Ricardo III - William Shakespeare

[Arden]

Es que dentro de Shakespeare hay muchos tipos de obras diferente.

A mí la tempestad me encanta, pero por otras razones. De hecho la vi interpretada, larguísima, y al terminar se produjo una especie de catarsis entre el público al ver el enorme esfuerzo que se había hecho por parte de todos por llevar a buen puerto la obra, los aplausos se oyeron hasta en Pernambuco. Es una comedia, pero también es una comedia diferente, fantasiosa, y con muchas lecturas para según qué escenas y personajes.

Pero Ricardo III es otra cosa. Es una obra atemporal sobre el poder y lo que muchas personas están dispuestas a realizar para obtenerlo.

Te recomendaría que leyeras El Rey Lear y sobre todo Macbeth, si te ha gustado esta temática, aunque también te diría que son completamente diferentes a Ricardo III, y es que Shakespeare es mucho Shakespeare

[Aben Razín]

Es que dentro de Shakespeare hay muchos tipos de obras diferente.

A mí la tempestad me encanta, pero por otras razones. De hecho la vi interpretada, larguísima, y al terminar se produjo una especie de catarsis entre el público al ver el enorme esfuerzo que se había hecho por parte de todos por llevar a buen puerto la obra, los aplausos se oyeron hasta en Pernambuco. Es una comedia, pero también es una comedia diferente, fantasiosa, y con muchas lecturas para según qué escenas y personajes.

Acepto tu comentario, pero se ve que no le cogí el punto a esta obra. De hecho, sólo la he leído, pero no la he visto escenificada. Puede ser que entonces cambie de opinión al respecto.

Pero Ricardo III es otra cosa. Es una obra atemporal sobre el poder y lo que muchas personas están dispuestas a realizar para obtenerlo.

Te recomendaría que leyeras El Rey Lear y sobre todo Macbeth, si te ha gustado esta temática, aunque también te diría que son completamente diferentes a Ricardo III, y es que Shakespeare es mucho Shakespeare

Es verdad, Ricardo III es una obra atemporal y se agradece muchísimo en estos tiempos...

Acepto igualmente tu recomendación que no caerá en el olvido, ¡no te preocupes!... y ya puedo entrever que eres un fiel lector de William Shakespeare. Aquí un humilde principiante, ¡te saluda!

[Diocolo]

Con Ricardo III he terminado mi camino por esta tetralogía de Shakespeare que forma junto con las tres partes de Enrique VI.

¡Qué personaje este Ricardo! Desde luego, un ser truculento el de la obra, pero dotado, a la vez, de mucha ingeniosidad en su hablar. Una maravilla. Es ya la culminación de esas luchas de poder y ambición por el trono. Quizá he llegado un poco saturado de tanta batalla y personaje, y sobre todo, de ver cabezas rodar, a lo largo de los Enriques VI (aunque esto también te da más trasfondo), pero aún así, he disfrutado de la lectura.

El primer acto es muy sorprendente cómo logra convencer a Lady Ana, y a la vez cómo pese a que un ya enfermo rey Eduardo IV logra la paz entre los pares, Ricardo echa cuenta para limpiar su acceso a la corona. Inquietante la escena en la que Lady Margarita echa maldiciones a diestro y siniestro.

También pesarosa la escena en que los asesinos dudan en matar a Clarence. Las diferentes escenas donde los jóvenes hijos de Eduardo están bajo la voluntad de Ricardo... ya huele uno que no puede acabar bien.

Ricardo no ceja en su propósito de sentarse en el trono,

y con la complicidad de un Buckingham irá eliminando "obstáculos", incluido, al final, el mismo Buckingham.

Magistrales, yo creo, las escenas de antes de la última batalla con Richmond, todo el paralelismo que va sucediéndose. Ambos observan el atardecer y la noche, ambos disponen cuándo despertarse... y el sueño espectral que anuncia, y condena y alienta... y la mañana siguiente, ambos observan el alba,

pero sólo por boca de Ricardo sabemos que ha amanecido gris.

La famosa frase de "Mi reino por un caballo" pensé que estaba enmarcada por un contexto más, no sé, desesperado, pero a mí más me ha sonado a "un caballo para seguir peleando", que a búsqueda de una retirada desesperada.

En fin, una obra con escenas inolvidables y con intrigas verdaderamente crueles.

Es casi un alivio que con Richmond, al fin, se vuelvan a entrelazar las dos rosas, la roja y la blanca.

[Aben Razín]

Os dejo este artículo de Marcos Ordoñez sobre esta nueva propuesta teatral,

https://elpais.xxx/cultura/2019/09/18/a ... 21674.html

(xxx = com)

[Arden]

¡¡¡Gracias, Aben!!!

