siempre).
He aprendido lo indecible. Gracias por compartir lo que sois.

Y gracias a Lucía, Creadora.

[Alicia]

Querido S:


No he podido evitar la tentación de escribirte y dedicarte estas líneas. Es tanto el esfuerzo, tanta la dedicación que tienes para con nosotros, los habitantes de Metrópolis, que, en nombre del Daily Planet y creo que en el de todos los habitantes de esta ciudad (todos menos el malvado Lex, a quien tan bien conoces desgraciadamente), te hago partícipe de nuestro más profundo agradecimiento por ser quien eres y por estar siempre al tanto de que la vida sea más agradable y segura para todos. Cuando te vi rescatando a esa niña del fuego del edificio Empire anoche, algo completamente imposible para cualquier persona, inclusive el equipo de élite de bomberos de la ciudad y los SWAT, supe que eras un regalo del cielo para todos.

Infinitas gracias, Sr. S.


Tuya siempre

Lois Lane

[Fiorella]

Y yo sin conocer este hilo, qué grande es, Madi. Con y sin coma.

[Fiorella]

Querida soledad,

la presente es sólo para decirte que no te sientas incomprendida o abandonada, sabes que te quiero, te recuerdo siempre, pero ahora estás canjeada con la suya.
Dile a tu prima, la nostalgia que le escribiré pronto, sé que pregunta mucho por mí. Siento su presencia constantemente, pero es muchas de las veces bien querida. Tortura con dulzura, pero no me explayaré más; no tardaré en escribirle, dile que tenga paciencia. Tendrá pronto noticias mías.

Quien no te olvida

xxxxxxxx

[destru]

Querida Tragedia,

Terminaron escribiéndote con dolor. Te miraron describiéndote con temores a tus climas y a tus fríos y a tus grafías tormentosamente bellas. Te miraron de soslayo. Pero no pude sino buscar formas en las nubes mientras los demás volvían sus miradas abajo, esquivando el llanto con sus paraguas. Apartaban la vista de tu acuarela derramada en el aire con el gris, el negro, un tipo de blanco y un afligido, sea cual sea ese color. Quizás una forma de añil.

“Abajo encontrarían espejos y el mismo suelo que otros habrían pisado antes. Nada más.”

Querida Tragedia... Querida sin remedio.

[Andromeda]

Querida Comedia:
Siempre me ha impresionado la manera en que diviertes a los otros y en que los liberas de esa carga tan pesada que llevan a sus espaldas. Todo ese sufrimiento, todas esas peripecias que se miran desde afuera son más fáciles de asimilar: claro, mientras le suceda a otro.
Me fascina también la forma en que muestras esas lacras incrustadas en toda sociedad y que, sutilmente, los otros asumen como vicios generalizados que hay -quizá- que corregir, y yo, observadora, quisiera transformar tantos que jamás termino de hacer cuentas con precisión; tal vez debería escribir todo lo que viene a mi mente en lugar de dejarlo evaporarse.
A diario procuro hacer algo por infundir un poco de lo mucho que pretendo, y paso a paso, voy mirando los cambios, imperceptibles o definitivos, en quienes tengo cierta influencia. Y tú, Comedia, siempre has caminado a mi lado, nunca me has privado de ese toque mágico para conseguir mucho de lo que intento. Refiriéndome a asuntos muy específicos, prefiero no profundizarlos: tú bien los conoces.

Gracias,
Una más (que no de esos otros).

[Gretogarbo]

Superlativo Súper:

Anteayer, mientras me tomaba una gaseosa en el bar de costumbre, escuché involuntariamente una conversación que mantenían dos señoritas en una mesa próxima. Por lo que pude deducir, le estaban escribiendo una carta-loa a usted y una de ellas, nombrada por la otra como Luisa Lane, dudaba de la conveniencia o no de incluir cierto comentario en la misiva; comentario que, por cierto, está en boca de todos los habitantes que somos de Metrópolis. Al final se impuso el carácter laudable de la epístola y, al parecer, tal explicación se omitió.
Así pues, me tomo la libertad de actuar como portavoz de los miles de metropolitanos y aprovecho la ocasión para saludarlo afectuosamente, para agradecerle sus servicios pero, principalmente, para decirle que en Kryptón las modas son las que son pero en nuestro mundo ¡¡los calzoncillos se ponen debajo de los pantalones!!

