I Fantasía: Robo en la Torre Luz - Atali
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I Fantasía: Robo en la Torre Luz - Atali
ROBO EN LA TORRE LUZ.
Su tez brillaba por el halo de la luna, y una brisa cálida esparcía su
delicado cabello en el aire. Cada paso suyo denotaba, una seguridad
reflejo de inagotables victorias. Si no fuera por sus andares cualquier
rufián en la oscura noche habría osado atacarla. Pero no, al pasar a su
lado, uno podía sentir el miedo que infundía su aura.
Se trataba de Santhalar, una bandida de los puertos del sur que había
abanderado numerosas empresas contra ricos y acaudalados.
Santhalar acababa de abandonar una taberna en los suburbios de Desharn,
la antigua capital de la civilización Tórica.
Los Tóricos quisieron cambiar las oscuras calles de madera y moho de
Desharn por una ciudad construida en mármol de las colinas de Tzun. La
decisión menoscabó en su arquitectura, mostrando un desolado paisaje de
cabañas, casuchas hechas en fango, torres, y perdidos monumentos
imperiales de dinastías olvidadas.
Pero la antigua capital seguía manteniendo su encanto, convertida ahora
en polvorín, toda clase de oportunistas buscaban el modo de hacerse con
alguno de sus escondidos tesoros.
A su alrededor merodeaban borrachos, vagabundos, timadores y rameras .
Los lacayos de un clan menor, conocido por su alto conocimiento en
brujería, aguardaban su llegada. Mantenía tratos con ellos desde hacía
tiempo y esa noche iban a perpetrar un gran golpe.
- Se ha de estar loco para hacerlo- repetía en su cabeza mientras se
alejaba del jolgorio de la noche. Tras subir un par de calles llegó a la
plaza, donde los bribones la esperaban.
*
...es una mujer, no lo conseguirá..- susurraban.
*
...seguro que saldrá mal, deberíamos proponer otro plan...
Mascullaron unas formas maltrechas consumidas por años de conocimientos
oscuros.
*
Silencio! He oído que su capacidad está más que demostrada.
Saludos Santhalar, hemos traído unos mapas e instrucciones para
hacerte la vida más fácil.
Santhalar vacilo al llegar a su benefactor e hizo oídos sordos a los
aduladores.
Mientras, en la taberna, Gooram se infundía coraje. Llevaba horas
bebiendo, esperando ser llamado para la misión. En su bolsa portaba
pociones, medallones y otros utensilios con el fin de evitar malos
agüeros. Como bárbaro del norte desconfiaba de la magia, y era capaz de
apropiarse de cualquier amuleto que le infundiera protección.
Pero quizás sus problemas pudieran ser fruto de otras desventuras. Como
las infusiones de hierba de las tabernas que le inducían a un estado de
profunda embriaguez.
En cada trago rememoraba el momento de su liberación. Recordaba a
Santhalar atizando a los mercaderes que lo tenían preso y rompiendo sus
grilletes.
Desde entonces, como pago a la deuda, se había mantenido a su lado.
Unos burgueses de la mesa de atrás, no cesaban de hacer comentarios
sobre él- ...seguro que todos son memos... ...has visto como bebe...-
Llevaban así toda la noche. Cada palabra suya rebotaba en la cabeza del
bárbaro. Sentía ganas de embestirlos y se preguntaba como reaccionaría
el local a su cólera. Quizás en la ciudad todo funcionaba distinto.
-...está solo... ...no desearía ser su esposa...-
Con aires vacilantes y deshinibido por la bebida, se plantó ante la mesa
de los perfumados burgueses, que se cohibieron al ver su musculatura -
...mi mujer se lo pasa mil veces mejor que vuestras madres con esos
perros burgueses...- Alegó mientras con desaire daba un manotazo el cual
tumbo a cuatro de ellos. - Estúpido bárbaro!- gritaron unos- Vuelve a tu
tierra!- dijeron otros. Y guantazo a guantazo fue destrozando los huesos
a todo aquel que se le ponía por delante.
