CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
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CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
MAMBRÚ VOLVIÓ DE LA GUERRA
Había una vez un guerrero inglés esbelto y elegante, llamado duque de Marlboroug, que en una tarde de Pascua se dirigía caminando resueltamente hacia un viejo e inmenso castillo medieval. Era nada menos que el famoso Mambrú, que cuando nadie lo esperaba volvía de la guerra. Había muerto en la batalla de Malplaquet en 1709 cuando se enfrentaron los ejércitos de Inglaterra y Francia durante la guerra de sucesión Española.
Iba por el sendero de la entrada principal, caminando solemnemente con sus botas lustradas, vestido con su uniforme militar azul oscuro, su sombrero, su espada y su chaqueta roja. Unos minutos después llegó frente a lo que había sido su hogar y se detuvo un instante a mirar los añosos árboles y ese sendero sinuoso cubierto de césped.
Luego de golpear con las manos, un mayordomo salió a recibirlo en la puerta del castillo muy ceremonioso. Cuando le dijo que era Mambrú el hombre se sorprendió.
– ¿Mambrú? –, repitió, mientras levantaba la vista.
– ¿El de esa canción popular que cantan los niños? –, preguntó.
– Sí,... el que se fue a la guerra –, le contestó Mambrú.
– Pero esa guerra fue hace muchísimos años, a principios del siglo dieciocho, y usted había prometido en aquel entonces que volvería para las fiestas de Pascuas o de Trinidad. Sin embargo, después que esas festividades pasaron, todos pensaron que no volvería más –, le dijo esto, mientras recordaba el principio de aquella famosa canción:
“Mambrú se fue a la guerra, chiribín, chiribín, chin, chin.
Mambrú se fue a la guerra, no sé cuándo vendrá,
aja, ja, aja, ja, no sé cuándo vendrá.
Vendrá para la Pascua, chiribín, chiribín, chin, chin.
Vendrá para la Pascua o por la Trinidad,
aja, ja, aja, ja, o por la Trinidad.
La Trinidad se pasa, chiribín, chiribín, chin, chin.
La Trinidad se pasa. Mambrú no vuelve más,
aja, ja, aja, ja. Mambrú no vuelve más.”
– Si, es cierto, pero hoy en este día de Pascua he regresado –, le dijo sonriendo Mambrú.
De pronto, apareció en la puerta una mujer muy hermosa, vestida elegantemente y que lo miró sorprendida. Al verla, Mambrú quedó completamente embelezado y rápidamente se dirigió hacia ella muy emocionado, dispuesto a abrazarla y besarla.
– ¿Eres realmente Mambrú? –, preguntó ella, mientras se apartaba sutilmente.
– Claro que soy Mambrú, he resucitado mágicamente de mi tumba secreta y he regresado en estas Pascuas para volverte a ver, después de partir hacia aquella guerra.
- No sé si sabe que ya estamos en el siglo veintiuno y que yo soy sólo una descendiente de alguna mujer que seguramente ha conocido –, le dijo ella sonriendo, mientras amablemente lo invitaba a pasar al castillo.
– Disculpe mi efusividad, pero al verla pensé que era mi esposa, porque tiene su misma bella y dulce figura –, le contestó Mambrú.
Luego de unos momentos, Mambrú se encontraba sentado en la mesa del gran salón de recepción. Se había sacado el sombrero y su gruesa chaqueta, y se encontraba tomando el té con esa bella y joven mujer, acompañados con una deliciosa rosca de Pascua.
Ella se mostraba muy contenta por ese regreso, porque Mambrú con su larga cabellera, era más apuesto de lo que imaginaba. Hasta entonces sólo lo conocía por los dichos familiares, sustentados en aquella vieja canción de niños.
– ¿Qué pasará ahora que ha vuelto? Seguramente vendrán periodistas de todo el mundo a verlo –, le comentó ella sonriendo.
– ¿Periodistas? ¿Es que todavía se me recuerda? –, preguntó Mambrú sorprendido.
