CV1 La rana que pateó al Vesubio - Topito

[Lifen]

La rana que pateó al Vesubio.

NOTA DEL AUTOR

Para nombrar los días del mes, los romanos tomaron como referencia tres fechas del mes lunar: las calendas, que se correspondía con la luna nueva; las nonas, que se correspondía con el cuarto creciente; y los idus, que se correspondía con la luna llena. Determinaron que las calendas era el primer día del mes; las nonas, el quinto, excepto en los meses de marzo, mayo, julio y octubre que era el séptimo; y los idus, el decimotercero, excepto en los meses de marzo, mayo, julio y octubre que era el decimoquinto. A su vez, cuando nombraban el día anterior o posterior a una de estas fechas, se anteponía el adverbio pridie o postridie; para el resto, contaban el número de días que faltaba para que llegara la siguiente fecha señalada, anteponiendo la expresión ante diem.

El día lo dividían en doce horas, siendo la hora prima el amanecer, y la hora duodécima el anochecer. En cuanto a las noches, las dividían en cuatro partes denominadas vigilias: la prima vigilia, segunda vigilia, tercera vigilia y cuarta vigilia. La extensión aproximada de cada una de ellas sería de unas tres horas.

La rana que pateó al Vesubio transcurre durante once días, comenzado el 13 de agosto y finalizando el 24 de agosto. En el texto sólo se marcan tres fechas: los idus de agosto (13 de agosto), el decimotercer día antes de las calendas de septiembre (20 de agosto) y el noveno día antes de las calendas de septiembre (24 de agosto). El resto del tiempo se nombra según las horas en época romana.


***


Oplontis, Italia.
832 ab urbe condita. 97 d.C.
En los idus de agosto.
Junto al Mare Tyrrheium.

Apoyo mis patas sobre aquella moneda para jugar a cabeza o nave que encontró mi amo a los pies del impluvio, tras descubrirme nadando en sus aguas. Estiro mi cuerpo y saco la cabeza de la bolsa de cuero. Después, elevo la vista y contemplo la bóveda celeste. Sus luces se van encendiendo lentamente, señalando el final de la hora duodécima. Los esclavos se apresuran a encender las antorchas. Una vez encendidas, queda iluminado el semblante repleto de curiosidad de Sexto Popeo, mi amo, ante las explicaciones del maestro. Por la orilla corre Popea, su hermana, a un escaso estadio de nosotros. Su figura se va diluyendo ante la oscuridad de la prima vigilia, por lo que el maestro ordena a uno de los esclavos que vaya junto a ella: no puede permitir que le ocurra una desgracia. Sin embargo, no trascurre mucho tiempo cuando Popea grita reclamando su atención: ha encontrado algo y quiere que lo vea. Así pues, se levanta; tras él, mi amo. Aquel inesperado movimiento hace que caiga al fondo de la bolsa. Croo con indignación. Cuando se detiene, consigo sacar de nuevo la cabeza de aquella bolsa, y veo a Popea de rodillas sobre la arena junto a una estrella de mar. Quiere llevársela. El maestro ordena a uno de los esclavos que vaya a por un cubo. Mientras le esperamos, nos explica que aquel ser necesita el agua del mar para sobrevivir, por lo que tendrá que solicitar al amo que permita construir un estanque de agua salada en el peristilo. El esclavo no tarda en regresar. El maestro ordena llenar el cubo de agua, y deposita la estrella en su interior. Después, ordena que regresemos a la villa: debemos ir a dormir.

Ya es la hora prima y me encuentro chapoteando en el agua, esperando que mi amo venga a buscarme para llevarme con él. Sin embargo, cuando aparece, no acude a mi encuentro, deteniéndose a pocos pies del impluvio. Con él está Popea. Me extraña, pues nunca viene con ella. Les miro con curiosidad y, mientras lo hago, se agachan, desapareciendo de mi vista. Pasa el rato y oigo sus risas. Me impaciento. No comprendo por qué no viene a buscarme. Así que me acerco nadando al borde del impluvio y elevo la cabeza. Entonces les veo de rodillas, frente al cubo de bronce, con la estrella de mar entre sus manos. Ella es la culpable.

Ha llegado el decimotercer día antes de las calendas de septiembre, y con él la finalización de la construcción del estanque para aquella estrella de mar. Durante todo este tiempo, mi amo ha dejado de venir en mi busca, por lo que cada vez estoy más irritada; hasta tal punto, que me hierve la sangre y noto temblar la villa bajo mi patas. Sin embargo… no ha llegado a abandonarme del todo, pues me visita de vez en cuando para jugar a cabeza o nave, nuestro juego favorito. En esas escasas ocasiones, me calmo, se me enfría la sangre y la villa deja de temblar. Entonces, vuelvo a ser feliz. No obstante, esto no es suficiente, y ha llegado el momento de averiguar el motivo de mi parcial abandono: la próxima hora prima le seguiré.

