Consejos literarios

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TonyStark
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Re: Consejos literarios

Mensaje por TonyStark »

Es que ya digo que me es curioso. Como bien digo, en el momento que escribo diálogos es como si yo fuera ellos, tal cual. También es verdad que voy rectificando cosas que dicen, pero la forma de hablar vendría a ser la misma.

Ahora me enfrento un problema que es bastante complicado de afrontar en una novela: hablo de Flashbacks. En teoría un personaje narra todo lo que le sucedió durante el transcurso de un período de tiempo. He pensado en las siguientes estrategias:

1. Escribirlo en forma indirecta, es decir, no le doy la voz directa del personaje, sino que es el narrador el que lo hace.

2. Darle voz al personaje. En este caso, al haber sucedido muchas cosas, podría quedar diálogo bastante grande. Quiero decir, que a lo mejor la voz de un personaje podría ocupar casi diez líneas por ejemplo.

¿Cómo os lo hacéis para apañaros con eso?
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rubisco
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Re: Consejos literarios

Mensaje por rubisco »

Logan escribió:Normalmente, cuando escribo, interpreto a los personajes. No es sólo que me exprese como lo harían ellos, sino que me pongo en su piel para estudiar sus reacciones.
A mí también me pasa eso a veces. Tengo el problema de que se me pegan mucho los acentos (por ejemplo, si oigo hablar a un cubano, a un gallego o a un catalán en seguida se me pega la forma de hablar). Con alguno de mis personajes también me pasa eso: escribo sobre ellos y me descubro durante un par de días actuando como ellos, soltando sus mismos chascarrillos y tomando su forma de hablar.

El ser humano es fascinante. Fascinantemente ridículo. Y me encanta :lol: .

TonyStark escribió:Ahora me enfrento un problema que es bastante complicado de afrontar en una novela: hablo de Flashbacks. En teoría un personaje narra todo lo que le sucedió durante el transcurso de un período de tiempo. He pensado en las siguientes estrategias:

1. Escribirlo en forma indirecta, es decir, no le doy la voz directa del personaje, sino que es el narrador el que lo hace.

2. Darle voz al personaje. En este caso, al haber sucedido muchas cosas, podría quedar diálogo bastante grande. Quiero decir, que a lo mejor la voz de un personaje podría ocupar casi diez líneas por ejemplo.

¿Cómo os lo hacéis para apañaros con eso?
Yo uso ambas.

Hay momentos en los que el personaje está en medio de un diálogo y el flashback se hace necesario. En ese caso lo primero que hago es que el personaje lo cuente. Si me convence, lo dejo. Si no, pruebo a combinar narración del personaje y acotaciones para aclarar algunos aspectos. Por último, si sigue sin convencerme, paso a voz de narrador.

En otros momentos directamente es el narrador quien entra en escena. Ahí no hay dudas sobre qué hacer.

Lo complicado es, como siempre, detectar cuándo conviene más una u otra. En mi opinión no merece mucho la pena detener la escritura para tomar esa decisión. Quizá sea mejor escribirlo como primero te venga y ya en las sucesivas revisiones encontrarás qué forma le vendrá mejor.
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TonyStark
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Re: Consejos literarios

Mensaje por TonyStark »

rubisco escribió:
Logan escribió:Normalmente, cuando escribo, interpreto a los personajes. No es sólo que me exprese como lo harían ellos, sino que me pongo en su piel para estudiar sus reacciones.
A mí también me pasa eso a veces. Tengo el problema de que se me pegan mucho los acentos (por ejemplo, si oigo hablar a un cubano, a un gallego o a un catalán en seguida se me pega la forma de hablar). Con alguno de mis personajes también me pasa eso: escribo sobre ellos y me descubro durante un par de días actuando como ellos, soltando sus mismos chascarrillos y tomando su forma de hablar.

El ser humano es fascinante. Fascinantemente ridículo. Y me encanta :lol: .

TonyStark escribió:Ahora me enfrento un problema que es bastante complicado de afrontar en una novela: hablo de Flashbacks. En teoría un personaje narra todo lo que le sucedió durante el transcurso de un período de tiempo. He pensado en las siguientes estrategias:

1. Escribirlo en forma indirecta, es decir, no le doy la voz directa del personaje, sino que es el narrador el que lo hace.