– Claro Mambrú. Aún no ha desaparecido del conocimiento popular porque está retratado en esa hermosa y pegadiza canción infantil. Todos saben por aquel paje que trajo la noticia, que murió en aquella guerra y que lo llevó a enterrar con cuatro Oficiales y un cura Sacristán –, le dijo ella, mientras rememoraba el final de la canción:
“ Por allí viene un paje, chiribín, chiribín, chin, chin.
por allí viene un paje, qué noticias traerá,
aja, ja, aja, ja, qué noticias traerá.
Las noticias que traigo, qué dolor, qué dolor, qué pena,
las noticias que traigo, dan ganas de llorar,
aja, ja, aja, ja, dan ganas de llorar.
Mambrú ha muerto en guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena,
Mambrú ha muerto en guerra y yo lo fui a enterrar,
aja, ja, aja, ja, y yo lo fui a enterrar.
―–
Con cuatro Oficiales, qué dolor, qué dolor, qué pena,
con cuatro Oficiales y un cura Sacristán,
aja, ja, aja, ja, y un cura Sacristán.
Encima de la tumba, qué dolor, qué dolor, qué pena,
encima de la tumba, los pajaritos van,
aja, ja, aja, ja, los pajaritos van.
Cantando el pío, pío, qué dolor, qué dolor, qué pena,
cantando el pío, pío, el pío, pío, pa,
aja, ja, aja, ja, el pío, pío, pa.”
– Entonces tengo que partir rápidamente, porque los reporteros de todo el mundo vendrán a acosarme muy pronto para las notas en los diarios, revistas, radios y especialmente la televisión. Querrán saber más... y más..., ellos siempre quieren saber más de la cuenta... –, dijo Mambrú asustado.
– Querrán saber como se desarrolló la batalla, quien me mató, como resucité y donde está mi tumba. Preguntarán cual era la identidad de ese paje que le avisó a mi mujer y donde fue el entierro con los cuatro Oficiales y el cura Sacristán. Querrán sacar fotos y efectuar videos con los pajaritos cantando sobre mi tumba y que sé yo cuantas cosas más.
–Toda esa persecución periodística haría insoportable mi vida y nunca me dejarían en paz –, concluyó.
– Pero... ¿tiene un lugar a dónde ir? –, le preguntó ella intrigada.
– Regresaré nuevamente a mi tumba secreta –, y dicho esto, se calzó la chaqueta roja que descansaba sobre un sillón y tomó su sombrero para retirarse.
– Tal vez, algún día resucite nuevamente y vuelva en un momento más oportuno. Cuando realmente todos los medios me hayan olvidado –, le dijo Mambrú, besando dulcemente la mejilla de la mujer como despedida.
– Aquí seguramente habrá alguna otra mujer esperándolo –, le dijo ella abriéndole la puerta, mientras las lágrimas brotaban de sus ojos por ese guerrero inglés resucitado, que se iba de su vida tan poco tiempo después de haberlo conocido.
Y Mambrú se fue caminando por el mismo sendero sinuoso cubierto de césped, donde hace muchísimos años aquella otra mujer muy hermosa lo viera marcharse a la guerra, lo esperó para las fiestas, pero lo mataron y no regresó jamás.
Y colorín colorado, este cuento a terminado.
Había una vez un guerrero inglés esbelto y elegante, llamado duque de Marlboroug, que en una tarde de Pascua se dirigía caminando resueltamente hacia un viejo e inmenso castillo medieval. Era nada menos que el famoso Mambrú, que cuando nadie lo esperaba volvía de la guerra. Había muerto en la batalla de Malplaquet en 1709 cuando se enfrentaron los ejércitos de Inglaterra y Francia durante la guerra de sucesión Española.
Iba por el sendero de la entrada principal, caminando solemnemente con sus botas lustradas, vestido con su uniforme militar azul oscuro, su sombrero, su espada y su chaqueta roja. Unos minutos después llegó frente a lo que había sido su hogar y se detuvo un instante a mirar los añosos árboles y ese sendero sinuoso cubierto de césped.
