CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros. - Shigella

Relatos que optan al premio popular del concurso.

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lucia
Cruela de vil
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CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros. - Shigella

Mensaje por lucia »

Invasión, colonización, exterminio y otros.

Era lunes, pero no un lunes cualquiera. El lunes 7 de mayo de 2018 se cumplía un año desde que los patakianos colonizaron el planeta Tierra.

La razón principal de la invasión era la supervivencia de su raza. Los patakianos son famosos en todos los planetas de la galaxia por ser muy poco fértiles y terriblemente feos. Son tan difíciles de mirar que ni siquiera se resultan atractivos los unos a los otros y cuando toca procrear siempre les duele la cabeza. Por el contrario, los seres humanos son conocidos por su capacidad para reproducirse como un cáncer. No como un tumor localizado y benigno, sino más bien como una leucemia para el planeta Tierra. Por este motivo fueron una de las razas elegidas por los patakianos para procrear.

Cuando los patakianos llegaron al poder, en todo el mundo casi simultáneamente, lo primero que le impusieron a la raza humana fueron las sesiones de apareamiento, programadas para que cada terrícola considerado adulto por sus congéneres tuviese un vis a vis con un patakiano del sexo opuesto una vez al mes. Estas sesiones se convirtieron en dos por semana a petición popular de los terrícolas. Si no supieran que era imposible, los patakianos pensarían que los terrícolas los encontraban incluso atractivos. Con ese pelo del color de la orina, esos enormes ojos y esos tórax más duros que la Pangüita.

Otra cosa que también les sorprendió fue el buen recibimiento que tuvieron. Dado que habían conseguido la dominación mundial a base de asesinar a los líderes políticos de todos los países, esperaban, si no una guerra o rebeliones aisladas, al menos un poco menos de entusiasmo.


En casa de los Torrijos, José Luis y su mujer, Merche, se preparaban para la ceremonia de aniversario, que iba a celebrarse en la plaza del pueblo y a la que todo el mundo estaba obligado a asistir.

— ¿Qué tal me queda este vestido, cari?

— Bien, igual que los tres anteriores.

— A mí me gusta más éste, pero ya me lo puse la semana pasada para mi cita… eh… mi encuentro con R251 — la erre era el símbolo de “unidad reproductora”.

— ¿Y qué? Podemos llevar la ropa que queramos siempre que sea colorida y alegre, como se anunció en el bando de la semana pasada. Además, ¿por qué sigues yendo a las sesiones reproductoras si tú hace dos años que estás menopáusica?

— ¿Y qué más da? Todos seguimos yendo aunque es evidente que no podemos reproducirnos con ellos si en un año no ha habido un solo bebé patakiano en todo el mundo.

— Es verdad. ¿Aún no les ha dicho nadie que la gestación humana dura nueve meses, verdad?

— Claro que no, qué cosas tienes. En fin, ¿el azul o el verde?

— No sé, el azul.

— El azul me lo puse para la última barbacoa. Mejor el verde.



Todos los seres vivientes del universo, y algunos inertes, saben que la manera más exitosa de implantar una religión y una cultura nuevas es absorber los ritos y costumbres que ya tenga el pueblo al que se quiere someter. Por este motivo y por otros más logísticos, los patakianos adaptaron la ceremonia de sacrificio de magdules al dios Degorgh a las posibilidades terrestres, y lo convirtieron en una barbacoa con chuletas de cordero todos los viernes en la plaza del pueblo. La asistencia era obligatoria y había que llevar bebidas.

Después de que todos los presentes hubieran comido y bebido abundantemente, el representante religioso patakiano del pueblo o ciudad de turno rogaba al dios Degorgh. Cuando terminaba, sacaba la guitarra y tocaba las primeras notas del himno ceremonial. Entonces, todos miraban al infinito con expresión solemne, mano al pecho, y comenzaban a cantar:

“Tú, harta de tanta duda. Yo, de preguntarle al viento. Tú, que dónde conocí a la luna. Yo, que en qué coños ocupo el tiempo…”

Y saltando con las manos en alto:

“En salir, beber, el rollo de siempre…”

Los patakianos estaban asombrados con la buena disposición con la que los terrícolas habían aceptado su religión, basada en el amor y la alegría. Habían tenido mucha más suerte que la expedición colonizadora en Plutón. Los plutonianos, desde que habían sido expulsados del club de planetas del Sistema Solar tenían un carácter la mar de agrio y no estaban ni para salir ni para beber, y mucho menos para reproducirse con los habitantes menos agraciados de la galaxia.



