Bueno, a ver si sé hacerme entender y explicar todo lo que tengo en mente.
El autor empieza con la diálogo entre Antígona e Ismene, y en ese, además de introducirnos en los hechos recién ocurridos,
la muerte de los dos hermanos y el decreto de Creonte prohibiendo el entierro de Polinices |
, y de dar un repaso a la maldición de la casa del padre de Edipo, vemos el primer tema: LA MUJER.
Ismene representa el papel pasivo de la mujer en contraposición al activo del hombre y su situación de subordinación frente a este:
"somos mujeres, no hechas para luchar contra los hombres". "el obrar por encima de nuestras posibilidades no tiene ningún sentido".
Por otro lado, Ismene también representa la conformidad con las leyes del Estado aunque sean injustas:
"nos mandan los que tienen más poder, de suerte que tenemos que obedecer".
Antígona representa ese desafío femenino al poder masculino:
Creonte dice: "mientras yo viva, no mandará una mujer."
También en el diálogo entre Cerote y Hemon, aquel acusará a este de estar supeditado a una mujer, mientras que Hemon le quiere hacer ver que no lo hace por Antígona lo hace por el propio Creonte, porque sabe que puede ser su desgracia, tanto por tener en contra la opinión pública, otro tema más a tener en cuenta: ¿Puede el rey gobernar en contra de la población?, como porque se convierte en malvado quien obra malas acciones. Tiresias también le advierte de
que no puede ir en contra de los dioses, cosa que él niega en un primer momento, y al final, tarde, acaba acatando. |
Antígona es todo lo contrario a Ismene. Se rebela tanto en el papel que se espera de una mujer, sujeción a los designios de los hombres, como en el papel de ciudadana respecto del Estado, por una causa superior, cumplir las leyes de los dioses y de la piedad fraternal. De ahí que Antígona acepte la muerte "tras cometer un piadoso crimen": crimen respecto a la ley humana, piadoso porque respeta la ley divina, de ahí la paradoja.
Ismene representa también la prudencia, como lo hará Hemon después, y Antígona representa la locura (la famosa hybris griega) al igual que después poseerá también a Creonte. Antígona dice: "Así que deja que yo y la locura, que es solo mía, corramos este peligro".
Después de la aparición del coro, que representa a los ancianos de Tebas, aparece Creonte. Es el rey. Y con él se nos presenta el tema del PODER ABSOLUTO al dictar un decreto impío que va en contra de las leyes divinas, y que pretende se cumpla a cualquier precio, y con él vemos el tema de si es justo rebelarse ante un poder injusto.
Creonte se nos presenta como alguien al que el poder ha cambiado mucho si comparamos sus parlamentos con los que realizaba en Edipo Rey, solo hay que ver cuando primero acusa sin pruebas
al guardián de haber hecho él el enterramiento simbólico de Polinices, que es lo mismo que hizo Edipo con él, y después vuelve a acusar al adivino Tiresias |
del mismo modo, y en ambos culpando al dinero como corruptor de los hombres.
"Ninguna institución ha surgido peor para los hombres que el dinero."
Este tema, el de la rebelión justa, sigue saliendo a lo largo de la obra y planea por toda ella, en contra de la tiranía. Antígona proclama que
es el miedo lo que hace callar a los demás |
El coro aprovecha para hacer una semblanza del Hombre, que lo puede casi todo menos escapar del Hades, pero que a veces se encamina hacia el mal y a veces hacia el bien.
El nudo de la obra está en el enfrentamiento entre Antígona y Creonte. donde Antígona hace su famoso parlamento en el que contrapone la ley humana del tirano y la divina, y la inevitabilidad de la muerte por lo que el castigo no es más que adelantar algo que va a suceder, y que si a ella se la califica de hacer una locura por violar una ley humana cuánta más locura será violar una ley divina.
Creonte no solo desafía una ley divina, sino que incurre en otra mayor y peor aún que la anterior, puesto que sabe
que ambas hermanas están bajo la protección de Zeus del Hogar, puesto que ambas viven bajo su propio techo y son su familia, acusando a su vez a Ismene de forma más injusta aún. |
, este desafío a los dioses, continúa después reiterando
"¡¡qué invoque por ello a Zeus protector del hogar"!! |
.
En el enfrentamiento verbal entre Hemon y Creonte vuelve Sófocles a plantearnos el dilema de qué es lo más conveniente en cuanto al poder del Rey. Creonte entiende
que debe haber una obediencia ciega al rey porque lo contrario lleva a la anarquía. Mientras que Hemon le hace ver que no hay nada peor que la obstinación y el actuar en contra de todos los demás, el pueblo, los dioses, la razón, y predica la moderación. |
La última parte nos lleva al desenlace. Estamos ante una tragedia, y como en Edipo Rey, Tiresias trae los augurios, Creonte
no le cree, y cuando lo hace ya es demasiado tarde, ante la futura muerte por inanición, emparedada, que pretendía Creonte para Antígona, de ahí que esta diga que no está ni entre los vivos ni entre los muertos, esta opta por el suicidio, maldiciendo a Creonte, y esa maldición se extiende a la ciudad, que se ha vuelto impura por la impiedad demostrada por el rey, lo cual nos lleva a la muerte de Hemon, y después a la de su madre Eurídice. |
En esta última parte me resultan curiosas algunas cosas.
La intervención del Mensajero, el cual en su parlamento habla de un tema común a otras obras, a Edipo Rey también, la volubilidad de la fortuna, el que hoy está en lo más alto mañana puede caer a lo más bajo, y en que lo primero es la felicidad, no el dinero, ni el boato, sino la alegría.
El gran impacto de las
"bodas de sangre", puesto que se compara en todo momento la cueva con el tálamo nupcial y a Antígona y Hemon como novios que se desposan en la casa del Hades. Impactante la escena del suicidio y agonía de Polinices en el abrazo a Antígona derramando "un brusco reguero de sangre sobre su pálida faz". |
. No obstante, el autor penaliza este comportamiento, no lo califica de heroico sino que a través del mensajero dice: "entre los hombres la irreflexión es, con mucho, el mayor de los males humanos."
Si Antígona no hubiera perdido la esperanza y se hubiera suicidado se hubiera salvado. |
Y, por último, el paralelismo entre el comportamiento escénico de Yocasta, la madre de Edipo, y Eurídice. Ambas saben lo que ha ocurrido, y se van haciendo mutis por el foro, para después
suicidarse. El duro golpe a Eurídice con la muerte de su segundo hijo, el primero Megareo muere sacrificado antes del combate en las murallas de Tebas contra Polinices y los de Argos, ya es insuperable y no ve otra salida. |
Es curioso también como se parece este sacrificio de Megareo, que apenas se apunta en esta obra, al de Ifigenia por su padre Agamenón para poder llegar a Troya con los aqueos. Pero bueno eso es otra historia que pertenece al ciclo troyano que si queréis leerlo os lo aconsejo, es tan buena o más que el ciclo tebano que es el que estamos leyendo.
La obra termina con la alusión al destino como culpable de todo, y con la moraleja en las palabras que cierran la obra del corifeo:
"La cordura es con mucho el primer paso de la felicidad. No hay que cometer impiedades en las relaciones con los dioses. Las palabras arrogantes de los que se jactan en exceso, tras devolverles en pago grandes golpes, les enseñan en la vejez la cordura."