Lo siento, Sue, pero como me voy de finde y la obra es tan cortita me he adelantado.
Es mi primera incursión con Pinter, parece mentira, y la verdad es que me ha gustado. Me parece interesante el que no se diga nada desde el principio sobre quiénes son los personajes y qué hacen allí, creo que es mejor leerlo "virgen".
Creo que la influencia de Beckett es clara, sobre todo Esperando a Godot, dos personajes esperan, ¿a quién? No lo sabemos. Y a partir de ahí con una serie de situaciones a cual más absurda y surrealista, sobre todo cuando entra en acción el montaplatos, vamos descubriendo la verdad sobre ellos, asesinos a sueldo que tienen que hacer un trabajo.
Yo dividiría en dos partes la obra. En la primera simplemente conocemos a los personajes, situación normal en un sitio cerrado, conversaciones corrientes, me ha recordado mucho al sello Tarantino, dos asesinos que hablan de cosas cotidianas justo antes de ir matar a alguien, como si eso fuera también algo corriente, incluso hablan de ir al fútbol después, como si lo que van a hacer fuera lo mismo que reparar un calentador de gas, por poner un ejemplo. Me resulta curioso el rol de los personajes, parece como cuando había dos payasos y uno era el listo y el otro el tonto, que había que explicárselo todo, incluso eso se destaca en la primera escena al ponerse los zapatos, primero uno y después el otro y tener en ambos algo que le impide caminar bien.
La segunda parte empieza cuando entra en funcionamiento el montaplatos. Ahí lo veo ya alegórico, se les ordena hacer platos, cada vez más absurdos por complicados y exóticos, y ellos en vez de decir esto es un error y ya está, intentan satisfacer las peticiones, es decir se deben intentar acatar las órdenes por absurdas que sean, y ponen todo lo que tienen en el montaplatos. El problema es cuando uno de ellos empieza a preguntar y a preguntarse, a reflexionar si aquello está bien, es decir a pensar sobre el trabajo, asesinar, sobre quién será, si es una mujer, si todo debe ir igual, es decir empieza a cuestionarse.
Y eso es lo que parece que lleva a ese magnífico final, parece que se queda un poco en el aire pero creo que queda claro que Ben tiene que matar a Gus. Lo que no queda claro es si esa orden la precipita todas esas dudas, es decir que lo ha provocado él mismo en ese momento, o si ya estaba todo pensado. Parece que sería esto último, él ya habría manifestado quejas y dudas en otras ocasiones y eso lleva a que lo tengan que liquidar. |
Tendré que leer algo más de Pinter.