Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo - Noramu
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Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo - Noramu
Diario de un hombre afortunado. Epílogo
28 de junio 2015
Como cada domingo desde hace treinta años, Rainer toma el sendero que bordea el río y se encamina hacia el centro de la ciudad. El verano por fin ha estallado. El amarillo exuberante vence a las grandes hojas verdes de los tilos que se alinean al borde de la Limmat. Familias enteras de patos se dejan llevar por la corriente, algún cisne imponente se contonea cerca de la orilla a la espera de trozos de pan que algunos turistas se esmeran en tirar al agua. Rainer disfruta del espectáculo. Sabe que durará poco pero está feliz con la perspectiva de que seguro que no volverá a tener que aguantar otro duro invierno en la ciudad. Cuando llega al centro toma el tranvía número seis cuya última parada es el zoo. El trayecto le sirve para rememorar toda la desesperación que había sufrido en tantos trayectos iguales. Desesperación por no ser capaz de cumplir su sueño de ser escritor. Él, que sabía que debía jugar un papel en la historia de la literatura no había conseguido publicar ni un mísero libro. Con la osadía y la ilusión de la juventud, aún pensaba que los editores no lo entendían, que no había caído con el agente adecuado y que su obra magna, aquella que iba a hacerle un hueco dentro de las letras universales aún estaba por llegar. En su edad madura, viendo que una y otra vez sus manuscritos le eran devueltos con el comentario de que no se ajustaban a las tendencias, a la política empresarial de la editorial, a los parámetros políticamente correctos, a la moda de novela nórdica negra o sado-romántica de algunas sombras y muchas otras excusas similares, empezó a perder la ilusión y, dejando por el camino una familia relativamente feliz mientras duró la ilusión, se sumió poco a poco en la depresión y se fue abandonando. Lo único que nunca dejó de hacer fue su excursión dominical.
Ahora está sereno en el que sabe que es su último viaje en ese tranvía a su destino habitual. Al final del trayecto se apea, se aleja en dirección contraria a todas las familias felices con sus niños gritones que van a pasar el domingo en el zoo. Familias que aún no saben que al final no verán al tigre porque hace demasiado calor y está escondido en su jaula sin hacer ni caso al enorme hábitat en el que podría ser visto por los visitantes. Familias que no saben que el pequeño elefante está en la enfermería porque ha comido innumerables caramelos con plástico incluido lanzados por otros pequeños monstruos días antes. Familias que, menos mal, podrán disfrutar del espectáculo de los micos que nunca se cansan y con ello consolar a sus pequeñas fieras.
Rainer toma el sendero empinado que va hacia el bosque que pronto discurre paralelo a un muro. Un muro antiguo que guarda innumerables memorias suyas y de tantos otros que lo han bordeado. Cuando llega a una puerta de hierro forjada abierta entra. Qué sensación tan liberadora adentrarse en ese jardín eterno. Enormes robles dan cobijo a un sendero de grava que se bifurca nada más entrar. Rainer toma el sendero que va hacia la izquierda para pasar lo más lejos posible de la tumba de Joyce. Nunca supo cómo interpretarlo. Bloom y su gloria seguiría siendo un misterio para él. Bordeando un enorme mausoleo de mármol, unos frondosos jardines de glicinias custodiando sencillas cruces de madera y subiendo con dificultades un pequeño terraplén, por fin ha llegado a su destino. La tumba de Elias Canetti. Su mentor sin saberlo. El sentido de su existencia. Su inspiración. Aquél por quien había aprendido a amar las lenguas y, principalmente, la lengua alemana. Aquel que había hecho que Rainer, nombre de adopción, no desdeñase su origen búlgaro pero volcara toda su pasión en escribir en alemán. Por quien había aguantado negativas y negativas a manuscritos pero a quien debía su razón de ser.
Rainer saca de su mochila el manuscrito, una botella de Chablis y unas pastillas. Se dispone a hacer compañía para siempre a su preciado cementerio y a su fuente de inspiración, satisfecho de haber comprendido, por fin, la esencia de "Masa y poder".
NOTA: El 1 de Junio de 2015 fue rechazado por la editorial Ruhrkampf el manuscrito de "Masa y poder, el enigma resuelto" por R. B.
