CPIV- De viaje - Takeo

Relatos que optan al premio popular del concurso.

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Arwen_77
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CPIV- De viaje - Takeo

Mensaje por Arwen_77 »

D E V I A J E


I

El viaje no había sido malo del todo. Largo sí, pero entre la lectura, una película, las diferentes comidas que le sirvieron y algún sueño más o menos largo, el avión ya estaba tomando tierra sin mayores contratiempos.
A pesar del aviso por megafonía, algunos pasajeros empezaron a levantarse y a coger sus equipajes de mano de los maleteros con el consiguiente peligro para los que permanecían sentados. Su asiento, en las últimas filas, le permitía descansar un rato más antes de acudir a recoger el equipaje sabiendo como sabía que, en los aeropuertos, los bancos lucen por su ausencia. Pensó en Marisa, su mujer, a la que despidió con un beso antes de salir de casa, sin querer despertarla pues la noche anterior se había acostado tarde después de una de sus reuniones de trabajo que nunca tenían hora de finalización.
Recordó los últimos consejos de su jefe, Esteban Cantero, esos recordatorios puntuales que siempre repetía a todos hasta que abandonaban su despacho y dejaban la puerta cerrada.
Tuvo tiempo de repasar las tareas a desarrollar en aquél viaje: visita a la delegación de la empresa en el país, intercambio mercantil con otras empresas intentando exportar los productos que confeccionaban e importar aquellos que pudieran darles ‘pingues’ beneficios, como decía el jefe con énfasis, y mantener a la empresa en el nivel en el que tantos dividendos reportaba.
El pasillo del avión seguía desalojando pasajeros, se puso de pie, sacó la pequeña bolsa de viaje del maletero y estiró las piernas. Tenía ganas de llegar al hotel, darse una ducha, comer algo y empezar a trabajar.
Camino de la sala de recogida de equipajes se le escapó una leve sonrisa: si todo iba bien, y después de los éxitos en sus anteriores viajes, podría ascender, llevarse una buena comisión y hacer con Marisa el viaje que tantos años llevaban planeando y nunca conseguían realizar. Trabajar en la misma empresa tenía sus ventajas e inconvenientes, y entre estos últimos destacaba la dificultad para planificar las vacaciones con antelación. Pero él sabía que algún día conseguirían hacer un recorrido por Canadá, el sueño de su vida.
Como siempre, y como en todos los aeropuertos de todos los países que había visitado, lo que más le incomodaba y le ponía nervioso era la espera del equipaje. Los años pasaban pero la técnica que utilizaban todas las compañías seguía siendo desesperante. Cogía un carrito, paseaba con él, se sentaba al borde de la cinta transportadora… y su maleta siempre era de las últimas en salir.
Un pequeño retortijón en el vientre le hizo dejar el carrito y acercarse a los aseos. Estaban cerrados por limpieza y la señora, con gestos y palabras que no acababa de entender, consiguió dirigirlo hacia otro a través de un pasillo. Pensó que lo primero que tenía que hacer era contactar con su traductor que le acompañaría durante toda su estancia en aquél país. Si algo debía agradecer a su jefe era que los viajes estaban siempre muy bien organizados, nunca había tenido ningún problema con los hoteles, el idioma y los asuntos propios del negocio que a ellos le llevaban. Un perro policía se le acercó para olerle, algo que no le gustaba demasiado, y tanto él como el policía y su perro continuaron su camino.
Cuando regresó a la cinta en la que ya debería estar dando vueltas su maleta, muchos compañeros de viaje habían recogido su equipaje y emprendían el camino a la salida. Buscó otro carro y se dirigió hacia la curva por donde en un instante debía aparecer su equipaje que contemplaba cómo se acercaba lentamente. Se agachó, tiró del asa y lo elevó para trasladarlo al carro cuando escuchó a su espalda los ladridos furiosos del perro. Del susto la maleta cayó con estrépito mientras dos policías lo cogían con fuerza por los brazos haciéndole caer al suelo.


II

Estaba estupefacto, sorprendido. No podía creer lo que estaba pasando, lo que había conseguido entender por los gestos de los policías y, sobre todo, por la evidencia estúpida que tenía ante sus ojos.
Lo habían empujado de malas maneras hasta una sala, arrastrando los pies y sintiendo un dolor profundo en los brazos. Lo sentaron en una silla mientras dejaban su maleta sobre una mesa en la que ya descansaban otros dos bultos que llamaron su atención. La sala estaba apenas iluminada y antes de que pudiera fijarse con detenimiento, un policía se le puso delante y empezó a gritarle. Pudo balbucir que quería un traductor, que tenía que hablar con su embajada. Sólo recibió como respuesta un par de golpes en el rostro. Era el principio de lo que le esperaba.
Ninguno de aquellos policías hablaba su idioma pero querían hacerse entender a base de golpes en la cara, en el estómago, con patadas en las piernas. En los momentos en que descansaban pudo identificar aquellos dos bultos: eran dos maletas suyas o, por lo menos, se parecían a dos maletas que había utilizado en otros viajes. ¿Qué hacían allí? Él había viajado sólo con la roja.
Había desistido de solicitar la comparecencia del traductor. Consideraba inútil seguir alegando sus derechos. La cabeza le daba vueltas, la nariz sangraba. Encorvado, trataba de sujetarse el vientre como si en esa postura pudiera mitigar el dolor. Pero lo peor ya no eran los golpes que seguía recibiendo sino no saber qué estaba pasando, qué hacían allí aquellas dos maletas y cuando dejarían de ensañarse con él.
Le cogieron por el pelo para levantarle la cabeza mientras otro policía abría los equipajes. De uno de ellos extrajo de entre las ropas tres bolsas con un polvo blanco. De la otra maleta, una pistola.



