CV1 El año en el que no hubo verano - Ayrween
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CV1 El año en el que no hubo verano - Ayrween
El año en el que no hubo verano
Aquel fue un año insólito y no solo porque el verano no llegó a tiempo. En cuanto el calor asomaba y parecía que todo volvía a la normalidad, otra borrasca venía a traer más lluvias o enfriar el ambiente para alegría de algunos y descontento de los demás, que estaban cansados del frío y querían guardar el abrigo.
Para Josefina Pérez era la ruina. No hacía ni tres meses que se había decidido a ser una pequeña empresaria y abrió una zapatería. Su colección de zapatos de verano permanecía en el escaparate o en los estantes sin venderse.
Con el mal tiempo nadie compraba sandalias y las pérdidas empezaban a ser preocupantes. Josefina decidió pedir ayuda a su prima Mari Pili. Era vidente y tarotista y acertaba con una precisión que asustaba. Lástima que no siempre ella y sus clientes lo interpretaran en el sentido correcto. A un señor le dijo que ese año viajaría todo lo que no lo había hecho en su vida. A los pocos meses murió en un accidente a 500 kilómetros de su casa y el ataúd que debía ser enviado a Madrid, acabó perdido en Damasco. Volvió en un vuelo de tres escalas y solo que su cliente hubiera muerto evitó a su prima una queja por falsas expectativas.
—Mari Pili, haz un conjuro de esos de los tuyos para que llegue el verano.
—Lo de cambiar el tiempo no es cosa fácil. Pero se puede intentar, o al menos atraer la prosperidad para tu negocio.
—Venga, cuanto antes, que si no Calzados Josefina no va a llegar ni a septiembre.
—Le voy a pedir a Toño que me traiga el friegasuelos que usa para limpiar los suelos de la comisaría, que me da muy buenos resultados. Y que me traiga de allí unos encargos para otros conjuros. —Toño era primo de su prima, no de Josefina, y trabajaba como limpiador de varios edificios públicos, entre ellos alguna comisaría.
—Mejor ni pregunto vuestros tejemanejes.
—Mejor no. En dos días es el solsticio de verano, un día muy propicio para desechar lo antiguo y renovarse.
Josefina y Mari Pili hicieron un despojo —la vidente decía que se llamaba así— del local, limpiaron, frotaron y abrillantaron hasta que el suelo resbalaba y podían ver sus reflejos en él.
El fin de semana cambió el tiempo. Bajaron las temperaturas más de veinte grados, los despistados a los que pilló en chanclas y bermudas pasaron un frío terrible el lunes. Incluso granizó a finales de junio. Los telediarios, llenos hasta hacía poco de noticias de pesimismo económico y escándalos políticos, empezaron a dedicar mucho más espacio a los curiosos fenómenos meteorológicos y el verano inexistente en España y en toda Europa y en general, en el resto del hemisferio Norte.
Las pocas ventas que hizo Josefina en su tienda fueron de las existencias que le quedaban de katiuskas y paraguas. Estaba de mal humor, se preguntaba para que se habían dado la paliza a limpiar si la situación había cambiado a peor.
Un martes a medianoche recibió una llamada de Mari Pili. Ella y Toño estaban detenidos por robar enseres y productos de la comisaría. Llamó a una amiga abogada, que consiguió sacarles de prisión preventiva previo pago de una fianza.
—¿Cómo se os ocurre robar de una comisaría? Incluso del laboratorio, ¿en qué pensabais? Estáis locos, os va a caer una buena y me vais a meter en un buen lío. Con lo que he pagado por vosotros y el puñetero tiempo no me libro de cerrar en un par de meses.
—Si es que últimamente todo me sale torcido, prima. Creo que lo del tiempo es cosa mía. No era el friegasuelos de siempre, sino lejía, más barata. Y se ha liado todo.
—¿Qué se ha liado? No hace falta que me jures que no ha funcionado.
—No, no, si ha funcionado, pero del revés. Por eso este verano tan raro de abrigo y bufanda.