28 de junio 2015
Como cada domingo desde hace treinta años, Rainer toma el sendero que bordea el río y se encamina hacia el centro de la ciudad. El verano por fin ha estallado. El amarillo exuberante vence a las grandes hojas verdes de los tilos que se alinean al borde de la Limmat. Familias enteras de patos se dejan llevar por la corriente, algún cisne imponente se contonea cerca de la orilla a la espera de trozos de pan que algunos turistas se esmeran en tirar al agua. Rainer disfruta del espectáculo. Sabe que durará poco pero está feliz con la perspectiva de que seguro que no volverá a tener que aguantar otro duro invierno en la ciudad. Cuando llega al centro toma el tranvía número seis cuya última parada es el zoo. El trayecto le sirve para rememorar toda la desesperación que había sufrido en tantos trayectos iguales. Desesperación por no ser capaz de cumplir su sueño de ser escritor. Él, que sabía que debía jugar un papel en la historia de la literatura no había conseguido publicar ni un mísero libro. Con la osadía y la ilusión de la juventud, aún pensaba que los editores no lo entendían, que no había caído con el agente adecuado y que su obra magna, aquella que iba a hacerle un hueco dentro de las letras universales aún estaba por llegar. En su edad madura, viendo que una y otra vez sus manuscritos le eran devueltos con el comentario de que no se ajustaban a las tendencias, a la política empresarial de la editorial, a los parámetros políticamente correctos, a la moda de novela nórdica negra o sado-romántica de algunas sombras y muchas otras excusas similares, empezó a perder la ilusión y, dejando por el camino una familia relativamente feliz mientras duró la ilusión, se sumió poco a poco en la depresión y se fue abandonando. Lo único que nunca dejó de hacer fue su excursión dominical.
Ahora está sereno en el que sabe que es su último viaje en ese tranvía a su destino habitual. Al final del trayecto se apea, se aleja en dirección contraria a todas las familias felices con sus niños gritones que van a pasar el domingo en el zoo. Familias que aún no saben que al final no verán al tigre porque hace demasiado calor y está escondido en su jaula sin hacer ni caso al enorme hábitat en el que podría ser visto por los visitantes. Familias que no saben que el pequeño elefante está en la enfermería porque ha comido innumerables caramelos con plástico incluido lanzados por otros pequeños monstruos días antes. Familias que, menos mal, podrán disfrutar del espectáculo de los micos que nunca se cansan y con ello consolar a sus pequeñas fieras.
Rainer toma el sendero empinado que va hacia el bosque que pronto discurre paralelo a un muro. Un muro antiguo que guarda innumerables memorias suyas y de tantos otros que lo han bordeado. Cuando llega a una puerta de hierro forjada abierta entra. Qué sensación tan liberadora adentrarse en ese jardín eterno. Enormes robles dan cobijo a un sendero de grava que se bifurca nada más entrar. Rainer toma el sendero que va hacia la izquierda para pasar lo más lejos posible de la tumba de Joyce. Nunca supo cómo interpretarlo. Bloom y su gloria seguiría siendo un misterio para él. Bordeando un enorme mausoleo de mármol, unos frondosos jardines de glicinias custodiando sencillas cruces de madera y subiendo con dificultades un pequeño terraplén, por fin ha llegado a su destino. La tumba de Elias Canetti. Su mentor sin saberlo. El sentido de su existencia. Su inspiración. Aquél por quien había aprendido a amar las lenguas y, principalmente, la lengua alemana. Aquel que había hecho que Rainer, nombre de adopción, no desdeñase su origen búlgaro pero volcara toda su pasión en escribir en alemán. Por quien había aguantado negativas y negativas a manuscritos pero a quien debía su razón de ser.
Rainer saca de su mochila el manuscrito, una botella de Chablis y unas pastillas. Se dispone a hacer compañía para siempre a su preciado cementerio y a su fuente de inspiración, satisfecho de haber comprendido, por fin, la esencia de "Masa y poder".
NOTA: El 1 de Junio de 2015 fue rechazado por la editorial Ruhrkampf el manuscrito de "Masa y poder, el enigma resuelto" por R. B.
Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Tienes que estar lleno, llenísimo porque te has comido multitud de comas...
Bueno, en serio. Curioso relato sobre los últimos momentos de un escritor fracasado. Está bien contado (salvando las frases kilométricas sin descansos). Lo que no me cuadra es el final y ese "por fin satisfecho" si su manuscrito ya está escrito y presentado a las editoriales, por lo que el enigma ya está resuelto desde mucho tiempo antes de su final. A no ser que sea otra alegoría de la que no pillo el significado.
Volveré...
Bueno, en serio. Curioso relato sobre los últimos momentos de un escritor fracasado. Está bien contado (salvando las frases kilométricas sin descansos). Lo que no me cuadra es el final y ese "por fin satisfecho" si su manuscrito ya está escrito y presentado a las editoriales, por lo que el enigma ya está resuelto desde mucho tiempo antes de su final. A no ser que sea otra alegoría de la que no pillo el significado.
