CN1 - Una noche de perros - Eleanis

[lucia]

UNA NOCHE DE PERROS

Hmmm. Ahí está otra vez ese pesado de Pulgoso, acechándome. No sé qué pretende, si es que
somos tan distintos… En definitiva, él es un lumpen y yo una distinguida bichon frisé…

—¡Jazmín! ¡Prepárate, que debemos ir al veterinario! —reclama Josefina, la dueña de casa, a
quien cariñosamente llamo ¨mamᨗ. ¡Vamos, que tienes un turno en la peluquería y luego te
recetarán un sedante para que no sufras por los fuegos de artificio en Navidad! ¡Vamos!

Pulgoso nos observa mientras subimos al auto. Está tan engreído últimamente… Se lo pasa
ladrándole a los demás perros y a nosotras nos cuenta que los extraterrestres grises se lo
llevaron a una ciudad en el espacio, menciona unos expedientes X o algo así, en que lo llaman
Triplecerouno, y habla de alienígenas ancestrales y anunnaki, entre otras estupideces. ¡Y encima
pretende hacerme el amor! Aunque, mirándolo bien, es bastante guapo… ¡Pero no, cómo se le
ocurre! ¡A mí, a una perra de noble linaje!

Hoy van a cortarme las uñas, después me bañarán con un champú que realza el blanco de mi
pelaje, luego me aplicarán un aerosol que aumenta el volumen de mis rulos y finalmente una
loción de propóleo para proteger mis patitas. Ah, y las gotas sedantes, ¡por favor!, porque se
aproximan las fiestas de fin de año y empiezan con esos petardos y cohetes que dañan mis oídos
y me asustan terriblemente. Además, como es costumbre, mamá me comprará algún juguete o un
perfume … ¿Una capa azul con un broche de plata? Ya veremos.

Estamos de regreso y luzco estupenda. Ja, ja, a Pulgoso se le escapan los ojos de las órbitas. Uh,
se acerca…
—Mi adorable Jazmín, eres tan dulce que al mirarte me duele la muela.
—Ay, Pulgoso, ¡qué cosas dices!
—¡Hagamos el amor, mi reina!
—¡Jaaaaaazmín! ¡Adeeentro! ¡Ya mismo! —vocifera mamá desde el jardín.
—Me llaman, debo irme. Además, no estoy en celo…

Una semana después, es Nochebuena, y mamá ya me dio la primera dosis del sedante. La verdad
es que si no fuera por esas malditas explosiones, que me obligan a pasar la velada narcotizada,
la Navidad sería una fiesta maravillosa. Amo la cálida luz de las velas, las guirnaldas
multicolores y las estrellas destellantes del árbol de Navidad, los villancicos que entonan los
niños, la música barroca que pone el novio de mamá, los regalos que trae Santa Claus y el pavo
relleno. Sin embargo, creo que esta vez va a ser diferente, porque no me siento tan adormecida
como en los años anteriores. Me parece que ha sido un acierto que un médico homeópata esté
tratándole la bipolaridad a mamá, pues le ha aconsejado que me llevara a un veterinario también
homeópata, así que ahora ¡las dos tomamos gotitas!

—¡Recién son las 22 y los tontos de la esquina ya empiezan a encender cohetes! —protesta
mamá, preocupada, y busca sus gotas—. ¡Dios mío, pero éstas son las de Jazmín! ¡Me confundí!
¿Y ahora qué hago? ¡El Clonazepám! ¡Adónde está el Clon… ¡No, éste es el Viagra de Juan… !

Ay, ay, ay, ay. Ahora entiendo… ¡Qué desgracia! Con razón estoy tan despierta. Ya mismo me
meto debajo de la cama…

¡Boom! ¡Boom! ¡K-BOOOMMM!

—¡Hijita mía! ¿Cómo estás! ¡Ay, Dios mío, el corazoncito va a estallarle! —.Mamá me abraza
fuerte y me arrulla para reconfortarme. Y antes de irse a cenar con la familia me da mis gotitas;
espero que hagan efecto rápidamente. Me quedo sola, aunque un poco más tranquila.

