CP IX - No fue otro sábado más - Ilex

[julia]

No fue otro sábado más

Gritos, portazos, golpes.
Llegaban hasta ella, martilleándola, desmenuzando su sueño en trozos de dolor, alterando sus sentimientos infantiles, alejándola de los juegos y pasiones que su joven naturaleza luchaba por mantener dentro de ella. Silencio.
Una pausa, corta e inquietante.
Pisadas, ligeras, por el pasillo.
La tarima se queja en un susurro, detrás, pasos más concisos, la tarima grita, y para ella es la pista, una pequeña imagen que surge de las voces del suelo y la señalan la situación de ellos dentro del piso.
Silencio.
Seria corto, una pequeña pausa para su sueño alterado y su alma ensangrentada. El cuerpo se relajo, agotado, dolorido por la tensión. No pudo evitar una ligera huida de la orina que tanto tiempo llevaba intentando escapar de su cuerpo. Sintió curiosidad, la necesidad de escudriñar en las entrañas del silencio. La presión de las manos sobre las orejas se suavizo, sus dientes doloridos se despegaron, y a través de la leve abertura que surgió entre sus labios penetro una pequeña nube de aire que dio calma a sus pulmones. Abrió los ojos, borrosos, húmedos. Sorteando la minúscula lámina de lágrimas que se habían adherido a su retina y penetro la tenue luz que llegaba desde la lámpara de la mesilla, filtrada en su recorrido por las sabanas que colgaban como cortinas desde el lateral de la cama hasta el suelo. De frente, la pared, al otro lado, otra pared, detrás, el arcón con los juguetes, y sobre ella, el somier y el colchón, que terminaban por cerrar su cobijo, su escondite, al lugar donde huía cuando los gritos y los golpes la despertaban. Junto a ella sus peluches y muñecas, que levantaban un muro ante el tormento de un sueño que se repetía cada sábado. Lo sabía, principalmente, por que los sábados no iba al colegio, se levantaba y desayunaba sin prisas, jugaba, veía la tele y disfrutaba con sus amigos en el parque o en la piscina, pero principalmente lo sabía, porque no había visto a su padre en todo el día y su madre se había recluido en la cocina, sentada en la mesa, frente a un vaso de vino y un paquete de tabaco, ausente, como un fantasma. Era sábado, porque era el unico día que veía a su abuela, que pasaba largas horas junto a ella en silencio. Una abuela distinta a las demás, lejana, ausente, como si cargaría sobre ella toneladas de pecados, toneladas de remordimientos, pero que no podia expresar, ni contar. Una abuela que evitaba su contacto, que no sonreía, que pasaba el día con ella hasta la noche, como una sombra, como un espirito que tenía como misión protegerla del exterior, pero que la abandonaba al mal instalado en el interior. Al llegar la noche, en el umbral de la puerta, esperaba pacientemente mientras ella recogía sus muñecos y peluches y los iba instalando bajo la cama.


Pacientemente, los colocaba según el poder de protección que ejercían, los más cercanos a la abertura entre la cama y el suelo, los grandes, los pequeños contra la pared. Cuando acaba y se orillaba en la cama con las sabanas cubriéndola entera, su abuela la abandonaba en silencio, dejándola a merced de la noche, sola. Por eso sabía que era sábado, y lo que iba a suceder. Siempre era asi, lo que no comprendía era la metamorfosis, la oscuridad que se instalaba ese día, la negrura sembrada al amanecer, solamente la presencia matinal de su abuela al levantarse suponía una amenaza de lo que sucedería al caer la noche. Chillidos, golpes.
Su cuerpo se tenso, las manos a los oídos, la cabeza contra el suelo, apretó los dientes, las nalgas y cerró los ojos. Intento pensar en algo bonito, el parque, la piscina, pero no pudo. Las voces de sus padres taladraban sus oídos, impulsando dolor y miedo a través de su cuerpo. Apretó aun más las manos, los ojos, los dientes, levanto una defensa ante ella para evitar la tortura de aquellas voces, sonidos que olvidaban su presencia, que omitían el daño que la causaban. El esfuerzo por evitarlas la provocaba aun más dolor, y no pudo evitar llorar, lagrimas que huían de un cuerpo destrozado por las cacofonías que herían su corazón.
Pisadas.
Por el pasillo, rápidas, veloces.
Sintió la carrera de los dos, los insultos.
Un golpe. Contra la puerta de su habitación, que se tambaleo, protesto, pero no se abrió. Se estremeció, una sacudida, como a quien agitan en el aire frenéticamente. Chillo, grito. Nooooooo! Y a través del aire expulsado se escapo una parte de la tensión, y la relajación empujo a la orina y las lagrimas al exterior de su cuerpo. Pisadas, gritos.
Se alejaban. Empezó a contar 1,2,3,4,5,6,7… y a tararear una canción, fuerte, de tal forma que solo podría escucharse ella misma, huir de la tortura del exterior de su habitación. 1,2,3,4,5,6,7….. Tarataratata…..poco a poco aquellos sonidos se fueron diluyendo, los chillidos, los insultos. Abrió los ojos y comenzo a cantar a los muñecos y peluches que la protegían. Tarataratata……
Un aullido. Enmudeció, un escalofrió recorrió su cuerpo. Su nombre. La llamaba su madre. Otra vez.
Sollozos.
En la lejanía, su madre lloraba. Comenzo a temblar, aquello no era normal, nunca sucedía asi. Sintió frio, mucho frio y miedo.

