CRI: Desconfiado - Kharonte
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CRI: Desconfiado - Kharonte
DESCONFIADO
Nadie.
Adonde quiera que mire, tan sólo hallo el callado silencio y la terrible confirmación de la ausencia sabida.
Nadie.
He recorrido cada calle sin descanso, explorando hasta los rincones abandonados.
Me he sumergido en las ciénagas de las alcantarillas más profundas, sin más respuesta que mi eco...
Nadie.
Al principio, no me preocupó. Era lógico. Si alguien más se había ocultado de Ellos, podían seguir aún refugiados. Como yo, sólo saldrían tras pasar un tiempo prudencial. Cuando al voz de Ellos dejara de oírse en los receptores.
Nadie.
Y este sol abrasador que se niega a ponerse, convirtiendo el aire en una llama irrespirable...
Ya han pasado cinco días desde que me decidí a iniciar la búsqueda. Cinco amaneceres pletóricos de esperanzas. Cinco noches de completa frustración.
¿Acaso sólo yo me di cuenta de lo que estaban tramando?
No me importa que los demás hayan sucumbido a la trampa, sus vidas no merecían ser vividas si no fueron capaces de protegerlas. Pero mi orgullo sabe que la victoria ha sido amarga. Tan sólo el recuerdo de ella basta para ensombrecer mi alma.
Durante el día su voz me habla por encima del rugido del viento, igual que en los primeros escarceos amorosos. Cada noche, veo sus ojos en las estrellas que velan mis sueños y las lágrimas me arropan al recordar su marcha; la figura de ella recortada contra la puerta que se cierra, sorda a las advertencias que le grito. Ciega a las evidencias que le muestro.
Embrujada por Ellos.
Nadie.
He sobrevolado incontables ciudades muertas. Todas ellas un homenaje a la credulidad humana, empapeladas con la absurda propaganda de esos embaucadores.
¿Cómo pudo pasar?
¿Por qué nuestros gobernantes no hicieron nada para salvarnos? Todos esperábamos que nos defendieran y, en lugar de enfrentárseles, fueron los primeros en ceder. Lo supe tras aquella maldita cumbre. Estábamos preparando las maletas para irnos lejos de la ciudad cuando aparecieron en televisión. Sonriendo. Dándoles la mano. Aún recuerdo cómo nos miramos al oírles, pidiendo comprensión para los visitantes. Seguro que Ellos les deslumbraron con esa ciencia extraña, comprando su confianza a base de palabras aduladoras.
Nos dejaron a su merced. Y la gente prefirió creerles a pensar por su cuenta. En las casas, la comida se pudre en medio de un batiburrillo en el que juguetes olvidados acumulan polvo junto a todo lo que no lograron llevarse.
Ahora, los únicos que nos movemos bajo el cielo somos este sol de justicia y yo.
Hasta los pájaros han desaparecido.
Es culpa suya.
Ellos se han llevado la vida de este planeta. Amedrentaron a todos. Les envenenaron con amenazas de un Apocalipsis, ofreciéndoles su amparo si se marchaban con ellos. Y aunque yo sabía que no podíamos fiarnos de sus promesas, nadie más dudó de esas canciones de salvación emponzoñadas.
Así la engañaron.
Al descubrir que ella también les creía se me heló el corazón. Aunque la hubiese visto desangrarse a mis pies no habría sido más consciente de estarla perdiendo de mi lado. Pasé las horas siguientes sumido en ruegos. A ella, para que recapacitase. Al Dios que llevaba años sin recordar, para que obrase el milagro. Pero, por más que lo intenté, no pude convencerla. El miedo le hizo inmune a cualquiera de mis sospechas, un muro contra el que mis palabras no hacían mella. El equipaje que habíamos preparado para huir juntos le iba a servir para marcharse sola.
Un nuevo atardecer de fracaso se dibuja sobre el fuselaje, burlándose de mi desdicha.