¡BOOOM! ¡BOOM! ¡K-BOOOOOMMMMM!
¡Otra vez! Ya me duelen los oídos, la cabeza me late con fuerza, la garganta se me cierra y
tengo náusea, y mi corazón… Ay, no puedo parar de temblar… Necesito encontrar otro lugar,
¡adonde no escuche esto! En la sala todos sostienen las copas en alto, beben, ríen, se abrazan...
Gimoteo, aullo con todas mis fuerzas, pero nadie me escucha… Salgo al jardín… Ah, en la acera
de enfrente está Pulgoso. ¡Ayúdame! ¡Voy contigo! Pero un petardo estalla junto a mi cola.
¡Aaaayyyyy! ¡Qué dolor! Y corro, corro, corro…

¿Qué serán esos relámpagos de colores y remolinos luminosos que se forman en el cielo? Y ese
ruido de mil truenos que me ensordece… ¡Adónde estás, Pulgoso! Ay, no puedo detenerme,
y siento que… La gente no me presta atención… Siento que me falta el aire, las patitas no me
responden, pero no puedo dejar de correr…

Al fin me detengo frente a una gran puerta de rejas. Necesito descansar, intento apoyarme en
la reja, pero paso entre dos barrotes con tan mala suerte que caigo en un charco de agua. ¡Está
sucia! ¿Cómo regreso ahora a casa? ¿Qué va a decir mamá… ? ¡Cuántas desgracias! Uff, uff…
¿Y adónde estoy? Parece un lugar tranquilo. Un parque con un jardín y muchos árboles, y, sobre
todo, nadie que encienda cohetes. Ah, me siento mejor. ¿Qué dirá en esa placa de bronce? Me
acerco y alcanzo a leer:
USHER
CASA DE ETERNO DESCANSO DE MASCOTAS
¿Descanso de mascotas… ? Ha de ser un refugio para perros de la calle, pero no veo ninguno…
Lo que sí veo, y ay mamita otra vez, son más de esos relámpagos de colores que acompañan a las
malditas explosiones. Pero al menos están lejos de aquí, y el sedante está haciendo efecto, qué
bueno…

¿Me pregunto por qué la gente festeja la Navidad de esta forma? Por supuesto, tendrán sus
razones, pero no llego a entenderlas. ¿Será que el Niño Dios precisa de esos estruendos y luces
para nacer… O Santa Claus para animar a sus renos… ? Oh, qué cosa tan bonita, la luna llena
trepando por el cielo. Su luz me permite ver unos bloques de piedra que están por todas partes.
Todos tienen un pequeño cerco alrededor y hay algunas estatuas de perros… ¡Qué raro es esto!
A ver qué dice acá:
PERLITA
1987-2001
Nunca te olvidaremos, amor nuestro
Y en ésta hay una foto… Ay, qué perro tan feo… Pero, ¡pero esto es un cementerio de
mascotas… ! ¡Adónde me he metido! ¡Quiero volver a casa! ¡Ya mismoooo!

Ha refrescado y unos densos nubarrones ocultan la luna. Creo que estos son relámpagos de
verdad, ay, los truenos… Me parece recordar que entré por allá. ¿O era por acá? ¡Un perro, un
perro, un perro! ¡Debe ser Pulgoso!

—¡Hola, amigo! ¡Cuánto te necesitaba!
—¡Auuuuuu! ¡Auuuuuu!
—¿Qué le pasa a tu voz, amigo? Seguramente has bebido agua helada otra vez… ¿Pero, qué
tienes en los ojos, que parecen de fuego? ¿Pulg… ? ¡No! ¡Quién diablos eres! ¡Ángel de los
perros, ayúdame! Mas, lo que fuere, se acerca, gruñe y muestra sus largos y puntiagudos dientes;

de la boca le cuelga un hilo de sangre; y el aliento… Mamita, éste no conoce el Listerine…
¡Aaayyy, que me desmayo!

¡Me tiene en sus brazos! ¡Maaaamaaaaá! Va a morderme la garganta… Quiero gritar, pero la
glotis se me cierra… ¡Y ahí viene otro… ! Por favor, ángel de los perros, escucha mis ruegos. Se
aproxima… Es, es… ¡Es Pulgoso!

—Tranquila, Jazmín, que aquí está tu macho salvador.
—Y tú, vampiro de pacotilla… Ahora verás lo que te pasa por molestar a la dama.
—¿Vampiro, has dicho, Pulgoso? Ay, me desmayo otra vez…
—Y tú, que tienes más dientes que el ratoncito Pérez, prepárate a morir.