2. Darle voz al personaje. En este caso, al haber sucedido muchas cosas, podría quedar diálogo bastante grande. Quiero decir, que a lo mejor la voz de un personaje podría ocupar casi diez líneas por ejemplo.

¿Cómo os lo hacéis para apañaros con eso?
Yo uso ambas.

Hay momentos en los que el personaje está en medio de un diálogo y el flashback se hace necesario. En ese caso lo primero que hago es que el personaje lo cuente. Si me convence, lo dejo. Si no, pruebo a combinar narración del personaje y acotaciones para aclarar algunos aspectos. Por último, si sigue sin convencerme, paso a voz de narrador.

En otros momentos directamente es el narrador quien entra en escena. Ahí no hay dudas sobre qué hacer.

Lo complicado es, como siempre, detectar cuándo conviene más una u otra. En mi opinión no merece mucho la pena detener la escritura para tomar esa decisión. Quizá sea mejor escribirlo como primero te venga y ya en las sucesivas revisiones encontrarás qué forma le vendrá mejor.
Lo pondré un poco en contexto: Dos personajes se reencuentran al cabo de varios años y uno le cuenta todo lo que le ocurrió mientras estan de camino hacia un lugar concreto.
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rubisco
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Re: Consejos literarios

Mensaje por rubisco »

TonyStark escribió:Lo pondré un poco en contexto: Dos personajes se reencuentran al cabo de varios años y uno le cuenta todo lo que le ocurrió mientras estan de camino hacia un lugar concreto.
Se me hace difícil darte una respuesta. Lo primero que pensaría es meterlo como diálogo, pero asumo que se haría muy largo, así que seguramente haría una combinación de diálogo y narración. Por ejemplo:
—Y cuéntame, Fulano, ¿qué tal el viaje a Cuenca?
—Pues mejor de lo que esperaba —. Se detuvo un momento, para encender un cigarrillo, y ambos reanudaron el camino—. ¿Recuerdas que te comenté lo del ocelote extinto?
—Sí.
—Pues bien, resulta que no estaba extinto. Al llegar al museo me explicaron que al día siguiente saldría una expedición a la montaña y que yo debía ir con ellos. Claro, no tenía ropa adecuada y era domingo, así que pedí que me dieran uno o dos días de margen para acomodarme y adquirir el material necesario.
»Pero en vez de eso, el responsable llamó por teléfono a un expedicionario y le exigió que llevara al museo toda su ropa de abrigo, que quedaba relegado de la misión y que en su lugar iría yo. Por supuesto, me negué a aceptar esas condiciones, pero no me hizo caso.

Fulano narró a Mengano la precariedad de la pensión que le habían reservado, la incapacidad para conciliar el sueño mientras se entremezclaba la estupefacción por lo sucedido y la expectación por subir a la montaña. Al día siguiente, antes de amanecer, montaron en autobús y viajaron durante seis largas horas hasta un valle desde el que se podía ver el pico al que debían escalar. Esa tarde hicieron noche y comenzaron el ascenso al día siguiente.

—¿Y no podían haber subido directamente? —preguntó Mengano.
—No. Bueno, sí —corrigió al momento—. En la cumbre había una explanada que parecía un helipuerto abandonado. Supongo que en helicóptero podríamos haber subido, pero dudo que el presupuesto diera para tanto. —Se irguió y continuó narrando en un tono más solemne—: después del mediodía ya habíamos llegado a la cima, donde encontramos un paraje yermo. Parecía que lo habían hurtado de un desierto y lo habían colocado allí mismo. Nos miramos y dijimos que allí no podía haber animales de monte.
»Entonces oímos unos pasos hundirse en la arena acercarse por nuestra espalda. Reconozco que en ese momento me entró miedo, y creo que a los demás también. Nos dimos la vuelta a la vez, como si quisiéramos enfrentar el peligro al unísono, y vimos...
—¡¿Al ocelote?! —interrumpió Mengano.
—¡No! —contestó molesto por cortarle su narración—. A un guardabosques.

