CP XIII - Capitán Veneno - Tolomew (1° Jur) (2° Pop)

Relatos que optan al premio popular del concurso.

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konchyp
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por konchyp »

:hola:

Esta historia me tiene indecisa. Me gusta, pero al mismo tiempo no me llena. Tiene pasajes muy bonitos y visuales. Lo narras de una manera muy tierna que cosigue llegarme. Se lee muy fluido y para mí todo esto es importante. La idea es buena, pero al igual que el relato "A las puertas..." se ve venir a leguas el suicidio. Esperaba algún giro que rellenase ese hueco que deja el saber lo que viene, pero no lo he encontrado.

:60:
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raumat
Me estoy empezando a viciar
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por raumat »

¡Qué relato tan triste! Se le cae a uno el alma a los pies... :cry:
Sí que llevaba el Veneno metido dentro el desgraciado Capitán...
El tema, el suicidio... es tan desagradable... le provoca a uno tanto repelús... en fin...
Excelentemente escrito, una prosa muy bonita. Un trabajo notable.
Gracias al autor por compartirlo y suerte en el concurso.
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Isma
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Isma »

:hola:

Me ha gustado muchísimo. En el archivo adjunto se dará cumplida fe de ello. Me gustan los cortes de escena que exigen al lector, el lenguaje claro y rico, las sugerencias constantes, las evocaciones. Me gusta que el autor se atreva a proponer un juego desde el primer momento, aunque sepa que no todos vamos a poder seguirle.

Mejorable yo pondría el final. La muerte es rotunda. Que el protagonista decida dar un último paseo por una recién llegada fábrica de bicicletas me parece similar al actor que recita una elegía fúnebre tras haber recibido un disparo en las tripas. Y quizás algunas metáforas se pueden alinear mejor con la atmósfera del relato.

¡Suerte!

Aquí te pongo el relato comentado de mi puño y letra (con estas reglas de interpretación que comentaba en el foro general).
-> Capitán Veneno (comentarios Isma)
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Fernweh
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Fernweh »

Fíjate que yo pensaba que era tuyo, Isma. Pero por tus comentarios veo que me equivoco.
Isma escribió:Mejorable yo pondría el final. La muerte es rotunda. Que el protagonista decida dar un último paseo por una recién llegada fábrica de bicicletas me parece similar al actor que recita una elegía fúnebre tras haber recibido un disparo en las tripas.
Lo de la fábrica de bicicletas yo lo entiendo como que es allí donde se estrella, y ese paseo no es más que su pensamiento mientras cae, de hecho lo dice:
Conforme caía conoció a su artesano, quien le comentó que necesitaba de alguien que supiera de nudos de tuberías, de horquillas y portabultos.
Autor/a, que sepas que no puedo quitarme este relato de la cabeza.
«El futuro es más ligero que el pasado, y los sueños pesan menos que la experiencia porque la vida no vivida es más leve, tan leve.»
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Isma
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Isma »

Fernweh escribió:Fíjate que yo pensaba que era tuyo, Isma.
Jua jua. Pero no me conoces, Fernweh, querida. Con mis propios relatos soy implacable.

El aviador está muerto desde el momento en que dice:
Las nubes estaban cerca, y las esquivó todas.
Todo lo que sigue a esto es una fantasía, del mismo modo en que antes fantaseaba con que cae en mitad de un puerto, o en mitad de un banco de pescaos. La realidad es que se tira por la ventana.
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Fernweh
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Fernweh »

Isma escribió:
Fernweh escribió:Fíjate que yo pensaba que era tuyo, Isma.
Jua jua. Pero no me conoces, Fernweh, querida. Con mis relatos soy implacable.