Luego de golpear con las manos, un mayordomo salió a recibirlo en la puerta del castillo muy ceremonioso. Cuando le dijo que era Mambrú el hombre se sorprendió.
– ¿Mambrú? –, repitió, mientras levantaba la vista.
– ¿El de esa canción popular que cantan los niños? –, preguntó.
– Sí,... el que se fue a la guerra –, le contestó Mambrú.
– Pero esa guerra fue hace muchísimos años, a principios del siglo dieciocho, y usted había prometido en aquel entonces que volvería para las fiestas de Pascuas o de Trinidad. Sin embargo, después que esas festividades pasaron, todos pensaron que no volvería más –, le dijo esto, mientras recordaba el principio de aquella famosa canción:
“Mambrú se fue a la guerra, chiribín, chiribín, chin, chin.
Mambrú se fue a la guerra, no sé cuándo vendrá,
aja, ja, aja, ja, no sé cuándo vendrá.
Vendrá para la Pascua, chiribín, chiribín, chin, chin.
Vendrá para la Pascua o por la Trinidad,
aja, ja, aja, ja, o por la Trinidad.
La Trinidad se pasa, chiribín, chiribín, chin, chin.
La Trinidad se pasa. Mambrú no vuelve más,
aja, ja, aja, ja. Mambrú no vuelve más.”
– Si, es cierto, pero hoy en este día de Pascua he regresado –, le dijo sonriendo Mambrú.
De pronto, apareció en la puerta una mujer muy hermosa, vestida elegantemente y que lo miró sorprendida. Al verla, Mambrú quedó completamente embelezado y rápidamente se dirigió hacia ella muy emocionado, dispuesto a abrazarla y besarla.
– ¿Eres realmente Mambrú? –, preguntó ella, mientras se apartaba sutilmente.
– Claro que soy Mambrú, he resucitado mágicamente de mi tumba secreta y he regresado en estas Pascuas para volverte a ver, después de partir hacia aquella guerra.
- No sé si sabe que ya estamos en el siglo veintiuno y que yo soy sólo una descendiente de alguna mujer que seguramente ha conocido –, le dijo ella sonriendo, mientras amablemente lo invitaba a pasar al castillo.
– Disculpe mi efusividad, pero al verla pensé que era mi esposa, porque tiene su misma bella y dulce figura –, le contestó Mambrú.
Luego de unos momentos, Mambrú se encontraba sentado en la mesa del gran salón de recepción. Se había sacado el sombrero y su gruesa chaqueta, y se encontraba tomando el té con esa bella y joven mujer, acompañados con una deliciosa rosca de Pascua.
Ella se mostraba muy contenta por ese regreso, porque Mambrú con su larga cabellera, era más apuesto de lo que imaginaba. Hasta entonces sólo lo conocía por los dichos familiares, sustentados en aquella vieja canción de niños.
– ¿Qué pasará ahora que ha vuelto? Seguramente vendrán periodistas de todo el mundo a verlo –, le comentó ella sonriendo.
– ¿Periodistas? ¿Es que todavía se me recuerda? –, preguntó Mambrú sorprendido.
– Claro Mambrú. Aún no ha desaparecido del conocimiento popular porque está retratado en esa hermosa y pegadiza canción infantil. Todos saben por aquel paje que trajo la noticia, que murió en aquella guerra y que lo llevó a enterrar con cuatro Oficiales y un cura Sacristán –, le dijo ella, mientras rememoraba el final de la canción:
“ Por allí viene un paje, chiribín, chiribín, chin, chin.
por allí viene un paje, qué noticias traerá,
aja, ja, aja, ja, qué noticias traerá.
Las noticias que traigo, qué dolor, qué dolor, qué pena,
las noticias que traigo, dan ganas de llorar,
aja, ja, aja, ja, dan ganas de llorar.
