Me gusta Simmons, aunque no todo el tiempo. A veces se extiende en detalles, y lo disfruto, como en los dos primeros libros de los cantos. Pero también a veces me repele como una fuerza magnética, caso que me ocurrió en el Endymion (Tengo que volver a ese libro algún día para ver si supero el primer tercio
). En El Terror se manifiestan esos dos Simmons. Es exquisito el ambiente dibujado en la primera mitad y media de la novela. Se palpa la desesperación y la locura incipiente, la paranoia, el hielo. El clima y los hombres llegan a dar más miedo que los monstruos. Es tan bueno que cuando se marchan de los barcos como que decae el ritmo. Las consecuencias del escorbuto y el canibalismo ayudan a recuperar el filin, y antes de todo el rollo esquimal admito que la cosa se pone muy tensa. Pero es
y se esfuma la amenaza. Es revelar la naturaleza de la bestia
, y el mundo se ablanda (De paso quedando un poquito como metáfora de Capitán Planeta). No es mucho problema, después de todo sucede en las pautas finales. Ademas es una calma peculiar que combina con la conclusión de Crozier, más aun tras una odisea tan tortuosa. Y hablando de Crozier, me agradó bastante su imperfecto ser
Tal vez solo hubiera preferido una mejor construcción de su relación con Silenciosa |
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Puntillas a un lado, ¿es un buen libro? Mucho. Lo recomiendo con los ojos cerrados. Solo tengan en cuenta que es una lectura deeeeensa.