Un golpe.
Seco, intenso. La tarina se estremeció, lo percibió y su cuerpo capto el mensaje. A manotazos comenzo a quitar los muñecos y los peluches, al tiempo que se deslizaba por el suelo hacia el exterior del cobijo de la cama. Se puso de pies, corrió hacia la puerta, la abrió, giro a la derecha, recorrió los cinco metros de pasillo hasta la entrada del salón. Se detuvo, paralizada ante la imagen de su madre tendida en el centro, con la mirada perdida en el techo. Corrió, hasta donde ella, se dejo caer a su lado, se agarro a su cuello y apretó la cara sobre la de su madre. Y lloro, comenzo a soltar a través de las lágrimas el dolor acumulado, lagrimas que se mezclaron con la sangre que brotaba aun del pecho de su madre ausente, muerta. Alzo la vista hasta juntarse con la mirada sin vida de ella, entonces lo comprendió, estaba yendo al cielo. Eso es lo que siempre le decía su madre cuando una persona se moría, iba al cielo. Allí serian mucho más felices, vivirían sin problemas, sin dolor, sin que nada pudiera atormentar sus corazones. Pero lloraba, no podia irse dejándola a ella sola. Se agarro aun con más fuerza y comenzo a llamarla, cada vez más fuerte, a suplicarla que no se fuera, no sin ella. Entonces lo sintió. Dejo de chillar, de llorar, se puso tensa y un escalofrió la recorrió todo el cuerpo. Alzo la vista por encima del cuerpo de su madre, despacio, con miedo, fue recorriendo la figura de su padre frente a ella, los pies, las piernas, el cuchillo ensangrentado en la mano derecha, la cintura, el pecho, la cara y se detuvo en sus ojos. Esos ojos negros que tanto pánico le habían provocado los sábados. La miraban, fijamente, inertes, sin dolor. Entonces lo vio, se dio cuenta, esos ojos se lo estaban diciendo. Ella sonrió, le sonrió, bajo la mirada de nuevo hasta cruzarse con la de su madre y mirándola fijamente la dijo – Mama, espérame, voy contigo.

[Isma]

Es un relato con buena intención que no me sorprende. Vaya a su favor que hay que tener muy buena pluma para introducir algo novedoso en un tema así, en el enfoque o en el estilo. Por decirlo de otra manera, vas a lo seguro con el tema (un niño que vive una situación de maltrato genera simpatía) pero tampoco despiertas en el lector sensaciones que pudieran ser más arriesgadas o complejas.

Como soy el primero que lo comenta, te lo tengo que decir, con la esperanza de que los siguientes lectores lean mi comentario y no abunden en ello: faltan muchas tildes. Acuérdate de darle un repaso final al texto antes de enviarlo.

Por la parte buena, consigues transmitir la historia y algo de la angustia de esa situación. Mi sugerencia es que te animes a escribir y presentar algo más arriesgado la próxima vez.

[Tolomew Dewhust]

Autor/a: lo siento, no voy a ser justo con tu relato. No puedo valorarlo como mereces porque el tema que has elegido no creo que sea el más idóneo para un concurso como este (a mi humilde parecer).

Es una dramática realidad que evidentemente nos conmueve y avergüenza de igual modo por no poder evitarlo, pero creo que para hacer de ello un relato que supone debe entretenernos... ya me entiendes.

No obstante, tenso, bien escrito

[Isma]

No estoy de acuerdo contigo, Tolomew. Un relato es un vehículo para contar una historia. Algunas nos gustan más y otras nos gustan menos. Todas son válidas aquí.

Ha habido relatos mucho más chungos que este en otros concursos y los habrá aún más crudos. Entiendo que te pueda no gustar la temática, pero no creo que los relatos deban todos entretenemos.

