CP XI Te sigo queriendo, Elvira - Fernweh (3° Jur)

Relatos que optan al premio popular del concurso.

Moderadores: kassiopea, noramu

Avatar de Usuario
lucia
Cruela de vil
Mensajes: 84418
Registrado: 26 Dic 2003 18:50

CP XI Te sigo queriendo, Elvira - Fernweh (3° Jur)

Mensaje por lucia »

Te sigo queriendo, Elvira



Era un domingo de otoño. Todavía puedo recordar el olor a tierra mojada en contraste con el cálido aroma de las castañas asadas, el crujir de las hojas bajo mis pies y, sobre todo, esa luz espectral que asomaba entre los árboles creando multitud de nuevos colores a mi alrededor.
Ese ambiente mágico hizo que me tranquilizara un poco, aquella era la primera entrevista que iba a realizar para la pequeña publicación del instituto y quería hacer un buen trabajo; por eso le elegí a él, algo me decía que detrás del aire melancólico que le envolvía y aquel misterioso paraguas que siempre le acompañaba, tenía que haber una buena historia.
Llegué a la plaza quince minutos antes, pero él ya estaba esperándome, de pie, con su raído paraguas en una mano y vistiendo sus mejores ropas viejas. Sonrió al verme y yo correspondí como mejor pude mientras tomábamos asiento en una de las terrazas. El camarero vino a romper el primer silencio incómodo y, después de que trajera nuestras consumiciones, disparé la primera pregunta a aquel anciano.

-¿Cómo llegó a convertirse en un mendigo?- Mi voz sonaba áspera y tosí para aclararla.

-¿Un mendigo? ¿Es así como me ves? – Seguía sonriendo.

De repente sentí cómo todo el calor de mi cuerpo se concentraba en mi cara. Él me miraba fijamente, lo cual no ayudaba, y encogiéndome por momentos dentro de mi abrigo, no supe qué contestar.

-Tranquila- Continuó al cabo de largos segundos. – No pretendía abochornarte. Es tan sólo que no me considero un mendigo, entre otras cosas porque yo jamás he pedido limosna.

Era cierto, él nunca pedía nada. Se limitaba a permanecer en una esquina, observando detenidamente a la gente sentada a las mesas y, cuando alguien captaba su atención, por el motivo que fuera, les escribía un poema. Luego se acercaba a ellos, los repartía y, con las mismas, regresaba a su rincón, donde buscaba nuevas fuentes de inspiración.

-Soy incapaz de pedir nada a cambio. Ellos son los verdaderos dueños de los versos que escribo porque, si no estuvieran presentes, los sentimientos que despiertan en mí no existirían, y esos poemas nunca llegarían a tomar forma. Incluso, a veces, con algunas personas, siento que son ellos mismos quienes escriben a través de mi mano.
Pero… ¡claro que acepto agradecido cuando alguien decide darme unas monedas! Las palabras alimentan mi espíritu, pero el estómago es algo más caprichoso.

Luego me estuvo contando cómo la crisis y un par de malas decisiones hicieron que su pequeña tienda de antigüedades se viniera abajo, dejándole completamente arruinado. Yo escuchaba y asentía con la cabeza, intentando no perderme en el abismo de su mirada, de un azul tan profundo que recordaba al mar cuando está empezando a anochecer.
Y debí perderme pues, de repente, me di cuenta de que se había quedado callado, esperando una respuesta de mis labios a una pregunta que no llegué a escuchar.
Me agité en la silla, incómoda, y contesté con otra pegunta.

- ¿Por qué lleva siempre ese paraguas consigo?

Mantuvo la sonrisa aunque, por unos instantes, pareció que una sombra de amargura se hubiera detenido en su rostro amenazando con desfigurarla.

-Es mi pequeño tesoro. La última cosa de la que jamás querría desprenderme.

Esperé que continuara hablando, que contara más detalles sobre el paraguas, pero aquello fue todo lo que dijo. Después, exhaló un suspiro y bajó la mirada por primera vez.

-¿Perteneció a una persona importante para usted?- Modulé mi voz para que sonara lo más dulce posible.

-Fue un regalo -Contestó mientras lo acariciaba.- Un regalo que nunca llegué a realizar.

