CH1 Democracia - Orr

[julia]

Jonás Remolque era presidente del Gobierno. Había sido presidente del Gobierno en España, en Italia y en Estados Unidos. Ahora estaba en Nicosia, en una entrevista de trabajo para optar a gobernar Chipre. Llegó muy elegante, con su traje y su maletín lleno de billetes de dinero negro; le hicieron pasar a un despacho de unos 10 metros cuadrados, donde le esperaban todos los habitantes de Chipre para hacerle la entrevista a ver si aquel hombre era apto para gobernar su país. Saludó a toda la población de Chipre y se sentó en una silla; los habitantes de Chipre le miraban a los ojos. El currículum vitae de Remolque era impresionante, y así se lo dijo un chipriota.
Su currículum es impresionante, señor Remolque. 8 años de presidente de los Estados Unidos, 1 año de presidente de su comunidad de vecinos… ¿por qué dejó ese trabajo?
El vecino del quinto dio un golpe de Estado –explicó Remolque-. Tuve que irme del edificio para evitar un derramamiento de sangre.
Vaya, es usted un hombre valiente –dijeron los habitantes de Chipre, impresionados.
Jonás prefirió no mencionar el trágico accidente de ascensor en el que murieron 18 miembros de una misma familia, y las presuntas irregularidades que los vecinos descubrieron entre él y la empresa encargada del mantenimiento del ascensor.
A Jonás Remolque le hablaron sus entrevistadores de la situación económica de Chipre, nación duramente castigada por la crisis, y expresaron su deseo de que pusiera fin a dicha crisis.
¿Cree que será usted capaz de mejorar la situación económica de nuestro país? –le preguntó un ciudadano.
¡Claro, joder! –respondió Jonás, chulesco-, esa crisis la resuelvo yo en dos días.
Sabemos que será difícil salir de la crisis –comentaron los ciudadanos.
Para nada. Será facilísimo –dijo Jonás, ignorando los toquecitos en el hombro que le propinaba su asesor-. Les prometo que resolveré la crisis en un abrir y cerrar de ojos.
Los ciudadanos somos conscientes de que la situación requiere que todos hagamos un esfuerzo, aunque sea duro –insistieron los ciudadanos.
Tonterías –dijo Remolque, ignorando las patadas en la pierna que le propinaba su asesor-. Ustedes déjenme a mí, que yo sé perfectamente lo que tengo que hacer. Les prometo que sacaré a este país de la crisis en dos días sin que ustedes, los ciudadanos tengan que hacer el más mínimo esfuerzo. Es más, puedo prometer y prometo que bajaré los impuestos y los servicios sociales no se verán mermados en absoluto.
Muchas gracias, señor Jonás –dijeron los ciudadanos de Chipre-, pero no esperamos que resuelva la crisis en dos días literalmente. Sabemos que será un camino largo y difícil.
Ni largo ni difícil –dijo Remolque, ignorando las puñaladas en la cabeza que le propinaba su asesor mientras lloraba angustiosamente-. Será un paseo. Es más, prometo que sacaré a este país de la crisis mañana mismo, y si no cumplo con mi promesa, dimitiré. Lo prometo.
Los ciudadanos de Chipre brindaron una atronadora ovación a su nuevo presidente.
Creo que no necesitamos oír nada más ni investigar esa trama de pederastia con la que se le relaciona en internet; está usted contratado –dijo un chipriota, y todos los demás presentes en la sala asintieron.
En su discurso de investidura, Jonás Remolque afirmó con rotundidad que lograría poner fin a la crisis, que trabajaría desde el primer día para lograr poner fin a la crisis, que pondría fin a la crisis, que no descansaría hasta lograr poner fin a la crisis y que cuando abandonara su cargo Chipre sería la primera potencia económica mundial. Los chipriotas aplaudieron a su presidente. Remolque, poco después, en su despacho, se enteraría por la wikipedia de en qué consistía la crisis. Llamó a su asesor.
¿Por qué no me dijiste de qué iba todo ese rollo de la crisis? –chilló-. ¡No tengo ni idea de cómo resolverla!
