Las chicas de la cantera - Jess Lourey

[jonathan stride]

Título: Las chicas de la cantera
Título original: The Quarry Girls
Autora: Jess Lourey
Editorial: PRINCIPAL DE LOS LIBROS (1 abril 2024)
Formato: tapa blanda, ebook
Nº páginas: 336

Sinopsis

En este idílico pueblo, tu vecino puede ser un asesino. ¿Quién será la próxima víctima?

Minnesota, 1977. Para los adolescentes de un pueblo en el que todos se conocen, el verano significa fiestas, nadar en la cantera, ir a la feria del condado y aventurarse en los túneles de la ciudad. Pero para Heather no todo es diversión y juegos.

Heather y su amiga Brenda tienen un secreto. Vieron algo en la oscuridad, algo que no pueden olvidar. Juraron no contárselo a nadie, pero su juramento se ve puesto a prueba cuando su amiga Maureen desaparece. A pesar de que es la segunda chica que lo hace en una semana, las autoridades se muestran reacias a investigar.

Heather teme que las jóvenes desaparecidas estén relacionadas con lo que presenció aquella noche. Buscando desesperadamente respuestas por su cuenta, descubre que nadie en su comunidad es quien parece ser. Ni la policía, ni los chicos que conoció en la cantera, ni siquiera sus padres. Pero no puede dejar de investigar, porque sabe que esas chicas están en peligro.

Además, también sabe que ella es la siguiente.

«Las chicas de la cantera es un crimen real contado en forma de novela y, sin duda, los lectores pasarán noches en vela.» Bookreporter

«Las chicas de la cantera es una de las novelas de suspense más esperadas del año. Este libro habla sobre la inocencia perdida, las reglas no escritas del silencio en los pueblecitos, lo que los "hombres rotos" hacen a los demás y lo que los niños que se convierten en hombres hacen cuando están en grupo, pero que nunca se atreverían a hacer solos. Y luego está el coraje de una mujer que no piensa permitir que acaben con ella.» St. Paul Pioneer Press

«Lourey transmite el nerviosismo, el hambre y la inquietud de las adolescentes con un toque de Megan Abbot, a la vez que intensifica constantemente la atmósfera claustrofóbica de un pequeño pueblo de Minnesota de 1977 donde la oscuridad serpentea bajo la superficie.» Loreth Anne White, autora de The Patient's Secret

«Pocos autores pueden mezclar el miedo genuino que genera una sórdida historia de crimen real con personajes evocadores, tridimensionales, y una prosa hipnótica como Jess Lourey. Lo dice todo: Las chicas de la cantera será uno de los mejores libros del año.» Alex Segura, autor de Secret Identity, Star Wars Poe Dameron: Caída libre y Miami Midnight

«Jess Lourey es una maestra del thriller, y Las chicas de la cantera es su mejor novela hasta la fecha, tan oscura, retorcida y llena de secretos como los túneles que se esconden bajo las aparentemente idílicas calles de Pantown.» Chris Holm, autor de The Killing Kind

[VicenteV]

No tiene mala pinta.

[almatriste]

Parece interesante!
Seguro que @jonathan stride lo lee y nos cuenta!

[jonathan stride]

tú sí que sabes, @almatriste
En un par de libros o tres tengo intención de ponerme con éste

[LizzyDarcy]

tú sí que sabes, @almatriste
En un par de libros o tres tengo intención de ponerme con éste

Yo también, tengo 3 empezados, pero el siguiente es este.

[jonathan stride]

Pues nos vemos por aquí, Lizzy
A ver si está tan bien como parece.

[almatriste]

Avisad cuando la vayáis a leer!

[Diavola]

A la lista

[jonathan stride]

Yo tengo pensado ponerme el finde con él, @almatriste , lo que no sé es cuánto me durará.

[almatriste]

Yo tengo pensado ponerme el finde con él, @almatriste , lo que no sé es cuánto me durará.

Lo pillo

[LizzyDarcy]

Yo tengo pensado ponerme el finde con él, @almatriste , lo que no sé es cuánto me durará.

Yo también, ya he terminado uno de los tres libros que tenía a medias. Me queda una novela gráfica y otro que es cortito. Así que en el finde empiezo este.

[LizzyDarcy]

Lo acabo de empezar, a ver qué tal.

[jonathan stride]

Lo acabo de empezar, a ver qué tal.

Yo ya lo he acabado, Lizzy, a ver qué te parece. Tengo que pasarme a dejar reseña pero para mí ha sido un fiasco, una oportunidad perdida. Te sigo.

[LizzyDarcy]

Llevo la mitad y bueno, ni fu ni fa, de momento.
La verdad es que no sé ni qué comentar

[jonathan stride]

Las primeras páginas de esta novela haciendo referencia a una serie de hechos y sujetos que son fiel reflejo de lo acontecido hace medio siglo en Estados Unidos no suponen sino un espejismo que invita a presumir un rigor literario que nunca llega.

A partir de ese momento, el relato nos traslada a un suburb de los años 70, apropiado de una casuística estructural que favorece una vía de investigación apenas explotada. Para entonces la autora ha sucumbido al sencillo planteamiento de un enfoque adolescente que imposibilita cualquier avance significativo o atisbo siquiera de indagación alguna.

Es así como transcurre un noventa por ciento de la novela entre cavilaciones prepúber que nacen y mueren en el cerebro de un ser que carece de un mínimo de experiencia sobre el que sustentar una historia que apuntaba más alto.

Resulta innegable que Lourey ha optado por el camino fácil, exento de un trabajo como el que amerita una investigación policial y centrándose en el mero arte de escribir por escribir, presa de su propia imaginación y de lo que esta pueda proveerle, lo cual, dicho sea de paso, proviene de una limitaciones intrínsecas a su persona sobre las que poco o nada se puede hacer.

El desenlace, atropellado y resuelto por arte de birlibirloque, alberga la pretensión de sorprender a un público hastiado apelando a una pluralidad resolutiva de la incógnita identidad que se aprecia inocua por lo repentino y descontextualizado.

Dos estrellitas y media para un panfleto juvenil disfrazado de novela negra con ínfulas. Soporífero a partir del primer tercio, tras el que se intuye que la autora, en piloto automático, se ha abonado al expeditivo recurso de escribir cincuenta páginas al día. Una novelucha exprés, de pronta ejecución e ínfimo desarrollo. Una cantera, exenta de talento y de talante, ideal para despeñarse. Literal y figuradamente. Descansa en paz, Lourey.