Con cariño, el pueblo de Metrópolis

[Alicia]

Queridísimo pueblo de Metrópolis:

No soy hombre de palabra fácil. Bien sabéis que mi fuerte es la acción. Aun así intentaré responder a vuestra misiva lo mejor que pueda.

Por referencias tengo algunos conceptos sobre moda y estética, pero no es un tema en el que esté puesto al día. Lamento muchísimo que mi aspecto no sea el deseable por todos vosotros. Creedme si os digo que mi intención no era ofender vuestros gustos ni vuestras constumbres. Pero aceptad, por favor, como respuesta el que mi vestimenta fue un regalo de mis padres, una herencia, la única que conservo de ellos y de mi planeta tristemente destruido.

Espero que aceptéis mis disculpas y que entendáis que no puedo prescindir de lo poco que me queda de los míos.

Vuestro siempre para todo.

Superman

[Alicia]

Off topic:

Este tema es divertidísimo

[Gretogarbo]

Superlativo Súper:

Una vez comprendidas y aceptadas sus humildes disculpas, la urbe se pregunta:
1. ¿Sería posible cambiar el calzón rojo, más propio de fin de año, por un bóxer de marca? ¿No cree que le aportaría más glamour a su vestimenta?
2. ¿Recuerda usted si de bebé también llevaba el dodotis por encima del pantalón? Si era así, ¿qué sentido tenía?

Con cariño y agradecimiento, le saluda el pueblo de Metrópolis.

PD. Por si no lo sabe, en la página web de la ciudad hay un foro con un hilo hablando exclusivamente de este tema. Pásese por él.

[Alicia]

Queridísimo y fiel amigo pueblo de Metrópolis:

Entiendo vuestro desconcierto por mi atuendo. He leído y releído vuestras preguntas, y considero que esto que os explico dejará todas las dudas despejadas:

1- No veo factible lo que me proponéis. No puedo promocionar ningún producto, no me dedico al marketing ni quiero recibir compensaciones económicas por mi trabajo y deber, que es ayudar a los que necesitan de mi ayuda. Yo sólo puedo autopromocionarme
(véase aquí)

2- Los kryptonianos tenemos un proceso de desarrollo y adaptación muy diferente al de los terrícolas. Cuando somos recién nacidos recibimos gran cantidad de percepciones sensoriales y extrasensoriales, ya que adquirimos un poder tal que, al llegar la pubertad, llegamos a un nivel similar al de un adulto. Por esa misma razón, al procesar nuestro cerebro tal cantidad de información de vital importancia para nuestro pleno desarrollo como kryptonianos, no somos capaces de asimilar los pequeños detalles cotidianos, sino, sobre todo, todos aquellos aspectos que fomenten nuestra ligazón con nuestro planeta. Por tanto, recuerdo la primera vez que sentí la fuerza de la kryptonita, con tan sólo dos meses de vida. Pero si llevaba o no pañales sobre los pantalones es algo que no recuerdo en absoluto.

Lamento profundamente no poder atener a vuestras peticiones. Esto... tengo que dejarles, recibo una imagen, una anciana a punto de cruzar una calle está en peligro.


Les dejo. Adiós y hasta pronto


PD Saludos a los foreros.


Superman

[madison]

Qué tal estás?
te escribo cuatro letras para explicarte unas cosillas a ver si son de tu agrado.
Sabes? me siento...viernes, eso es algo bueno, porque el viernes es el día de la semana que más me gusta.
El viernes me siento bien, estoy cómoda, junto a la música de Bach me acompañan mis pensamientos, estos son cálidos, así que decido dejarme llevar por ellos. Cierro los ojos y me dejo transportar, son buenos aliados, me fío de ellos dejan que perciban tantas cosas!!!
El viernes puedo entretenerme en nada, por ejemplo, encender una vela aromática, escuchar mi silencio (escucharme a mi misma).
En ocasiones cuando me escucho de forma inconsciente me veo sonriendo.
Sonrío porque al preguntarme a mi misma cómo soy surge una respuesta bastante tonta, me digo que...sencillamente soy y estoy y otras veces la sonrisa se torna mueca porque reconozco que a veces soy lo que no quiero ser.
Qué mas da!!! junto a la vela, me decido también por un palito de esos de incienso que el otro día me regalaron.
Te he dicho en alguna ocasión que me encanta Bach? ¿no? pués así es, sobre todo escuchar sus cantatas y más que nada La pasión Según San Mateo, si no lo has probado nunca te recomiendo que pruebes, ya me contarás lo que sientes.
Quiero condensar todo esto que siento por eso te escribo, si cierras los ojos y piensas en mi podrás ver el brillo de mis ojos, la ilusión del momento, incluso me verás presumida...quizás demasiado presumida...
hasta pronto

