CP IX - Concierto para piano y viola - Ratpenat

[lucia]

Concierto para piano y viola

El Emperador miraba por la ventana. Era una noche cerrada y nada podía verse, excepto las antorchas que iluminaban el paso de aquel ejército, que no iba a detener su avance. Los muertos vivientes y las bestias infernales podían no ser suficiente. El ejército que se acercaba era inmenso y su batalla más difícil empezaría pronto. Se encontraba en la parte superior de la Gran Torre, edificada para consolidar su poder y recordar a los mortales que le debían pleitesía. La sonata del terror se oía en los corazones de todos ellos y así debía continuar.

Los hombres son testarudos por naturaleza, pensaba él, tanto más fácil era someterse que morir. Haber reunido un ejército de ese tamaño… ¡Cuánto valor! Además la bruja Mara se había infiltrado en su torre. Seguramente luchando con sus esbirros para llegar hasta él. No podía subestimarla, era tan vieja como poderosa y nunca se supo el porqué de las razones de sus actos. Asesinaba sin piedad familias enteras, arruinaba a ricos y pobres o salvaba la vida a seres insignificantes. Sus intereses eran demasiado abstractos.

No se oía un solo ruido en el salón exceptuando los pasos impacientes del Emperador, que generaban un ruido seco cada vez que su duro calzado chocaba contra la roca del suelo. La túnica negra ondeaba con las corrientes de aire que cruzaban las ventanas, dejando oír un agresivo silbido, similar al de los espíritus enfurecidos. El Emperador caminaba en círculos alrededor del Piano Maldito, haciendo bailar con su movimiento los cordones de dorado hilo, que se ceñían con firmeza a su cintura. Magníficas obras de arte decoraban aquel salón, donde se concentraba el ego de aquel oscuro señor, donde se inspiraba para crear las terribles melodías que encogían el valor de la especie humana.

Unos pasos graves se oían por las escaleras, ¿sería posible que la bruja Mara hubiese conseguido superar a los monstruos y a las fieras? ¿Tan poderosa era? Una ansiedad fruto de la danza entre la pasión por batallar y el temor a la derrota surtía efecto en él. Esperando su entrada en escena, se plantó ante la puerta, detrás de aquel oscuro Piano de cola. Los pasos se intensificaban en un intenso crescendo, sin duda subía las escaleras corriendo. El que parecía un ritmo interminable, una melodía poco agradable, finalizó por suerte con un abrir de puerta repentino.

Ambos seres se encontraban frente a frente. Por el esfuerzo de subir tantas escaleras, la bruja Mara respiraba fuerte y cortaba el que habría sido un silencio insoportable. El Emperador se quitó la capucha y la miró. Ella vestía ropajes muy usados. Su morada ruana estaba ajada y aún así lucía, pues la bruja Mara tenía porte perfecto y el ancho ropaje no impedía ver su atractivo y sus formas femeninas. Vestía un pantalón marrón ancho, rasgado antes de llegar a las rodillas. Tenía un sencillo cinturón negro con una bolsita atada. Las negras mallas bajo los pantalones terminaban en unas botas marrones de cuero muy desgastadas. A la espalda llevaba la Viola Sangrienta y esgrimía el arco en la mano derecha.

Las corrientes de viento mecían el pelo negro y despeinado de la bruja Mara, que se movían al ritmo de ese silbido espiritual. Al mirar al Emperador veía un humano bello, hermoso, magnífico. Una masculinidad y grandeza que, siendo artificial, emulaba al hombre más atractivo entre los mortales. Sólo sus ojos de rojo iris demostraban la verdadera naturaleza de ese tenebroso ser. Lo mismo podía decirse de ella, que con cuerpo de joven y rostro angelical, tenía ojos de anciana venerable.

Los dos se hicieron una reverencia mutua en señal de respeto. El viento dejó de sonar para dar lugar a un denso silencio. El Emperador se sentó en el taburete, generando un omisible y casi imperceptible crujido mientras la bruja Mara se acomodaba la Viola Sangrienta en el cuello, donde lucía una cicatriz. Del Piano surgió una negra y larga nota que rompió de forma abrupta el silencio. Las ventanas y la puerta se cerraron con un estruendo.