Sus labios volvieron a sellarse, y, esta vez, decidí respetar su silencio. Aquel hombre había accedido a contarme las miserias de su situación, pero eso no me daba derecho a desenterrar fantasmas del pasado.
Sin embargo, después de mirarme durante largo rato, muy fijo, como si buscara en mí alguna señal que le dijera si yo era merecedora de escuchar su historia, empezó a hablar de nuevo.

- Ella parecía tenerlo todo, al menos a ojos de los demás. Pero no era feliz porque, para ella, nada de lo que tenía era real. Las cosas, cuando no tienen ningún significado para nosotros, o cuando dejan de tenerlo, se diluyen hasta desaparecer. Están ahí, delante de nuestros ojos, pero como espectros. Pueden llegar a sernos útiles, como una taza para beber (dio un sorbo a su café), o una servilleta de papel para limpiarnos los restos de la bebida (hizo lo propio), pero una vez cumplida su función…no son nada. ¿Entiendes lo que digo?

Asentí con la cabeza, aunque lo cierto era que no lo entendía. Además, ¿Qué relación tenía todo eso con el paraguas? y ¿Quién era ella? Debió notar lo perdida que estaba y continuó hablando.

-Imagina una estantería llena de libros, ¿Qué sentido tienen si nadie los lee? O un papel en blanco, hasta que no se escribe o dibuja nada sobre él ¿Qué significado tiene? ¿De qué sirve un espejo si no reconoces a quien te mira a través de él? ¿De qué sirve tener alas de oro si no puedes volar?

Ahí empecé a pensar que con aquella pregunta sólo había conseguido que algún resorte dentro de su cabeza saltara trastornándole y haciéndole desvariar, y que la entrevista resultaría un poco distinta a como la había imaginado. Pero no quise ser descortés, seguí escuchando, y la historia empezó a tomar forma.

-Yo me sentía tremendamente afortunado por tenerla a mi lado, pero mi felicidad se empañaba al verla arrastrando tanta tristeza, y por más que intentaba mitigar su dolor, nunca terminaba de conseguirlo, incluso a veces parecía que no me viese. Por eso un día decidí comprar este paraguas. A primera vista es como cualquier otro, solo sirve para protegerse de la lluvia…o del sol. Además es feo y viejo, como yo. Aunque en su día no lucía así. Hace cuarenta años era negro, brillante e impoluto. Pero al fin y al cabo no dejaba de ser un simple paraguas.
Ella ya tenía varios, quizá mucho más bonitos y caros que este, pero yo hice algo para que el mío fuera especial. Al menos para mí lo es, para mí no hay nada más real y lleno de significado que esto.

En ese momento abrió el paraguas y una oscura cúpula apareció sobre nosotros.
Había algo escrito. Las letras, aunque borrosas, aún podían distinguirse. Tan sólo cuatro palabras.

“Te sigo queriendo, Elvira”

- Puede sonar ridículo, lo sé.- Siguió hablando el anciano mientras volvía a cerrarlo.- Pero yo era joven y estaba enamorado, y el amor nos conduce a hacer este tipo de cosas. Ella odiaba la lluvia, decía que era como si el mismo cielo llorara de pena al contemplar su absurda y nimia existencia. Y yo, al escribir esa frase en el interior del paraguas, sólo pretendía que, en esos días borrascosos, cuando saliera a la calle y se protegiera con él, pudiera ver que a pesar de que ella pensara que era un ser despreciable, y que el cielo se lamentaba por ello, para mí era el ser más maravilloso que existía, y que siempre, y más en esos momentos en los que todo a su alrededor parecía desvanecerse, yo estaría ahí, amándola, que yo no era otro de sus espectros, que yo era “real”. –Sacudió la cabeza mientras concluía.- Probablemente ella se hubiera reído si hubiera podido dárselo.

Enseguida imaginé que ella habría muerto, y tuve miedo de preguntar, pero tampoco podía dejarlo así, a medias, así que con voz trémula pregunté:

-¿Qué pasó?

-Se fue, desapareció. El mismo día en que pretendía entregarle el paraguas me dejó una nota. Tan sólo decía “Adiós, sé feliz. Yo no puedo”.

Abrí los ojos impresionada.

-¿Cree que se trataba de una nota de…

-¿Suicidio?- Terminó la frase mientras negaba con la cabeza.- Al principio pensé que sí, que cabía esa posibilidad, e hice todo lo que estuvo en mi mano para encontrarla y evitar tal desenlace. Pero se había esfumado, no había el menor rastro de ella.