Gooram, ven aquí!- Gritó Santhalar en medio de la bronca. El bárbaro
detecto el grito de su salvadora y mientras se deshacía de la marabunta,
recogió sus armas y fue a su lado. Gritos de quejas se oyeron a su
alrededor mientras abandonaba la taberna y algún y que otro baso voló en
su dirección.
*
¿Ya te has vuelto a enfrascar en otra reyerta?
*
Sí mi señora, empezaron ellos
*
¿Y que es eso? ¡Has estado bebiendo!
Una mirada de desprecio apareció en el rostro de Santhalar la cual no
comprendía como el bárbaro podía destrozarse la vida de esa forma. El
bárbaro como siempre bajó los ojos y la siguió. Él se sentía complacido
de poder servir a una dama hermosa, la cual era su salvadora. Pero ella
lo odiaba por humillarse de esa forma.
Mientras andaban por las anchas calles Santhalar le contó cual era el
plan. Al parecer, tenían que adentrarse en la pirámide de los señores de
la ciudad y robarles el cristal que propagaba desde su cima el fuego
eterno. El bárbaro lo asumió sin ningún reparo. Esa temeridad del
bárbaro le agradaba, lastima que no mostrara la misma temeridad con
ella, se dijo. Siguió contándole los percances de la misión hasta que el
bárbaro descubrió que la torre era vigilada por un mago ladino y sus
esbirros. Su cara cambió de color, y mientras trataba de mantener la
compostura un aire turbulento asoló la callejuela. Ella alzó la mirada.
*
Mira Gooram! Allí está, la torre!
La torre brillaba en la negrura de la noche emitiendo haces de luz a
distintos focos de la ciudad. Era una de las grandes construcciones que
quedaban en Desharn. Su estructura piramidal, hecha en roca pulida, se
alzaba por encima de las casuchas de fango y moho.
Con una cuerda Santhalar escalaba la pared menos protegida, mientras
Gooram detrás de un arbusto vigilaba.
No le costó trabajo llegar a la hacienda del señor de la torre situada
en lo más alto y una vez comprobada la ausencia de vigías, llamó al
bárbaro.
El cristal emitía una luz muy intensa dentro de aquel lugar. Al
observarlo le pareció una de las piedras que cayeron en los inicios de
la era humana, dando lugar a la vida. Trató de sustraerla pero la
sorprendieron.
Dos esbeltos y corpulentos hombres, delgados y de piel blanquecina, se
lanzaron a por ella haciendo uso de sus jabalinas. No sabían con quien
jugaban...
Santhalar empezó a dar volteretas perpendiculares al suelo hasta
derramar con sus cimitarras la sangre de un guerrero. No tardó el otro
en responder pero le fue inútil, ella de un salto se sentó en su cabeza
y le rajó la cara. Luego condujo su baile a la zona en donde se hallaba
el cristal y dando un golpe rápido a la base, lo liberó e introdujo en
una bolsa. La habitación se iba llenando de guerreros y Santhalar no
cesaba su baile de cimitarras, era una muerte lenta. Rasguño a rasguño
iban pereciendo. Pero un rayo salido de lo profundo de la habitación la
sorprendió. La mantuvo levitando y colapso su mente. Ella calló
duramente en el suelo.
Dos guerreros mal heridos la sujetaron y un mago sonriente con bata
oscura se le acercó.
No hubo demora, mientras todos persistían en ese cuadro hierático,
manteniendo el suspense, un bárbaro del norte encolerizado arremetió
contra la balaustrada de piedra. Todos se giraron y vieron al corpóreo
bárbaro sujetando una piedra enorme. Esta fue lanzada contra el mago
dejándolo hecho trizas. Acto seguido embistió contra el primer grupo de
guerreros a la par que Santhalar se recuperaba y volvía en si.
*
Rápido, ven!- Le dijo la agradecida bandida a su compañero
mientras este rompía cabezas. Ambos se deslizaron a toda prisa por
la cuerda emprendiendo la huida.