Estoy frente al cubículo de Sexto, esperando. Estoy impaciente. Cuando sale, sus pasos le dirigen hacia el peristilo. Le sigo a distancia. Una vez llegamos, se acerca hasta el estanque donde vive aquella estrella de mar. Salto rauda hasta un arbusto, muy cerca de él, ocultándome. Desde allí, le escucho decir que si pudiera la llevaría con él, pero que sabe que eso la mataría, por lo que le promete volver pronto. Doy media vuelta y, saltando torpemente, regreso a mi hogar, mientras mis ojos se llenan de lágrimas.

Llevo las tres últimas prima vigilias cavilando la manera de que mi amo vuelva conmigo y, en esta última, supe cómo. Así pues, intento dormir hasta que las primeras luces del noveno día antes de las calendas de septiembre me anuncien que debo actuar. Sin embargo, no lo consigo: la excitación me embarga. De tal modo que salgo del impluvio y, con sigilosos saltos, llego hasta el peristilo. Me acerco al estanque, doy un salto y me poso sobre su borde, tropezando con una moneda, aquella con la que jugábamos a cabeza o nave. Me hierve la sangre y, de nuevo, siento temblar la villa. Observo su fondo, pero la oscuridad es dueña de aquel lugar. Así que me acomodo y espero. Cuando las luces de la bóveda celeste mueren y nace la luz, diviso en uno de sus extremos a aquella arpía. Salto al agua y nado hasta allí. Acto seguido la empujo hasta que consigo que se eleve, situándome bajo ella, aferrando uno de sus brazos, saltando al exterior. Ambas caemos sobre el manto verde. Desconozco el tiempo que tardará en morir fuera
del agua, el maestro no lo dijo, así que decido ir a por la moneda. Cuando regreso, comienzo a golpearla una y otra vez. De repente, oigo gritos: Popea me ha descubierto. Me detengo. Junto a ella está Sexto. Miro a mi amo. Croo. Quiero decirle que cuando ella no exista volveremos a jugar juntos, debe comprender que es por nuestro bien. Se acerca y me da una patada, provocando que vuele a varios pies de ellos. «¡Vete!», me chilla.

Cuando llego a los pies del Vesubio, finaliza la hora sexta. Durante el camino, mi dolor ha regido mis sentidos, y ya no puedo echarme atrás: debo despertarlo. Así pues, comienzo a patearlo con rabia, una y otra vez, sintiendo temblar la tierra bajo mis patas. Sin embargo, el dolor, la rabia y el esfuerzo me hacen desfallecer, cayendo sobre él. Sollozo, pensando que todo es inútil. Entonces, ruge con fuerza, y sonrío, pues ahora sé que nadie más será lo que yo fui para mi amo.

La rana que pateo al Vesubio.odt

[Tadeus Nim]

Extraordinario. Sin mas.

[Ratpenat]

Te has pasado de palabras: 1263. Sin la nota del autor sí que llega a los límites, pero creo que era innecesaria (y yo era uno de los descontentos con que se pudiera inflar con notas). Muy a mi pesar, lo voy a tener en cuenta.

Más allá de eso es original y me ha gustado bastante, aunque la puntuación la he visto mejorable.

[Yuyu]

Me ha gustado, es una historia muy bonita de venganza por abandono, pero para qué todas las explicaciones romanas, no veo relación con la historia, me hubiera valido igual si me dices que es luna llena o al amanecer... Y desde luego el amo tenía mascotas muy raras, necesitaría un relato a parte. Ah, y no sé que es la villa de una rana y tampoco lo encuentro.

[elultimo]

A mí me ha gustado, es una historia que va entre lo cómico, por ser una rana la protagonista , y lo triste que es verla cómo se siente abandonada . Menos mal que al final se venga... . Me ha parecido muy original en el planteamiento y en el desarrollo, y con una pequeña revisión para corregir unos pocos fallos tontos que tiene, quedaría una historia genial.

Las explicaciones también me sobran, no creo que sean necesarias y aportan poco al texto y si, además, tienes que situar históricamente la narración con una explicación, mal vamos. Y una pequeña aclaración, que es una tontería que no va a desmerecer el texto por eso: en latín, creo que "después de Cristo" se abrevia A.D. (Annus domini) y no D.C., que sería en castellano.

Por cierto, que es la segunda historia de "abandono" animal que se presenta al concurso

[noramu]

Pues lo siento pero no me ha gustado nada. La nota del autor no aporta nada y es de lo más aburrido y la historia no me dice nada.¿ Estamos de nuevo hablando de foreros concretos? Pue ya cansa un poco. Y perdona, aut@r, me permito darte mi opinión sin edulcorar porque las otras críticas han sido buenas y así está claro que el problema es mío

[Tadeus Nim]

Hombre, la nota nos sitúa en el tiempo y el espacio y da sentido a la historia. Pompeya días antes de la erupción que la destruyó.