Mambrú ha muerto en guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena,
Mambrú ha muerto en guerra y yo lo fui a enterrar,
aja, ja, aja, ja, y yo lo fui a enterrar.
―–
Con cuatro Oficiales, qué dolor, qué dolor, qué pena,
con cuatro Oficiales y un cura Sacristán,
aja, ja, aja, ja, y un cura Sacristán.
Encima de la tumba, qué dolor, qué dolor, qué pena,
encima de la tumba, los pajaritos van,
aja, ja, aja, ja, los pajaritos van.
Cantando el pío, pío, qué dolor, qué dolor, qué pena,
cantando el pío, pío, el pío, pío, pa,
aja, ja, aja, ja, el pío, pío, pa.”
– Entonces tengo que partir rápidamente, porque los reporteros de todo el mundo vendrán a acosarme muy pronto para las notas en los diarios, revistas, radios y especialmente la televisión. Querrán saber más... y más..., ellos siempre quieren saber más de la cuenta... –, dijo Mambrú asustado.
– Querrán saber como se desarrolló la batalla, quien me mató, como resucité y donde está mi tumba. Preguntarán cual era la identidad de ese paje que le avisó a mi mujer y donde fue el entierro con los cuatro Oficiales y el cura Sacristán. Querrán sacar fotos y efectuar videos con los pajaritos cantando sobre mi tumba y que sé yo cuantas cosas más.
–Toda esa persecución periodística haría insoportable mi vida y nunca me dejarían en paz –, concluyó.
– Pero... ¿tiene un lugar a dónde ir? –, le preguntó ella intrigada.
– Regresaré nuevamente a mi tumba secreta –, y dicho esto, se calzó la chaqueta roja que descansaba sobre un sillón y tomó su sombrero para retirarse.
– Tal vez, algún día resucite nuevamente y vuelva en un momento más oportuno. Cuando realmente todos los medios me hayan olvidado –, le dijo Mambrú, besando dulcemente la mejilla de la mujer como despedida.
– Aquí seguramente habrá alguna otra mujer esperándolo –, le dijo ella abriéndole la puerta, mientras las lágrimas brotaban de sus ojos por ese guerrero inglés resucitado, que se iba de su vida tan poco tiempo después de haberlo conocido.
Y Mambrú se fue caminando por el mismo sendero sinuoso cubierto de césped, donde hace muchísimos años aquella otra mujer muy hermosa lo viera marcharse a la guerra, lo esperó para las fiestas, pero lo mataron y no regresó jamás.
Y colorín colorado, este cuento a terminado.
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
Lo primero de todo dar las gracias al autor por poner la canción entera, he de reconocer que solo recordaba el estribillo y no sabía que tenía tanta letra
Desgraciadamente la historia no me ha dicho demasiado, ni me ha parecido especialmente infantil más allá de poner la canción, lo siento autor
Por cierto
Desgraciadamente la historia no me ha dicho demasiado, ni me ha parecido especialmente infantil más allá de poner la canción, lo siento autor
Por cierto
el error de la última frase es de los de hacer sangrar los ojos y más justo al acabar el cuento |
"Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano" (Friedrich von Schiller)
Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
Pues yo no me sabía esta versión
No es que me haya enamorado este relato, pero quizá con un poco más de extensión y de humor sí lo hubiera hecho. Es ameno y simpático y se lee bien.
No es que me haya enamorado este relato, pero quizá con un poco más de extensión y de humor sí lo hubiera hecho. Es ameno y simpático y se lee bien.
1, 2... 1, 2... probando...
Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
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- jilguero
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Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
Ella:
Como conocía la canción, nada más leer el título en la librería quise comprarlo.
Pero ¡qué desilusión! Yo quería que Mambrú hubiera sido una rata de alcantarilla...
Como conocía la canción, nada más leer el título en la librería quise comprarlo.
Pero ¡qué desilusión! Yo quería que Mambrú hubiera sido una rata de alcantarilla...