Los conjuros son muy delicados y no se pueden cambiar ingredientes a la ligera. El frío que se había instalado no era un cambio temporal, parecía un tiempo más propio de noviembre o diciembre que de julio. El cambio drástico del tiempo lo había provocado el conjuro de Mari Pili, y ahora no se atrevía a remediarlo, además que su prima se lo prohibió, como lo hiciera le exigiría el dinero de la fianza, y Mari Pili estaba sin blanca, como casi siempre.
El resto del verano no fue mejor. Josefina tenía intención de liquidar su negocio a finales de temporada. Su prima tuvo la idea de recibir a algunos clientes en la trastienda, en su propia casa no se atrevía por la investigación policial. Leía el tarot, hacía predicciones y recomendaba remedios para el mal de ojo y bebedizos de amor. La detención, lejos de entorpecerle, les hizo más populares. ¿Qué bruja no había tenido problemas con la autoridad?
Con la llegada del otoño y un tiempo más acorde a la estación, las ventas de zapatos no aumentaron pero el negocio no cerró. Era una magnífica tapadera para el otro, menos legal. Toño, que perdió su trabajo, organizaba las visitas y daba citas.
Josefina era consciente de que cualquier día su prima podría volver a meter la pata y saldrían ardiendo o era capaz de provocar otra catástrofe. Ya se preocuparía por ello cuando llegara, de momento recaudaban sus buenos dineros.
Aquel fue un año insólito y no solo porque el verano no llegó a tiempo. En cuanto el calor asomaba y parecía que todo volvía a la normalidad, otra borrasca venía a traer más lluvias o enfriar el ambiente para alegría de algunos y descontento de los demás, que estaban cansados del frío y querían guardar el abrigo.
Para Josefina Pérez era la ruina. No hacía ni tres meses que se había decidido a ser una pequeña empresaria y abrió una zapatería. Su colección de zapatos de verano permanecía en el escaparate o en los estantes sin venderse.
Con el mal tiempo nadie compraba sandalias y las pérdidas empezaban a ser preocupantes. Josefina decidió pedir ayuda a su prima Mari Pili. Era vidente y tarotista y acertaba con una precisión que asustaba. Lástima que no siempre ella y sus clientes lo interpretaran en el sentido correcto. A un señor le dijo que ese año viajaría todo lo que no lo había hecho en su vida. A los pocos meses murió en un accidente a 500 kilómetros de su casa y el ataúd que debía ser enviado a Madrid, acabó perdido en Damasco. Volvió en un vuelo de tres escalas y solo que su cliente hubiera muerto evitó a su prima una queja por falsas expectativas.
—Mari Pili, haz un conjuro de esos de los tuyos para que llegue el verano.
—Lo de cambiar el tiempo no es cosa fácil. Pero se puede intentar, o al menos atraer la prosperidad para tu negocio.
—Venga, cuanto antes, que si no Calzados Josefina no va a llegar ni a septiembre.
—Le voy a pedir a Toño que me traiga el friegasuelos que usa para limpiar los suelos de la comisaría, que me da muy buenos resultados. Y que me traiga de allí unos encargos para otros conjuros. —Toño era primo de su prima, no de Josefina, y trabajaba como limpiador de varios edificios públicos, entre ellos alguna comisaría.
—Mejor ni pregunto vuestros tejemanejes.
—Mejor no. En dos días es el solsticio de verano, un día muy propicio para desechar lo antiguo y renovarse.
Josefina y Mari Pili hicieron un despojo —la vidente decía que se llamaba así— del local, limpiaron, frotaron y abrillantaron hasta que el suelo resbalaba y podían ver sus reflejos en él.
El fin de semana cambió el tiempo. Bajaron las temperaturas más de veinte grados, los despistados a los que pilló en chanclas y bermudas pasaron un frío terrible el lunes. Incluso granizó a finales de junio. Los telediarios, llenos hasta hacía poco de noticias de pesimismo económico y escándalos políticos, empezaron a dedicar mucho más espacio a los curiosos fenómenos meteorológicos y el verano inexistente en España y en toda Europa y en general, en el resto del hemisferio Norte.
Las pocas ventas que hizo Josefina en su tienda fueron de las existencias que le quedaban de katiuskas y paraguas. Estaba de mal humor, se preguntaba para que se habían dado la paliza a limpiar si la situación había cambiado a peor.
