CV1 Llamada perdida - Desierto
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CV1 Llamada perdida - Desierto
LLAMADA PERDIDA
En algún rincón de su mente una voz interior chilla con soniquete repelente: “te lo advertí”.
El sonido de tono de llamada da paso a la grabación que le dice que no hay nadie al otro lado.
Hace demasiado calor y no puede pensar. Ha llamado ya tres veces, siempre con el mismo resultado. Intenta pensar en alguien que pueda echarle una mano, pero no conoce a nadie en esa ciudad hostil que solo le ha recibido con indiferencia y anonimato; con la más absoluta soledad.
Aquella entrevista de trabajo había sido su última oportunidad. Las sustituciones por las vacaciones de verano son el último cabo al que aferrar su maltratada esperanza de conseguir un sueldo que les saque del pozo en el que están metidos desde que nació el bebé. Es su última oportunidad, sí, pero solo Dios sabe el esfuerzo que había tenido que hacer para asistir, el rendirse al miedo que ahora crece en su interior como un tsunami.
Se maldice por el resultado. Tiene la firme sospecha de que ese terror que ha estado sintiendo durante toda la entrevista por la sospecha que ahora la tortura no le ha dejado ser ella misma. No, no le ha salido bien. Por supuesto, le han dado las gracias educadamente y le han dicho que ya la llamarán, pero no cree que lo hayan dicho en serio.
Tiene ganas de llorar.
El aire está quieto como una laguna muerta y el sudor le ha pegado a la piel su único traje decente, pero no es el calor lo que hace que los goterones se deslicen por su espalda desde la nuca.
—No, por favor, no... —dice con tono suplicante mientras vuelve llamar; con el mismo resultado.
Por su imaginación pasan las peores desgracias que una madre joven pueda imaginar. Sabe que no es lógico, que lo más probable es que todo tenga una explicación, pero no puede evitar salir corriendo hacia su casa con un nudo aferrado a la garganta.
En el fondo tiene que reconocer que no se fía de él. Pero en ese lapso de terror inimaginable sin medida y sin freno lo único por lo que reza es porque su marido en realidad sea el gilipollas que en el fondo sospecha que es. Daría la mitad de su sangre porque no fuera nada más que eso, por apartar de su mente todas las visiones de sucesivos y posibles desastres que le arrancan lágrimas de los ojos solo por acariciar su mente de refilón.
Al entrar en el portal escucha el llanto de su hijo y todo lo que no sea esa preocupación agobiante desaparece. Su miedo parece cristalizar en un forma sólida a su alrededor que le oscurece la vista.
Sube los peldaños de las escaleras de dos en dos, gira la llave y aparta de sí la hoja de la puerta con una patada que casi la arranca del marco. No puede oír nada más aparte del llanto desconsolado, desgarrado, de su hijo, y su propio latido atronando en el interior de su garganta como un lazo constrictor.
Al entrar en el piso se dirige como una exhalación hasta el dormitorio.
Allí está. Pataleando, llorando a pleno pulmón con el rostro congestionado, pero nada más. Está bien. Sus propias lágrimas de alegría al ver que no ha sucedido nada grave emborronan la escena.
Lo toma en sus brazos y trata de calmarlo acurrucándolo contra su hombro. Ya sin prisas, sin angustia. El niño no deja de llorar, pero al cabo de un par de segundos su llanto se hace más humano, un llanto de niño hambriento, asustado y nada más; no el llanto de terror que le había partido el corazón cuando lo escuchó desde la calle.
Sin dejar de acunarlo entra en la cocina. Allí está él. Vestido tan solo con unas bermudas y unas sandalias y sentado frente al portátil mientras mece la pierna derecha arriba y abajo en ese gesto que tanto la saca de sus casillas. Él descubre su presencia, la mira, se quita los auriculares y le dirige la más beatífica de las sonrisas.
—¡Hola, cariño! ¿Qué tal ha ido todo? —pregunta con naturalidad—. Aquí hemos estado bien. Escucha lo que acabo de escribir. Creo que...