El vampiro rió, mostrando su arsenal de muerte, hematofagia y caries, y se abalanzó sobre
Pulgoso. Pero éste, experimentado peleador callejero, lo obligó a pasar de largo con una finta y a
dejar un par de dientes en la reja de entrada.
—Esto no termina acá — masculló el vampiro—, sólo quería un poquito de sangre, pero ahora
morirán los dos.
—¡Ja, ja, ja! Ignoras que he desarrollado super poderes cuando me llevaron los extraterrestres
grises. He sido Triplecerouno, y quien morirá ahora, esta vez para siempre, eres tú.
Pero el aliento gélido del vampiro paralizó a Pulgoso, que nada pudo hacer ante la acometida del
maligno. Atrapado contra las rejas, su garganta quedó expuesta a los implacables colmillos, que
atacaron la piel de su cuello despiadadamente. Sin embargo, el vampiro se apartó bruscamente…

—No, otra vez no, por favor… Siempre me pasa lo mismo… —y lloró con profunda
pesadumbre…
—¡Pero qué te pasa, vampiro! ¿Eres hemofílico, acaso?
—Es que me falla el pegamento, el Corega, y se me aflojan los dientes…
—Tengo un odontólogo para recomendarte —sugirió Jazmín—, es homeópata, hace medicina
natural y…
Mas, en ese momento, el sol asomó entre los álamos. La naciente luz dorada bañó la escena y el
vampiro se tapó horrorizado los ojos. Al final, desesperado, grito: «¡Me muero, me muero!». Y
corrió hasta entrar en una cripta…

—Todo terminó. ¿Nos vamos, mi amor?
—Pulgui, me has salvado la vida… No sé cómo agrade…
—Bah, no tiene importancia, mi cielo. Ya encontraremos la forma…
—Pero, me surge una duda, Pulgosito… Dime ¿cómo es que un perro puede transformarse en
vampiro?
—Bueno, verás, en fin… Eso sucede cuando los perros hacen poco el amor, y mueren…
—¿Sabes una cosa, Pulgui? Estoy en celo…
—¡Feliz Navidad, mi amor!

[Isma]

...

No sé si voy a poder hacer un buen comentario. No me hace mucha gracia volver a encontrar a estos personajes, porque el relato se convierte en una broma privada. Me gusta la mención a la casa Usher, aunque no recordaba yo que tuviera vampiros.

En fin, es humor gamberro y de eso se trataba ¿no? Lo apuntamos entre los muchos que animan este concurso.

[ukiahaprasim]

Suscribo lo dicho, Isma.... la repeticion le quita buena parte de la gracia que habria tenido el relato...

Además, hay una cuestion que no ha sido debidamente bien medida en este caso.... la ciencia ficcion es un genero para "contar cosas", más contenido que forma... el terror es justo lo contrario, es un genero para transmitir sensaciones, dando igual el tema que uses para ello..

Asi pues, al igual que una noche de juerga por tablaos flamencos de una cuadrilla de vampiros no es una historia de terror, a este relato me cuesta calificarlo de un modo consistente...

Si, que ya se que el concurso no e s de terror, sino de navidades sangrientas.... pero ni aun así....

Ukiah

[Nínive]

Una gran broma. Un punto gamberro.
Aunque se sale de lo "estipulado" en el concurso, me he reído un rato. Y como realmente éste ha sido un encuentro entre amigos, la cosa se queda ahí, como una broma entre amigos.
Un abrazo

[Berlín]

Divertidísimo y sin pretensiones. Y cómo sé quien lo ha escrito y en homenaje a quien, pues me enternece aún más.

La mención a La caída de la casa Usher me ha gustado ¡pero no recuerdo que hubiese un cementerio canino jaja!


un abrazo para el autor no tan anónimo, bueno mejor un abrazo navideño.

[Ratpenat]

Esto es lo malo de ser nuevo. Viendo los comentarios, no sé muy bien qué decir.

[Gavalia]

Estoy con Isma y Ukiah. Que conste que me ha gustado, entre otras porque habiendo perritos de por medio... pero no es de terror y tal y tal...
Gracias por tan refrescante cuento. Feliz Navidad

[kassiopea]

Esto es lo malo de ser nuevo. Viendo los comentarios, no sé muy bien qué decir.