-Pero…ahora sabe que no se suicidó… ¿La volvió a ver?- Espeté ansiosa por conocer el final de la historia.

De nuevo se hizo el silencio, y noté cómo el mar de sus ojos se agitaba mientras miraba a un punto fijo. Pasaron unos eternos minutos antes de que prosiguiera.

-Ahí mismo, en aquella mesa.- Giré la cabeza para mirar.- Hace tres años aproximadamente.

-¿Era ella? ¿Está seguro? ¿Se acercó para hablarle?- Hizo un gesto con la mano para que me calmara.

-Era ella, no dudé ni un instante. Desde el mismo momento en que se fue, no hubo un solo día en el que no evocara su rostro en mi mente. Y, con el pasar de los años fui añadiendo a mi recuerdo los pequeños cambios y matices propios de la edad.
La mujer que estaba ahí sentada no era igual a como yo la había imaginado, pero era ella. Lo supe por el contorno de su nuca y su barbilla, por la manera en la que levantaba la taza y daba pequeños sorbos de ella. Lo supe porque parecía sostener sobre sus hombros todo el peso del universo, y sobre todo porque el corazón me empezó a latir de una forma desmedida en cuanto mis ojos se posaron en los suyos.
Escribí un poema, solo uno, aquel día no podía ni siquiera pensar en mirar a nadie más. Me acerqué, temblando, y se lo dejé sobre la mesa diciendo: “Para usted, señora.”
Ella me sonrió débilmente, y me alejé.
La estuve observando mientras lo leía y noté como se turbaba. Luego, muy despacio, se dedicó a darle diminutos pellizcos al papel, hasta hacerlo desaparecer.

-¿Lo rompió? ¿Por qué?- A aquellas alturas ya no podía controlar mi impaciencia.

- Lo rompió, aunque quiero imaginar que lo hizo tan despacio para que le diera tiempo a memorizarlo. Creo que jamás he escrito un poema más bello.

-¿Recuerda como era? ¿Podría recitarlo?

- Lo recuerdo, cada palabra, cada coma. Pero no puedo recitártelo. El poema no es mío, sino de ella, y solo ella tiene derecho a decidir quien puede escucharlo.

Volví a sonrojarme. Pero él no pudo darse cuenta, él ya no me veía. Ahora hablaba con la mirada perdida, como si en una dimensión invisible para mí se estuviera representando la escena que iba narrando. Yo le dejé terminar sin interrumpirle. De todas formas algo me decía que, aunque lo hubiera hecho, él ya no podría escucharme.


- Ella no tardó en levantarse, y cuando vi que se marchaba, juro que creí por un momento que mi corazón, desbocado, iría tras ella. Pero para mi sorpresa, antes de abandonar la plaza, decidió acercarse y darme unas monedas. Lo hizo sin siquiera dirigirme la mirada, y yo, con apenas un hilo de voz, le pregunté
“¿No le ha gustado mi poema?”
Entonces me miró, y en sus ojos, tristes pero tranquilos, pude ver que no me había reconocido.
“El poema era precioso.”, me dijo, “Pero no lo merezco”.
Quise decirle que se equivocaba, quise abrazarla como antaño hiciera, pero pensé que quizá ella no se acordara de mí y temía que me tomara por un demente, por eso no hice nada.
Parecía que ya iba a marcharse, pero volvió a clavar sus ojos en los míos y siguió hablando.
“¿Sabe? Hace muchos años conocí a alguien que también escribía poemas, pero yo casi nunca estaba de humor para leerlos. Usted me ha hecho recordarle, eso me ha entristecido y por eso lo he roto, lo siento”.
El corazón seguía retumbando en mi pecho, tanto que no me explicaba cómo ella no podía escuchar cada latido. Ahora que sabía que me recordaba, no podía dejar que se fuera, no podía…
“¿Y por qué le aflige tanto ese recuerdo, señora?” Pregunté.
“Era bueno conmigo y le traicioné, pensar en él solo me hace ver la clase de monstruo que soy.” Parecía que estuviese a punto de llorar.
“Quizá le vendría bien volver a verle. Fuera lo que fuese que hizo, seguro que él le perdona” Le dije.
Pero ella reaccionó igual que si una serpiente le hubiera mordido.
“¡No!” Ya no pudo reprimir las lágrimas “No quiero verle. Él me amaba, pero yo nunca pude corresponderle, era incapaz de amar a nadie, lo intenté, pero no pude, por eso me marché. No me atreví siquiera a explicarle el motivo. Y sigo siendo igual de cobarde, porque prefiero pensar que él pudo olvidarme, que rehizo su vida y fue feliz. Y también mantengo la esperanza de que piense que hubo un día en que le amé. No puedo soportar la idea de que él descubra que no fue así, ni tampoco quiero ver reflejado en sus ojos todo el daño que le hice, porque eso me haría sentir peor persona.
Y, por último, con la sonrisa más amarga que alguien pueda imaginar, me dijo:
“¿Ve cómo no me merecía el poema?”
Entonces, como si el cielo hubiera empatizado con mi alma, todo se nubló y, de repente, comenzó a llover.
Abrí el paraguas, le ofrecí acompañarla a un lugar bajo techo, y mientras caminábamos, en silencio, con el corazón hecho pedazos, pero amándola más que nunca, sólo pude pensar una cosa.
“¡No mires hacia arriba, no mires hacia arriba!”