Un martes a medianoche recibió una llamada de Mari Pili. Ella y Toño estaban detenidos por robar enseres y productos de la comisaría. Llamó a una amiga abogada, que consiguió sacarles de prisión preventiva previo pago de una fianza.
—¿Cómo se os ocurre robar de una comisaría? Incluso del laboratorio, ¿en qué pensabais? Estáis locos, os va a caer una buena y me vais a meter en un buen lío. Con lo que he pagado por vosotros y el puñetero tiempo no me libro de cerrar en un par de meses.
—Si es que últimamente todo me sale torcido, prima. Creo que lo del tiempo es cosa mía. No era el friegasuelos de siempre, sino lejía, más barata. Y se ha liado todo.
—¿Qué se ha liado? No hace falta que me jures que no ha funcionado.
—No, no, si ha funcionado, pero del revés. Por eso este verano tan raro de abrigo y bufanda.
Los conjuros son muy delicados y no se pueden cambiar ingredientes a la ligera. El frío que se había instalado no era un cambio temporal, parecía un tiempo más propio de noviembre o diciembre que de julio. El cambio drástico del tiempo lo había provocado el conjuro de Mari Pili, y ahora no se atrevía a remediarlo, además que su prima se lo prohibió, como lo hiciera le exigiría el dinero de la fianza, y Mari Pili estaba sin blanca, como casi siempre.
El resto del verano no fue mejor. Josefina tenía intención de liquidar su negocio a finales de temporada. Su prima tuvo la idea de recibir a algunos clientes en la trastienda, en su propia casa no se atrevía por la investigación policial. Leía el tarot, hacía predicciones y recomendaba remedios para el mal de ojo y bebedizos de amor. La detención, lejos de entorpecerle, les hizo más populares. ¿Qué bruja no había tenido problemas con la autoridad?
Con la llegada del otoño y un tiempo más acorde a la estación, las ventas de zapatos no aumentaron pero el negocio no cerró. Era una magnífica tapadera para el otro, menos legal. Toño, que perdió su trabajo, organizaba las visitas y daba citas.
Josefina era consciente de que cualquier día su prima podría volver a meter la pata y saldrían ardiendo o era capaz de provocar otra catástrofe. Ya se preocuparía por ello cuando llegara, de momento recaudaban sus buenos dineros.
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Última edición por Lifen el 16 Jul 2013 08:46, editado 2 veces en total.
Re: El año en el que no hubo verano
En muy poco espacio has conseguido dos cosas muy complicadas. Contar una historia completa y no solo el principio o el final de una, y construir dos personajes geniales, de esos que se meten en la cabeza del lector.
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Re: El año en el que no hubo verano
Me gusta como está escrito, la historia no tanto pero me ha hecho gracia, puedo garantizar que eres del norte . Me surgió una duda con la palabra friegasuelos porque yo digo fregasuelos, en el RAE no aparece ninguna de las dos y en el panhispanico dan por bueno friegasuelos . Así como dato.
Ronda de noche. Mundodisco 29. Terry pratchett
La sombra de Ender (Ender 5) - Orson Scott Card
El asombroso Mauricio y sus roedores sabios. Mundo disco 28. Terry Pratchett
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Re: El año en el que no hubo verano
Es una historia simpática y está contada de una forma natural, cercana. Me ha tenido sonriendo de principio a fin y, como norteña, me ha encantado encontrar unas katiuskas ahí metidas
La acción es bastante ágil para estar condensada en tan corta extensión, aunque a veces esa rapidez lo hace un poco confuso -la explicación de la identidad de Toño, por ejemplo, se me hace rara- y el efecto general flojea. Pero entretiene y eso se agradece.
Ah, la anécdota del viaje del señor, una vez muerto, me hizo mucha gracia
La acción es bastante ágil para estar condensada en tan corta extensión, aunque a veces esa rapidez lo hace un poco confuso -la explicación de la identidad de Toño, por ejemplo, se me hace rara- y el efecto general flojea. Pero entretiene y eso se agradece.