No miraron atrás, corrieron sigilosamente por las calles hasta
encontrarse con los lacayos. Ellos les esperaban en el lugar acordado
muy a regañadientes ya que media ciudad estaba en toque de queda por el
robo a la torre.
*
¿Lo tenéis?
*
Aquí está, pero quiero lo prometido.
Como habían acordado, trajeron un carro viejo lleno de cajas de oro. La
pareja entregó gustosa la piedra mágica.
*
Lo mejor será que abandonéis la ciudad cuanto antes.
*
Así se hará.
Sin mediar palabra el guerrero y la bandida subieron al carro con su
botín y corrieron por las anchas calles arriando sus caballos.
Una letanía se oía en la lejanía mientras fueron cruzando el muro
exterior de la ciudad. Los brujos extrajeron toda la energía del cristal
hasta invertir su hechizo. Una niebla de oscuridad recorrió toda la
ciudad, oscureciéndose así el cuerpo y las almas de las personas. El
carro de Gooram y Santhalar trastabillo, y una presencia siniestra trató
de adueñarse de ambos. Instintivamente el bárbaro hizo acopio de todos
sus amuletos y flagelando al caballo con toda su fuerza consiguió,
después de mucho pelear, salir de aquel circulo hipnótico de malicia
creado por la piedra.
Miro sonriente a Santhalar y le dijo.
*
Odio los brujos.
Ella también sonrió.
Fin.
Su tez brillaba por el halo de la luna, y una brisa cálida esparcía su
delicado cabello en el aire. Cada paso suyo denotaba, una seguridad
reflejo de inagotables victorias. Si no fuera por sus andares cualquier
rufián en la oscura noche habría osado atacarla. Pero no, al pasar a su
lado, uno podía sentir el miedo que infundía su aura.
Se trataba de Santhalar, una bandida de los puertos del sur que había
abanderado numerosas empresas contra ricos y acaudalados.
Santhalar acababa de abandonar una taberna en los suburbios de Desharn,
la antigua capital de la civilización Tórica.
Los Tóricos quisieron cambiar las oscuras calles de madera y moho de
Desharn por una ciudad construida en mármol de las colinas de Tzun. La
decisión menoscabó en su arquitectura, mostrando un desolado paisaje de
cabañas, casuchas hechas en fango, torres, y perdidos monumentos
imperiales de dinastías olvidadas.
Pero la antigua capital seguía manteniendo su encanto, convertida ahora
en polvorín, toda clase de oportunistas buscaban el modo de hacerse con
alguno de sus escondidos tesoros.
A su alrededor merodeaban borrachos, vagabundos, timadores y rameras .
Los lacayos de un clan menor, conocido por su alto conocimiento en
brujería, aguardaban su llegada. Mantenía tratos con ellos desde hacía
tiempo y esa noche iban a perpetrar un gran golpe.
- Se ha de estar loco para hacerlo- repetía en su cabeza mientras se
alejaba del jolgorio de la noche. Tras subir un par de calles llegó a la
plaza, donde los bribones la esperaban.
*
...es una mujer, no lo conseguirá..- susurraban.
*
...seguro que saldrá mal, deberíamos proponer otro plan...
Mascullaron unas formas maltrechas consumidas por años de conocimientos
oscuros.
*
Silencio! He oído que su capacidad está más que demostrada.
Saludos Santhalar, hemos traído unos mapas e instrucciones para
hacerte la vida más fácil.
Santhalar vacilo al llegar a su benefactor e hizo oídos sordos a los
aduladores.
Mientras, en la taberna, Gooram se infundía coraje. Llevaba horas
bebiendo, esperando ser llamado para la misión. En su bolsa portaba
pociones, medallones y otros utensilios con el fin de evitar malos
agüeros. Como bárbaro del norte desconfiaba de la magia, y era capaz de
apropiarse de cualquier amuleto que le infundiera protección.
Pero quizás sus problemas pudieran ser fruto de otras desventuras. Como
las infusiones de hierba de las tabernas que le inducían a un estado de
profunda embriaguez.