Eso fue todo, el vagabundo cerró los ojos con fuerza, como queriendo evitar que el mar embravecido que ocultaba en su interior traspasara la débil barrera de sus párpados y escapara por entre sus pestañas. En las manos sostenía la servilleta que había utilizado para limpiarse, la retorcía entre los dedos de manera inconsciente hasta que, poco a poco, empezó a desmenuzarse y fue dejando caer los restos sobre la mesa.
Yo me quedé un rato más, observándole, y estuve tentada a realizar una última pregunta…pero no lo hice. En su lugar me levanté, me acerqué y le dí un beso en la mejilla, pero él no parecía reaccionar ante mi presencia.
Luego entré a la cafetería para pagar la cuenta, y cuando salí él ya no estaba.
Lo vi a lo lejos, apartando con el paraguas las hojas secas que encontraba a su camino, evitando pisarlas a toda costa. Aquella luz fantasmagórica se posaba ahora sobre sus hombros confiriéndole un aspecto misterioso e irreal. Y así, poco a poco, se fue perdiendo entre los árboles, como el especto que siempre fue para Elvira, pero dejando tras de sí la estela del amor más puro y auténtico que yo haya conocido nunca.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

Imagen Mis diseños
Avatar de Usuario
Landra
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 373
Registrado: 18 Mar 2016 01:13

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por Landra »

A mí me ha hecho soltar unas lágrimas... ya no digo más.
1
Avatar de Usuario
Isma
Vivo aquí
Mensajes: 7126
Registrado: 01 Abr 2010 21:28
Contactar:

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por Isma »

Me parece una buena propuesta, la de dar voz a un sin techo -que no mendigo. La entrevistadora, que es joven e inocente, sirve para que el lector, que también desconoce la historia del anciano, se identifique y se involucre, "pregunte" y se interese. Muy bien. La historia es dulce: la de un verdadero poeta, verdadero porque regala su poesía, pues como decía Machado, la monedita del alma se pierde si no se da. Hasta que se encuentra de nuevo con ella. Y este hecho dispara la resolución de la historia.

Hasta aquí muy bien, autor. Me estaba enganchando esa mezcla de conceptos. El vagabundo poeta, el amor perdido, la joven emocionada. Unos recuerdos ocultos tras unos ojos profundos, confidencias entre el aroma del café. Pero, ¿por qué desvelas todo cuando ella replica? ¿Por qué esa explicación, claramente dirigida al lector? Eso me mata. El texto debe sugerir, evocar, permitir que el lector descubra: si me presentas la solución a pelo me sacas de la historia y me recuerdas que estoy leyendo un texto y no "escuchando" una historia.

Son fundamentos muy buenos para un relato y además no caes en la tentación de la emoción fácil. Por eso, por lo bien que estaba fluyendo, me ha dado rabia quedarme tan frío al final. Lo siento...