Volveré...
Siempre contra el viento
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Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Me ha gustado acompañar al protagonista, con esa aceptación pesimista del "último viaje" o "la última visita". Sin embargo, me ha faltado algo para engancharme, posiblemente si tuviera un mayor conocimiento de lo que en el relato se remite lo hubiera disfrutado más.
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Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Yo creo que es un relato genial, no tanto la resolución que, aunque poderosa, me parece poco original, sino por la forma de trasmitir los sentimientos de Rainer mediante ese paseo que poco a poco despoja la decepción del escritor. Sobre la escritura, me ha parecido bastante acertada, quizá en algún momento un poco barroca, pero en general se lee con agilidad.
Imagino que la historia estará basada en un hecho real, o no.
Enhorabuena, un trabajo muy interesante.
Imagino que la historia estará basada en un hecho real, o no.
Enhorabuena, un trabajo muy interesante.
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Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Yo no he notado las frases largas ni la ausencia de comas. Será porque también tiendo a comérmelas.
Me hubiera gustado que la lección que aprendiese de sus derrotas fuese que el arte no se mide en ejemplares vendidos, ni mucho menos, publicados. Que una cosa es ser escritor de corazón y otra tertuliano de la tele con biografía escrita por vete a saber quién en las sombras. Pero no, este protagonista también elige el suicidio como conclusión de su aprendizaje. Vaya por dios.
Me hubiera gustado que la lección que aprendiese de sus derrotas fuese que el arte no se mide en ejemplares vendidos, ni mucho menos, publicados. Que una cosa es ser escritor de corazón y otra tertuliano de la tele con biografía escrita por vete a saber quién en las sombras. Pero no, este protagonista también elige el suicidio como conclusión de su aprendizaje. Vaya por dios.
1, 2... 1, 2... probando...
Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Me gusta la redacción de este relato. Quizá es un poco parco de originalidad, pero me ha gustado leerlo.
Ben fet
Ben fet
Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Otra historia dura con un final bastante triste, segundo relato con suicidio al final, menuda forma de aprender de los fracasos. Espero no encontrarme nunca esos profesores
No he terminado de conectar con el relato, lo siento autor
No he terminado de conectar con el relato, lo siento autor
"Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano" (Friedrich von Schiller)
- Tolomew Dewhust
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Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Ay, ay, ay. Demasiado corto, autor.
Bueno. Muy bueno. Sí, este relato es realmente bueno.
Me tienes como loco indagando en google a ver quien carajo (perdón por la expresión) es el dichoso autor húngaro que ama la lengua alemana, que vive cerca del río Limago (Lammat) y que pretendió ser un escritor. A ver, dos opciones barajo:
- La primera: es un hecho verídico. En una primera lectura, esto es lo que me decía la patata = aquí hay algo más de lo que se ve al trasluz. Debe haber algo más... Unos nombres, un libro "Masa y poder", unas tumbas (parece que de otros escritores)... El paseo por el zoo (luego vuelvo sobre esto)... No sé... y taaaan breve, ¿por qué? Necesito más información.
- Segunda interpretación: acabas de leerte Masa y Poder / tienes noticia de esa obra por lo que sea, y se te viene a la mente inventarte alguien que hace una interpretación de ese texto... Pura invención.
No tengo claro a qué aferrarme. Ya te digo, en google no doy con el tal Rainer (que lo empecé leyendo como la compañía aérea, Raynair, y pensaba que iba a ser un relato en tono de coña, para que veas...). Luego, el libro al que haces alusión, el de Masa y Poder, pues ya nos contarás tú o nos harás un resumen, porque tiene pinta de tocho insufrible salvo para los de ciencias (como Barri ).
Lo que decís de las comas. Jajaja, vale, sí. Faltan comas. ¿Eso rompe el ritmo o hace incomprensible la lectura? A mí no. Yo sé leer desde hace algunos años y no me hacen falta determinados signos de puntuación para saber cuándo debo detenerme (a veces lo hago aun sin haber comas, para respirar o porque me lo pide el cuerpo), así que no sé a qué tanto alboroto con eso. Que habrá erratas en este y en todos es lo que cabe esperar escribiéndolo en tan poco tiempo. Por favor, no nos quedemos con eso.
Lo del zoo: es un tío que va a suicidarse, ¿por qué pasa por un zoo? Es que esto me lleva a pensar que tal vez sea un hecho verídico, y que perdiera la vida junto a dicho lugar, porque, ¿quién sino iba a inventarse algo así? Bueno, sí, tal vez, como dices un zoo se te podría haber ocurrido que pasa por una pizzería, pero sería menos poético... En fin, en ascuas estoy.