El guardabosques se había acercado para interesarse por su visita. Hablando con él, Fulano y los demás expedicionarios supieron que aquél era un paraje raramente transitado. Incluso para el guardabosques era raro pasar por allí, dada la escasez de novedades que solían registrarse.
Como puedes ver, es una aproximación doble: unas partes, quizá las más entretenidas y expectantes, las narra el personaje, y las más descriptivas las cuenta el narrador. De todos modos eso es algo que irás calibrando tú con tu propia voz.
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TonyStark
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Re: Consejos literarios

Mensaje por TonyStark »

rubisco escribió:
TonyStark escribió:Lo pondré un poco en contexto: Dos personajes se reencuentran al cabo de varios años y uno le cuenta todo lo que le ocurrió mientras estan de camino hacia un lugar concreto.
Se me hace difícil darte una respuesta. Lo primero que pensaría es meterlo como diálogo, pero asumo que se haría muy largo, así que seguramente haría una combinación de diálogo y narración. Por ejemplo:
—Y cuéntame, Fulano, ¿qué tal el viaje a Cuenca?
—Pues mejor de lo que esperaba —. Se detuvo un momento, para encender un cigarrillo, y ambos reanudaron el camino—. ¿Recuerdas que te comenté lo del ocelote extinto?
—Sí.
—Pues bien, resulta que no estaba extinto. Al llegar al museo me explicaron que al día siguiente saldría una expedición a la montaña y que yo debía ir con ellos. Claro, no tenía ropa adecuada y era domingo, así que pedí que me dieran uno o dos días de margen para acomodarme y adquirir el material necesario.
»Pero en vez de eso, el responsable llamó por teléfono a un expedicionario y le exigió que llevara al museo toda su ropa de abrigo, que quedaba relegado de la misión y que en su lugar iría yo. Por supuesto, me negué a aceptar esas condiciones, pero no me hizo caso.

Fulano narró a Mengano la precariedad de la pensión que le habían reservado, la incapacidad para conciliar el sueño mientras se entremezclaba la estupefacción por lo sucedido y la expectación por subir a la montaña. Al día siguiente, antes de amanecer, montaron en autobús y viajaron durante seis largas horas hasta un valle desde el que se podía ver el pico al que debían escalar. Esa tarde hicieron noche y comenzaron el ascenso al día siguiente.

—¿Y no podían haber subido directamente? —preguntó Mengano.
—No. Bueno, sí —corrigió al momento—. En la cumbre había una explanada que parecía un helipuerto abandonado. Supongo que en helicóptero podríamos haber subido, pero dudo que el presupuesto diera para tanto. —Se irguió y continuó narrando en un tono más solemne—: después del mediodía ya habíamos llegado a la cima, donde encontramos un paraje yermo. Parecía que lo habían hurtado de un desierto y lo habían colocado allí mismo. Nos miramos y dijimos que allí no podía haber animales de monte.
»Entonces oímos unos pasos hundirse en la arena acercarse por nuestra espalda. Reconozco que en ese momento me entró miedo, y creo que a los demás también. Nos dimos la vuelta a la vez, como si quisiéramos enfrentar el peligro al unísono, y vimos...
—¡¿Al ocelote?! —interrumpió Mengano.
—¡No! —contestó molesto por cortarle su narración—. A un guardabosques.

El guardabosques se había acercado para interesarse por su visita. Hablando con él, Fulano y los demás expedicionarios supieron que aquél era un paraje raramente transitado. Incluso para el guardabosques era raro pasar por allí, dada la escasez de novedades que solían registrarse.
Como puedes ver, es una aproximación doble: unas partes, quizá las más entretenidas y expectantes, las narra el personaje, y las más descriptivas las cuenta el narrador. De todos modos eso es algo que irás calibrando tú con tu propia voz.
La verdad es que así es una manera más amena y clara de entenderlo. Si tengo que escoger una manera tiraría por esta. Aunque eso haría que casi la totalidad del capítulo se basara en diálogos, supongo que no habría ningún inconveniente por parte de los lectores, ¿no?
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rubisco
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Re: Consejos literarios

Mensaje por rubisco »

TonyStark escribió:Aunque eso haría que casi la totalidad del capítulo se basara en diálogos, supongo que no habría ningún inconveniente por parte de los lectores, ¿no?
No creo que haya lectores de diálogos y lectores de narraciones. Todo depende de cómo lo enfoques y de si es el mejor enfoque para contar esa historia. Si lo escribes de forma atractiva gustará más, sin duda.
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Re: Consejos literarios

Mensaje por Ratpenat »

El beso de la mujer araña es todo diálogo y es estupendo.
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Re: Consejos literarios