¡Suerte!
Avatar de Usuario
MomoEnSilencio
Lector
Mensajes: 87
Registrado: 27 Mar 2016 21:11

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por MomoEnSilencio »

La historia me ha conmovido y, como la protagonista, tenía muchas ganas de preguntar al hombre sin techo acerca de la historia. No es fácil emocionar al lector, aunque parezca lo contrario, y a mí me has hecho sentir nostalgia, curiosidad, empatía... Puro sentimiento y una sensibilidad muy particular para dotar a los personajes de vida.

De mis favoritos, desde luego.
1
Avatar de Usuario
ACLIAMANTA
No puedo vivir sin este foro
Mensajes: 584
Registrado: 29 Oct 2014 13:01

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por ACLIAMANTA »

La historia me gustó aunque quede con la sensación de que no estaba muy bien tejida.
Me pareció que hay unas cuantas hebras flojas. Por ejemplo la inscripción en el paraguas. Ese “te sigo queriendo” me hace sentido al final pero para el momento en que se supone que ideó el regalo, no.
Por eso tal vez un simple “Te quiero, Elvira” me hubiera convencido más
pero como ese "Te sigo queriendo, Elvira" suena tan bien, creo que había que hilvanar mejor para no perderlo :oops:
1
Avatar de Usuario
blinder
No puedo vivir sin este foro
Mensajes: 755
Registrado: 10 Jul 2005 04:06
Ubicación: Alcorcón y casi toda España
Contactar:

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por blinder »

Hola autor/a.

He de decir que por ahora, de los que llevo leídos, es el que más me gusta.

Me ha hecho soltar alguna lagrimilla con ese "no mires arriba". Sólo, y para mi gusto, hubiera hecho todo lo posible con que el relato hubiera terminado con esa frase "no mires arriba", para dejar al lector con un sabor de boca después de leerlo. Pero ésto es más personal, quizás a otros lectores no les guste así. A mi sí. Ese último párrafo quizás me corta un poco el rollo y no llega a la altura de la frase anterior.

Por lo demás, Enhorabuena.

Gracias y suerte.
:batman:
Avatar de Usuario
Shigella
Bacteria
Mensajes: 5442
Registrado: 09 Jul 2008 13:18

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por Shigella »

No doy crédito! Isma ha comentado este relato y no ha dicho nada sobre que deberías haber usado comillas angulares :cunao: (Autor, si eres nuevo te aclaro que Isma es muy fan de poner comillas angulares en lugar de normales o guiones)

Bueno, al lío. El relato me parece precioso. Es una historia tierna sin caer en dramatismos fáciles, y además la prosa es fluida, lo que yo siempre agradezco.

Sólo le veo la pega de que no me ha resultado creíble del todo. La forma de hablar del hombre me parece poco natural. Un narrador puede decir perfectamente algo como "mi felicidad se empañaba al verla arrastrando tanta tristeza, y por más que intentaba mitigar su dolor, nunca terminaba de conseguirlo", pero las personas de carne y hueso no hablamos así (perdona, pero la obsesión de Isma con las comillas no es nada comparada con mi obsesión por los diálogos creíbles. Cada uno con sus manías). Otra cosa que me cuesta creer es que la mujer no le reconozca incluso despues de hablar con él, leer su poesía y hablar de él. Y en el caso de que no le reconociera, yo no le explicaría mi vida amorosa a un desconocido de la calle, pero bueno, hay gente pa'tó...

Autor, de los relatos que llevo este es el que más me ha gustado (aunque llevo muy poquitos), pero tengo que dar una de cal y otra de arena. :wink:
1, 2... 1, 2... probando...
FearTheWalkingSeb
Mensajes: 5
Registrado: 11 Mar 2016 08:16

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por FearTheWalkingSeb »