La bofetada restalla como un relámpago. Su eco queda flotando en aire bochornoso como un mal sabor de boca.
En algún rincón de su mente una voz interior chilla con soniquete repelente: “te lo advertí”.
El sonido de tono de llamada da paso a la grabación que le dice que no hay nadie al otro lado.
Hace demasiado calor y no puede pensar. Ha llamado ya tres veces, siempre con el mismo resultado. Intenta pensar en alguien que pueda echarle una mano, pero no conoce a nadie en esa ciudad hostil que solo le ha recibido con indiferencia y anonimato; con la más absoluta soledad.
Aquella entrevista de trabajo había sido su última oportunidad. Las sustituciones por las vacaciones de verano son el último cabo al que aferrar su maltratada esperanza de conseguir un sueldo que les saque del pozo en el que están metidos desde que nació el bebé. Es su última oportunidad, sí, pero solo Dios sabe el esfuerzo que había tenido que hacer para asistir, el rendirse al miedo que ahora crece en su interior como un tsunami.
Se maldice por el resultado. Tiene la firme sospecha de que ese terror que ha estado sintiendo durante toda la entrevista por la sospecha que ahora la tortura no le ha dejado ser ella misma. No, no le ha salido bien. Por supuesto, le han dado las gracias educadamente y le han dicho que ya la llamarán, pero no cree que lo hayan dicho en serio.
Tiene ganas de llorar.
El aire está quieto como una laguna muerta y el sudor le ha pegado a la piel su único traje decente, pero no es el calor lo que hace que los goterones se deslicen por su espalda desde la nuca.
—No, por favor, no... —dice con tono suplicante mientras vuelve llamar; con el mismo resultado.
Por su imaginación pasan las peores desgracias que una madre joven pueda imaginar. Sabe que no es lógico, que lo más probable es que todo tenga una explicación, pero no puede evitar salir corriendo hacia su casa con un nudo aferrado a la garganta.
En el fondo tiene que reconocer que no se fía de él. Pero en ese lapso de terror inimaginable sin medida y sin freno lo único por lo que reza es porque su marido en realidad sea el gilipollas que en el fondo sospecha que es. Daría la mitad de su sangre porque no fuera nada más que eso, por apartar de su mente todas las visiones de sucesivos y posibles desastres que le arrancan lágrimas de los ojos solo por acariciar su mente de refilón.
Al entrar en el portal escucha el llanto de su hijo y todo lo que no sea esa preocupación agobiante desaparece. Su miedo parece cristalizar en un forma sólida a su alrededor que le oscurece la vista.
Sube los peldaños de las escaleras de dos en dos, gira la llave y aparta de sí la hoja de la puerta con una patada que casi la arranca del marco. No puede oír nada más aparte del llanto desconsolado, desgarrado, de su hijo, y su propio latido atronando en el interior de su garganta como un lazo constrictor.
Al entrar en el piso se dirige como una exhalación hasta el dormitorio.
Allí está. Pataleando, llorando a pleno pulmón con el rostro congestionado, pero nada más. Está bien. Sus propias lágrimas de alegría al ver que no ha sucedido nada grave emborronan la escena.
Lo toma en sus brazos y trata de calmarlo acurrucándolo contra su hombro. Ya sin prisas, sin angustia. El niño no deja de llorar, pero al cabo de un par de segundos su llanto se hace más humano, un llanto de niño hambriento, asustado y nada más; no el llanto de terror que le había partido el corazón cuando lo escuchó desde la calle.
Sin dejar de acunarlo entra en la cocina. Allí está él. Vestido tan solo con unas bermudas y unas sandalias y sentado frente al portátil mientras mece la pierna derecha arriba y abajo en ese gesto que tanto la saca de sus casillas. Él descubre su presencia, la mira, se quita los auriculares y le dirige la más beatífica de las sonrisas.
—¡Hola, cariño! ¿Qué tal ha ido todo? —pregunta con naturalidad—. Aquí hemos estado bien. Escucha lo que acabo de escribir. Creo que...