Al llegar a la plaza para la ceremonia de aniversario, José Luis y Merche vieron que se había montado la misma tarima que para las barbacoas, pero había algo distinto en el ambiente. Quizá fuera la docena de velas que rodeaban el escenario, quizá la docena de enormes sacos que habían sido colocados en fila delante de la tarima, quizá la docena de guardias patakianos con pistolas láser delante de los sacos. Nadie podía saberlo con seguridad.

Cuando todos hubieron llegado, el sacerdote se acercó al micrófono y habló.

— Queridos hermanos terrícolas. Como es habitual en nuestro planeta, Gliese 876 d, en los aniversarios rendimos tributo al dios Fgaardh. Esta ceremonia será un poco distina a las que honran al dios Degorgh, que es nuestro dios de la alegría y la fertilidad. Fgaardh es el dios de dioses. A él podemos recurrir de manera excepcional cada vez que nuestro planeta da una vuelta alrededor de nuestro sol, que es el equivalente a quince años vuestros, más o menos, así que podéis consideraros afortunados. Podemos pedirle quince veces más deseos aquí que en Gliese 876 d.

Una ovación y murmullos de alegría siguieron a estas palabras.

— Ojalá la ofrenda a este dios sean chistorritas — le susurró José Luis a su mujer — nunca hay chistorritas los viernes.

— De igual manera que adaptamos el sacrificio al dios Degorgh a las posibilidades terrícolas — prosiguió el sacerdote— haremos lo propio con el sacrificio al dios Fgaardh. Damas y caballeros, si son tan amables, vayan acercándose a los sacos y saquen cada uno un presente con los ojos cerrados. Después continuaremos con la ceremonia.

Más murmullos. La gente estaba emocionadísima. No sólo habría barbacoa sino también regalos. Pronto descubrieron que los “presentes” eran pares de zapatillas blancas atadas por los cordones. No hubiera sido tan mal regalo si no fueran de la marca “Conversen”, claramente agenciadas en un almacén chino. Los patakianos aparte de poco agraciados eran de la cofradía del Puño Cerrado.

Uno por uno fueron sacando zapatillas blancas hasta que un estudiante de empresariales con la cara como un mapa de la luna sacó un par rojo. En ese momento se oyó un “Oooohhh” en la plaza. Todos estaban expectantes por ver qué honor le habría tocado. ¿Sería el elegido para casarse con la hija del General y tener la descendencia que dominaría el planeta en el futuro? ¿Sería el primero en dar cuenta de la chistorra? ¿Le cambiarían las zapatillas del chino por unas de marca?

— Muy bien, muchacho. Has sido el elegido, ese es un gran honor. ¿Cómo te llamas?

— Borja — contestó el joven con sonrisa de autosuficiencia.

— Borja, ahora tendrá lugar el momento cumbre de la ceremonia. A partir de ahora serás un héroe para nuestra raza — el ego de Borja se iba hinchando como un globo de agua en las cataratas del Niágara — Por favor, ponte aquí en el centro.

Así lo hizo. El sacerdote pronunció unas palabras en patakiano con mucho sentimiento, mientras los presentes pensaban en cuándo sacarían los comestibles, ya que no entendían una palabra de lo que el buen hombre decía. Acto seguido los guardias se giraron hacia Borja y lo apuntaron con sus láseres. Después de lo que todo el mundo entendió como una cuenta atrás, los guardias dispararon.

— ¡Doloooooorrrr! — Fue la última palabra de Borja. Por otro lado, muy apropiada.

Después, cayó fulminado en el suelo y el silencio inundó la plaza.

— Muchas gracias a todos por asistir. Esperemos que con este sacrificio el gran dios Fgaardh nos honre con descendencia en este nuevo año que comienza. El año que viene volveremos a elegir a otro “zapatillas rojas”. Ahora — dirigiéndose a sus camaradas religiosos— ya podemos sacar las chuletas de cordero.

— Bueno — le dijo José Luis a su mujer con una ceja levantada. — Sigue siendo mejor que antes.

