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| ya ha ido a casa de su amado y ahora Alfred se ha presentado en su casa |
Es realmente exagerada, roza lo absurdo, y pasa por todos los estados de ánimo imaginables
. Desde luego es muy pasional, me encanta cuando explica como se declararon sus sentimientos la primera vez, casi le da un vaido Y Charles, que sacrificado y menuda papeleta.
Ya sé que no tiene nada que ver, pero no puedo evitar pensar en Boris Vian o Jardiel Poncela, imagino que por lo desmedido.
Lo único que me choca un poco es ese sentimiento de posesión y exclusividad que tiene ella, siendo su situación de amantes en la época que es, pero está claro que ella no se considera una amante al uso
A ver como acaba, no vaya a ser que total él se haya ido con su prima a ver a un pariente enfermo o algo así, y tanto soponcio para nada
De Zweig no he leído nada, creo
Es Veinticuatro horas en la vida de una mujer: 
Debería titularse Veinticuatro horas en la vida de una mujer desocupada 
Por ahora, sólo he leído la dedicatoria y ya deja claras bastantes cosas, entre ellas un romanticismo (en el sentido estilístico y emocional del término) exagerado, en el que sólo la pasión da sentido a la vida, pero también una lucidez que me ha llamado la atención. No en vano, es una mujer ilustrada, poeta y filósofa...