Mensaje por TonyStark »

Gracias por vuestro feedback. Creo que intentaré hacer eso que decís, a ver que tal me sale :)
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Re: Consejos literarios

Mensaje por bartlebycubano »

Ratpenat escribió:El beso de la mujer araña es todo diálogo y es estupendo.
Me gustó mucho esa obra. Y como es breve, se va mucho más rápido. De ese autor leí también, hace ya un montón de años, La traición de Rita Hayworth, pero ese no me gustó. No sé si sería porque en aquella época yo era muy joven, y tal vez no fuera mi momento para leer esa novela. Habría que ver ahora, pero, con tanto que tengo pendiente y también con un montón de relecturas deseadas en espera, tampoco me arriesgaría a hacerlo de nuevo.
:hola:
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TonyStark
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Re: Consejos literarios

Mensaje por TonyStark »

Hola,

Tengo una duda conceptual, a ver si se os ocurre algo.

El caso es que en mi novela hay un juego de cartas (ya tengo pensadas todas las reglas), y me gustaría relatar como algunos de mis personajes juegan. Mis preguntas son:

1. ¿Es necesario que conozcan las reglas?
2. Si fuera así, qué es mejor, ¿explicarlas dentro de la propia novela, o en un apéndice al final del libro?

Gracias!
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rubisco
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Re: Consejos literarios

Mensaje por rubisco »

TonyStark escribió:Hola,

Tengo una duda conceptual, a ver si se os ocurre algo.

El caso es que en mi novela hay un juego de cartas (ya tengo pensadas todas las reglas), y me gustaría relatar como algunos de mis personajes juegan. Mis preguntas son:

1. ¿Es necesario que conozcan las reglas?
2. Si fuera así, qué es mejor, ¿explicarlas dentro de la propia novela, o en un apéndice al final del libro?

Gracias!
Lo veo bastante delicado, sobre todo porque algunos juegos de cartas pueden llegar a ser complicados.

Una opción que se me ocurre es que el protagonista juegue alguna partida con un niño revoloteando y el protagonista tenga que explicarle cómo se juega.

Luego, en las partidas importantes, puedes ir recordando las partes más importantes para que el lector no se pierda.

Por poner un ejemplo, basándome en el póker, y una vez explicadas las reglas, podría haber una escena tal que así:
Una historia que me acabo de inventar escribió:A Romualdo se le aceleró el corazón cuando descubrió que tenía el nueve y el diez de picas en su mano. Desde ese momento sus ojos se centraron en las cinco cartas de la mesa, que aún permanecían boca abajo. El joven crupier levantó una de las cartas, que resultó ser el ocho de picas. Romualdo tuvo que mirarla tres veces antes de darse cuenta de que estaba sólo a dos cartas de la escalera de color, mientras los demás jugadores apostaban unas pocas fichas. Estaba en números rojos desde el inicio de la tarde, pero estaba seguro de que por fin no sólo iba a recuperar todo lo perdido, sino que iba a salir de allí con beneficios.

El crupier levantó otra carta y Romualdo tuvo que disimular la bocanada de aire. Era la jota de picas. Sus ojos se cruzaron con los del jack, quien le pareció que le guiñaba con complicidad. En ese momento tomó tres fichas de cien dólares y las movió al frente.

Las cartas tercera y cuarta resultaron ser un cuatro de diamantes y un as de tréboles, lo que, lejos de desinflar sus expectativas lo mantuvo en su máximo nivel de alerta. Para no levantar sospechas apostó otros seiscientos dólares. Segismundo, el más acaudalado de los participantes, renunció a seguir con la mano, lo que hizo a Romualdo convencerse de que su estrategia estaba funcionando.

Calculó a ojo que sobre la mesa habría unos diez mil dólares. Diez mil dólares no le solucionaban la vida, pero le permitirían dormir sin sobresaltos durante una temporada, sobre todo porque dejarían de llamarle a las seis de la mañana de la agencia de recobros. Liquidada la deuda, destinaría los cuatro mil dólares restantes a hacer apuestas selectas y bien calculadas. Pronto tendría un saldo de seis cifras, y entonces sí que podría dejar de preocuparse por los imprevistos que protagonizaban sus pesadillas financieras más acuciantes. Y si llegaba a las siete cifras estaría en disposición de abandonar de una vez por todas su trabajo de mierda.

