Moderador: Runita
y que se puede escribir novela negra ambientada en España sin seguir los esquemas norteamericanos y que sea igual de de atractiva que los clásicos del género.
Pues yo no soy un paladar muy exigente o ¿sí?, bueno no sé 
Me tienes amenazadonosequé escribió:Pero como no me guste......
Me alegro un montón de que te haya gustado la novela y te haya traído algunos recuerdos... y más sabiendo que no es tu género predilecto. 
Toda la razón. Si me descuido no aviso...nosequé escribió:Un poco más y lo anuncias al día siguiente
Mi asilvestrada pequeña la ha leído y también ha disfrutado mucho. De lo único que se ha quejado es del final.
jonathan stride escribió:parece que Dios ha querido finalmente (nunca mejor dicho, una vez leído el libro)
empezado... y acabado
dejando a un lado que sienta afinidad por Aderben, no sólo por el hecho de que haya contado conmigo como lector de su libro, sino también porque ya he coincidido con él en este foro con anterioridad, he procedido a leer "La noche de Alameda" como si de cualquier otro escritor se tratase, procurando ser totalmente objetivo en mi opinión ( dentro de lo objetiva que una opinión en sí misma puede ser). Tanto es así que, de hecho, estaba predispuesto a mostrarme más crítico con su obra por el mero hecho de ser quien es, pese al temor de encontrarme con una novela que no fuese de mi gusto y acabase despotricando de un compañero forero que, además, se ha tomado muchas molestias. Por suerte para mí, ha sido empezar el libro y olvidar cualquier tipo de pensamiento acerca de esto o lo otro, ya que a las pocas páginas ya estaba embebido en esta novela policiaca con ligeros tintes de novela negra que mejora sobremanera según avanza hasta llegar a un desenlace apoteósico pero no por ello exento de coherencia.
"La noche de Alameda" nos adentra en el entorno intimista (que a mí tanto me gusta) de un pueblo madrileño que guarda un oscuro pasado en el que el dolor, los remordimientos y el deseo de justicia tienen un papel protagonista. Una justicia subjetiva que no todos contemplarán del mismo modo (tal es el caso del incorruptible y cabal teniente Figueroa) pero de la que es imposible escapar cuando lo sucedido le atañe a uno mismo. Este tipo de iridiscencia racional, junto con aspectos relativos a los trastornos del autismo, ciertas prácticas abusivas y punibles o el reflejo del sentir de un pueblo con respecto a unos hechos determinados, constituyen la vertiente negra de una novela que, llegado el final, incita a pensar en lo que cada uno de nosotros, en su particularidad, concibe como justicia, perdón o arrepentimiento. Éste es un punto más a favor de una novela que cuenta también con unos personajes sobrios, sin estridencias, con problemas mundanos pero (o quizás debido ello) también reales. Sin duda, los más atractivos literariamente hablando son, con diferencia, Figueroa y Lucía. La honradez, humildad y empatía del primero encuentran ardua batalla en la perseverancia, inteligencia y dedicación de la segunda. Sea como fuere, el resto tampoco desmerece, como es el caso del ocurrente Gallego, del solícito Elías o el displicente Quintana, entre otros muchos.
Respecto a la trama, contamos con una base que ya hemos visto con anterioridad pero con una ejecución distinta a lo acostumbrado. Innova dentro de lo conocido y eso también es de agradecer. Además, el desenlace hace honor a la historia y rompe con el final feliz que, a estas alturas, ya tantos detestamos.
Pero, por encima de todo, si algo hace de este libro una lectura a tener en cuenta, es esa atmósfera tan difícil de conseguir, en la que el lector se encuentra tan sumamente cómodo que trasciende a la propia historia y a los personajes. Los parajes, lo que en ellos se respira, junto con escenas memorables comolo son todo. Cuando reparas en que te has enamorado del entorno, del contexto, ya sabes que ese libro merece mucho la pena, por su calidad y por pertenecer al poco nutrido grupo de novelas que lo consiguen.
el enfrentamiento entre Lucía y Leandro
cuatro estrellitas y media para una gran novela, preludio de lo que va a lograr este autor, que puede hacer más e incluso mejor. Es por ello que no le doy cinco estrellas, porque antes o después acabará ocurriendo, aún con mayor merecimiento. Es Nebreda uno de esos autores que aparecen de repente, que no sabes muy bien de dónde vienen pero, los lees, y tienes muy claro adónde van. Y eso es siempre lo más importante. Parece que tenemos un pequeño genio entre nosotros.
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