La bofetada restalla como un relámpago. Su eco queda flotando en aire bochornoso como un mal sabor de boca.
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Última edición por Lifen el 22 Jun 2013 22:44, editado 1 vez en total.
Re: Llamada perdida
¿El "te lo advertí" de dónde viene? ¿De tener un hijo, de casarse con un inútil o de buscar faena?
La redacción no me acaba de convencer, para un relato tan corto podría fluir mejor. Sin embargo me gusta la situación de una pareja que vive agobiada por la crisis, la dificultad de encontrar trabajo, etc. Muy actual. Me pone un poco de mal cuerpo lo de las entrevistas, me pasa lo mismo (en este sentido está bien).
La redacción no me acaba de convencer, para un relato tan corto podría fluir mejor. Sin embargo me gusta la situación de una pareja que vive agobiada por la crisis, la dificultad de encontrar trabajo, etc. Muy actual. Me pone un poco de mal cuerpo lo de las entrevistas, me pasa lo mismo (en este sentido está bien).
Re: CV1 Llamada perdida
Está bien la idea pero me resulta algo confuso al principio y después, cuando ya empiezas a ver por donde va, no se transmite del todo bien el agobio de la madre, aunque el final sí que me ha gustado.
Ronda de noche. Mundodisco 29. Terry pratchett
La sombra de Ender (Ender 5) - Orson Scott Card
El asombroso Mauricio y sus roedores sabios. Mundo disco 28. Terry Pratchett
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Re: CV1 Llamada perdida
Me ha gustado bastante la historia, sobre todo el final de la misma, me ha parecido un final muy bueno
La historia es sencilla pero está bien contada y mantiene el interes y la intriga hasta el final
La historia es sencilla pero está bien contada y mantiene el interes y la intriga hasta el final
"Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano" (Friedrich von Schiller)
Re: CV1 Llamada perdida
Hay unas cuantas frases enrevesadas que dificultan la lectura. Con una eestructura más simple se entenderían mejor. Coincido con los demás en que el final es lo mejor. Puliendo un poco la redacción y el comienzo (un principio que enganché un poco más) quedaría una historia muy apañada.
Un abrazo
Un abrazo
Siempre contra el viento
Re: CV1 Llamada perdida
El final me ha agobiado muchísimo!, eso lo has transmitido fenomenal!
- Emisario
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- Ubicación: Perdido en una nebulosa, en busca de un quásar, cualquiera en realidad...
Re: CV1 Llamada perdida
Relato que sabe mantener la intriga, pero que termina en una situación que queda (a mi juicio) débil, sin mayor trascendencia para tanta urgencia e histeria previa. En todo caso cumple su cometido, transmite bien la impotencia de la protagonista frente a su realidad de vida.
Un detalle: llamada perdida es la que uno constata en su móvil, la otra es más bien una llamada en la que no nos contesta nadie, eso me confundió transitoriamente.
Saludos y suerte,
Emisario.
Un detalle: llamada perdida es la que uno constata en su móvil, la otra es más bien una llamada en la que no nos contesta nadie, eso me confundió transitoriamente.
Saludos y suerte,
Emisario.
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Re: CV1 Llamada perdida
Un poco desquiciada la chica, ¿no? O eso, o es que hay parte de la historia que no se cuenta. Sólo porque no toman el teléfono ya se piensa que ha ocurrido alguna tragedia? Un poco extremo. Pero bien, no es como si no existieran personas así. Estoy con Emisario en que lo mejor es que mantienes la intriga y la tensión en todo momento. El final es un poco... surrealista. Eso de darle una bofetada simplemente por no haber agarrado la llamada... Estoy viendo en este concurso algunas mujeres con las manos o los pies muy ligeros xD.
Es un buen relato, de los que transmiten mucho para lo corto de su extensión. Suerte en el concurso.
Es un buen relato, de los que transmiten mucho para lo corto de su extensión. Suerte en el concurso.
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- blinder
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Re: CV1 Llamada perdida
Buen relato que consigue mantener la intriga hasta ese muy buen final.