Bueno, es el primer relato que leo y quiero criticarlo antes de leer otros y no tenerlo fresco. Antes que nada, es raro ser crítico cuando admiro profundamente el estilo de escritura; independientemente del hilo de la historia y lo que sucede en ella, la estética con la cual está narrada me parece impecable.
La historia en si misma me parece muy bien llevada y construida, a mi en lo particular no me suelen atrapar las historias nostálgicas de amor en clave retrospectiva y en la atmósfera del café y la charla; pero eso es estrictamente un tema de gustos y, por eso reitero, la historia es buenísima y está narrada de una manera brillante.
Dado que el juicio sobre el contenido es subjetivo y es a mi a quien estas tramas no me gustan mucho, no tiene mucho sentido juzgar al relato por no haber coincidido con mis gustos particulares. Acerca del relato en si mismo, me gustó mucho y felicito a la (me sonó a que la autora es mujer por la protagonista), o él tal vez, autor/a por la manera en la que desarrolló su historia con una estética a mi gusto impecable.
Respecto a la credibilidad de los hechos dentro de la lógica del relato, nada me hizo demasiado ruido. Es verdad que la historia está hecha a la medida de la resolución y la historia del mendigo, pero no me resultó brusca ni obvia; tampoco encontré como lector ningún obstáculo ni desviación ni nada que me perturbe en el desarrollo de mi interpretación y mi ansiedad. Es verdad que algo de esa naturaleza tal vez le sacaría esa estética armónica y totalmente rítmica y podría hacer del relato un contraste mucho mas fuerte para cuando el lector averigua la verdad, pero es una entrevista y es un relato corto. Por eso digo que tampoco me resulto brusco ni muy obvio. No creo que halla pecado por omitir algo de vértigo en el lector, tal vez hubiera estado bueno pero la dinámica impecable de la narración no lo pedía y, ciertamente, no es algo que se reclame cuando se termina de leer.
Gran estilo, narrativa perfecta
Gran trama (no de mi gusto por motivos personales inevitables)
Gran tranquilidad para el lector a lo largo de la historia (no criticable a mi parecer ya que logra su objetivo mediante la dinámica entretenida que converge en la resolución de la ansiedad creciente por la historia del mendigo)
1
Avatar de Usuario
Ororo
Diosa de ébano
Mensajes: 9162
Registrado: 14 Oct 2008 18:30
Ubicación: En África

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por Ororo »

Me ha parecido un relato muy bien escrito, bien contado, sin caos ni confusiones. Muy bien estructurado (casi que demasiado, porque pese a la locura que subyace en el protagonista, me habría gustado verlo más desatado) y con diálogos muy naturales.

La redacción en general me ha gustado, aunque hay momentos (sobre todo los que se refieren a los ojos del protagonista) que pecan de poéticos naturalistas sin motivo aparente, lo cual me ha roto el ritmo más realista que llevaba.

El formato entrevista me parece buena idea, aunque no me resulta muy convincente que le haga un par de preguntas y en seguida se ponga el hombre a contar la historia de amor que le tiene turbado tantos años. Se da a conocer con demasiada facilidad, aunque sí, duda en varias ocasiones antes de lanzarse.

En cuanto a la historia, me ha parecido un poco típica, ya vista, aunque incluye momentos originales como el paraguas y la personalidad de Elvira, que me encanta con tantos matices.

En general, el formato salva la clásica historia y, aunque tiene algo de conmovedora, me ha faltado pasión.

Edito: otra cosa que se me acaba de ocurrir: ¿Te sigo queriendo?, no sería más lógico ¿Te quiero?, puesto que lo escribió en el momento presente que ahora es el pasado?
1
Avatar de Usuario
Isma
Vivo aquí
Mensajes: 7126
Registrado: 01 Abr 2010 21:28
Contactar:

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por Isma »

Shigella escribió:No doy crédito! Isma ha comentado este relato y no ha dicho nada sobre que deberías haber usado comillas angulares :cunao: (Autor, si eres nuevo te aclaro que Isma es muy fan de poner comillas angulares en lugar de normales o guiones)
Es que en este concurso estoy intentando ser un poco menos pedante :lol:. Con el tema de las comillas y la parte formal me termino repitiendo, así que he decidido dejarlo para la revisión que se realiza previo a la inclusión en el recopilatorio.

Me alegro de que las comillas angulares hayan invadido tus pesadillas, Shigella 8).
Avatar de Usuario
Fernweh
No puedo vivir sin este foro
Mensajes: 972
Registrado: 26 Feb 2016 06:42

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por Fernweh »