Cuando sus dedos se soltaron de mi mano, ella lloraba por mí y yo lloré por ella; a cada ruego del uno le respondía una súplica del otro. Desesperado, me agarré al olor de su piel. Al calor de su regazo. A cada brizna de sentimiento que habíamos compartido. Deseé atrapar su esencia entre mis dedos y que sólo pudieran llevarse un cascarón vacío. Pero ninguno quisimos ceder, convencidos ambos de que el otro estaba equivocado.
Con mi último beso le dije donde encontrarme y, derrotado, tuve que ver cómo Ellos me robaban lo que más amaba. Mientras se alejaba grité su nombre una y otra vez, hasta que perdí la voz. Hasta que me quedé sólo en aquella plaza maldita.
La había dejado marchar, y la conciencia de tal hecho me hizo odiarles aún más. Me escondí en las profundidades, lejos de la omnipresente sombra de sus naves. A salvo de esas melosas promesas, donde su influencia no podría alcanzarme.
Y sólo ahora, cuando contemplo la noche volverse día sin previo aviso, un atisbo de duda me sacude.
Sólo ante la visión del cielo inflamándose lloro de alegría.
Porque ella tenía razón.
Porque ella se ha salvado.
Nadie.
Nada.
Nadie.
Adonde quiera que mire, tan sólo hallo el callado silencio y la terrible confirmación de la ausencia sabida.
Nadie.
He recorrido cada calle sin descanso, explorando hasta los rincones abandonados.
Me he sumergido en las ciénagas de las alcantarillas más profundas, sin más respuesta que mi eco...
Nadie.
Al principio, no me preocupó. Era lógico. Si alguien más se había ocultado de Ellos, podían seguir aún refugiados. Como yo, sólo saldrían tras pasar un tiempo prudencial. Cuando al voz de Ellos dejara de oírse en los receptores.
Nadie.
Y este sol abrasador que se niega a ponerse, convirtiendo el aire en una llama irrespirable...
Ya han pasado cinco días desde que me decidí a iniciar la búsqueda. Cinco amaneceres pletóricos de esperanzas. Cinco noches de completa frustración.
¿Acaso sólo yo me di cuenta de lo que estaban tramando?
No me importa que los demás hayan sucumbido a la trampa, sus vidas no merecían ser vividas si no fueron capaces de protegerlas. Pero mi orgullo sabe que la victoria ha sido amarga. Tan sólo el recuerdo de ella basta para ensombrecer mi alma.
Durante el día su voz me habla por encima del rugido del viento, igual que en los primeros escarceos amorosos. Cada noche, veo sus ojos en las estrellas que velan mis sueños y las lágrimas me arropan al recordar su marcha; la figura de ella recortada contra la puerta que se cierra, sorda a las advertencias que le grito. Ciega a las evidencias que le muestro.
Embrujada por Ellos.
Nadie.
He sobrevolado incontables ciudades muertas. Todas ellas un homenaje a la credulidad humana, empapeladas con la absurda propaganda de esos embaucadores.
¿Cómo pudo pasar?
¿Por qué nuestros gobernantes no hicieron nada para salvarnos? Todos esperábamos que nos defendieran y, en lugar de enfrentárseles, fueron los primeros en ceder. Lo supe tras aquella maldita cumbre. Estábamos preparando las maletas para irnos lejos de la ciudad cuando aparecieron en televisión. Sonriendo. Dándoles la mano. Aún recuerdo cómo nos miramos al oírles, pidiendo comprensión para los visitantes. Seguro que Ellos les deslumbraron con esa ciencia extraña, comprando su confianza a base de palabras aduladoras.
Nos dejaron a su merced. Y la gente prefirió creerles a pensar por su cuenta. En las casas, la comida se pudre en medio de un batiburrillo en el que juguetes olvidados acumulan polvo junto a todo lo que no lograron llevarse.
Ahora, los únicos que nos movemos bajo el cielo somos este sol de justicia y yo.
Hasta los pájaros han desaparecido.
Es culpa suya.
Ellos se han llevado la vida de este planeta. Amedrentaron a todos. Les envenenaron con amenazas de un Apocalipsis, ofreciéndoles su amparo si se marchaban con ellos. Y aunque yo sabía que no podíamos fiarnos de sus promesas, nadie más dudó de esas canciones de salvación emponzoñadas.