La bruja Mara empezó a rasgar su Viola, emitiendo una melodía lenta, muy tranquila. El Emperador mantenía esa oscura nota, cada vez más abatida, cada vez menos perceptible, como si no tuviese intención de responder. La música formó una ligera niebla púrpura alrededor de ella, quien cerrando los ojos, repetía el compás a mayor volumen ante el aparente silencio del Emperador. La niebla empezó a hacerse mayor y más espesa, permitiendo ver tan solo su silueta. La música cambió su componente suave y tenebroso para convertirse poco a poco en una melodía agresiva, con tonos agudos que formaban imágenes de monstruos en la niebla que la rodeaba.

La música aguda evocaba grifos, demonios y dragones que exhalaban fuego abundante; el tono de la Viola empezó a susurrar repeticiones de forma amenazante. El Emperador unió a la música su mano derecha y, a modo de canon, la melodía de la bruja Mara era perseguida de forma estrecha. Por cada bestia que se aparecía entre la niebla, otra moría de igual forma. Cada vez que el sonido de la Viola atacaba, el Piano respondía. La niebla parecía disiparse poco a poco y ambos se miraron de nuevo a los ojos. Se sonrieron el uno al otro, el peligro de la batalla era excitante. El Piano enarbolaba una fuerza lúgubre en cada compás, pero dejaba silencios poco sensatos, haciendo que la niebla púrpura se intensificase de nuevo.

La melodía, tranquila pero animada, había saturado la habitación. El Piano y la Viola luchaban a la vez pero de forma diferente, siendo la Viola agresiva y el Piano cauteloso. Pero no era buena estrategia seguir actuando como un miedoso, estaba al llegar el ejército de los humanos y poco a poco se oían los Tambores de Guerra, que con ritmos ufanos, aumentaban su notoriedad con tesón. El Piano terminó con los silencios y tras un frenético intercambio de notas, un fortissimo paralizó a la Viola. La melodía oscura que entonaba el Piano estaba concertada con los Tambores, cada vez más inspiradores. La niebla cambiaba de color hasta un violentísimo color rojo, mientras que las lúgubres notas del Piano cambiaban a un tono agresivo y desafiante, que anunciaba una muerte próxima.

La batalla al pie de la Gran Torre empezó, los tambores cambiaron su ritmo a uno más frenético y el choque disonante de espadas impedía seguir con aquella melodía que parecía próxima a su fin. El Piano siguió sonando, pero de forma tímida, mientras la Viola recobraba las fuerzas y se atrevía a medirse de nuevo con su rival. Poco a poco el Piano volvía a sonar fuerte, pero la Viola no se quedaba atrás y la neblina roja amenazaba con matarles a los dos si no se decidía el destino en aquel pulso musical. Los tambores cesaron y al Piano el ruido de los choques de espadas silenciaron, haciendo de la Viola una gran ejecutora de esa magia que impregnaba cada punto de la habitación.

El griterío amenazante de los soldados constituía el coro perfecto para la pieza final de la obra. La Viola emitió una oda al horror, atacando al Emperador, completamente expuesto a la magia de la bruja Mara. Y la Viola, con un descenso paulatino de intensidad, finalizó su actuación, las ventanas se abrieron poco a poco y la niebla roja se tornó blanca mientras se desvanecía del salón.

La bruja Mara sonrió satisfecha y se apartó el pelo de la cara. Con la Viola Sangrienta en la mano izquierda y el arco en la derecha, se acercó con pasos silenciosos a su presa, mientras el coro y las espadas disminuían también en intensidad y volumen, anunciando el fin de la batalla. Iban a vencer los humanos, no importaba. Lo importante de verdad era lo que iba a conseguir aquella noche.

Sus botas de cuero se posaron al lado de la cara de aquel engendro. Aquella era una gran victoria, pero tenía que terminar lo que había ido a hacer. Se puso el instrumento y el arco en la espalda y buscó en las manos del fallecido Emperador, nada. Le miró las orejas, tampoco. Le rasgó la túnica y ahí estaba. Su collar contenía el fragmento incrustado. Le arrancó el collar entero y lo metió en la bolsita que tenía colgada del cinturón.

Obcecada en la búsqueda del fragmento no se había dado cuenta de los gritos de victoria y de los pasos que evidenciaban la subida del bando vencedor. Sin duda la batalla había terminado y sería mejor que huyese. Corrió hacia la ventana y, al abrirse la puerta, sus botas ya se habían apoyado en el marco de la ventana para saltar, provocando un ruido seco. Cayó en picado, el viento la ensordecía y cerró los ojos. Al abrirlos, su cuerpo se transformó en el de un pájaro alado y, con su forma de bella ave, voló rauda hacia un lugar apartado.

