Pag 135, 20% leído. Es muy muy interesante. Y muy triste, plantea la situación de los territorios palestinos y sus gentes desde finales del siglo pasado. Actualmente estamos en la novela en los años 40. Cuenta muy bien como los territorios fueron doblemente prometidos por los ingleses a unos y otros, el establecimiento de loa primeros kibbutz, en fin la parte histórica de forma muy detallada y correcta.
Resulta una lectura triste. Leyendo la sinopsis puede parecer que la amistad entre el haj y el judio es algo dulce e idílico, para nada es así. Tienen una relación complicada, en la que llegan a apreciarse, pero en la que se ve que nunca podrán pasarse ciertas barreras. Me pareció muy curioso que el árabe dice que valora tener un judío con quien hablar porque a los suyos "sólo puede decirles lo que se espera de él que diga, jamás la verad".
Podría decirse que la novela tiene un sesgo muy anti árabe, porque los presenta como gente que se traiciona continuamente entre sí y, por supuesto, a los otros pueblos, incapaz de decir la verdad, cruel, llena de odio y de un deseo de venganza hacia el resto de la humanidad que les lleva incluso a que cuando se les hacen favores lo tomen a mal y odien aún más. No obstante, también es cierto que al ver como crece el protagonista, ves que la razón , según el autor, de que eso sea así tal vez no sea achacable a cada individuo sino a los cuatro aprovechados que por la especial idiosincrasia de esa sociedad han podido seguir manteniendo su poder y sobre todo su adoctrinamiento de una forma tan fácil y terrible que escapa al entendimiento occidental.
La novela tiene un sesgo muy triste al contar el día a día en la aldea árabe:
el niño hijo del protagonista (que encima el padre es rico y se gasta un montón de pasta en tonterías) ve por primera vez juguetes, una enfermería, letrinas, luz eléctrica y otro montón de cosas cuando llega al kibbutsch judío. Le habían dicho que allí se hacían orgías y sacrificios humanos y no sabe si creerlo. Es un niño inteligente, educado de una manera tan abominable que da hasta mala leche leerlo. Ya ha aprendido por los golpes que le ha dado la vida, que no puede confiar en su padre, ni en su hermano, ni en su mejor amigo |
Da pena ver que tantos años después, muchos árabes han salido de esa terrible forma de pensar y ver la vida descrita en la novela, pero sigue habiendo bastantes como para formar algo tan tremendo como el Estado Islámico.
Seguiremos informando, he dejado al niño
molido a palos cuando su padre se ha enterado de que va al kibbutz |