Así la engañaron.
Al descubrir que ella también les creía se me heló el corazón. Aunque la hubiese visto desangrarse a mis pies no habría sido más consciente de estarla perdiendo de mi lado. Pasé las horas siguientes sumido en ruegos. A ella, para que recapacitase. Al Dios que llevaba años sin recordar, para que obrase el milagro. Pero, por más que lo intenté, no pude convencerla. El miedo le hizo inmune a cualquiera de mis sospechas, un muro contra el que mis palabras no hacían mella. El equipaje que habíamos preparado para huir juntos le iba a servir para marcharse sola.
Un nuevo atardecer de fracaso se dibuja sobre el fuselaje, burlándose de mi desdicha.
Cuando sus dedos se soltaron de mi mano, ella lloraba por mí y yo lloré por ella; a cada ruego del uno le respondía una súplica del otro. Desesperado, me agarré al olor de su piel. Al calor de su regazo. A cada brizna de sentimiento que habíamos compartido. Deseé atrapar su esencia entre mis dedos y que sólo pudieran llevarse un cascarón vacío. Pero ninguno quisimos ceder, convencidos ambos de que el otro estaba equivocado.
Con mi último beso le dije donde encontrarme y, derrotado, tuve que ver cómo Ellos me robaban lo que más amaba. Mientras se alejaba grité su nombre una y otra vez, hasta que perdí la voz. Hasta que me quedé sólo en aquella plaza maldita.
La había dejado marchar, y la conciencia de tal hecho me hizo odiarles aún más. Me escondí en las profundidades, lejos de la omnipresente sombra de sus naves. A salvo de esas melosas promesas, donde su influencia no podría alcanzarme.
Y sólo ahora, cuando contemplo la noche volverse día sin previo aviso, un atisbo de duda me sacude.
Sólo ante la visión del cielo inflamándose lloro de alegría.
Porque ella tenía razón.
Porque ella se ha salvado.
Nadie.
Nada.
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Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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Re: CRI - Desconfiado
Me parece un relato interesante, precisamente por todo lo que calla; con unas cuantas líneas se dibuja perfectamente la situación exterior e interior, pero no se nos dan detalles de todo lo sucedido y nos deja con la incógnita al servicio de nuestra imaginación, lo cual hace que después de haberlo leído siga teniendo vida.
Quizá sea breve en exceso, pero es un buen relato.
Quizá sea breve en exceso, pero es un buen relato.
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Re: CRI - Desconfiado
Esta historia me ha gustado. Pero me parece que debería ser menos sutil en los sentimientos del hombre. Vamos, que se le note más ansias de encontrar a la chica.
- Emisario
- No tengo vida social
- Mensajes: 1213
- Registrado: 26 Oct 2010 18:30
- Ubicación: Perdido en una nebulosa, en busca de un quásar, cualquiera en realidad...
Re: CRI - Desconfiado
Describe con detalle lo que el protagonista va sintiendo, pero no logro asociarlo a una situación plausible del día a día, es una mezcla que quizás se quede corta en redacción, como para entender bien si hay analogías o realmente hay un éxodo planetario. "Se ha quedado sólo y se arrepiente" parece ser el contenido central del relato.
Saludos al autor/a. y por favor, mis opiniones son mías y no tienen porqué ser acertadas. De todas formas le felicito por la idea, que con un poco más de espacio podría haber rendido más.
Saludos al autor/a. y por favor, mis opiniones son mías y no tienen porqué ser acertadas. De todas formas le felicito por la idea, que con un poco más de espacio podría haber rendido más.
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Re: CRI - Desconfiado
Está bien. Es muy evocador y , como decía Conphoos, consigue interesarnos por qué es lo que en realidad ha pasado. No obstante se me queda un poco corto, como a medio gas y el brusco final por el que parece que el narrador cambia de opinión no acaba de convencerme del todo, es como si faltara algo en medio.