[Aben Razín]

Os dejo este artículo de Raquel Vidales sobre este montaje teatral,

https://elpais.xxx/cultura/2019/10/09/a ... 11745.html

(xxx = com)

¡Es muy interesante!,

[Arden]

Gracias Aben

[Diocolo]

He terminado de leer, por fin, esta última obra de la primera tetralogía de tragedias históricas de Shakespeare. Ha sido poco fastidio no poderla leer con mayor continuidad. En todo caso, como ya dijera en el comentario cuando la leí hace unos años, es sin duda más sobresaliente que las tres partes de Enrique VI. Aunque en conjunto sea divertido, o ameno, leer tanto una como otra.

No voy a detallar le historia, que ya está comentado antes. Lo sí que esta vez me ha llamado especialmente es la potencia del primer acto y del último (aunque veo que ya lo hizo en mi anterior lectura de esta obra). El Primer Acto es sensacional. Ricardo gana el protagonismo maravillosamente. Todo un personaje, inteligente, desconfiado, urdidor, mentiroso, con unos objetivos muy claros... Todo ello manifestado en una forma presencial de ser deforme, cojo, contrahecho. Pero lleno de ambición y astucia y buena palabra. No duda en hacer y deshacer. Tan pronto logra cautivar a Ana (que está llevando a su marido matado por Ricardo) en la mismísima procesión funeraria, como urde el asesinato de sus sobrinos. En el tercer o cuarto Acto o dudará en dar salida a Ana, y tomar otra esposa. Todo y todos son medios para su fin: ser rey y reinar, detentar el poder. Muy interesante en el cuarto acto (creo que era el cuarto) en el que Ricardo se desentiende de las promesas hechas a Buckingham o a Stanley. Pero especialmente dolorosa es la desfachatez con el primero, que venía siendo su brazo fiel y ejecutor. ¡Ricardo no tiene en cuidado más que a sí mismo! Hasta el punto de lo necio (en el sentido de que precisamente actuar así, le va a conllevar su caída). El último acto, donde se desata el enfrentamiento entre Richmond y los partidarios de Ricardo, es muy interesante. Vemos como va a llegar la caída de ese ser que causa desafección e inquietud. Qué buen momento en el que los espíritus de todos los asesinados por él (directa o indirectamente) se manifiestas y toman partido. Lo alterado que se levanta en la madrugada de la batalla... algo intuye él mismo. Luego sabemos que lucha con arrojo, pero finalmente le da muerte (la cual no se representa en el escenario, ocurre fuera de él). Y se reestablece la concordia entre la casa Lancaster y la York, trenzando Richmond ambas rosas. Es decir, no solo cerramos esta obra (con la muerte de Ricardo) sino también la guerra que se inició en la Primera Parte de Enrique VI. La famosa intervención de "¡Un caballo, mi reino por un caballo!" está en un contexto de fragor de batalla, con un Ricardo desaforado buscando a Richmond para matarlo. Es decir, es exclamación de un Ricardo, que ha perdido su montura, con furor en el fragor de la batalla. Como señal de un ser que se empecina y se abalanza ya sin mesura sobre sus ansias e inquinas. Se trata de un protagonista con carácter, sugerente, pero precisamente por el lado negativo, por su maldad y su (supuesta) fealdad. Que termine la obra con su muerte es como una vuelta al equilibrio (a la paz, como dice Richmond). Me ha resultado curioso leer hoy (1 de noviembre) el último acto, ya que parece que precisamente sucede en un día de Todos los Santos (razón por la cual aún tiene más sentido en la obra la aparición de espíritus). No sé si también por aquél entonces sería en noviembre. Pero además, al igual que la narrativa, tenemos hoy día gris. ¡No ha podido ser más acorde!

Gran obra, se disfruta. Y bien merece ir siendo leída de nuevo de vez en cuando. ¡He logrado leer pues una vez más la tetralogía! Me daré un poco de respiro, pero esta vez voy a intentar firmemente leer la otra, que ya tengo por aquí a Enrique IV, Ricardo II...

No puedo dejar de pensar en lo olvidadas que solemos tener estas obras históricas de Shakespeare, y sin embargo, lo entretenidas e interesantes que son.

[Arden]

De esas obras históricas, la mejor es esta, y después yo diría que Enrique V, por cierto hay una muy buena adaptación al cine de Branagh.

[Diocolo]

De esas obras históricas, la mejor es esta, y después yo diría que Enrique V, por cierto hay una muy buena adaptación al cine de Branagh.

Pues sí, está de Ricardo III es muy destacable. Me estoy dando un respiro antes de meterme con las siguientes. Intentaré leer también la del Rey Juan. Pero confío en que este de este curso no pase que lea de una vez Ricardo II y las dos partes de Enrique V.

Anoto la película, a ver si, una vez leído antes, puedo algún día verla, ¡gracias Arden!