Suerte y gracias.
Suerte y gracias.
Re: CV1 Llamada perdida
Yo creo que la bofetada se la da porque el niño está llorando como un poseso y el marido está con los auriculares puestos sin atenderle. No por la llamada en sí.Saber escribió:Un poco desquiciada la chica, ¿no? O eso, o es que hay parte de la historia que no se cuenta. Sólo porque no toman el teléfono ya se piensa que ha ocurrido alguna tragedia? Un poco extremo. Pero bien, no es como si no existieran personas así. Estoy con Emisario en que lo mejor es que mantienes la intriga y la tensión en todo momento. El final es un poco... surrealista. Eso de darle una bofetada simplemente por no haber agarrado la llamada... Estoy viendo en este concurso algunas mujeres con las manos o los pies muy ligeros xD.
Es un buen relato, de los que transmiten mucho para lo corto de su extensión. Suerte en el concurso.
Siempre contra el viento
Re: CV1 Llamada perdida
Yo también veo a la madre muy desquiciada y al autor@ (sospecho que autora) muy apresurada en al redacción, lo que hace el relato confuso. Creo que un orden en la cabeza de como quieres narrar el relato le hubiera venido muy bien antes de empezar a escribir. Yo hubiera introducido algún elemento algo más preocupante que una simple llamada no contestada. Con esas dos premisas hubiera quedado redondo, porque la idea no era mala, pero claro son dos premisas importantes.
La forma segura de ser infeliz es buscar permanentemente la felicidad
- albatross
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- Ubicación: La mayor de las islas Gimnesias
Re: CV1 Llamada perdida
Creo que el mayor logro de este relato es la medida. Después de haber leído la mitad de los que concursan, por lo general se ven relatos forzados por el máximo de mil palabras. Este no se hace corto, tiene la extensión adecuada. Ha conseguido hacer una historia con elementos muy simples, casi no pasa nada. Lo del verano lo veo menos claro, es un relato que podría ambientarse en cualquier estación.
Re: CV1 Llamada perdida
A mí también me tiene intrigada el "te lo advertí".
Relato actual, cotidiano, algo caótico como la situación en la que está la madre.
Transmites su angustia muy bien. La bofetada final no me convence del todo pero el relato está muy bien. Gracias
Relato actual, cotidiano, algo caótico como la situación en la que está la madre.
Transmites su angustia muy bien. La bofetada final no me convence del todo pero el relato está muy bien. Gracias
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Re: CV1 Llamada perdida
Me ha aburrido bastante. No pasa nada, no hay nada que me haga interesarme por seguir leyendo y el final es como "vale ¿y?". Como cosa positiva diré que la redacción me ha gustado, no se hace pesado de leer y el desarrollo me ha gustado mucho, así como la idea del relato.
- DarkLady Juliet
- Vivo aquí
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- Ubicación: En Darkilandia, en los libros y en Madrid también.
Re: CV1 Llamada perdida
Bien, me gusta la bofetada del final. La pobre ahí buscándose la vida, preocupada por el crío, y el otro, tan pancho pasando de todo tres mil.
Ambiente de verano: sí, podría haber pasado en cualquier otro momento, pero nos indica que pasa en verano. Se ajusta por los pelos al tema.
Quiere contar muchas cosas en poco tiempo, al principio creí que era una llamada buscando una voz esperanzadora, alguien con quien hablar que la calmase de su angustia, luego no sé si es por el trabajo y al final resulta que llama a su casa. Comprimido. Quizá necesita unas cuantas palabras más para concretar temas.
Gracias por tu relato.
Ambiente de verano: sí, podría haber pasado en cualquier otro momento, pero nos indica que pasa en verano. Se ajusta por los pelos al tema.
Quiere contar muchas cosas en poco tiempo, al principio creí que era una llamada buscando una voz esperanzadora, alguien con quien hablar que la calmase de su angustia, luego no sé si es por el trabajo y al final resulta que llama a su casa. Comprimido. Quizá necesita unas cuantas palabras más para concretar temas.
Gracias por tu relato.
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