El aviador está muerto desde el momento en que dice:
Las nubes estaban cerca, y las esquivó todas.
Todo lo que sigue a esto es una fantasía, del mismo modo en que antes fantaseaba con que cae en mitad de un puerto, o en mitad de un banco de pescaos. La realidad es que se tira por la ventana.
Pues yo había pensado que las nubes representaban a esas personas a las que él temía hacer daño, y por eso habla tanto de partir en dos las nubes, atravesarlas... y todos esos intentos son fallidos, no se tira porque las nubes lo retienen y lo único que le queda es fantasear con ello.
Y al decir "Las nubes estaban cerca, y las esquivó todas" entiendo que ya no hay nada que lo retenga (en cierto sentido su hija le ha enseñado a volar), y desde que dice eso entiendo que es real, que se ha tirado, pero no que haya muerto aún.
Aunque sí, también veo que lo de las bicicletas es una fantasía, pero que esta vez la tiene mientras cae de verdad, no como las anteriores.

Sólo es mi interpretación...,y lo más seguro es que el autor se parta de risa al leerla :roll: .
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Tolomew Dewhust
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Wow, no había caído en lo que comenta Isma en su epigrama sobre la última frase del relato: que hace alusión a otro de La Innombrable que también terminaba con eso de "Quisiera ser tan alta como la luna, para poder verte y...". Y ahora las dudas me asaltan: ¿Es The Captain una historia que nació per se o tiene con esta algo que ver aquella otra de 0#o#o? ¿Osaste acaso escribir su prequel?

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Que arranques con "La puerta estaba cerrada" ... :no:.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
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Megan
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Megan »

No me llegó, lo siento.
No sé si es por la tristeza tan grande y a la vez confusa del protagonista y de su hija
o que no lo entendí. Creo que está algo confuso, al menos para mí.
Quizás merezca una segunda lectura, pero no hoy.

Mucha suerte y gracias por compartirlo :D
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zilum
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por zilum »

:hola:

Me ha gustado mucho este relato, por la historia y lo bien que está escrito. Me ha resultado muy amena la lectura y no me ha costado seguir la historia (la que yo he interpretado, claro jeje). El Capitán Veneno, antes incluso de ser "piloto", ya se sentía vacío, sin apego alguno a la vida. Desde niño vivió en la depresión y si aguantó tanto fue gracias a una maravillosa imaginación que le permitía transportarse a otros mundos y fantasear con que, por fin, todo se acababa. El Capitán Veneno solo fue capaz de vivir 4 días de su vida, los posteriores al nacimiento de su hija, todo lo demás fue tormento con refugio de bolas de cristal y vuelos... Quizá los refugios anteriores de cuchillas o pistolas me parecen demasiado extremos como para considerarse refugios, más aún con la imaginación de la que está dotado el Capitán, por lo que esto es lo que menos me encaja. El final es previsible, pero tenía que ser así. Es triste, pues ni con una hija sacó fuerzas para buscar ayuda, aunque no creyera, una hija merece la pena intentarlo. Tengo entendido que el que está profundamente deprimido piensa que en realidad le hace un favor al resto desapareciendo, pero en este caso no es así. Su mujer y su hija retrasaron el suicidio, pero era inevitable, porque el Capitán Veneno se dejó llevar...

Ya te vale, autor/a!! :llorar: :llorar: :llorar:

Mucha suerte!!
:60: :60: :60:

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Meiko
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Meiko »

Sí, se puede hablar de dolor sin caer en el drama, incluso de los dolores más arraigados o precisamente de ellos. También de las alegrías más profundas, sobre todo porque a veces no están tan lejos. Esto lo bordas, y además es como más me gusta.

Me gusta tu historia. Mucho.

Así que se enamoró de la soledad, pero no, no es feliz en su soledad, sólo que en ella puede desarrollar sus fantasías con más libertad. Su gran amor es la muerte y sólo se siente paradójicamente vivo, pleno, feliz, cuando cree rozarla con la punta de los dedos. Hay quien no encuentra en este mundo ningún motivo para sonreír. Y me imagino a tu Capitán en busca de su refugio solitario donde nadie le cuente lo maravillosa que es una vida que él no quiere, la punta de náusea que le causará escuchar lo que él no desea. A solas no tiene que fingir.

