Título original: The preserving Machine
Traducción: Norma B. de López
© 1969 by Philip K. Dick
© 1979 Editorial Sudamericana S.A.
Colección Nebulae no 22
Humberto Io 454 - Buenos Aires
Edición digital de Sadrac
R6 11/02 L
ÍNDICE
La máquina preservadora, (The preserving machine ©1953).
Juego de Guerra, (War game ©1959).
Si no existiera Benny Cemoli, (If there were no Benny Cemoli ©1963).
Roog, (Roog ©1953).
Veterano de guerra, (War veteran ©1955).
Cargo de suplente máximo, (Top stand-by Job ©1963).
Aquí yace el Wub, (Beyond lies the wub ©1952).
Podemos recordarlo todo por usted, (We can remember it for you wholesale ©1964).
clase de lunáticos.
Admito que no tengo ni idea de qué tipo de libro es este que he leído. Busqué en la colección de ciencia ficción de un amigo, Dick siendo el único autor del género que me suena, que parecía cortito y encontré este, y dije pues vamos allá. No me gusta la ciencia ficción pero quiero salir de mi zona de confort en la escritura y quise leer un poco para hacerme a la idea. Al principio me pareció un infierno y las cien páginas se me antojaron doscientas mil. Pero conforme he ido leyendo más y más le he cogido el gustillo. Veterano de guerra, Aquí yace el wub y Podemos recordarlo todo por usted son los únicos que me han gustado, muchísimo, para ser sincera; del resto... admitiré no haber entendido nada.
La máquina preservadora me ha dejado un poco fría, no sé si por la traducción o porque sencillamente no soy capaz de comprender. La idea del hombre este es buena, pero, quizás ¿demasiado ambiciosa? Sin embargo, me dio alguna pista para desarrollar algún que otro fragmentillo de este estilo.
Juego de guerra... de verdad, es que me siento estúpida. No he entendido la finalidad de este texto, no sé qué relevancia tiene el juego de los soldaditos para acabar con el Monopoli al revés. No sé si es que me cierro en banda por la temática que abarca o qué. Me quedé con que al final le dieron el visto bueno al juego que más chungo parecía, porque, no sé si es cosa del juego o de la estupidez propia del personaje, uno de ellos quiere acabar la partida así se vaya el mundo al garete.
Si no existiera Benny Cemoli me ha gustado un poco más, aunque admito haber estado perdida de principio a última hoja. Mi cabeza todavía no entiende eso de que un periódico hable de cosas que pasaron, están pasando, podrían haber pasado o pasarán. No sé, no sé. La ciencia ficción se me da fatal. El desarrollo de la historia es lo que me da la sensación de que son personajes ya conocidos por los lectores asiduos del autor, quizás, aunque seguramente no.
Con Roog sí que estuve a punto de rendirme. No entendí una sola escena. No sé si esos basureros son basureros de verdad que se camuflan ante los humanos y el perro es el único capaz de ver lo que se está cociendo realmente o todo son paranoias del perro.
Las ventajas de un simple recuerdo, y nada más, podía apreciarlas ahora.