El crupier tomó la última carta. Romualdo frunció el ceño, cerró los ojos y pensó con todas sus fuerzas en la reina de picas. Daba igual qué carta estuviera a punto de voltearse: tenía que ser una cu negra acompañada de una punta de flecha del mismo color y una reina regordeta y con un vestido hortera. La baraja ya empezaba a vislubrar su haz cuando Romualdo empezó a entonar el grito de victoria.

Tal grito quedó ahogado por una mezcla de rabia y desesperación. No dio tiempo a que los demás hicieran sus apuestas al virarse la carta. De un vistazo se dio cuenta de que sólo le quedaban trescientos dólares sin apostar, mientras su mano se dirigía directamente al bolsillo. Con gran rapidez, tanta que nadie pudo detenerlo a tiempo, sacó una pistola, se encañonó en la boca abierta y apretó el gatillo.

Aquella última carta, el as de picas, quedó impregnado en el vértice de la pica de un brillo rojo.
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TonyStark
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Re: Consejos literarios

Mensaje por TonyStark »

El juego en sí no es algo esencial en la historia, solo es una parte del trasfondo. La idea de explicarle las reglas a un novato parece ser buena, se pueden contar las reglas un poco por encima de forma más amena, creo que tiraré por ahí :).
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Rachel Ripley
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Re: Consejos literarios

Mensaje por Rachel Ripley »

La idea es buena. Quizá te ayudaría que, tras escribir la escena, se la dieras a leer a alguien. De ese modo te dirá si la entiende, si la explicación es escasa o excesiva... hay escenas que en nuestra cabeza son perfectas y después, cuando las pones en el papel y se las das a leer a alguien.. :comp punch:
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TonyStark
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Re: Consejos literarios

Mensaje por TonyStark »

Rachel Ripley escribió:La idea es buena. Quizá te ayudaría que, tras escribir la escena, se la dieras a leer a alguien. De ese modo te dirá si la entiende, si la explicación es escasa o excesiva... hay escenas que en nuestra cabeza son perfectas y después, cuando las pones en el papel y se las das a leer a alguien.. :comp punch:
No es mala idea, cuatro ojos ven mejor que dos dicen. Sin duda creo que la idea me ha quedado bastante bien, solo queda asegurarse de que realmente es fácil de entender.
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zanbar
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Re: Consejos literarios

Mensaje por zanbar »

Hale, otro más, me sentía inspirado...


Consejo 23 Hoja de ruta

Hace poco leí un chiste que ilustra muy bien el consejo que quiero tocar. El chiste era más o menos como sigue:



El otro día mi jefa me preguntó por qué le llegó un mensaje mío a las 3 de la madrugada que decía “Hoja de ruta”. Gracias, autocorrector, ¡te debo una!



Si os fijáis bien en el chiste, se omite muchísima información que el lector, a poco que esté atento y lo pille, rellena en su cabeza de manera automática.



Así, no se especifica por ejemplo cuál es el medio de comunicación, pero enseguida pensamos que se trata de un mensaje de Whatsapp. Pero lo más importante es toda esa información adicional que no se dice y que completa el cuadro de la escena. Suponemos, por la hora en la que la jefa recibe el mensaje, que el tío que lo envía (por cierto, tampoco dice que sea un chico y sin embargo ¿a que lo parece?) va borracho y que no mira ni lo que escribe, y que luego al día siguiente se da cuenta de lo que ha hecho y le da las gracias al autocorrector porque en realidad había escrito… sí, no hace falta que os lo diga, ¿verdad?



El chiste podría parecer una tontería, una broma más sobre el corrector automático de los móviles, pero es una genialidad por la forma en que nosotros mismos completamos toda la información que nos falta y lo bien que funciona.



Y eso mismo puede ocurrir en una narración literaria. A veces tenemos tendencia a especificar demasiado, a no dejar que el lector haga su parte y complete el cuadro, a su modo, en su cabeza. Por otra parte, pasarnos de listos y abusar de este estilo puede hacer que el texto en su conjunto carezca de concreción, de detalles personales, que parezca un ejercicio de estilismo y que obligue al lector a calentarse la cabeza demasiado tratando de deducir qué demonios quería decir el escritor.



Así que usadlo con moderación, y sobre todo no escribáis a las tres de la madrugada si habéis bebido…
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