Me has recordado a la pulsión de muerte de Freud. Creo que en el alma humana hay algo que se complace en la auto destrucción, imagino que lógicamente no todos los vivimos igual ni en el mismo grado. Pero puedo imaginar el vértigo de mirar al vacío, de sentir la atracción de la nada, la duda, la curiosidad de la muerte. Porque ¿qué es la muerte? ¿Cómo se sentirá morir? Incluso yo que amo la vida he tenido esas ideas. Es muy humano.

Vale, también me encantan los anti héroes, por ahí me tenías ganada. La forma de redactar me agrada, se adapta a lo que cuentas muy bien. El párrafo de las gotitas a mí me encanta. ¿Así ve a las personas tu Capitán? Barro sin modelar, sin finalidad, sin encontrar su lugar en el mundo. Como él.

Además tu relato es original. ¿Cuándo se me ocurrirá algo como un tipo con un avión de mentira en su habitación? :lol: En fin, yo moriré buscando la originalidad y a ti te sale por los poros, te envidio un poco por esto también.

He leído los otros comentarios a ver si alguien decía algo -y veo que no- sobre las bolas de cristal. Porque a mí me traen de cabeza autor, tengo que decirlo. Bolas de cristal como sandías que coloca en su estantería metálica. Las esferas, la forma perfecta, el alfa y el omega, etc. Simbolizan la eternidad. ¿Qué son para tu Capitán? Las muertes que ha deseado, con las que ha soñado, que ha acariciado, que se han escapado entre sus dedos.

En adivinación dicen que en una bola de cristal además de imágenes se ven números, los cuales se interpretan según la Cábala. Imágenes y números de una vida completa, pasado, presente y futuro. De una muerte tal vez. Números que también pueden representar tantas otras cosas que imagine el Capitán en su camino a la libertad, a la que él ha elegido. No sé, igual patino mucho, pero es algo que me llama la atención, espero que nos cuentes después.

«Algún día habrá de perdonarte», fue lo último que descifró el capitán.

O no. El perdón es muy personal. Pero le querrá igual y, en cualquier caso, es lo que él quiere. Me gusta también esa frase, lo que refleja, su preocupación por los seres queridos que inevitablemente tiene que abandonar.

Lo siento si desvarié mucho y por el tremendo rollo que te he soltado, me encantó, de verdad.

PD –Precioso el guiño al relato de Ororo, esto yo nunca lo habría visto ni lo conocía, tendré que leerlo. Se la echa de menos.

Muchas gracias por compartirlo :60:
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Fernweh
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Fernweh »

Meiko escribió:He leído los otros comentarios a ver si alguien decía algo -y veo que no- sobre las bolas de cristal. Porque a mí me traen de cabeza autor, tengo que decirlo. Bolas de cristal como sandías que coloca en su estantería metálica. Las esferas, la forma perfecta, el alfa y el omega, etc. Simbolizan la eternidad. ¿Qué son para tu Capitán? Las muertes que ha deseado, con las que ha soñado, que ha acariciado, que se han escapado entre sus dedos.
Woww, me encanta como las has interpretado. Yo veía esas esferas como una forma de evadirse, de matar el tiempo... Pero sin duda tu interpretación me gusta mucho más y creo que es más acertada.
Me encantan tus comentarios, Meiko :D .
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Meiko
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Meiko »

Fern :60:

A mí me encantan tus comentarios, estoy deseando leer un relato tuyo :wink:

Autor :60:

He pensado esperando el tren si tu capitán habrá soñado con una muerte en las vías, si habrá sentido el anhelo del metal y la velocidad sobre él, si habrá imaginado qué sentiría en ese último segundo
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Tolomew Dewhust
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Tolomew Dewhust »