Rematando, Tolo, que es gerundio: muy buen texto, muy buena historia (para mí, la fuerza del personaje está por encima del argumento - no como algo peyorativo, sino que me importa menos el trauma de que quería publicar y no pudo - me he quedado con su personalidad y, cómo no, con la ambientación). Si acaso, demasiado corta.
Te pondré entre mis oraciones .
Bueno. Muy bueno. Sí, este relato es realmente bueno.
Me tienes como loco indagando en google a ver quien carajo (perdón por la expresión) es el dichoso autor húngaro que ama la lengua alemana, que vive cerca del río Limago (Lammat) y que pretendió ser un escritor. A ver, dos opciones barajo:
- La primera: es un hecho verídico. En una primera lectura, esto es lo que me decía la patata = aquí hay algo más de lo que se ve al trasluz. Debe haber algo más... Unos nombres, un libro "Masa y poder", unas tumbas (parece que de otros escritores)... El paseo por el zoo (luego vuelvo sobre esto)... No sé... y taaaan breve, ¿por qué? Necesito más información.
- Segunda interpretación: acabas de leerte Masa y Poder / tienes noticia de esa obra por lo que sea, y se te viene a la mente inventarte alguien que hace una interpretación de ese texto... Pura invención.
No tengo claro a qué aferrarme. Ya te digo, en google no doy con el tal Rainer (que lo empecé leyendo como la compañía aérea, Raynair, y pensaba que iba a ser un relato en tono de coña, para que veas...). Luego, el libro al que haces alusión, el de Masa y Poder, pues ya nos contarás tú o nos harás un resumen, porque tiene pinta de tocho insufrible salvo para los de ciencias (como Barri ).
Bueno, hay dos textos: Masa y poder, un libro de 1960 del nobel Elías Canetti (wikipedia dixit). Y el que el prota de la historia, Rainer, ha intentado publicar sin éxito: "Masa y poder, el enigma resuelto". No sé si es a esto a lo que te referías con lo de que no te cuadra.Nínive escribió:Lo que no me cuadra es el final y ese "por fin satisfecho" si su manuscrito ya está escrito y presentado a las editoriales, por lo que el enigma ya está resuelto desde mucho tiempo antes de su final. A no ser que sea otra alegoría de la que no pillo el significado.
Lo que decís de las comas. Jajaja, vale, sí. Faltan comas. ¿Eso rompe el ritmo o hace incomprensible la lectura? A mí no. Yo sé leer desde hace algunos años y no me hacen falta determinados signos de puntuación para saber cuándo debo detenerme (a veces lo hago aun sin haber comas, para respirar o porque me lo pide el cuerpo), así que no sé a qué tanto alboroto con eso. Que habrá erratas en este y en todos es lo que cabe esperar escribiéndolo en tan poco tiempo. Por favor, no nos quedemos con eso.
Lo del zoo: es un tío que va a suicidarse, ¿por qué pasa por un zoo? Es que esto me lleva a pensar que tal vez sea un hecho verídico, y que perdiera la vida junto a dicho lugar, porque, ¿quién sino iba a inventarse algo así? Bueno, sí, tal vez, como dices un zoo se te podría haber ocurrido que pasa por una pizzería, pero sería menos poético... En fin, en ascuas estoy.
Rematando, Tolo, que es gerundio: muy buen texto, muy buena historia (para mí, la fuerza del personaje está por encima del argumento - no como algo peyorativo, sino que me importa menos el trauma de que quería publicar y no pudo - me he quedado con su personalidad y, cómo no, con la ambientación). Si acaso, demasiado corta.
Te pondré entre mis oraciones .
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
En el relato nombra la tumba de Joyce, que según Google está al lado del zoo de Zurich. Vamos, que ha puesto el zoo porque tenía que pasar por delante para ir al cementerio.
1, 2... 1, 2... probando...
Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Estimado señor Dewhust,Tolomew Dewhust escribió:Bueno, hay dos textos: Masa y poder, un libro de 1960 del nobel Elías Canetti (wikipedia dixit). Y el que el prota de la historia, Rainer, ha intentado publicar sin éxito: "Masa y poder, el enigma resuelto". No sé si es a esto a lo que te referías con lo de que no te cuadra.Nínive escribió:Lo que no me cuadra es el final y ese "por fin satisfecho" si su manuscrito ya está escrito y presentado a las editoriales, por lo que el enigma ya está resuelto desde mucho tiempo antes de su final. A no ser que sea otra alegoría de la que no pillo el significado.