A la del sombrerito ni fu ni fa porque eso de los medios no le ha interesado mucho. A mi en cambio, me ha agradado que hayaa sacado de la tumba a un personaje legendario, lástima que la puesta en escena sea tan corta. |
¿Qué me está pasando? Las cavilaciones de Juan Mute
El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre (A. Camus)
- Tolomew Dewhust
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Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
Mmm...
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Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
- Tolomew Dewhust
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Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
Eso es. Por ese simple echo. No por otro. Por ese echo.
Oye, para mí, el mejor título del concurso. La historia luego se me vino a bajo en seguida, porque esperaba algún zombie por ahí y eso...
Oye, para mí, el mejor título del concurso. La historia luego se me vino a bajo en seguida, porque esperaba algún zombie por ahí y eso...
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
Coñe, y no es un zombie?Tolomew Dewhust escribió: porque esperaba algún zombie por ahí y eso...
1, 2... 1, 2... probando...
- Tolomew Dewhust
- Foroadicto
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Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
¡Un zombie no se preocuparía por los paparazzi! ¡SE LOS COMERÍA!
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
Habla el niño del ascensor:
--¿De que te ries, mujer?
--JAJAJAJAJAJA Dios bendito, es que me ha encantado. Está muy muy muy mal escrito, tanto que esta sangre que me baja de los ojos sólo es la sangre que mana cuando faltan esas haches que parece que palpitan en su ausencia. Pero me ha parecido muy simpático, muy original y muy romántico. ¿Qué se le va a hacer? Yo soy "asín".
--Entonces..., ¿este cuento nos ha gustado?
--Sí, nos ha gustado. Y te diré aún más: nos ha "embelezado" Y si dices lo contrario te despellejaré y me haré un monedero con esas bolitas que guardas en esos pantaloncillos baratos que tu madre te compra en el Primark.
--¿De que te ries, mujer?
--JAJAJAJAJAJA Dios bendito, es que me ha encantado. Está muy muy muy mal escrito, tanto que esta sangre que me baja de los ojos sólo es la sangre que mana cuando faltan esas haches que parece que palpitan en su ausencia. Pero me ha parecido muy simpático, muy original y muy romántico. ¿Qué se le va a hacer? Yo soy "asín".
--Entonces..., ¿este cuento nos ha gustado?
--Sí, nos ha gustado. Y te diré aún más: nos ha "embelezado" Y si dices lo contrario te despellejaré y me haré un monedero con esas bolitas que guardas en esos pantaloncillos baratos que tu madre te compra en el Primark.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
- Topito
- GANADOR del V Concurso de relatos
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Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
-¿Señor autor?
—...
—Le llamaba por el cuento que nos ha mandado. Lo cierto es que no creemos que nuestro público le vaya a gustar en demasía. Puede que para un público más adulto que conozca la canción...
—...
—Sí, sabemos que es muy conocida, pero los jóvenes de 10 a 12 años les gusta otro tipo de canciones.
—...
—Y otra tema que quisiera tratar. ¿No podría usted mostrar más al zombie y menos al ser humano? Posiblemente así, tendría alguna oportunidad cuando lo pasemos al departamento de lecturas.
pipipipi
—¿Señor autor, está usted aún ahí?... Vaya, me ha colgado.
—...
—Le llamaba por el cuento que nos ha mandado. Lo cierto es que no creemos que nuestro público le vaya a gustar en demasía. Puede que para un público más adulto que conozca la canción...
—...
—Sí, sabemos que es muy conocida, pero los jóvenes de 10 a 12 años les gusta otro tipo de canciones.
—...
—Y otra tema que quisiera tratar. ¿No podría usted mostrar más al zombie y menos al ser humano? Posiblemente así, tendría alguna oportunidad cuando lo pasemos al departamento de lecturas.
pipipipi
—¿Señor autor, está usted aún ahí?... Vaya, me ha colgado.
