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Cambio de rumbo notable el que ha dado Thilliez en este libro, alejándose de Sharko y la novela negra a la que nos tenía acostumbrados, para adentrarse de lleno en el thriller psicológico. Es éste un género muy maltratado por multitud de autores que escriben bajo demanda, convirtiéndose de alguna manera en mercenarios literarios. Son ellos, principalmente, quienes otorgan el calificativo de infame a una literatura que, en buenas manos, puede alcanzar cotas insospechadas. Es el caso de "Paranoia", un punto y aparte en el género. Thilliez imprime calidad y profundidad a un relato sobrio, con menos giros narrativos de lo que pudiera parecer, y con un dibujo
soberbio. En los vaivenes inherentes a la novela acaba por descubrirse
atenazado, locuaz, redimido e incluso pagado de sí mismo. Es tal la complejidad que el final ofrece más de una lectura posible, con un cliffhanger en las tres últimas frases que depara en una sonrisa malvada y , a su vez, una expresión ojiplática por parte del lector. Hasta ese momento, la novela es puro desenfreno, un placer culpable del que imbuirse durante horas y horas.
Cinco estrellitas para un thriller atípico, a años luz de lo vergonzoso y vergonzante que suele resultar leer este tipo de novelas. Posee momentos un tanto escalofriantes (por primera vez pasé miedo) así que recomiendo leerlo de noche y a oscuras con cualquiera de esos ereaders nuevos con luz. Principalmente, por dos razones. La primera, para sacarle todo el jugo al libro y sumergirte como exige tan buen libro. La segunda, porque, como es obvio, para poder leer a oscuras necesitas un aparato que emita luz, y cualquier Ipad o artilugio similar (pantallas retroiluminadas inclusive) te destrozará los ojos.
Podemos decir, por tanto, que Thilliez se resarce del todo de aquel primer fracaso que fue "El ángel rojo" pasando una prueba de fuego. Un autor que se desenvuelve tan bien en varios estilos es digno acreedor de elogios, loas y parabienes. Atrévete y adéntrate en este hospital psiquiátrico abandonado que tanto tiene que ofrecer. Por esta vez, no te arrepentirás.