[Isma]

Pues está muy entretenido, pero me ha dejado algo patidifuso el final. A mis ojos esto es parte de un texto más largo. Creo que habría quedado mejor si se hubiera omitido la referencia al fragmento que la bruja Mara recupera del caído Emperador. La batalla musical era interesante de por sí. Así que el final no me gusta. Pero el resto del texto está bien. La parte álgida es el envite musical, jugando con otros sonidos como los tambores y la cacofonía de espadas. Eso está muy chulo y es original.

Que el punto de vista inicial sea el del Emperador también me gusta. Le falta, creo, un punto que le de más personalidad a ambos personajes; en los relatos hace falta un extra de intensidad porque son cortos. Quizás un toque de humor a lo Sapkowski le hubiera venido bien.

Un relato entretenido, felicidades.

[doctorkauffman]

igual, entretenido, te anima a leer para saber el final.
da para una novela, conocer los orígenes de esa rivalidad, sus puntos débiles, el fragmento, etc...
si lo entendí bien, la bruja iba por libre y se coló en la torre aprovechando la batalla que los humanos habían plantado al emperador.
podría ser que los humanos ocuparan el lugar del emperador y que su nueva enemiga a batir sea la bruja.
me ha hecho imaginar como continua la historia, y eso siempre es bueno.
felicidades.

una cosa:
Su morada ruana

esto no sé qué es. lo busqué y parece que es una manta típica en algunas partes de América. si es así, no lo entiendo en este contexto. quizás quiera decir que sus ropas son viejas, no sé.

[albatross]

Una vez más, mis puñeteros prejuicios respecto al género fantástico me impiden ser objetivo al valorar este relato. Si bien reconozco los méritos que los anteriores lectores señalan, lo primero que me pregunto tras una lectura es si ha conseguido provocar en mí alguna emoción, y no creo que esta me haya tocado ninguna fibra sensible.

Lo siento. Aunque reconozco que está bien escrito, yo no soy parte de tu público y ante eso no se puede hacer nada.

[Sinkim]

Una historia genial, me encanta cuando la magia se sale de los derroteros establecidos y se adentra en territorios desconocidos aunque hay que reconocer que el Emperador lo tiene más complicado para llevarse el piano bajo el brazo y poder usar su poder cuando quiera

Me ha gustado el detalle de la bruja cogiendo el fragmento demostrando que el hecho de derrocar a un emperador tan poderoso y cambiar el curso de la historia solo es parte de algo mayo que tiene que hacer porque tengo claro que sin su intervención el Emperador hubiera utilizado su imenso poder para destrozar al ejercito humano que le atacaba

[prófugo]

Estimado(a) autor(a) : Este fue uno de los primeros relatos que leí y me gusto bastante

Ese duelo entre el Emperador y la bruja Mara ( ya te vale...como se entere nuestra compañera de foro valenciana que le has puesto su nombre a una bruja no te lo perdonará...por muy bien que toque la viola ) me ha atrapado por completo.

La ambientación esta muy bien lograda y se nota que escribes de maravilla.

Por cierto, no se por que...pero al leerlo me recordé de la obra El Maestro y Margarita ...ya se que no tiene nada que ver una cosa con la otra..pero así soy yo..a veces se me va un poco la olla

Enhorabuena...una excelente criatura

[Yuyu]

Muy bueno y original. Se me hizo un poco largo el pulso musical aunque entiendo que es lo que nos querías contar, esa batalla en concreto.
Por esto mismo para mí sí tiene final, acabó la batalla y punto, que después se abrán más horizontes es ya problema nuestro.
Las ansias de saber más quedan, saber sobre el fragmento, sobre ese mundo en el que se resuelven los conflictos a golpe de corcheas. Muy buen relato.

[noramu]

Este es uno de los primeros relatos que he leído porque me había hecho mi propia historia con el título. De hecho me imaginaba un duelo musical. Lo que no me imaginaba es que lo situaras en un mundo de fantasía. Y ahí es donde se me ha trabado más la cosa. Desconozco casi todo lo de ese género, me cuesta empatizar con el y tras tres lecturas no se si he entendido del todo el relato. Lo del fragmento se me escapa del todo.
Me quedo con la parte del duelo musical que me parece soberbio y me ha hecho ver y escuchar a los personajes, instrumentos y música con total claridad.
Enhorabuena, autor, gracias por compartir y suerte

[elultimo]

Un relato de fantasía épica. A mí no me ha dicho mucho porque es un género que no me atrae pero, quitando eso, es un relato bien escrito, sin demasiadas florituras (cosa que agradezco) y de una forma que se nota que está todo bien pensado (a mí me parece muy complicado escribir una cosa así). Juegas muy bien con la mezcla entre las dos batallas y compenetras muy bien la una con la otra.