No veo al capitán arrojándose a las vías. Ya desechó la soga (porque duele y es una muerte lenta, agónica) y el cartucho (imagino por lo grotesco del resultado para quien luego lo encuentra. Además, en lo que el martillo golpea la espoleta del cartucho para hacerlo detonar no cabe tanta poesía como en lo que dura un salto al vacío). El tren igualmente supondría un destrozo (normalmente acaba en desmembramiento)... Al final nuestro captain se decanta por lo más fiable e indoloro (el impacto dura una milésima de segundo, aunque hay que elegir bien la altura). Y dicen que en la caída hay tiempo de arrepentirse, pero el capitán lleva años preparándose para ese momento, para justo no arrepentirse. ¿Cómo? Buscando -imaginando- un lugar donde hacerlo, un lugar en el que refugiarse mientras dura la caída: la dársena de un muelle, un banco de peces en medio del mar, una fábrica de bicicletas de paseo. Quiero decir que, cuando lo hace, es porque realmente está preparado para saltar.

Se ha mencionado el tema de la depresión. No lo creo. Nos dice el autor que la primera vez que sintió aquel deseo (el de quitarse la vida) fue con catorce años. Teniendo ahora una niña de seis o siete años no es arriesgado pensar que ronde los treinta, los treinta y cinco años. Demasiados años para una depresión, ¿no?

Lo del vacío existencial me cuadra más. Cansancio. Ganas de cerrar los ojos y descansar. Una persona a la que todo le escuece, todo le duele, todo le afecta... un alma sensible -aunque esto es cosecha propia basándome, primero en que lleve tanto tiempo evitando el fatal desenlace por no hacer daño a los suyos, y, segundo, en relación a los lugares en los que busca refugio (cerca del mar, el muelle, el banco de peces... o esa vieja fábrica de bicicletas a las afueras de la ciudad). Es feliz a medias, una felicidad incompleta o de mentira. Más bien es feliz cuando es él, cuando no se pone la máscara para ir a trabajar, para ir al súper, para ver la tele con su mujer. ¿La niña? La quiere más que a nadie pero ya es tarde, ya tiene el veneno metido muy dentro, como comenta raumat.

¿Qué veneno? Quien ama la soledad aborrece la impostura de compartir, de conversar, de aparentar. Los disfraces son para los carnavales, no para los tropecientos días del año. Cada día, cada semana, todos los meses sonriendo a su mujer, besando a su hija, aparentando ser normal con sus compañeros de trabajo... que explote era cuestión de tiempo.

Ando ahora pensando en lo que comenta Lady Meiko de las esferas como sandías. No lo sé, pero es muy visual: una habitación blanca (diría que sin paredes, la nada), con el tipo desnudo y colocando enormes esferas plateadas en un estante. Curiosamente será la cantidad de bolas que consiga subir a dicho estante el número que luego escribe el capitán en la pared, que no son pues coordenadas... O sí, porque él cree que lo son, o nos hace ver que lo son. Bien hilado.

Y de la fábrica de bicicletas qué... Es el párrafo que más me gusta del relato. Supone el "final feliz" del cuento, un buen final para el capitán, que podía haber acabado estampado contra el asfalto pero que, sin embargo, se nos dice que mientras cae conoce a quien le habla de un trabajo ensamblando bielas a pedales. Un trabajo mecánico, como el de subir esferas al estante. El hombre será allí feliz, seguro, sin tiempo para meditar/sufrir/sopesar ni pensar en otra cosa más que en hacer de manera correcta su trabajo. Bien hecho también.

Su final es el que debe. No hay giro ni sorpresa, porque este relato no va de eso.

En fin, muchas cositas por ahí. Me encanta.
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Nínive
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Nínive »

A ver qué comento yo de este relato.
Primero, sobre la forma: Sobre todo al principio, hay algunas frases que están formadas de manera un tanto enrevesada, y eso hace que se entre en el relato un poco a contrapie, forzando al lector a pausar un poco la lectura. Luego es cierto que la prosa es más limpia.