En cada trago rememoraba el momento de su liberación. Recordaba a
Santhalar atizando a los mercaderes que lo tenían preso y rompiendo sus
grilletes.
Desde entonces, como pago a la deuda, se había mantenido a su lado.
Unos burgueses de la mesa de atrás, no cesaban de hacer comentarios
sobre él- ...seguro que todos son memos... ...has visto como bebe...-
Llevaban así toda la noche. Cada palabra suya rebotaba en la cabeza del
bárbaro. Sentía ganas de embestirlos y se preguntaba como reaccionaría
el local a su cólera. Quizás en la ciudad todo funcionaba distinto.
-...está solo... ...no desearía ser su esposa...-
Con aires vacilantes y deshinibido por la bebida, se plantó ante la mesa
de los perfumados burgueses, que se cohibieron al ver su musculatura -
...mi mujer se lo pasa mil veces mejor que vuestras madres con esos
perros burgueses...- Alegó mientras con desaire daba un manotazo el cual
tumbo a cuatro de ellos. - Estúpido bárbaro!- gritaron unos- Vuelve a tu
tierra!- dijeron otros. Y guantazo a guantazo fue destrozando los huesos
a todo aquel que se le ponía por delante.
Gooram, ven aquí!- Gritó Santhalar en medio de la bronca. El bárbaro
detecto el grito de su salvadora y mientras se deshacía de la marabunta,
recogió sus armas y fue a su lado. Gritos de quejas se oyeron a su
alrededor mientras abandonaba la taberna y algún y que otro baso voló en
su dirección.
*
¿Ya te has vuelto a enfrascar en otra reyerta?
*
Sí mi señora, empezaron ellos
*
¿Y que es eso? ¡Has estado bebiendo!
Una mirada de desprecio apareció en el rostro de Santhalar la cual no
comprendía como el bárbaro podía destrozarse la vida de esa forma. El
bárbaro como siempre bajó los ojos y la siguió. Él se sentía complacido
de poder servir a una dama hermosa, la cual era su salvadora. Pero ella
lo odiaba por humillarse de esa forma.
Mientras andaban por las anchas calles Santhalar le contó cual era el
plan. Al parecer, tenían que adentrarse en la pirámide de los señores de
la ciudad y robarles el cristal que propagaba desde su cima el fuego
eterno. El bárbaro lo asumió sin ningún reparo. Esa temeridad del
bárbaro le agradaba, lastima que no mostrara la misma temeridad con
ella, se dijo. Siguió contándole los percances de la misión hasta que el
bárbaro descubrió que la torre era vigilada por un mago ladino y sus
esbirros. Su cara cambió de color, y mientras trataba de mantener la
compostura un aire turbulento asoló la callejuela. Ella alzó la mirada.
*
Mira Gooram! Allí está, la torre!
La torre brillaba en la negrura de la noche emitiendo haces de luz a
distintos focos de la ciudad. Era una de las grandes construcciones que
quedaban en Desharn. Su estructura piramidal, hecha en roca pulida, se
alzaba por encima de las casuchas de fango y moho.
Con una cuerda Santhalar escalaba la pared menos protegida, mientras
Gooram detrás de un arbusto vigilaba.
No le costó trabajo llegar a la hacienda del señor de la torre situada
en lo más alto y una vez comprobada la ausencia de vigías, llamó al
bárbaro.
El cristal emitía una luz muy intensa dentro de aquel lugar. Al
observarlo le pareció una de las piedras que cayeron en los inicios de
la era humana, dando lugar a la vida. Trató de sustraerla pero la
sorprendieron.
Dos esbeltos y corpulentos hombres, delgados y de piel blanquecina, se
lanzaron a por ella haciendo uso de sus jabalinas. No sabían con quien
jugaban...