Re: CRI - Desconfiado
Me ha encantado, eh. Y no me ha parecido breve. Es muy redondo en más de un sentido. Esa fraseología tan exacta, contundente y breve es muy eficaz: capta tu atención lectora. Por ahora es el que más me ha gustado, de forma y contenido. Y sabe dar el autor un final sorpresivo, así como un acendrado lirismo a la ausencia de ella a través de inteligentes y bien dosificadas reiteraciones. Muy chulo, ¡felicidades!
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- joserc
- GANADOR del IV Concurso de relatos
- Mensajes: 1493
- Registrado: 17 Ago 2006 13:52
- Ubicación: Madrid
Re: CRI - Desconfiado
Me gusta la idea y ese ambiente de fin del mundo que está bien descrito. Coincido en que se queda un poco corto. Creo que un poco más de desarrollo de la historia sobre el hecho en si y sobre la historia personal de la pareja hubiera enriquecido mucho.
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Re: CRI - Desconfiado
¡Ciencia ficción de nuevo! Me ha resultado muy entretenido, y bien traído el juego nadie/nada. Original y muy corto, quizás, me hubiera gustado un poco más de detalle en todo lo que le rodea, para espantar la nube onírica y hacerlo más creíble.
Enhorabuena.
Enhorabuena.
Re: CRI - Desconfiado
Es un relato triste y algo confuso en un principio, pero cuando lo lees una segunda vez ya toma más cuerpo la idea.
Me ha dejado un regusto... como diría... de ¿"soledad depresiva"? Me ha dejado intranquila y bastante triste...
Me ha dejado un regusto... como diría... de ¿"soledad depresiva"? Me ha dejado intranquila y bastante triste...
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Re: CRI - Desconfiado
Desconfiado me ha gustado bastante.
Me ha parecido una historia de amor muy original en ese ambiente de ciencia ficción.
Los acontecimientos transcurren con naturalidad, lo que le confiere gran verosimilitud.
Sin embargo, creo que le falta emoción, chispa, algo que mueva.
Aun así, enhorabuena
Me ha parecido una historia de amor muy original en ese ambiente de ciencia ficción.
Los acontecimientos transcurren con naturalidad, lo que le confiere gran verosimilitud.
Sin embargo, creo que le falta emoción, chispa, algo que mueva.
Aun así, enhorabuena
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- kassiopea
- Vivo aquí
- Mensajes: 12478
- Registrado: 07 Dic 2008 19:18
- Ubicación: Aovillada en la Luna...
Re: CRI - Desconfiado
Muy bueno
Corto pero intenso, conciso, preciso, brutal. El final me ha parecido fantástico, una cuchillada mortal
por desconfiado
El autor consigue meternos en la cabeza (apenas con unos trazos), la idea de que "Ellos" son los culpables... hasta llegar al sorprendente final. Para mí, un relato talentoso, ¡enhorabuena!
Corto pero intenso, conciso, preciso, brutal. El final me ha parecido fantástico, una cuchillada mortal
cuando al fin el protagonista nos confiesa "Porque ella tenía razón. Porque ella se ha salvado". Entonces te das cuenta de que ella se ha salvado, que Ellos no eran destructores planetarios, que él llora porque ella se ha salvado marchándose con Ellos y él no, él está condenado... |
El autor consigue meternos en la cabeza (apenas con unos trazos), la idea de que "Ellos" son los culpables... hasta llegar al sorprendente final. Para mí, un relato talentoso, ¡enhorabuena!
El narrador no cambia de opinión, Arwen, simplemente se resiste a aceptar la realidad. El autor tiene la habilidad de inducir al lector la idea de que "Ellos" son los malos... hasta llegar al final y revelarnos la verdadArwen_77 escribió:Está bien. Es muy evocador y , como decía Conphoos, consigue interesarnos por qué es lo que en realidad ha pasado. No obstante se me queda un poco corto, como a medio gas y el brusco final por el que parece que el narrador cambia de opinión no acaba de convencerme del todo, es como si faltara algo en medio.
Re: CRI - Desconfiado
Me ha gustado mucho Está muy bien escrito, con frases concisas y elaboradas que al mismo tiempo resultan sencillas y directas.