— Pues sí —contestó Merche encogiéndose de hombros. — Venga, abre el Tempranillo, Pepe, que ya ha sacado la guitarra el cura.



Los dos años que pasó la Tierra bajo el poder de los patakianos fueron los más felices de los que se tiene constancia en la historia de la humanidad.

Un martes por la noche, aprovechando que media Europa estaba pendiente del fúbol en sus televisores, aterrizó una nave con el símbolo de la Confederación Planetaria de la Vía Láctea, más conocida como la CoPla.
El representante de la CoPla se reunió con el máximo mandatario de los patakianos en la Tierra en su sede, sita en Múnich desde que los patakianos descubrieron el Oktoberfest.

— Por favor, siéntese y coja una Franziskaner. ¿A qué debemos el honor de su visita?

— Gracias. Vengo en representación del departamento de Asuntos Exteriores. Al parecer, en la última revisión de las solicitudes de “Invasión, colonización, exterminio y otros” se ha detectado que la solicitud 535-B de los patakianos para la colonización y misión reproductora en el planeta Tierra no está debidamente formalizada.

Su contertulio permaneció callado con mirada inexpresiva. No supo si era un silencio educado o el grado de alcohol en sangre.

— Lo que quiero decir — continuó — es que se les olvidó adjuntar la copia compulsada por un notario acreditado y por lo tanto su estancia aquí es a todos los efectos ilegal.
Les damos dos semanas para recoger sus pertenencias y dejar el planeta. Después de ese tiempo la CoPla proporcionará a la Tierra un gobierno provisional hasta que se reestablezcan los gobiernos terrícolas.

— ¿Y si buscamos a un notario para que haga la copia?

— Entonces podrían pedir la plaza para el 2021, año terrestre. Pero no se la darán, después de dos años sin conseguir descendencia en este planeta no tiene sentido seguir intentándolo. El Ministerio no está como para tirar el dinero, ¿sabe usted?

— Me hago cargo.

— Muy bien. Yo ya he terminado mi misión aquí. Pero si no le importa, no me vendría mal otra cervecita, el viaje de vuelta es largo.


Un viernes cualquiera de 2025, José Luis se encontraba en la oficina mirando a la pantalla del ordenador mientras le rugían las tripas. No había olvidado los viernes de barbacoa en honor al dios no sé qué, y su estómago tampoco.

Cuando sonó la campana que anunciaba la hora de comer, él y sus compañeros se dirigieron a la cafetería en silenciosa procesión. Una vez allí, sacaron sus tarteras de la nevera y se sentaron a la mesa. En la pequeña tele de la salita el nuevo jefe del Estado Global, como se autodenominaba, estaba dando un discurso. Era un ser anodino y regordete, y su voz monótona y su manía de dar dos discursos diarios dejaba a la población en un estado permanente de sopor. Un ser gris, con voz gris y traje gris.

José Luis decidió que al gordito de la tele le iba a escuchar Rita y se puso los auriculares de su iPod XXIV. Pulsó “play” y una sonrisa curvó sus labios.

“… ya no me acuerdo de ná”.
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Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

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Sinkim
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Sinkim »

Una historia muy divertida, me ha recordado en cierto modo a la novela "El fin de la infancia - Arthur C. Clarke" (y eso es un gran elogio) ¡Felicidades autor, un relato muy, muy bueno! :lol:
"Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano" (Friedrich von Schiller)

:101:
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Ororo
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Ororo »

Semigracioso (20% Acojonadito + 40% Descojonante + 40% placebo)

El principio me ha gustado menos: la redacción un poquito más torpe y no muy gracioso, pero a medida que he avanzado me he encontrado con más soltura por parte del autor y, también, más gracia. Eso es bueno.
El tema sexual, algo visto, aunque he sonreído en varios momentos, como:
Todos los seres vivientes del universo, y algunos inertes, saben que [...]
Los plutonianos, desde que habían sido expulsados del club de planetas del Sistema Solar [...]
-¡Doloooooooorrrr! -Fue la última palabra de Borja.
Muy gracioso también lo de la CoPla y la Franziskaner :mrgreen:

La cervecita me hace sospechar del autor :boese040: y la canción de Extremoduro, bueno, bien. No sé si del todo bien utilizado el recurso. Podría haber hecho más gracia.

La puntuación en los diálogos para repasársela y el factor sorpresa casi nulo.