Santhalar empezó a dar volteretas perpendiculares al suelo hasta
derramar con sus cimitarras la sangre de un guerrero. No tardó el otro
en responder pero le fue inútil, ella de un salto se sentó en su cabeza
y le rajó la cara. Luego condujo su baile a la zona en donde se hallaba
el cristal y dando un golpe rápido a la base, lo liberó e introdujo en
una bolsa. La habitación se iba llenando de guerreros y Santhalar no
cesaba su baile de cimitarras, era una muerte lenta. Rasguño a rasguño
iban pereciendo. Pero un rayo salido de lo profundo de la habitación la
sorprendió. La mantuvo levitando y colapso su mente. Ella calló
duramente en el suelo.
Dos guerreros mal heridos la sujetaron y un mago sonriente con bata
oscura se le acercó.
No hubo demora, mientras todos persistían en ese cuadro hierático,
manteniendo el suspense, un bárbaro del norte encolerizado arremetió
contra la balaustrada de piedra. Todos se giraron y vieron al corpóreo
bárbaro sujetando una piedra enorme. Esta fue lanzada contra el mago
dejándolo hecho trizas. Acto seguido embistió contra el primer grupo de
guerreros a la par que Santhalar se recuperaba y volvía en si.
*
Rápido, ven!- Le dijo la agradecida bandida a su compañero
mientras este rompía cabezas. Ambos se deslizaron a toda prisa por
la cuerda emprendiendo la huida.
No miraron atrás, corrieron sigilosamente por las calles hasta
encontrarse con los lacayos. Ellos les esperaban en el lugar acordado
muy a regañadientes ya que media ciudad estaba en toque de queda por el
robo a la torre.
*
¿Lo tenéis?
*
Aquí está, pero quiero lo prometido.
Como habían acordado, trajeron un carro viejo lleno de cajas de oro. La
pareja entregó gustosa la piedra mágica.
*
Lo mejor será que abandonéis la ciudad cuanto antes.
*
Así se hará.
Sin mediar palabra el guerrero y la bandida subieron al carro con su
botín y corrieron por las anchas calles arriando sus caballos.
Una letanía se oía en la lejanía mientras fueron cruzando el muro
exterior de la ciudad. Los brujos extrajeron toda la energía del cristal
hasta invertir su hechizo. Una niebla de oscuridad recorrió toda la
ciudad, oscureciéndose así el cuerpo y las almas de las personas. El
carro de Gooram y Santhalar trastabillo, y una presencia siniestra trató
de adueñarse de ambos. Instintivamente el bárbaro hizo acopio de todos
sus amuletos y flagelando al caballo con toda su fuerza consiguió,
después de mucho pelear, salir de aquel circulo hipnótico de malicia
creado por la piedra.
Miro sonriente a Santhalar y le dijo.
*
Odio los brujos.
Ella también sonrió.
Fin.
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Última edición por Felicity el 05 Nov 2008 23:04, editado 2 veces en total.
Recuento 2024
Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante (Oscar Wilde)
Nos pasamos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante (Oscar Wilde)
Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Leído. No salen elfos ni enanos pero si ladronas y bárbaros. Me ha gustado por estar bien escrito y transmitir acción y aventuras. Me ha parecido algo típico esto es bueno y malo, malo por lo obvio y bueno porque se agradece la autenticidad y que leches porque me apetecía leer un relato así.
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Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
a la que por cierto yo llamo a veces 1492 y no sé por qué
bueno se me entiende para las admin
Me ha gustado mucho la idea y la narración, pero a pesar de haberlo leído tres veces, sigo sin entenderlo, no sé lo que quiere transmitir el autor.
bueno se me entiende para las admin
Me ha gustado mucho la idea y la narración, pero a pesar de haberlo leído tres veces, sigo sin entenderlo, no sé lo que quiere transmitir el autor.
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Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Mola. Aventuras puras y duras.
Yo me creo cualquier cosa, mi cabo. A mí la vida me ha vuelto el hombre más crédulo del mundo.
Yo me creo cualquier cosa, mi cabo. A mí la vida me ha vuelto el hombre más crédulo del mundo.
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Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Unos personajes bien descritos y atractivos, aunque creo que la acción no es tan efusiva como debería.
