Es muy bonito, y sencillo, a veces no pareces ni tú, estás comedida en la descripción de algunas escenas.
Como viene sucediendo concurso tras concurso, pues, lo de siempre, hay dos o tres que destacan por arribita (y eso que los pocos que estamos lo hemos hecho todos muy bien, ): este es mi favorito.
Una historia cotidiana, de rutina y hastío, pero desde el prisma de quien es consciente de ello y no se achanta sino que toma las riendas de su vida para ir a otra parte, no sabe aún donde, pero que sea distinta a por la que hasta ahorra transcurre su día a día.
La historia es buena, aunque el cierre deje lugar a dudas en cuanto a por dónde va a tirar María.
Está escrito con delicadeza, por momentos con garra, pero una garra contenida (no suele ser habitual en esta autora, y es grato leerla también así).
Para que fuera totalmente de mi gusto te diría (por si te vale el consejo para relatos venideros) que Guillermo no tiene que ser el más malo del mundo, que no hace falta que Guillermo sea un muermo, que lea el periódico, que a Guillermo no le caiga bien Daniel ni su blog de fotografías, o que Guillermo no se dé cuenta de cuando María vuelve del viaje medio absorta y está tres días asomándose a la ventana... Quiero decir, que para que le inunde el hastío del día a día no hacen falta culpables, ni tiene Guillermo por qué serlo. Puede ser un buen tío, la mejor pareja del mundo y aún así no ser suficiente para María... No sé si logro explicarme.
Pequeñas sugerencias:
-La primera vez que dices "primo" creo que sobra. Pone algo así como "A Marcela la trajo Daniel, mi primo". Se supone que Guillermo sabe quién es Daniel, no hay que explicárselo. Y al lector no le hace falta todavía saberlo porque lo escribes dos frases más abajo. -También hay dos "desdibujados", yo quitaría uno. Nimiedades, pero aprovechemos la oportunidad que nos da la revisión para dejarlo aún más limpio si cabe. |