(Mi opinión)

[doctorkauffman]

estoy a partes iguales con las dos opiniones anteriores.
el cuento golpea, pero ya se sabe lo que va a pasar desde el principio.
aunque Isma lo ha dicho ya, lo siento pero lo de las tildes tira mucho para atrás.

[Gisso]

Un relato un tanto desigual. Hay momentos donde me estremeces, me apenas, me da rabia de las cosas que ocurren... Pero otros momentos que me sacas del relato, se me hacen un poco pesados, me dejan indiferentes. También es un tema un poco manido y tampoco has querido arriesgar mucho. Pero eso hace que el relato sea muy real.

Suerte.

PD: estoy de acuerdo en dos cosas de las que comenta Isma, pero sólo voy a hablar de una, y es que cualquier temática sirve para un relato, entretenga o no

[Sinkim]

Un relato duro pero bien narrado, me ha gustado bastante a pesar de la dureza de lo que cuentas y el final tan crudo que tiene ¡Felicidades por contar la historia que querías y como querías!

[Tolomew Dewhust]

No estoy de acuerdo contigo, Tolomew. Un relato es un vehículo para contar una historia. Algunas nos gustan más y otras nos gustan menos. Todas son válidas aquí.

Ha habido relatos mucho más chungos que este en otros concursos y los habrá aún más crudos. Entiendo que te pueda no gustar la temática, pero no creo que los relatos deban todos entretenemos.

(Mi opinión)

Me alegra que no estés de acuerdo conmigo porque ni yo mismo lo estoy. Tenía que haber dicho que entretenerme es lo que yo busco en un relato breve, en lugar de decirle al autor/a qué tiene que hacer con su creación. Perdón.

Lo he vuelto a leer

[Isma]

No estoy de acuerdo contigo, Tolomew. Un relato es un vehículo para contar una historia. Algunas nos gustan más y otras nos gustan menos. Todas son válidas aquí.

Ha habido relatos mucho más chungos que este en otros concursos y los habrá aún más crudos. Entiendo que te pueda no gustar la temática, pero no creo que los relatos deban todos entretenemos.

(Mi opinión)

Me alegra que no estés de acuerdo conmigo porque ni yo mismo lo estoy. Tenía que haber dicho que entretenerme es lo que yo busco en un relato breve, en lugar de decirle al autor/a qué tiene que hacer con su creación. Perdón.

Perdóname a mí. A veces soy en exceso protector de los relatos ajenos

[Fernando Vidal]

Me agrada que hacia la mitad del relato la expectativa crezca. Comencé a leerlo con cierto escepticismo pero el texto terminó por captar mi atención y creo que la forma en que es narrado puede considerarse adecuado. Sin embargo hace falta una revisión en las tildes y en los puntos suspensivos.

[Yuyu]

Escribes bien y eres valiente. Es un tema crudo y es duro de leer. Me parece que te expresas muy bien, me ha gustado como lo has contado, como has descrito a los personajes, me resultaron todos espeluznantes, la madre, el padre, la abuela.
Ya te han dicho lo de las tildes, yo (por zona geográfica, no por sabiduría ) identifico muy rápido los laismos y tienes unos cuantos, muchos . También he visto mucho baile en los tiempos verbales, estas cosas te sacan de la lectura y es una pena. Te aconsejo que te busques a alguien que te corrija los relatos, pues lo demás lo tienes todo y lo que te falta, pues eso, se corrige . Buen relato.

[noramu]

Tema duro y situarlo desde el punto de vista de la niña hace que llegue más directo a la médula. Ni la abuela le puede dar consuelo sino más bien al contrario ya que es el preludio de lo que sucederá por la noche. Me gustan los mensajes que la niña descifra a través del suelo, la forma en que está contado intercalando frases largas y cortas para realzar las diferentes situaciones pero me falta "algo" para que el golpe me acabe de noquear.
Gracias por compartir y suerte

[Topito]

Cuando avanza el concurso y los relatos comienzan a tener muchos comentarios, es difícil añadir algo que no se ha dicho.

Me quedo con esa imagen de los peluches, pues de pequeño yo tenía mucho (ahora también, jajaja, aunque en la cama sólo pongo dos muy grandes que quedan muy bien; el mono, ese siempre está en el sillón, sobre mi cabeza, y ahora leyendo conmigo)

Pues es un precioso (aunque duro) relato. No despunta, pero lo he leído con gusto, y eso ya dice mucho.

Muchas gracias por el relato, y mucha suerte en el concurso.

[Juanfran]

La temática puede parecer más o menos atractiva, pero el relato me ha gustado. También ese reflejo de protagonista como víctima indirecta. Muy bueno. Enhorabuena.

[jilguero]