:hola:
Bonita historia, me gusta mucho ese "No mires hacia arriba", creo que ahí reside la fuerza del relato, ese sentimiento de querer proteger a su todavía amada y evitar que descubra que él es aquel hombre al que nunca quiso y que tampoco pueda ver que la vida no le ha tratado muy bien. El que se preocupe más de ese detalle que de lo destrozado que debe sentirse al recibir tal ladrillazo, me gusta.
Pero es cierto que hacia el final queda un poco atropellado, como queriendo resolver la trama de golpe, y eso ya no me ha gustado tanto :roll:
En cuanto al "Te sigo queriendo, Elvira", yo no lo cambiaría, me gusta como suena y entiendo que aunque lo escribiera en un momento presente, se puede referir a que aún con sus defectos, y a pesar de todo lo despreciable que ella cree que és, él le sigue queriendo. Eso o que él ya se veía venir que ella le dajaría :cunao: .
Por lo demás, fluido, correctamente escrito, aunque con alguna lagunilla y ese final un poco precipitado, que quizá se hubiera resuelto si el anciano no hablara tanto y dejara ver alguna pincelada de su encuentro con Elvira mediante gestos. Pero sin omitir ese "No mires hacia arriba", claro :noooo: .
:60:
«El futuro es más ligero que el pasado, y los sueños pesan menos que la experiencia porque la vida no vivida es más leve, tan leve.»
Marie Luise Kaschnitz
Avatar de Usuario
Frigg
No puedo vivir sin este foro
Mensajes: 644
Registrado: 21 Mar 2016 12:45
Ubicación: Más pallá que pa cá

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por Frigg »

Este relato me gusta.
No, tranquilo, autor/a, no me quedo ahí sin más, ahora te explico...

Odio las historias de amor convencionales, tipo película americana y de encuentro fortuito que acaba bien, pero tu historia de amor tiene poesía. El personaje principal gira en torno a un recuerdo de una mujer a la que no pudo amar de manera tangible pero en la que puso toda su pasión. Para mí, el paraguas, es todo un símbolo, como si hombre se protegiera de las tormentas de su rutina bajo el mensaje que puso para proteger a su amada no correspondida.
Se lee del tirón y eso se agradece y es cierto que remueve las emociones. Volveré a leerlo en mi segunda tanda y te sigo comentando cosas, de momento, como suelo decir a mis elegidos: Regresaré seguro.
1
Avatar de Usuario
ciro
Vivo aquí
Mensajes: 31042
Registrado: 25 Feb 2006 11:31

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por ciro »

Aspecto formal: perfecto.
Argumento: A MI, me parece ñoño. Pero, es una bonita historia de amor, bien contada, con mucho lirismo y seguro que gusta mucho. Así que enhorabuena a la autora (supongo que será una mujer, los hombres somos mucho más burros).
Resumiendo, tendrá una muy buena puntuación en mi estima personal, a pesar de que mis gustos no coincidan (lo siento, no he podido acabar Ghost nunca).
La forma segura de ser infeliz es buscar permanentemente la felicidad
Avatar de Usuario
Nínive
Arquera
Mensajes: 7145
Registrado: 09 May 2011 15:53
Ubicación: En un hospital de campaña...

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por Nínive »

Autor, ya que Isma ya no es pedante, lo seré yo: repasa la escritura formal de los diálogos... :roll:
Sobre la historia... Pues una historia de amor con elementos algo atípicos. me ha gustado que ella no le quisiera (ya, ya lo sé, debo ser mala). Y me gusta el final en el que no sabemos si ella miró la frase del paraguas o no... 8)
Puntos en contra... La frescura de los diálogos. Ya sé que es muy complicado escribir una historia a base de diálogos, pero hay que trabajarlo mucho para que queden creíbles. Y en este caso se consigue a medias. La primera parte, bien, pero luego es demasiada explicación para montar la historia sin que se vaya desgranando poco a poco como si fluyera de forma natural.
Un poco más de ambigüedad en las explicaciones le hubiera sentado muy bien. De todos modos, tienes madera para conseguir pulirlo un poco más. :wink:
Siempre contra el viento
Avatar de Usuario
Estrella de mar
Vivo aquí
Mensajes: 5094
Registrado: 12 Jun 2008 23:21
Ubicación: Aovillada en la Luna

Re: CP XI Te sigo queriendo, Elvira

Mensaje por Estrella de mar »

La historia tiene su punto tierno, pero no me ha convencido cómo está contada. Me da la impresión de que ella pregunta para darnos información a los lectores. Creo que ganaría, según mi opinión, si ella contara la historia después de la entrevista con él. Pero bueno, es subjetivo.

Gracias por atreverte a saltar al abismo. :boese040:
Por un cachito de la mar de Cai les cambio el cielo que han prometío.
Responder