Si un árbol cae en el bosque - Marina Tena Tena

[jonathan stride]

Título: Si un árbol cae en el bosque
Autora: Marina Tena Tena
Editorial: GRIJALBO (21 marzo 2024)
Formato: tapa blanda, ebook
Nº páginas: 400

Sinopsis

Un thriller evocador sobre los límites de la inocencia firmado por una de las jóvenes promesas del género.

Una oda a la naturaleza que cautivará a los lectores de La chica salvaje.

Una fría noche de septiembre de 1986, un grito rompe el silencio de la oscuridad.

Con las primeras gotas de lluvia, un cadáver espera a ser encontrado junto a una vieja cabaña en las afueras de Zarzaleda, un pequeño pueblo de la sierra de Madrid. Sus habitantes se quedan conmocionados al descubrir que entre las rocas y las zarzas reposa el cuerpo de Manuel Villaseñor, el joven más prometedor del lugar.

Con su actitud huraña y su afición a perderse por los infinitos senderos de las montañas, Camino sabe que sospecharán de ella. No la ven con buenos ojos. A la sombra de esos bosques que tan bien conoce, empezará a indagar por su cuenta para hallar al verdadero asesino. Sabe que Manuel no era el chico perfecto que todos creen, pero nadie quiere ver ni escuchar la verdad...

Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie cerca, ¿hace algún sonido?

Si alguien comete un crimen y nadie habla, ¿es realmente culpable?

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[ilargi]

[jonathan stride]

Amparada una vez más bajo el término thriller otra editorial lanza al mercado una novela que se englobaría si acaso dentro de la narrativa y en la que cualquier atisbo de intriga brilla por su ausencia. A estas alturas, sin embargo, la inclusión de un cadáver en la trama lleva aparejada intrínsecamente la consideración de novela negra o de cualquiera de los subgéneros que en ella pudiera darse. Escasa trascendencia tiene ya la total ausencia de intriga o de indagación policial que pudiera ameritar tal reconocimiento. Ya que lo cierto es que no existe deseo más acuciante que el de engrosar las arcas editoriales aun a costa de someter al lector a todo tipo de ardides, burdos y simplistas por igual.

Es así como tenemos de nuevo entre las manos un ejemplar que, planteando como punto de partida la aparición de un cuerpo, se pierde con premura en las vicisitudes de los habitantes de un pueblo que nada tiene que relatar. Mediante una narración en tercera persona adoptando el prisma de Camino, la trama se reduce a sus idas y venidas así como a las de un grupo de amigos que, en última instancia y en contra de lo que cabría esperar una vez leída la sinopsis, se centran en diálogos vacuos de veinteañeros que en nada dirimen la cuestión principal, como es resolver la incógnita identidad de una ecuación absolutamente lineal y paupérrima.

Es por ello que en los agradecimientos finales resulta delirante observar la alusión a un miembro de la Guardia Civil que, en palabras de la autora, ha guiado sus pasos a la hora de estructurar la investigación policial y los entresijos que de ella se desprenden. El pasmo que causa este apartado en el lector constituye a la postre la mayor sorpresa de todo el libro, toda vez que no existe dicha investigación y el descubrimiento del presunto culpable se menciona de soslayo.

Dos estrellitas para otro folletín irrisorio que transcurre entre rumores de un pueblo que aburren hasta la extenuación y dejan de lado cualquier conato de indagación policial que precisaría del más mínimo oficio. La autora aboga por una vía tan sencilla que ilustra todas las carencias de las que adolecen las perores óperas primas, con el agravante de que en este caso no se trata siquiera de su primera obra. Deleznable.