[maverick]

Me hablas de brisas y recuerdo el día que nos conocimos… Paseamos por el rompeolas entre la gente que disfrutaba de aquel cálido sol de primavera. Casi sin darnos cuenta nos fuimos despistando de la multitud buscando una intimidad cómplice. Apoyaste tu espalda en el muro de piedra de la margen izquierda de la ría. Yo, delante de ti, miraba tus ojos que guardaban tantos secretos. Tu melena rubia, encaracolada, mecida por la suave brisa marina. Me acerqué más. Posé mis manos en tu cintura. Dudabas. Temías que yo supiera. Pero yo no quería saber. Querías contarme qué pasó en tu vida. Pero yo no quería saber del pasado. También el mío tenía sombras grises. Pero yo quería cerrar todos los libros que había abierto. Envolví tu carita entre mis manos y, lentamente, susurré “qué importa qué nos ha pasado… sólo quiero besar tus labios y empezar contigo una nueva historia, un nuevo libro que no tenga final, mecerme contigo entre sus líneas y amarnos, amarnos hasta que se fundan nuestros corazones con cada página”. Nos besamos. Notaste mi tensión y te acercaste más a mí. Y nunca más ya pude olvidar tus besos, ni tu piel, ni tus caricias…

¿Piensas de verdad que me he olvidado de tus ojos?... tus ojos guardan una mezcla del color del mar en el invierno y de los campos de castilla en el verano. Llevan la Asturias que te vio nacer y el Madrid que te cuidó al mismo tiempo. Igual que el amor que nos unió. ¿Cómo podría olvidar tus ojos, tus emociones, tu sensibilidad, tu entrega, tu pasión en todo lo que haces, en todo lo que dices, en todo lo que sientes?. Te llevo metida en mi piel, en mi sangre… No pienses que yo me he ido… amor… yo sigo aquí en nuestra casa, en el valle. A veces creo verte entre los manzanos y el riachuelo y mi corazón se encabrita… y, de repente te desvaneces, y una lágrima resbala por mi mejilla… ¿Cómo?... ¿cómo es posible encontrarte?, ¿dónde está la llave que me separa de ti?... Te siento reír en mi cabeza. Te veo pintar bajo los árboles. Oigo tu voz en el viento… Lloro. Lloro apretando fuerte mis brazos sobre mi pecho que arde cómo un volcán… Cada minuto muero un poco más… Sólo deseo que llegue pronto el momento de volver a verte, a abrazarte y a sentir tus besos que me dan la vida, que me dan la paz… Sólo puedo ser de ti… amor.

[Andromeda]

¡Qué lindo Maverick!!!

[gaviero]

Querida desconocida:

He vuelto a pensar en ti; me acompañabas en una de las puestas de sol preferida por mi. Playa semisalvaje, arena fina y suave, marea baja que permite aflorar algunas rocas, el faro de Trafalgar en un extremo, los restos de una vieja casa derruida en el otro...
La gente, pintoresca y variopinta, permanece sentada en un silencio casi religioso; en el Sajorami, chiringuito de aspecto polinesio, suenan los Pink Floid, el olor de las algas y el salitre del mar se mezclan con los aromas desprendidos por los que fuman, vete a saber que cosas, y el rojo disco del sol parece precipitarse hacia el mar en el horizonte. En unos
escasos momentos, se hunde a lomo en el océano.... y la gente allí reunida estalla en aplausos.

Tal vez algún día disfrutemos esta sensación, uno al lado del otro.