¿Sabes lo que me pasa con este relato, autor? Que no sé si me transmite lo que tú has querido. A mí el protagonista me parece profundamente egoísta. Riñe a la niña cuando entra en sus dominios, no le ha confesado a su mujer que no la ama como ella merece. Entonces se pone en el punto de mira, en el centro de su universo, y todo gravita en torno a él. Y los personajes secundarios se limitan a dejarle hacer, a quererle, a dar vueltas alrededor sin querer molestarle "por si acaso" (Papá está trabajando...). Y las dos mujeres (niña y madre) intuyen lo que hay, lo que habrá, pero el epicentro sigue siendo el padre y esposo. Esto hace que me revele contra el protagonista y al leer cómo está tratado el asunto, tanta imagen bella, tanto cuidado en describir el veneno, tanta suavidad en la muerte... Me produce rechazo. Lo siento, es así.

En definitiva, me parece un buen relato, pero no soy su lectora.

¡Ala! ¡ :60: A seguir escribiendo!
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Berlín
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Re: CP XIII - Capitán Veneno

Mensaje por Berlín »

A ver, cositas:

Primero, decirte que te has arriesgado mucho. La mayoría ve el suicidio como un acto cobarde, como una salida fácil, egoísta. Yo lo he vivido, lo he sufrido y con el tiempo he aprendido a aceptar esa decisión; tampoco me ha quedado otro remedio. ¿Que iba a hacer? ¿Odiarle? No puedes odiar a quien quieres, a tu sangre, y menos si sabes cuánto sufría.

Para el que se queda es muy muy jodido, sobre todo cuando no hay una despedida. Carta sí, pero una carta no da opción a réplica. Es su palabra. Y es la última. ¿Preguntas? Quedan miles flotando. ¿Culpabilidad del que se queda por no haber sabido ayudar? También. Aquí es donde a mi me hubiera gustado disponer de un bucle de eso en el tiempo para poder hablar con él. Pero ya lo hice, en mis escritos.

Más cositas: como metes a una hija que adora a su padre y una mujer que le quiere, pese a que él no sienta lo mismo, aquí te la juegas un poco, porque uno piensa ¿por qué se casó con ella si no la quiere? ¿Y cómo puede hacerle algo así a su pequeña? Y vuelves a ganarte un poco la antipatía del lector. Pero es normal. ¿A que eso lo imaginabas?

Yo intuyo que tal vez buscaba anclarse al mundo de algún modo. No lo sé. Se me ocurre. Tal vez pensó que así dejaría de querer estar solo, de que igual se le pasaban las ganas de morirse. Así que ahora tienes un poco de antipatía y de egoísmo. No es mi caso, ya te digo que mi mente va más allá.
Otra cosa que he pensado es que si estas ganas de morir le comenzaron cuando era casi un crío, pues que igual estamos hablando de un trastorno bipolar, asunto también romántico a todas luces ¡Cuantos bipolares geniales en el mundo de la literatura y de la música!

Y dicho esto te diré que el relato está muy bien, que me gusta, que me gustan esos números y esas bolas y esas gafas y esas ganas de volar, que no son de volar, sino de escapar.
Luego a mi modo de ver hay algunos párrafos que sobran, como el de las gotas de agua.

Entonces apagó el motor de la avioneta y emprendió la caída.

Salpicaban el firme diminutas gotas de barro que pululaban de un lado a otro. Había gotas que caminaban juntas, cogidas de la mano, y gotitas corriendo con una botella de agua dentro de una mochila. Había gotas de barro que llevaban consigo otras gotas aún más pequeñas, en brazos o a horcajadas, y gotitas a las que se las veía solas, sentadas, leyendo un libro o llorando, pensando tal vez en otras gotas de barro que se habían marchado para siempre.

El capitán no deseaba hacerles daño, pero entendía que era un mal inevitable. Estrelló la avioneta en la dársena del puerto llevándose consigo la vida de los operarios que cargaban de hielo escamado uno de los contenedores frigoríficos.
Yo lo hubiera cortado donde apagó el motor y comenzó la caída para estrellarse en la dársena. Lo otro me sobra, no me parece que aporte, pero igual me equivoco.

El final me gusta, con esa ventana de par en par y la imagen de la niña y la madre abrazadas. Ahora comienza lo suyo. Pero esa es otra historia.

En conjunto muy bien, ya sabes que andas de mis primeros.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
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