Entiendo que lo de los orogenes y su capacidad de sesapinar pueda tener una explicación científica que se podría enmarcar en la cifi. Pero una cosa es poder tener la percepción de las cosas y otra muy distinta tener la capacidad de manejar fenómenos de la naturaleza, con la mente como único utensilio. Digamos que yo puedo admitir que tú puedas saber cuando va erupcionar un volcán como el de La Palma, pero me es muy difícil creer que tú puedes hacerlo erupcionar o parar con tu mente, si no utilizo un pensamiento mágico-religioso. Y, precisamente, el pensamiento mágico es lo que caracteriza la fantasía y el pensamiento científico el que caracteriza la cifi. Ahondando en esto, hay mucha gente que aboga por unir los dos géneros, incluso las librerías suelen poner el apartado cifi y fantasía juntos y existe el pensamiento de que a quien le gusta la cifi le gusta indefectiblemente la fantasía y viceversa. A mí, por el contrario, me parecen géneros bastante antagónicos, aunque en alguna característica coincidan, por eso mismo de que una mente eminentemente científica suele ser eminentemente contraria a una mente mágico-religiosa. Evidentemente las personas no son ni 100 % científicas ni 100% mágico-religiosas, siempre tenemos una mezcla entre una cosa y la otra. Hay que tener en cuenta que una persona lectora de ficción ( de cualquier género), por muy de ciencias que sea, también es de letras, sin duda, sino solo leería libros técnicos.
El enigma de la segunda parte, creo que pronto te lo resolveré, porque ya estoy con ella. Ya vi que a ti no te gustó mucho. Parece ser que es más explicativa que activa, por lo que he leído por ahí. En esto puede que el criterio sea distinto del tuyo. A mí me suele gustar que las cosas encajen en mi mente más cuadriculada y tú sueles fijarte mucho en el estilo narrativo (cosa que yo no desdeño, pero no es mi principal objetivo valorador). Por tus comentarios siempre veo que te fijas mucho en la forma, aunque no desdeñas el fondo, pero a mí, me suele pasar al revés. Aunque luego miro que libros me parecen extraordinarios y todos tienen una forma impecable, o sea que igual estoy mintiéndome descaradamente a mi mismo.