Señor, antes de la entrevista de esta mañana le pregunté si necesitaba que le explicase los pormenores de la situación económica de Chipre, y su respuesta fue, cito textualmente: “no, joder, sé perfectamente lo que tengo que hacer, te lo prometo”.
Maldita sea, a ver qué hago yo ahora ¿cómo voy a solucionar esta crisis? Yo genero problemas, no los resuelvo… en fin, ya lo pensaré, puedes irte.
Remolque se metió en la cama preocupado, sabiendo que su alta popularidad se debía solo a su promesa de resolver la crisis económica, y que no tenía ni idea de cómo resolverla. Le dio muchas vueltas al asunto hasta que, por fin, a su mujer se le ocurrió una solución que podía funcionar: subir los impuestos.
Así pues, a la mañana siguiente, Jonás Remolque subió los impuestos y llevó a cabo importantes recortes que afectaron a las clases medias y bajas. El resultado fue un éxito rotundo. La tasa de paro descendió un 60% a la hora de comer, y a la hora de merendar el paro ya era de tan solo el 0,1%, y ese porcentaje se debía únicamente a que Remolque y sus ministros trabajaban en negro para poder seguir cobrando el subsidio por desempleo.
Chipre se había convertido en la primera potencia económica mundial en tan solo un día. La comunidad internacional alabó a Jonás Remolque, y los demás países copiaron su modelo para salir de la crisis. Jonás Remolque era aclamado por todo el mundo, recibió llamadas felicitándole, regalos y más de 4.000 “me gusta” en su página de facebook. Se erigieron estatuas de oro en su honor, se bautizaron calles y carreteras con su nombre, se hicieron caramelos con su cara, le dieron el Nobel de Economía y hasta un día fue al dentista y no le hicieron esperar más de media hora.
Todo parecía perfecto, pero pronto los ciudadanos de Chipre, una vez solucionados todos sus problemas económicos, empezaron a quejarse. Al principio eran amables peticiones, como hacer un parque infantil o arreglar las goteras de un hospital. Jonás Remolque, como buen presidente que era, atendió sus peticiones. Construyó un parque infantil y puso cubos debajo de las goteras. Con el tiempo, la gente empezó a alzar la voz y se empezaron a escuchar quejas y exigencias, como que la gente se moría en las salas de espera de los hospitales o que algunas empresas vertían residuos radiactivos en el mar. Posteriormente, las quejas se convirtieron en protestas, y los chipriotas salieron a la calle para exigir la dimisión del presidente Remolque. La gente estaba harta. Se quejaban de la corrupción, de los bajos sueldos, de la inseguridad ciudadana, de la inmigración, de los tiburones mutantes asesinos, de los baches en las carreteras, de la falta de parques y de zonas verdes, y de miles de cosas más.
Jonás Remolque, por primera vez en su vida, no sabía qué hacer, porque su mujer le había pillado masturbándose en el baño y no le hablaba. Jonás Remolque tenía que solucionar todo esto solo. Se pasó horas pensando, hasta que, por fin, se le ocurrió una solución. Generó una brutal crisis económica en Chipre, idéntica a la que había cuando él llegara al poder, anteayer. Esa crisis produjo que los ciudadanos chipriotas se olvidaran de todo lo anterior, y se centrasen únicamente en exigir a su gobierno que les sacara de la crisis. Jonás Remolque convocó a todos los chipriotas para ofrecerles un esperanzador discurso.
Ciudadanos, nuestra Nación está sufriendo una crisis de la que será muy difícil salir. Debemos ser conscientes de que para salir de esta situación debéis hacer todos un esfuerzo, aunque sea duro, pero es la única forma de solucionar esta terrible crisis. El camino será largo y difícil, tened todos muy presente que de esta crisis no se puede salir en dos días. No obstante, puedo prometer y prometo que, dentro de cuatro años, empezaremos a ver la luz al final del túnel.
Los ciudadanos chipriotas aplaudieron las palabras de su presidente.
Jonás remolque había vuelto a solucionar un grave problema, y toda la comunidad internacional se deshizo en elogios hacia su brillante gestión. Se erigieron estatuas de oro en su honor…

