La terminé ayer. Me ha parecido entretenida, sin más. No sé si es que me esperaba el novelón negro del siglo o que ya se ha escrito muuucho (y yo leído mucho, porque me gusta ese ambiente) sobre la América blanca y pobre, pero el caso es que todo me ha sonado a manido, a ya visto en otros cien mil sitios antes, a constante descripción innecesaria, a querer recalcarlo todo demasiado. Vale, entran a un bar, y el autor me quiere contar que el ambiente es de basura blanca, de paletos de la Texas profunda, barrigones, capaces de darte una paliza, con gorra o sombrero, camiseta sudada y bebiendo cerveza en sus taburetes, blablabla. Ya lo sé, querido Nic, ya lo hemos visto en cine y en literatura (y ahora en series), PUEDES ELUDIR DESCRIBÍRMELO TODO CIEN VECES, las esperas crepusculares en el coche, las latas de cerveza en el suelo, sé más sutil, por favor.
Lo dicho, es entretenida, tiene momentos blanditos y momentos más bestias, pero no ha acabado de convencerme del todo. Si hubiera pagado los 18 euros que cuesta me hubiera dolido bastante (la cogí en la biblioteca).
Mi valoración coincide bastante con lo que resume Eyre en esta frase:
Eyre escribió:No voy a decir que me haya decepcionado porque no ha sido así, pero tampoco me ha parecido una novela tan especial. Es una pena, porque la base y la atmósfera (sórdida, eso sí) me resultaban atrayentes; el problema ha sido que apenas ha llegado a conmoverme, no me ha emocionado como debería haberlo hecho, a pesar de que las historias personales de los protagonistas sean difíciles.
Quien quiera basura blanca, clase baja de mundo rural en EEUU, tiene
"Knockemstiff", tiene también a Jim Thompson, tiene...