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- Mister_Sogad
- Tigretón
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Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
Aunque la idea me atraía al leer el título, luego con la historia en sí he perdido algo de interés. Autor/a creo que deberías haber apostado por el humor, a mí me parece demasiado serio para el tema usado. Tampoco ayuda demasiado la canción a enganchar a un niño/a, o eso pienso; parece un contrasentido pues los niños/as pueden reconocerla, pero con 12 años no creo que les atraiga tanto como para leerla en medio de un relato. Lo siento autor/a.
Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
Lectura vigésima: Mambrú volvió de la guerra
-(Por favor, antes de empezar, no me enviéis más peticiones para que vuelva Lord Fledermaus. Se fue ayer tarde, no sé cuándo vendrá.)
-Buenas a todos, aquí el doctor Piruleta. Vamos a pasarlo bien con Mambrú volvió de la guerra. ¿Alguien recuerda la canción?
Enlace
-(Por favor, antes de empezar, no me enviéis más peticiones para que vuelva Lord Fledermaus. Se fue ayer tarde, no sé cuándo vendrá.)
-Buenas a todos, aquí el doctor Piruleta. Vamos a pasarlo bien con Mambrú volvió de la guerra. ¿Alguien recuerda la canción?
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Tolo escribió:Una hermosa niña de treinta y cuatro años, que repite segundo de BUP porque sus profes le tienen manía, se inventa que tiene un novio que se llama Mambrú, que es de Guinea Ëcuatorial, y que le visita por la noche, cuando ella duerme. Ojo, Profu, este no se lo leas al niño pues contiene escenas de cama tórridas. Muy tórridas. Torridísimas...
-(La imaginación de estos dos es inagotable) Pues parece que hay dos opiniones bastante dispares dentro de lo que parece evidente que aparecerá y que, desde luego, aparece: la canción de Mambrú y el propio Mambrú. Hace sonreír el relato, pero todo lo que te han dicho los otros es cierto. Y está bien poner la canción, así se puede cantar, pero parece un poco relleno. Si la quitas se queda en ná Lástima, prometía mucho. Eyre no será tan compasiva, lo habrá vetado seguro.Iliria escribió:... y como Rambo en "Acorralado" regresa con síndrome post traumático y la lía en el pueblo donde está de paso (ah, no, que esto es para niños... ) Veo a Tolo por aquí?
Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
El personaje es tan popular todavía que sin duda es adecuado al tema del concurso. Sin embargo no me dice mucho. Quizàs el cuento hubiera necesitado de una historia donde pasaran cosas a raiz de la vuelta de guerrero, pero no, simplemente llega se asusta y se pira. No sé si estoy muy acertado pero se me ha quedado sosillo, sosillo. Suerte compi que la historia no es mala, si acaso demasiado sencillota para mi gusto.
--- Pareces atribulado!!
--- No entiendo... tan sólo me estoy cagando.
--- Corre raudo, pues...
--- ¡Por los dioses! ¡¡¡Necesito un diccionario!!!
--- No entiendo... tan sólo me estoy cagando.
--- Corre raudo, pues...
--- ¡Por los dioses! ¡¡¡Necesito un diccionario!!!
Re: CI 1 - Mambrú volvió de la guerra
¡Mis ojos, mis ojos, mis ojooooos! ¡Esa hache! Bueno, seguro que es un gazapo sin más
Es una historia simpática y sencillita. Me ha sabido a poco, pero creo que es porque me había hecho a la idea de que el relato iba a ser en plan La pata de mono o el Cementerio de Animales de King. Es que como algunos están tan tétricos en este concurso... Pero se lee con agrado
Yo no me sabía la cancion así
Es una historia simpática y sencillita. Me ha sabido a poco, pero creo que es porque me había hecho a la idea de que el relato iba a ser en plan La pata de mono o el Cementerio de Animales de King. Es que como algunos están tan tétricos en este concurso... Pero se lee con agrado
Yo no me sabía la cancion así
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