[Sinkim]

Menos mal que este relato no tiene ningún parecido con la vida real ¡Felicidades autor, has conseguido escribir un cuento político sin resultar aburrido ni dogmático en ningún momento!

[Wintermute]

Lo de elegir a los políticos con la típica entrevista de trabajo me ha parecido una idea brillante, que sólo concentrándose en eso me parece que hay posibilidades para un relato espectacular si bien muy cortito. El resto bien, pero no está a la altura del inicio triunfal. Muy apreciable la brevedad del relato, que no deambula y va directo al grano- cosa más complicada de lo que parece.

[Nínive]

¡Ay, autor! Me sale Chipre por la orejas... Y de la crisis (la palabra, no el hecho) ni te cuento.
Si lo lees en voz alta, te darás cuentas de las repeticiones.
La historia... el tratamiento del principio me parece muy original. Presidente de carrera. Muy bien. Luego se mete en un bucle que, aunque intenta ser una parodia de la situación política actual, me hubiera gustado que intercalaras alguna anécdota, algo que le diera más chicha al relato.
La prosa me parece mejorable (insisto en las repeticiones, no solo de palabras sino de construcciones de frases enteras). Ahora que lo pienso, no sé si será intencionado, pero a mí no me gusta.
Dándole un repasito, quedaría muy apañao... como los pisitos en el centro.
Un abrazo.

[Tolomew Dewhust]

Ay, Nínive; ¿sabes qué me ha pasado hoy? Pues mira, que he salido de casa camino al trabajo, y ya llegando me he dicho: "¿cómo es posible que se me haya olvidado?" y he tenido que regresar rápido y corriendo. Te juro que es la primera vez que salgo de casa sin tu recuerdo, y el intervalo de tiempo que así he estado me sentía incompleto, confuso y decaído, todo al mismo tiempo. Ay, Nínive, si tú me dejaras...

Pero no es ese el motivo de este mp, sino hablarte de tu relato. No sé por qué te has empeñado en que lo lea antes de que empiece el concurso, si yo, aparte del uso de las comas, en poco más puedo serte de ayuda.

En fin. Mira, el relato no me ha gustado. Tú puedes dar más de si. Mira, bajo mi modesta opinión el error radica en el concepto. Quieres satirizar la profesión política y es algo tan y tan deseado por todos nosotros, me refiero al hecho de ridiculizar la actitud de personajes (casi todos) tan deplorables, que la sensación que me has dejado tras leer tu relato es que ha sido un quiero y no puedo.

Querida Nínive, ¿cuántas veces has repetido la palabra "crisis" en el relato? Una cosa es insistir en el empleo de términos para recalcar la importancia en la historia, o para ridiculizar a aquellos que primero la negaron y luego la reconocieron cuando ya era tarde, y otra distinta es olvidarte de que esto es un concurso de relatos y aquí se juzgan los relatos, no las intenciones.

Me explico. Como concurso de literatura quiero que me ofrezcas una historia bien estructurada. Soy clásico, presentación, nudo y desenlace. Aquí se desdibujan los tramos. Hablas del presidente y de un grupo de gente, "los chipriotas", todos en conjunto, lo que los desnaturaliza, les quitas personalidad y me dejas con un único protagonista absoluto que pretendes soporte el peso de la historia, algo que no consigue porque tampoco aportas datos suficientes del mismo como para que lo quiera, lo odie o cualquier cosa que no sea llevarme a la indiferencia.

Nínive, he leído el comentario de Sinkim y no estoy para nada de acuerdo con el dragón. De hecho ya he leído algunos suyos y creo que no coincido en casi ninguno. Eso es bueno para ti, significa que no estoy de humor para apreciar tu relato.

Además, si me tienes "prendaíto", ¿qué más quieres de mí?.

[Nínive]

Yo también te quiero, Tolo.

[Verditia]

Este relato me ha transmitido "chiste". Sí, lo leía y pensaba que era un simpático chiste largo sobre política y crisis.

Lo que más me ha gustado: el asesor secundario, era muy visual, casi como ver un capítulo de Mr Bean.

El "pero": Es demasiado largo para ser un chiste, y a veces me ha parecido irreal.

¡Suerte!

[barrikada]

Debo decir que éste, de los que llevo leídos, ha sido con el que más me he reído (realmente me he descojonado) con muchísima diferencia.

El planteamiento y la motivación no son muy originales, pero creo que la forma de expresarse y la exageración al extremo han resultado muy efectivas. El protagonista me recuerda un poco a los alcaldes de Los Simpsons y Padre de Familia con su evidente influencia española. Me ha parecido muy directo, sencillo de asimilar y muy ágil. Con este punto he llegado al clímax:

Jonás Remolque, por primera vez en su vida, no sabía qué hacer, porque su mujer le había pillado masturbándose en el baño y no le hablaba.

Tengo un humor un poco rudimentario...