III

— Vuelve a la cama, Marisa.
La mujer apenas se volvió mientras continuaba asomada a la ventana entre los visillos.
— Ahora voy, cariño. —Hizo una pausa antes de continuar— ¿Crees que ya lo habrán detenido?
— No te preocupes por eso, es lo que queríamos, ¿no?
Sí, era lo que querían pero en esos momentos no podía dejar de sentir un sabor agridulce. Llevaban mucho tiempo planeándolo, fingiendo con él cuando hacían el amor, inventándose falsas reuniones para poder quedar con Esteban. Tenían que buscar el momento y la forma de hacerlo desaparecer. Esteban estaba convencido de que, en alguno de los viajes, surgiría la ocasión, todo era cuestión de tener paciencia y que nunca llegara a sospechar nada. Él sabía a qué países viajaba y cuando; ella tenía la oportunidad de tenderle la trampa.
No le quiso preguntar a Esteban cómo había conseguido la droga y el arma, debía limitarse cada uno a hacer su parte de trabajo. Marisa se ofreció la tarde anterior a sacarle la tarjeta de embarque y a facturar su maleta mientras él ultimaba con Esteban los últimos aspectos del viaje. Por este motivo Marisa tuvo que retrasar su reunión, y llegar tarde a casa, cuando él ya estuviera dormido: no podría fingir una vez más entre sus brazos, aunque fuese por última vez. No podía soportar cuánto la quería.
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:101: El trono maldito - Antonio Piñero y José Luis Corral

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Atali
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Atali »

El usuario se ha dado de baja porque cree que los moderadores de este foro carecen de respeto.
Última edición por Atali el 18 Abr 2010 11:32, editado 1 vez en total.
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ciro
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por ciro »

Bien escrito y bien llevado, pero sin mucha historia de fondo para mi gusto.
La forma segura de ser infeliz es buscar permanentemente la felicidad
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Cronopio77
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Cronopio77 »

Breve, conciso y contundente. La historia está muy bien llevada. Lo que comienza como un viaje aburrido y vulgar (el típico empleado que realiza, rutinariamente, un viaje de empresa, pensando en las instrucciones de su jefe y soñando con otro viaje, éste de placer y con su esposa) se transforma, de repente, en una encerrona y una puñalada por la espalda.

En resumen, me parece una buena idea, muy bien llevada. Uno de mis favoritos.
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Ororo
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Ororo »

Impactante relato muy corto que rezuma traición.
Bien escrito, sin muchos datos, rienda suelta a la imaginación buscando el porqué. ¿No hay otras formas de dejar a alguien? :shock:
Me ha gustado bastante :D
Así, tan corto, es más impactante todavía.
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takeo
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por takeo »

Correcto y bien desarrollado.
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Minea
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Minea »

Me dejó helada. Ya no es suficiente dejar a alguien, hay que perderlo de vista completamente :lol: Muy bueno.
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Merridew
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Merridew »

Está bien, pero la idea está muy manida y no hay nada que lo haga destacar por encima de historias con idea similar, por lo que no se te queda en la mente.
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Emperatriz_Infantil
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Emperatriz_Infantil »

Me ha gustado, empezó como algo típico y rutinario, y mira como acabó :shock: A mi por lo menos me ha sorprendido la traición y eso que es una historia muy vista. ¡Felicidades al autor/a!

Kisses
Leyendo :101: Malibú Renace, Taylor Jenkins Reid
Leyendo 2 :101: Maldiciones de Segunda Mano, Drew Hayes

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Emma
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Emma »

Me lo veía venir…cornudo y apaleado :lol:
Un relato muy correcto, con planteamiento, nudo y desenlace y en muy poquito espacio...no todos lo tienen
Me ha gustado
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Nieves
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Nieves »

Una historia completita, que comienza con pura rutina y acaba con traición. Bien escrita, concisa, sin irse por las ramas en descripciones que no vienen a cuento.
Me ha gustado sobre todo la última frase: "No podía soportar cuánto la quería".
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takeo
GANADOR del III Concurso de relatos
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por takeo »

Merridew escribió:Está bien, pero la idea está muy manida y no hay nada que lo haga destacar por encima de historias con idea similar, por lo que no se te queda en la mente.
Hombre, yo no la encuentro tan manida. Fijate que Ororo se pregunta si no hay otra manera de dejar a otro. Yo veo que en la situación que el autor plantea (tres que trabajan juntos) ¿cómo podrían seguir compartiendo trabajo cambiando de pareja? Y con el planteamiento de ella de que no quería a su pareja pero él a ella mucho.
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Robert Jordan
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Robert Jordan »

Un relato sin mucha chicha, con una idea simple aun por desarrollar.

Se queda a la mitad, no me gusta.

Algunas frases mal puntuadas, laismos.
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Vivet
La Viti
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Re: CPIV- DE VIAJE

Mensaje por Vivet »

:shock: :shock: Menudo final!!! Me he quedado a cuadros!!
Me había metido tanto en la historia que no me lo esperaba para nada. :D
Me ha gustado. :D
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Fenix
No tengo vida social
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Ubicación: En mi casa, dónde si no

Re: CPIV- De viaje

Mensaje por Fenix »

¡¡Menuda zorra!! ¡¡Menudo pánfilo el cornudo!! En cuanto el perro le olisqueó la entrepierna me malicié la encerrona. Relato corto y conciso, como debe ser, sin absurdas adjetivaciones ni frases altisonantes. ¡¡Menuda zorra!!
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