Leyendo el tercer relato,
Las pisadas misteriosas, he recordado
Retorno a Brideshead, de Evely Wauhg, porque en la novela de Waugh hay una escena en que se cita unas frases de este relato:
Sí -dijo- lo cogí, con un anzuelo invisible y con un hilo tan largo como para dejarle vagar hasta el fin del mundo y para hecerlo volver dando un tirón del hilo.
Para posteriormente, retomar esta alegoría titulando el Tercer libro de Retorno a Brideshead como
El hilo invisible.
Y no es un cita casual. Ambos, Chesterton y Waugh, tratan el mismo tema.
Me he acordado porque hace dos semanas vi la serie de 1981. La novela la leí hace cuatro años y no la tengo tan fresca.
En cuanto a los relatos del Padre Brown, me siguen gustando mucho. No es Sherlock Holmes, pero es que eso es precisamente lo que pretendía Cherterton. En mi edición de Valdemar, viene una introducción de J. Rafael Hernández Arias muy interesante donde explica todo esto.