Colmena, de Mario R. Calzadilla (2023)

Viajando a los confines del universo, y más allá.

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sujeto17
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Colmena, de Mario R. Calzadilla (2023)

Mensaje por sujeto17 »

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978-8412618679
Titanium escribió:En el enclave futurista de una misión colonizadora a la deriva en el espacio profundo, el autor explora los límites de la humanidad y de la cordura. Un padre trata de salvar a su hijo enfrentándose a una amenaza implacable. Rodeados por la desolación, sienten cómo ese infierno cruel e inhóspit o va engulléndoles sin tregua. Colmena es un viaje, literal y figuradamente, impulsado por el amor y contra la propia naturaleza de uno mismo. Una pugna por salvar no sólo la vida sino también la inocencia del muchacho. Es una obra explícita en el terror, en la barbarie, aunque también en los tiernos recuerdos de esa vida que quedó atrás, en La Tierra. Es una novela sensorial e inmersiva que trata de cuidar los tiempos, evocando poderosas sensaciones en el lector. En Colmena, la intriga, la desesperación, la angustia y la empatía con el protagonista crecen página a página, para culminar con un final que generará nuevas dosis de todas ellas.
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Buenas tardes;
Llevo bastante tiempo visitando el foro como invitado y aprovechando las recomendaciones de quienes por aquí frecuentan. No voy a andarme con rodeos ni a fingir lo que no es: me he decidido a crear un post por un motivo importante para mi, que es dar a conocer un libro de ciencia ficción: Colmena, de Mario R. Calzadilla. Soy el autor. La publicación ha sido mediante una editorial tradicional y me ha llevado más de 2 años todo el proceso. Hay mucho cariño puesto en la novela. Os dejo algún fragmento en exclusiva. El jueves fue la presentación, con buen acogida, y quien ha podido leerlo parecer haberlo disfrutado. Es ciencia ficción mezclada con terror, oscura, cruda y adulta.

Os dejo algún fragmento en exclusiva, por si a alguno le interesa:

A través del grueso cristal, desde el espacio inerte, un crisol de bellos colores ilumina
el cuerpo de la madre del chico. Es el único amor verdadero que aquel hombre ha
conocido. Tumbada en el suelo, callada en una paz de marfil, eterna y frágil, bañada
por dichas luces, la mujer parece convocada por los mismísimos ángeles. Brillan sus
voces desde las coloridas nebulosas, arremolinadas en los confines de un cosmos
cruel e inhóspito. Un pañuelo teñido de sangre cubre su cara inocente, test de
Rorschach carmesí de la despedida. En su sedosa tela, acartonada por el rojo, el
hombre todavía puede intuir el relieve de sus bellos ojos. Esa mirada dulce y
tiernamente triste que siempre fue capaz de alumbrar incluso los más oscuros
rincones de su alma. Todavía puede sentir su calor en el pecho… y por momentos
siente pánico de imaginar cuando se extinga. De vivir lo suficiente como para que
aquella hermosa sensación se le olvide.


* * *

¡Sacrificio! ¡Sacrificio! ¡SACRIFICIO! Gritan con ojos sádicos, clavados en la pareja.
Con la carne mancillada y el espíritu derrotado, entre sollozos mudos, lágrimas
agolpadas y miradas de despedida, los dos veinteañeros ya apenas luchan. Para qué.
Ahora sólo desean que el final sea rápido. Como dos corderos llevados de las patas
hacia el degolladero, se dejan arrastrar hasta el campamento principal de los
caníbales. Asentado en una amplia plataforma sobre el gran lago, el lugar pone los
pelos de punta. Una hoguera ritual en el centro, rodeada por tótems construidos con
calaveras, fémures y otros huesos. El fuego contra sus siluetas dibuja

fantasmagóricas sombras que danzan sobre las tienduchas de lona. El suelo pringa
con cada pisada, cubierto de sangre coagulada, de despojos y aciagos restos.
Salpicaduras de rojo por doquier, sobre cartones meados y amarillentos, que se
vuelven más sucios junto a la cocina. Una gran mesa astillada por crueles serruchos,
con asideras para manos y pies y un brasero con hierros candentes para poder
cauterizar los muñones.


* * *

Desde el promontorio disfrutan de una panorámica de los serpenteantes
bosques, de un recóndito y oscuro lago y de los montes que lo delimitan;
tierra de gigantes salpicada de flores. Algo en aquel paraje conecta con lo
más hondo y genuino de sus almas. Con el origen de su existencia. Allí
sienten que han vuelto a casa, aunque sea la primera vez que pisan aquellas
montañas. Se miran, pero no dicen nada. No es necesario. Despliegan el
toldo de la furgoneta y se sientan en el sofá cama, estirando hacia fuera las
piernas. El porche de su improvisado hogar abre directo al corazón de la
naturaleza. Los pájaros se arremolinan en la llanura piando alborotados,
tratando de decidir en qué árbol pasarán la noche. Al fondo, el día se escapa.
El Sol se despide reflejándose en anaranjadas pinceladas sobre las negras y
gélidas aguas. Los últimos rayos de luz se disipan en paz, perdiéndose de un
modo hermoso entre las colinas. Pero él se gira y dirige su atención a ella. Es
la joya que brilla protagonista en aquel hermoso paisaje. El verdadero
espectáculo. Nota el cálido abrazo de sus gráciles y suaves dedos y siente
que no necesita nada. Sólo gastar hasta el último segundo de vida a su lado.
Pecosa y pelirroja. Pertenece a aquel lugar, es evidente, aunque ella no lo
sepa. Sus iris color esmeralda le devuelven la mirada. Ojos enamorados
entretejiendo sus almas. La quiere tanto que de tan intenso le duele. Sabe
que ella siente lo mismo. Cocinan beicon y huevos revueltos en la vieja
sartén, sobre el fuego azulado del gas, mientras disfrutan de la hierba
húmeda bajo sus pies desnudos. Cenan bajo la única luz de un millón de
estrellas. Allí, ante sus dilatadas pupilas, se hace presente hasta la última de
ellas. El aire frío les salta las lágrimas. Está refrescando. Él le trae una manta.
La arropa desde atrás mientras la abraza. La besa en el cuello. Ella sonríe y
un escalofrío la estremece. Es feliz a su lado. La vía láctea divide en dos la
bóveda celeste, derramándose mágica sobre sus cabezas. Se refleja en el
lago como si fuese un inmenso espejo, haciéndoles sentir que flotan por el
firmamento. Las luciérnagas comienzan a revolotear tímidas a su alrededor.
Por un momento, con tan sólo estirar el brazo, siente que casi pueden
atrapar una estrella. Huele su pelo hasta inundarse de ella y la besa de
nuevo, tumbados ya en la cama, hechos un ovillo, bien acurrucados. Esa
noche no hacen el amor. Mejor aún. Se abrazan y se quieren hasta quedarse
dormidos.
¡Cof-cof!
¡COF-COF-COF-COF!
Una tos sanguinolenta le despierta entre ahogos, como queriendo avisarle.


Lo podéis encontrar por Amazon, Fnac, así como en diversas librerías online.
Un saludo y muchas gracias por vuestro tiempo.
:batman:
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ciro
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Re: Colmena, de Mario R. Calzadilla (2023)

Mensaje por ciro »

Pues mucha suerte con la novela.
La forma segura de ser infeliz es buscar permanentemente la felicidad
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lucia
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Re: Colmena, de Mario R. Calzadilla (2023)

Mensaje por lucia »

Suerte con la novela. He dejado la portada y la sinopsis en el primer mensaje.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

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