Y he visto falta de cohesión, de un conjunto.

Bueno, no está mal :60:
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Dori25
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Dori25 »

Primero que leo.
Hay dos relatos completamente diferentes y me gusta más el primero, los extraterrestres buenorros, las mujeres tan contentas de continuar relacionándose aunque esté claro que no van a tener bebes, las fiestas.... se podían haber quedado!
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joserc
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por joserc »

Ingenioso este relato. El final no lo he entendido o es que es un poco flojo. Lo releo, por si acaso.

No está mal.
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Verditia
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Verditia »

Relato gracioso, pero me ha parecido algo flojo. Una especie que invade a otra, ¿y no estudian sus ciclos de reproducción? ¿Y después se van sin ni siquiera “luchar” un poco por quedarse? Y eso de que al final instauran los gobiernos terrícolas… con lo contentos que estaban los humanos por que se los cargaran a todos, ¿y ahora no luchan por conservar la paz mundial? ¿dejan que todo vuelva a ser como antes? No sé…me falta más explicación.

Lo que más me ha gustado: "Si no supieran que era imposible, los patakianos pensarían que los terrícolas los encontraban incluso atractivos. Con ese pelo del color de la orina, esos enormes ojos y esos tórax más duros que la Pangüita." ¡Genial!

El "pero": el inicio muy interesante, prometedor, pero no me ha acabado de llegar el desenlace.

¡Suerte!
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barrikada
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por barrikada »

Este fue el primer relato que leí, con lo que creo que en una segunda lectura lo pueda ver de forma un poco diferente sabiendo cómo es el nivel global del concurso.

En primer lugar un detalle que veo es que por referencias el autor y un menda nos llevaríamos muy bien. No sé por qué, pero este relato tiene esencias mendozianas (aunque esté apunte es probable que lo haga muchas veces, ya que es del género de humor lo que más he leído y lo que más me ha marcado) En concreto, este relato me recuerda a Sin Noticias de Gurb por aquello de mezclar lo futurista y los detalles más costumbristas (tampoco es que estemos hablando de un futuro muy lejano). Creo que más o menos está logrado el tipo de sociedad futurista, pero creo que ganaría en claridad con algo menos de detalles. Hay varios chistes que no entendí y en general me pareció simpático, más que tronchante, aunque el autor se ha esforzado en meter alguna salida de tono.

El detalle de Extremoduro, por cercanía me gusta, pero creo que corre el riesgo de no ser entendido por mucha gente y tampoco creo que sea especialmente agudo. Quizá una canción más absurda le hubiera venido mejor. No está mal escrito, me resulta directo y no muy recargado de adornos, lo cual me parece acertado, pero revisaría algo el tema de guiones, mayúsculas y puntos. Al menos, homogeneizar esa parte.

Lo leeré de nuevo, porque veo que tampoco me he empapado mucho de la historia en sí y me he fijado más en detalles formales que en disfrutarlo y dejarme llevar por él. Buena suerte, un piacere!
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Dori25
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Dori25 »

Verditia escribió:Relato gracioso, pero me ha parecido algo flojo. Una especie que invade a otra, ¿y no estudian sus ciclos de reproducción?
Porque no era importante, ¿no ves lo felices que están las terrícolas? Ahora que de los hombres no dice nada ¿También había "suecas"?
Verditia escribió: ¿Y después se van sin ni siquiera “luchar” un poco por quedarse?
Por lo visto son una especie burócrata, si no es legal no pueden quedarse
Verditia escribió: Y eso de que al final instauran los gobiernos terrícolas… con lo contentos que estaban los humanos por que se los cargaran a todos, ¿y ahora no luchan por conservar la paz mundial? ¿dejan que todo vuelva a ser como antes?
Pero tu has visto que ahora luchemos? Si me dan unas ganas de poner una horca en la plaza mayor y nos da igual, nos pisotean, nos quitan derechos y seguimos yendo a trabajar como borregos.
Que si, que hoy me he levantado indignada.
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jilguero
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por jilguero »

Se lee bien, se entiende, te hace sonreír, tienen una prosa muy aceptable, no se hace largo…etc. En general, sin decirte que sea un relato que vaya a levantar pasiones, creo que cumple muy bien la misión de entretener. Quizás yo hubiera evitado los diálogos más banales, como si me pongo este o aquel traje, pero no me hagas mucho caso porque esto es una cuestión de gustos muy personal.
Resumiendo, un relato que no está mal y que me ha hecho pasar un rato muy agradable. :60:


¿Qué me está pasando? :party: Las cavilaciones de Juan Mute

El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre (A. Camus)
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Gavalia
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Gavalia »

Cojonudo, divertido, loco, ida de perola total... ejercicio de imaginación interesante que decae en el cierre. No voy a decir que es el que màs me ha gustado, pero si que es verdad, que es el que me ha pillado con la risa tonta y me descojonado, palabrita. Si que he visto errores pero los paso por alto por el buen rato que me has hecho pasar.
888
:alegria:
En paz descanses, amigo.
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Wintermute
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Wintermute »

Tras uno de La Guerra de las Galaxias, otro un poco galáctico. Quizás de Star Trek, porque esto de que fusilen al que va de rojo me suena de algo...

El argumento comienza bien y la premisa es buena y original, creo. Coincido con Ororo en los retazos que más me han gustado. Sobre todo lo de Plutón.

Creo que funciona como parodia/crítica. Si tuviese que buscarle un algo, quizás la narración me ha flojeado en algún momento, pero tampoco mucho más.

Oseasé, que me ha gustado bastante...
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Shigella
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Shigella »

Estoy de acuerdo con Dori en que aquí hay dos relatos. El primero más loco y fiestero, con parodia de Star Trek incluida y Extremoduro está muy bien.
En el segundo, creo que se ha intentado un humor más sutil y de paso una crítica a la burocracia, al estilo el Limbo de los idiotas. El problema es que para una persona que se ha visto 143254 veces desde que era un mico Las 12 pruebas de Astérix, cualquier otro intento de hacer gracia con la burocracia se queda en nada. Sí, para mí una de las mejores escenas del cine, y lo digo totalmente en serio. La de veces que habré recordado la casa que enloquece a lo largo de mi vida :lol:

Bueno, no me enrollo más, que en general me ha gustado.
1, 2... 1, 2... probando...
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Isma
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Isma »

Es divertido y me recuerda un poco al planteamiento que hizo Ukiah hace ya unos cuantos concursos con Nuestros amigos los Oobi. La cultura de los alienígenas (alienígenas, qué bonita palabra) choca con la de los terrícolas de manera absurda e incongruente, como corresponde a dos razas que, en principio, no guardan ningún denominador común. Hay muchos libros de ciencia ficción que tratan ese tema -La guerra de las salamandras, Mundo anillo...- y lo que se plantea aquí me gusta y me divierte. Aunque creo que se le podría haber sacado más jugo con los rituales "adaptados". Me ha encantado, por cierto, el "¡¡Dolooooor!!" de Borja :D.

Porque creo que daba para más, y porque el final me parece muy abrupto, no lo valoro más alto, pero me lo he pasado bien leyéndolo y esto, a veces, es lo único que necesitamos que nos digan como autores.
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Orr
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Orr »

Je.

Me ha gustado mucho. Los patakianos se nos presentan como unos inocentones, y los astutos humanos disfrutando de su nuevo orden mundial. Muy gracioso. El momento de la barbacoa y el sacrificio son tronchantes. Y el final me parece una maravilla, todo se acaba por culpa de un formalismo burocrático. Y el bueno de Jose Luis nostálgico. Me parece un relato original, divertido, bien estructurado, con una redacción clara y una extensión correcta. Buen trabajo.

Saludos.
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Tolomew Dewhust
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Re: CH 1 Invasión, colonización, exterminio y otros.

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Ay, Nínive, qué cositas se te ocurren...

El relato me ha gustado mucho y creo que se debe íntegramente a que no estoy bien de la chaveta. Es más, no descarto haberlo escrito yo. La redacción no destaca ni para bien, ni para mal, pero el ritmo es genial.

En cuanto al argumento, confieso que conecté enseguida con la trama pero se me desinfló un poquito con el tema del sacrificio, por la mitad del relato. No me cabe duda de que es problema mío y preciso una segunda lectura para encajar esa pieza. Sin embargo el final, a mi modesto entender, ha sido apoteósico, absurdo a rabiar, genial.

Bravo, otro al pelotón de cabeza. Que buen día me habéis regalado hoy, entre el del truño gigante y tú.

:alegria:
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
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