Tengo la impresión de que esto era un relato de ciencia-ficción que has modificado para adaptarlo y darle un tinte romántico y, aunque podía haber quedado raro, creo que la mezcla de ambas cosas resulta muy interesante.
Has reflejado estupendamente la sensación de pérdida del protagonista y su desasosiego ante la situación en que se ve envuelto y, además, has creado suspense y dejas al lector pensando qué es lo que ha podido pasar, dejándole con ganas de saber más.
Felicidades
Tengo la impresión de que esto era un relato de ciencia-ficción que has modificado para adaptarlo y darle un tinte romántico y, aunque podía haber quedado raro, creo que la mezcla de ambas cosas resulta muy interesante.
Has reflejado estupendamente la sensación de pérdida del protagonista y su desasosiego ante la situación en que se ve envuelto y, además, has creado suspense y dejas al lector pensando qué es lo que ha podido pasar, dejándole con ganas de saber más.
Felicidades
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Re: CRI - Desconfiado
¡Umm! Puede que la intención sea la que dices Kassiopea, pero entonces el autor es un poco tramposillo, juega con medio engañar al lector; ya que hace afirmaciones rotundas contra "Ellos", tales como "Los pajaros han desaparecido. Es culpa suya" o "así la engañaron"kassiopea escribió:Muy bueno
Corto pero intenso, conciso, preciso, brutal. El final me ha parecido fantástico, una cuchillada mortalpor desconfiado
cuando al fin el protagonista nos confiesa "Porque ella tenía razón. Porque ella se ha salvado". Entonces te das cuenta de que ella se ha salvado, que Ellos no eran destructores planetarios, que él llora porque ella se ha salvado marchándose con Ellos y él no, él está condenado...
El autor consigue meternos en la cabeza (apenas con unos trazos), la idea de que "Ellos" son los culpables... hasta llegar al sorprendente final. Para mí, un relato talentoso, ¡enhorabuena!
El narrador no cambia de opinión, Arwen, simplemente se resiste a aceptar la realidad. El autor tiene la habilidad de inducir al lector la idea de que "Ellos" son los malos... hasta llegar al final y revelarnos la verdadArwen_77 escribió:Está bien. Es muy evocador y , como decía Conphoos, consigue interesarnos por qué es lo que en realidad ha pasado. No obstante se me queda un poco corto, como a medio gas y el brusco final por el que parece que el narrador cambia de opinión no acaba de convencerme del todo, es como si faltara algo en medio.
Re: CRI - Desconfiado
kassiopea escribió:El narrador no cambia de opinión, Arwen, simplemente se resiste a aceptar la realidad. El autor tiene la habilidad de inducir al lector la idea de que "Ellos" son los malos... hasta llegar al final y revelarnos la verdad
Pues yo pensé, no sé si equivocadamente, que al final cree que ella se ha salvado y él no porque está terriblemente solo. De hecho, no para de repetirlo: nadie.
Esto hace que, aun claudicando, considere que irse con todos habría sido más llevadero que vagar solo.
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- kassiopea
- Vivo aquí
- Mensajes: 12478
- Registrado: 07 Dic 2008 19:18
- Ubicación: Aovillada en la Luna...
Re: CRI - Desconfiado
Pues sí, yo pienso que el autor (creo que es chico) ha sido un poco traviesillo, insinuando que "Ellos" eran los culpables, y "engañando" al lector, ¡y eso es lo que me encanta! Este "doble juego", este "decir sin decir"
Bueno, así es cómo lo he interpretado yo
Él desconfió de sus intenciones desde el principio, de ahí el título. Y la magnitud de la tragedia se revela al final:
Bueno, así es cómo lo he interpretado yo
El protagonista está solo en la Tierra y un sol inmisericorde ocupa sus noches y sus días... hasta su exterminación. Parece ser que (por algún motivo) ya no hay noche y los extraterrestres (Ellos) acudieron a salvar y llevarse a todos los terrícolas en sus naves. |
que él se equivocó, pero su equivocación (en contrapartida) supone la salvación de su amada |