Voy por mitad del capítulo 26 y la verdad que me quedan menos de 100 páginas ¡y ni me he enterado!
Me está encantando, aunque es verdad que ahora mismo le daría a Sonea una somanta palos que pa' qué
Ahora mismo, ella
está siendo utilizada por Fergun, con el rollo de que tiene a Cery... ¿y no es más fácil contárselo todo a Rothen y seguir a Fergun de alguna manera para descubrir dónde tiene al cautivo? Es que vamos... Rothen le diría que le siguiera la corriente a Fergun mientras él y Dannyl intentan hacer algo. Es que estos rollos así de que todo se lía por no hablar a tiempo, me ponen muy nerviosa |
Cery
está cautivo por Fergun, incluso intenta matarlo de alguna manera, pero falla. Acaba con el brazo roto, aunque Fergun se lo cura... veremos qué pasa con él. Reconozco que Cery me pone un poco nerviosa, entiendo sus motivos para perseguir a Sonea, aparte de su amor no confeso... pero me parece el típico moscón todo el rato detrás de la chica |
Dannyl me gusta mucho,
es muy humano, no sé, se raya mucho por el tema de la muerte de los magos, que acaban consumidos por su propia magia E intenta experimentos útiles, aunque de momento fracasa. Al ser aprendiz de Rothen, me resulta todavía más querido. Me lo imagino guapísimo |
Y el Gran Lord...
¿Qué esconde? De momento no hemos podido averiguar qué es lo que hace Akkarin por las noches cuando se aburre Aparte de matar a gente y fisgonear a Sonea. |
La narración fluye tranquilamente pero entretiene que da gusto. A mí me encanta, especialmente, cuando habla de Sonea y de sus sentimientos encontrados, o cómo describe por ejemplo, que están bebiendo Ravi o cosas cotidianas de vez en cuando, le dan "realismo" a una novela, a mí es que me encanta
Por cierto, de las 3 profesiones de magos, a mí también me encanta
la de los sanadores. Sonea se siente atraída por ellos y la verdad que a mí me encantaría. Y no porque yo sea enfermera, sino porque creo que sirve para ayudar a los demás y es bonito Me cayó muy bien Indria, también alumna de Rothen ¿no? |
Sigo leyendo, el próximo comentario, el final