Siempre hemos vivido en el castillo - Shirley Jackson

[sara_chauchat]

No acabó de atraparme y me parecía confuso el argumento, lo dejé......quizá me equivoque.

A mí me está pasando igual y ganas me dan de dejarlo, pero de momento voy a seguir. Yo ya tuve mis reticencias a empezarlo porque había leído anteriormente el relato de La lotería, de la misma autora, y no me gustó nada. Pretende parecer impactante y a mí no me lo pareció para nada.

[Laurus]

Lo he empezado y de momento solo llevo dos capítulos, pero la verdad es que me está gustando.

Creo que la autora consigue plasmar muy bien

la atmósfera inquietante del interior de esa casa en la que hace seis años ocurrió un hecho dramático, que de momento no se entiende muy bien, y que ha provocado que la familia se haya tenido que aislar de los vecinos del pueblo para protegerse de habladurías y chismes.

Y qué decir de

la visita de la señora Clarke, que viene a tomar el té acompañada de una amiga, que parecía absolutamente inofensiva, pero que se ha puesto a cotillear sobre ese desagradable suceso sin ningún tipo de decoro ni discreción.

Voy a seguir un poco más.

[Hatter]

Lo leí hace tiempo, hará unos dos o tres años, y he de reconocer que no me pareció un libro fácil, no tanto en su lectura, sino por las sensaciones que consiguió provocarme.

Tanto Merricat como Constance me resultaron insufribles, aunque los habitantes del pueblo o el primo Charles se las traen también. Es un libro pesimista (reflejo, supongo, de la propia Shirley), y resulta difícil aceptar que Constance se rinda de esa manera a su hermana, aunque claro, teniendo en cuenta lo que les une, resulta más comprensible, pero aún así resulta injusto. Creo que, en definitiva, el personaje que más me molesta de toda la novela es Constance. Comprendo que por amor acepte sacrificarse, pero me causa dolor la vida a la que se resigna Constance.

[julia]

Es una historía inquietante, atípica, con unos personajes poco convencionales. Creo que esas personalidades y el tono como de fábula, hacen que resulte "incómoda" su lectura.

A mi me encanto, pero no es un libro que recomiende de forma incondicional, porque entiendo que puede decepcionar o no sr lo esperado.

[Laurus]

Bueno, pues lo acabé hace unas semanas, pero no me había pasado a comentar.

La verdad es que me ha decepcionado un poco. Quizás tenía demasiado altas mis expectativas.

En la trama me ha parecido que quedan flecos sueltos.

Por ejemplo,

¿Cuáles fueron las razones del envenenamiento? ¿Quedarse viviendo las dos hermanas solas en esa casa sin nadie que las molestara? ¿Una venganza de Merrycat porque la castigaban sin cenar? Si Merrycat tanto quería a Constance, ¿por qué no confesó que ella había sido la autora del crimen y no liberó a Constance de esa culpa? ¿Porque de esta manera tenía la coartada perfecta para sobreprotegerla? Y ¿por qué Constance se prestó a ese juego? ¿Ya le estaba bien así? Un rato complicaditas las dos hermanas sí que lo son, ¿eh?

Y el final

me ha parecido cansino y repetitivo. Se alarga en exceso hablando de la supuesta felicidad en la que viven las dos hermanas, encerradas en su burbuja de una casa incendiada y en ruinas mientras los vecinos se acercan a curiosear, a molestar, a dejarles comida o a mostrar un interés genuino por su bienestar (en el caso del médico y el señor Clarke).

En definitiva, ha sido un libro del que, por la sinopsis y su primer tercio, ciertamente prometedores, yo me esperaba más.

[Chamusquina]

Terminado!
Pues muy bien siempre la Jackson, no está a la altura de Hill House, pero ha habido momentos en los que he sentido la misma opresión que Merricat y eso siempre es algo seguro cuando leo a esta autora, siempre conecto con su protagonista.
Mis mejores momentos leyéndolo han sido

-el arrepentimiento de la prota respecto a su tío -la amenaza que supone la llegada de Charles -la alta dependencia de su hermana Constance -la hostilidad directa de los hombres del pueblo mientras toma café en el bar -la felicidad forzada mediante la repetición como un mantra al final del libro

Shirley Jackson siempre vale la pena.