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Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Me parece que la forma está un poco descuidada: se hace un uso incorrecto de las tildes y se encuentran ciertas incongruencias como la utilización de la palabra "hacienda" para describir unas habitaciones o calificativos con sentidos opuestos unidos... "dos esbeltos y corpulentos hombres...".
De todos modos, el espíritu de la fantasía épica de Robert Howard está bastante logrado y la lectura es entretenida.
De todos modos, el espíritu de la fantasía épica de Robert Howard está bastante logrado y la lectura es entretenida.
Es el terreno resbaladizo de los sueños lo que convierte el dormir en un deporte de riesgo.
Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Está bien narrado como relato de aventuras, pero creo que le falta historia. El titulo ya dice todo el argumento. Parece mas un trozo de una novela que un relato en si. Puntuacion 6.
La forma segura de ser infeliz es buscar permanentemente la felicidad
- isabelita
- No tengo vida social
- Mensajes: 1995
- Registrado: 30 Ago 2007 23:01
- Ubicación: Éste tiene que ser mi año
Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Una historia de aventuras. Quizás esté un poco cargada de adjetivos pero se lee muy cómodamente.
Enhorabuena y MUCHA SUERTE
Enhorabuena y MUCHA SUERTE
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Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Leído. Hay un barbaro y una ladrona. Me ha gustado mucho. Un relato de aventuras y acción bien narrado.
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-
- GANADOR del III Concurso de relatos
- Mensajes: 5070
- Registrado: 05 Mar 2006 12:19
- Ubicación: Al noreste de Madrid
Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Interesante descripción de peleas y un robo con un 'baso' por ahí perdido pero ¿no veo yo la fantasía por ningún lado o basta con poner nombres raros?
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- Oj0 Poderoso
- No tengo vida social
- Mensajes: 2272
- Registrado: 22 Jul 2008 14:05
Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Lo primero...
Al final aprecio la intención del autor/a de trasmitir aventuras... pero le a faltado algo distintivo, no se...
El relato, como relato corto, me a dejado una sensación de perplejidad. Creo que le falta el punto de originalidad que he visto en otros relatos, algo que pueda diferenciar a cualquier otra aventura.baso
Al final aprecio la intención del autor/a de trasmitir aventuras... pero le a faltado algo distintivo, no se...
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Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Me parece que es bastante bueno.Se hecha en falta algo más de fantasía pero el relato a parte ser directo y breve consigue su propósito de llegar al lector.
--- Pareces atribulado!!
--- No entiendo... tan sólo me estoy cagando.
--- Corre raudo, pues...
--- ¡Por los dioses! ¡¡¡Necesito un diccionario!!!
--- No entiendo... tan sólo me estoy cagando.
--- Corre raudo, pues...
--- ¡Por los dioses! ¡¡¡Necesito un diccionario!!!
Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Ambientación interesante, pero le falta cierta chicha.
Enhorabuena al autor, quizá le hayan faltado unas paginillas para rematar
Enhorabuena al autor, quizá le hayan faltado unas paginillas para rematar
Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Espero que ese "baso" sea debido a que la b y la v están muy cerca en el teclado...
Acerca del relato decir que está bien pero que le falta algo, es demasiado "simple" en el sentido de que hay un escaso argumento y sólo se encarga de describir el robo. Quizá con unas páginas más estaría mejor, el handicap de todos estos concursos es el límite de hojas que se establece...
Acerca del relato decir que está bien pero que le falta algo, es demasiado "simple" en el sentido de que hay un escaso argumento y sólo se encarga de describir el robo. Quizá con unas páginas más estaría mejor, el handicap de todos estos concursos es el límite de hojas que se establece...
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Re: I FANTASÍA: ROBO EN LA TORRE LUZ
Creo que al igual que al relato de las colinas (perdón, no recuerdo bien el título ), el reglamento limitó la extensión del relato y ésto no lo favoreció.
Tánto dato junto en tán poco espacio me lió un poco la lectura.
Lógicamente, es mi opinión. Así que: Felicitaciones al autor!
Tánto dato junto en tán poco espacio me lió un poco la lectura.
Lógicamente, es mi opinión. Así que: Felicitaciones al autor!