Me ha recordado la escena del desembarco de Apocalipsys now.

[Topito]

El duelo es lo sublime de este relato. Realmente es magnífico.

Luego están los detalles de la historia, pues deja muchos cosas abiertas a la imaginación del lector. No esta mal, aunque me hubiera gustado un poco más cerrado; no cerrado, sólo un poco entornado. Me parece más un fragmeto de algo mucho más grande, como esas películas que dejan el final tan abierto para poder hacer una segunda parte.

Yo no soy nada fan del género fantástico, así que me has llevado de calle por ese duelo que he ido imaginando dentro de mi cabeza.

Gracias por este sublime duelo fantástico y mucha suerte en el concurso.

[Emisario]

Soberbio. ¡Qué manera de meternos en acción! Me imaginé al Mulo de Fundación, si es que recuerdo bien, cuando tocaba su instrumento y hacía ver cosas que te terminaban matando.

Muy bien escrito, muy buen ritmo.
La historia en sí misma queda algo coja, pues fuera del clímax (muy bien logrado) se queda sin asidero. Parece la parte álgida de una historia que no nos contaste.

una cosa:
Su morada ruana esto no sé qué es. lo busqué y parece que es una manta típica en algunas partes de América. si es así, no lo entiendo en este contexto. quizás quiera decir que sus ropas son viejas, no sé.

Ruana es un poncho, Doc. Sin más. Es parte de la descripción del atuendo de la bruja.

¡Buen relato! o la parte central de él
Gracias por compartirlo,

Emisario

[Gavalia]

Reconozco tu trabajo y esfuerzo para darle forma a ésta sinfonía fantástica que te has sacado de la manga. Original si que me ha parecido, pero creo que te falta trabajar más la forma de hacer llegar al lector lo que quieres transmitir. Me ha costado meterme en la historia hasta que me he dado cuenta de lo que estaba leyendo o de que iba el argumento. Lo he querido leer con ganas porque es un género que me encanta. Sin embargo no me terminó de llegar y mentirte no serīa correcto ni constructivo. Cuando leo literatura de evasión quiero disfrutar y no volverme loco o que se me levante dolor de cabeza porque mi neurona no acaba de darle forma a lo que se le propone.
Gracias socio.

[Ratpenat]

Hola, autor/a

Te he de reconocer que has pensado una forma original de escribir fantasía, lo que es complicado. La prosa es ágil y su ritmo acertado. Por ahí, muy bien.

Pero... la temática me echa un poco para atrás. Hay mucha fantasía épica rondando por el mundo ya y el tipo de personajes que nos presentas están muy estereotipados (un Emperador malvado, un ejército de humanos peleando contra el mal y una bruja que no se sabe).

Los finales abiertos no me importan mucho, ya nos contarás al destaparnos.

[Gisso]

Bueno autor/a te diría que me ha parecido original la lucha de dos seres poderosos y mágicos a traves de la música y sus instrumentos si no fuera porque me has recordado el Ainulindalë de Tolkien y la lucha entre Melkor, los Ainur e Iluvatar. Aun así no es una cosa que le quite merito. Lo que sí le quita merito es que el relato me parece un esbozo de algo más grande. Está bien la trama, pero no tiene un principio ni final. No nos muestras porque esa batalla entre la bruja y el emperador, y tampoco nos dices que es lo que ha ganado por la victoria. No digo que los relatos con finales abiertos sean malos, pero aquí dejas mucho para la imaginación del lector, demasiado. Reconozco que me has tenido entretenido, me ha gustado, pero me has dejado de mala leche al dejarme a dos velas .

Suerte

[Tolomew Dewhust]

Estoy casi por plantar una banderita y marcharme de puntillas porque no sé qué decir...

Poca chicha (jugo) vas a sacar de mi comentario... Lo primero, decirte, como han hecho todos, que está muy bien escrito. La tensión ha ido in crescendo pero para mi gusto hasta que presentas los instrumentos de batalla. Pese a la originalidad del enfrentamiento, el duelo musical a mí no me ha dicho nada, lo siento.

¿Y por qué luchan los humanos? Me quedé con ganas de saber qué motivaba esa otra batalla.

Si lo vuelvo a leer te comento más, Suerte