Ah, la anécdota del viaje del señor, una vez muerto, me hizo mucha gracia
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Re: El año en el que no hubo verano
Historia cercana, bien escrita y amena. No me ha llegado mucho pero supongo que es por la temática. Gracias y suerte
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Re: CV1 El año en el que no hubo verano
Un cuento simpático y sencillo, está bien pero el final se me ha hecho un poco precipitado
"Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano" (Friedrich von Schiller)
Re: CV1 El año en el que no hubo verano
No me ha gustado, lo siento. Creo que habría que trabajar un poco más la prosa. Por poner un par de ejemplos,
También puede ser cosa mía, porque no termino de conectar con este formato de relatos tan cortos.
No hacía ni tres meses que se había decidido a ser una pequeña empresaria y abrió una zapatería.
La historia tampoco me convence mucho. La policía investigando una zapatería por el robo de productos de limpieza. Los conjuros de moda en negocios "menos legales". No sé.como lo hiciera le exigiría el dinero de la fianza, y Mari Pili estaba sin blanca, como casi siempre.
También puede ser cosa mía, porque no termino de conectar con este formato de relatos tan cortos.
Re: CV1 El año en el que no hubo verano
Creo que va a ser un mal generalizado. El relato tan corto es complicado. Es una historia fresca, que para mi gusto aporta poco salvo un par de sonrisas. Bueno, a lo mejor es suficiente con un par de sonrisas. Insisto también en el tiquismiquismo, para mí salvo el como lo hiciera el resto no son faltas graves. Centrémonos más en el relato en sí, que en si se dice fregasuelos o friegasuelos.
La forma segura de ser infeliz es buscar permanentemente la felicidad
Re: CV1 El año en el que no hubo verano
Me gusta, la verdad. Maldito clima, que nos afecta más de lo que nos creemos
Al final no se reduce todo a si voy a la playa o saco el paraguas, ¿eh?
Al final no se reduce todo a si voy a la playa o saco el paraguas, ¿eh?
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Re: CV1 El año en el que no hubo verano
Lo malo: encuentro muchos errores de redacción. Lo del "friegasuelos" también me chirría. Por aquí decimos "fregasuelos" pero bueno.
Lo bueno: La historia es divertida, especialmente el principio.
Lo bueno: La historia es divertida, especialmente el principio.
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- Tadeus Nim
- No tengo vida social
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Re: CV1 El año en el que no hubo verano
Me recuerda mucho a "Martes" del anterior concurso. Cotidianía épica. Como la anécdota de que se hartó de viajar en caja, ¡que buena!
Tiene algunos fallejos... le han faltado 200 palabras (yo sigo dale que dale ) para rematar cosillas.
Buen trabajo.
Tiene algunos fallejos... le han faltado 200 palabras (yo sigo dale que dale ) para rematar cosillas.
Buen trabajo.
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Re: CV1 El año en el que no hubo verano
Fantástico, genial!!! Me encanta!!!
Me he reido muchísimo, la pobre Mari Pili y su mala suerte como bruja me ha arrancado muchas sonrisas y la pobre Josefinal y sus katiuskas (ay que feliz era yo las pocas veces que me las ponía!!!) me han seducido.
Genial, autor, estas entre mis favoritos!!!
Me he reido muchísimo, la pobre Mari Pili y su mala suerte como bruja me ha arrancado muchas sonrisas y la pobre Josefinal y sus katiuskas (ay que feliz era yo las pocas veces que me las ponía!!!) me han seducido.
Genial, autor, estas entre mis favoritos!!!
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Re: CV1 El año en el que no hubo verano
Relato original, al menos para mí. A conseguido arrancarme una sonrisa y creo que los personajes darían para más, no solo para un relato si no para muchos más.
Suerte y gracias.
Suerte y gracias.
Re: CV1 El año en el que no hubo verano
Un relato muy gracioso. Personajes creíbles y bien llevados. Muy natural.
Además, es una idea muy original. Felicidades.
Se queda un poco en algo graciosete, con falta de algo más para mi gusto. La puntuación necesita una revisión.
Además, es una idea muy original. Felicidades.
Se queda un poco en algo graciosete, con falta de algo más para mi gusto. La puntuación necesita una revisión.
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Re: CV1 El año en el que no hubo verano
Entretenida pero no me quedo con nada. Es un relato divertido y bien contado, nomás eso (para mí). Suerte, autor
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