Tú no hagas caso del resto de comentarios y, simplemente, deja las impresiones que tú hayas tenido al leerlo, si te lo has pasado bien, etc... Y ya verás, Ratpenat, después de este concurso ya empezarás a reconocernos

Autor, me he reído tanto que durante un buen rato no me he acordado de nada más... Y eso es genial. La verdad es que me ha gustado reencontrarme con Triplecerouno y Jazmín, que parece que al fin han congeniado Lo único que me ha dado penita es el terror que sufre Jazmín a causa de los fuegos artificiales, pues sé que ese detalle está basado en hechos reales

¡Buena idea lo del cementerio de animales! Un abrazo grande y gracias por el buen rato

[jilguero]

Lo de encontrarme con personajes conocidos, no solo no me desagrada, sino que le veo su punto positivo. Al igual que los escritores consagrados hacen guiños a personajes anteriores suyos y con ello van creando un mundo propio, me parece estupendo que exista un mundo literario colectivo entre los foreros, en el que el propio autor u otro recree nuevos momentos de esos personajes ya conocidos. Podriais poner como pega que alguien nuevo no coge el guiño, pero ya lo cogerá si se hace foro-adicto .
Lo malo de este relato es que me ha arrancado sonrisas aquí y allá, pero en ningún momento he sentido nada parecido a los escalofríos del terror. Vamos, que a Jilguero se le han quedado las plumitas en su sitio.
Así, pues te agradezco el buen rato, escritor, si bien no te veo de momento (eres el primero que leo) como candidato al podium navideño del terror.

[Ratpenat]

Haciendo caso a Kassiopea, comentaré.
El relato es simpático y entretenido de leer, las situaciones están bien expresadas. Pero me ha dejado un poco decepcionado, pues esperaba otra cosa. Creo que el que ha hecho el relato podría haber escrito algo de muy buen nivel para el concurso si lo hubiese querido.

[Gisso]

Me he llevado la sorpresa de volver a encontrarme con estos personajes (Ratpenat, son los mismos del relato “Triplecerouno” del anterior concurso de Ci-Fi) tan “especiales”, ahora metidos en una historia un poco absurda de terror "light". Pero más bien se queda como un guiño. Tiene partes graciosas, pero no es la ambientación que uno se esperaba. Divertido .

¡Felices fiestas terroríficas!

[Yuyu]

Fue entretenido y cómico.No sé por qué me recordó a Mundodisco.Miedo no me dio en ningún momento.Me hizo mucha ilusión volver a ver a triplecerouno y conocer el punto de vista de Jazmín.Felicidades!!!!!!!!!!!!!!!!

[Ladrona]

Yo también soy nueva, así que no entiendo mucho por qué les causa gracia el tan famoso Triplecerouno, ya me daré cuenta.

Sin embargo, no es un relato que esperaba leer en Navidades terroríficas, aunque supongo que Jasmín pasó mucho terror en Navidad, ya veré que tal los otros relatos, que apenas es el segundo que leo

[ukiahaprasim]

Yo también soy nueva, así que no entiendo mucho por qué les causa gracia el tan famoso Triplecerouno, ya me daré cuenta.

Eso es facil de explicar, Ladrona (uisss.... que cursi me suena usar tu nick en una conversacion.... cuando se de cuenta Gavalia no te lo vas a quitar de encima ni a guantás... )..

Triplecerouno es un personaje ya usado por shimoda en un relato del concuros de ciencia ficcion...
viewtopic.php?f=36&t=63727

Ukiah

[shirabonita]

Yo también sospecho la autoría de este relato, se ha delatado a sí mismo!
Me encanta que un relato tenga por protagonista a un perro, en vez de a un ser humano.
Me gusta la sensibilidad de darse cuenta de lo que tienen que sufrir nuestros amigos peludos con su fino oído y las explosiones de petardos...

Pero lo mejor es que me he partido de risa con la descripción de la escena en la que la dueña de Jazmín confunde su medicación homeopática con la de su perra, y luego busca Clorazepam y encuentra viagra
Todavía me he reído más con el "cementerio de mascotas Usher" y el perro vampiro.
La redacción es perfecta. Excelente trabajo, por su sentido del humor. Miedo, ninguno.