La única pega que le pongo es que la manera de resolver el conflicto es como una especie de resolución de la crisis lenta (sabiendo que la primera resolución de la crisis es pura fantasía) para ir camelando al pueblo con la eterna cantinela de estamos saliendo de la recuperación/abrochémonos el cinturón; lo cual me parece algo difuso o con lo que no estoy de acuerdo, porque refleja cierta estupidez social (cosa que antes, cuando todo iba bien no se veía) Quizá sea yo que haya montado una película extraña, pero repito, creo que el mensaje del relato es algo extraño. Es posible que el autor tampoco quisiera dar ningún mensaje ni dar una respuesta "lógica" respecto a los "no reales" sucesos anteriores.

Con ese detalle, me da a entender que el relato le falta una vuelta de tuerca más y reposarlo un poco.

En cualquier caso, estás en mi top con un tema que pudiera parecer más que manido. Un placer!

[Gabi]

Yo no pude reírme con el relato, lo siento
Me pareció original la idea de una entrevista de trabajo para ser presidente, pero el resto no me gustó.

Muchas gracias por compartirlo y por participar

[prófugo]

Lo siento autor...y eso que la idea me encanta...pero me llegó a aburrir tanto Chipre...tantos chipriotas y tanta crisis.

Lo que si me gustó es el final...que este hombre haya decidido meterlos de nuevo en la crisis para que dejen de quejarse de tantas otras cosas y ponerse chuletes ..pues hala! toma crisis de nuevo y a suplicar ayuda para volver a salir de ella


Se agradece tu intención...has buscado hacernos reir y conmigo casi lo logras ..y eso a día de hoy parece ser un acto casi milagroso..y por ello...a pesar de tanta reiteración y hasta aburrirme con ellas..te tendré en cuenta en las valoraciones finales. y lo más importante...se nota claramente que has disfrutado muchísimo escribiéndolo

Disculpa lo malo

[Lía]

No me ha terminado de gustar. Será porque andamos un poco cansados de políticos que no tienen ni idea pero gritan y prometen mucho, de engaños y de crisis

[Dori25]

A mi me han gustado los tiburones mutantes asesinos, si es que la gente se queja por cualquier tontería!

A ver primero me ha cansado lo del asesor, que si toques, que si golpecitos, que si puñadas... pero bueno, lo de las puñaladas ha estado gracioso.

Y luego eso de volver otra vez a la crisis, ese momento circular, pues no se, no me ha hecho mucha gracia, hubiera preferido que se comieran al político.

Ah y eso de haber logrado bajar el paro al mínimo? Pues no lo entiendo, ¿como lo hizo? Más que nada por exportar la idea.

[Larús]

Con el primer párrafo me has ganado. La entrevista de trabajo, el dinero negro en el maletín, todos los chipriotas en 10 metros cuadrados para entrevistarle...

Sin embargo, creo que al relato le faltan dos cosas: un poco de forma, ya que he visto un poco embarullada la estructura "presentación-nudo-desenlace", y un poco más definido el personaje del presidente, (no conocemos de él mucho más que es un poco prepotente y le gusta masturbarse en el baño). Aparte de eso, es un relato muy ágil y con mucha chispa.

Felicidades y gracias

[Orr]

Je.

Te has atrevido con una sátira política. La historia comienza con una pintoresca entrevista de trabajo, mucho humor absurdo, me gusta. También hay chascarrillos muy graciosos como el del dentista. No solo se parodia a la clase política, sino también al pueblo, que se deja seducir por las promesas de su líder. Una caricatura de la democracia en general, el titulo es acertado. Como pero, la redacción me parece muy mejorable, se repite la palabra crisis demasiado. El final está bien, con ese giro de los acontecimientos, pero me queda la sensación de que el relato se pasa de breve y que se le podía haber sacado más jugo.

Saludos.

[jilguero]

Pues como virtudes, autor, le veo que es sencillo, sin alardes de ningún tipo, fácil de leer y cortito. Además, en algunos momentos me has hecho sonreír (por ejemplo, cuando al hablar de los méritos, se enumeran al mismo nivel los ocho años de presidencia de los Estados Unidos con el años como presidente de su comunidad de vecinos).
Como inconvenientes, pues que el desarrollo y desenlace de la historia me han resultado más bien flojillos.
De todas formas, me lo he leído en un periquete y he sonreído aquí y allá, con lo cual, como lectora, ninguna queja.
Pero a la hora de repartir los puntitos, me da que otro gallo cantará...