Lo que decís de las comas. Jajaja, vale, sí. Faltan comas. ¿Eso rompe el ritmo o hace incomprensible la lectura? A mí no. Yo sé leer desde hace algunos años y no me hacen falta determinados signos de puntuación para saber cuándo debo detenerme (a veces lo hago aun sin haber comas, para respirar o porque me lo pide el cuerpo), así que no sé a qué tanto alboroto con eso. Que habrá erratas en este y en todos es lo que cabe esperar escribiéndolo en tan poco tiempo. Por favor, no nos quedemos con eso.
Es el segundo texto, el ficticio (porque para mí es claro que "Masa y poder, el enigma resuelto" no existe en realidad), el que me crea problemas. Si muere feliz por haber resuelto el enigma del sesudo libro de Canetti, debería haber estado feliz mucho antes, ya que ha escrito su texto y lo ha intentado publicar. ¿Por qué se suicida? ¿Porque no lo publican? He ahí mi duda, mi inquietud, lo que no termina de convencerme.
Respecto al uso de las comas, no se ponga en evidencia delante de todos, señor mío. Es obvio que no puede vivir sin mí, pero no es necesario que me deje ninguna pulla en público para que le conteste...
Siempre contra el viento
Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Este relato tiene altos y bajos. La prosa creo que es buena y si bien pueden faltar comas, no las he echado mucho en falta. He empatizado con los sentimientos del escritor frustrado pero quizá todo se desarrolle con un poco de precipitación. Me hubiera gustado que se desarrollara un poco más pausadamente. No conozco las obras en cuestión pero en Google he encontrado sólo el de Masa y poder de Elías Canetti y, cierto, Tolo, parece un tocho de mucho cuidado.
Por lo que comentáis del final, yo he entendido que Rainer por fín había podido entender y transcribir el sentido de aquella obra y por ello ya puede morir en paz sin importarle esta vez que, de nuevo, hayan rechazado su manuscrito.
Por lo que comentáis del final, yo he entendido que Rainer por fín había podido entender y transcribir el sentido de aquella obra y por ello ya puede morir en paz sin importarle esta vez que, de nuevo, hayan rechazado su manuscrito.
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- Wintermute
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Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
A mi la prosa se me ha atascado un poco, pero nada grave. Después de leerlo he investigado el librito de marras y llamadme enfermo, pero me ha intrigado bastante, aunque no consigo hallar el significado de por qué precisamente ese libro...
A meditar...
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Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
No me gusta ese final pegote que le ha puesto el autor. O se suicida después del rechazo y es al ir a suicidarse cuando por fin se da cuenta del significado de la otra novela, que puede ser o no la que cuenta en el manuscrito rechazado, o el rechazo es posterior y termina el manuscrito justo al ir a suicidarse y entonces da igual si se lo rechazan o no.
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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- Tolomew Dewhust
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Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Y aquí es cuando yo me bajo del barco y digo que me he perdido en este debate. Y, otra cosa, butterfly, el título también se las trae... Tampoco lo pillo.
Pese a esto mantengo que el conjunto me gusta.
Pese a esto mantengo que el conjunto me gusta.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Re: Encierro - Diario de un hombre afortunado. Epílogo
Me ha gustado este relato. La prosa me ha parecido buena. Hay ocasiones en que esta demanda más comas como un estilo literario distinto. Que a mí particularmente me gusta, porque consigue acercarse mucho al lector. Y más con ese tipo de reflexiones que contrapone la exuberancia dominguera de un zoo con la tranquilidad reflexiva de un cementerio.
Canetti también vivió en Bulgaria; coincide con el origen de Rainer, por tanto. La obra de Canetti está muy influida por la Alemania nazi y Herman Hesse lo admiraba como maestro de lo grotesco. He encontrado una referencia a un Rainer: es el profesor del experimento de La ola, sobre cómo los nazis pudieron convencer a las masas. También hubo un Rainer en la infancia de Canetti que pudo influenciarle. Supongo que el autor sabe más de todos estos temas y los nombres no han sido elegidos al azar.
Un relato misterioso y que aparenta contener más de lo que se ve a primera vista.
Canetti también vivió en Bulgaria; coincide con el origen de Rainer, por tanto. La obra de Canetti está muy influida por la Alemania nazi y Herman Hesse lo admiraba como maestro de lo grotesco. He encontrado una referencia a un Rainer: es el profesor del experimento de La ola, sobre cómo los nazis pudieron convencer a las masas. También hubo un Rainer en la infancia de Canetti que pudo influenciarle. Supongo que el autor sabe más de todos estos temas y los nombres no han sido elegidos al azar.
Un relato misterioso y que aparenta contener más de lo que se ve a primera vista.