A mi me ha gustado mucho el como el autor pone en la conciencia de la rana celosa, como hecho propio vengador, un acontecer fortuito aunque oportuno. O quizá ni lo uno ni lo otro y las ranas tienen poderes a la altura de sus celos. Y la ambientación y documentación es fantástica.

Vuelvo a decirlo, extraordinario. Para mi claro.

[triste]

Otro pobre animal abandonado

Mmm, creo que me gusta la historia, pero encuentro el lenguaje un poco rebuscado (o quizá no estoy acostumbrada a leer un relato contado de esta forma, no sé, me sonaba... falso), está muy bien escrito, claro, el problema es más bien mío.

Y que sea una rana... no sé, no me gustan las ranas, me dan miedo.

La nota tampoco me agrada, hace que se exceda en el número de palabras (600-1000) y no era tan necesaria, aunque me ha parecido muy interesante.

Me gusta, sí, solo que le pongo muchos peros. Me parece... no sé, forzada.

[elultimo]

Hombre, la nota nos sitúa en el tiempo y el espacio y da sentido a la historia. Pompeya días antes de la erupción que la destruyó.

Es que, para mí, ahí está el problema, en que es la nota la que te sitúa y no el relato en sí. Coma ha comentado alguien, lo mismo da que suceda en "la hora prima" que diga que pasó "al amanecer". Saber lo que dice la nota es interesante, pero no necesario para comprender el relato.

[Sinkim]

La historia, el estilo y el lenguje me han gustado mucho, y la información de las horas, aunque algo inncesaria, me ha parecido muy interesant y curiosa No tengo muy claro si el hecho de que las protagonistas sea una rana y una estrella de mar tiene algo que ver con nuestras foreras o es simple casualidad

La historia en sí me ha parecido muy original, toda la venganza que se monta la rana me ha sorprendido mucho

[Emisario]

Me costó entender el final, claro, al releerlo me enteré, pero eso, junto a lo poco atractiva que me ha parecido la historia, me ha dejado algo frío. Escribes bien, y me gusta tu estilo, es solo que la historia no me llegó mucho.
Saludos y suerte.

Emisario

[Gavalia]

No creo que hiciera falta la nota del autor. Lo entiendo como una fábula sin fondo, a no ser que la moraleja sea que de tanto reincidir en un pataleo puede dar lugar a lo inesperado. Bien escrito lo encuentro, ahora que otra cosa es que me guste como para votarlo, ya veremos. Gracias por la aportación

[ukiahaprasim]

uno más que se apunta al grupo de los que suprimirian la nota previa..
Una explicacion tan exhaustiva solo procede cuando se explica algo relevante... y aqui el factor tiempo no lo es, y bien podrias haber sustituido el uso del sistema horario y de fechas por expresiones relativas (al amanecer, ... etc..)

No obstante, gracias por la informacion...

En cuanto al relato, me gusta la idea, aunque hay que reconocer que la seleccion de los animales de compañia, una rana y una estrella, me dejan bastante frio... Dejando de lado las referencias foriles...la rana es dificil de asimilar, pero bueno, podria hasta hacer un esfuerzo... pero ¿que tiene una estrella de mar generar tanta diversion y empatia de su amo?...

Ese hecho me descuadra y me desmotiva hacia el relato..

En cuanto a la forma, yo haria dos apuntes:

Primero uno de ritmo: las oraciones cortas deben ser manejadas con mucho cuidado.. usadas profusamente como haces transmiten un ritmo frenetico.. y claro, ese ritmo no se corresponde para nada con la accion real... y eso desajusta bastante al lector.

Y luego, decirte que el tema signos de puntuación y encadenamiento de frases me parece bastante mejorable.... no es que sean errores, sino elecciones quizas poco apropiadas... por ejemplo, no necesitas separar con comas todos los complementos antepuestos... si la frase es breve, es innecesario (y casi diria que erroneo)

combinado ambas cosas, el estilo me parece excesivamente entrecortado, a trompicones..

Ukiah

[Dori25]

Pobre rana!!!!! Es lógico que quiera vengarse!!!

Me ha gustado mucho!!!

[Tadeus Nim]

Yo sigo pensando que sin la nota uno no llega a deducir, sin tener una ouija a mano, ni el donde ni el cuando, fundamental para el relato.

Primero uno de ritmo: las oraciones cortas deben ser manejadas con mucho cuidado.. usadas profusamente como haces transmiten un ritmo frenetico.. y claro, ese ritmo no se corresponde para nada con la accion real... y eso desajusta bastante al lector.

Esta es la huella de la poda... si ya decía yo que 1200 palabras eran necesarias, que podían pasar estas cosas. Y pasan. Y no solo en este se nota eh. Hay diferencia entre los engordados y los adelgazados.