Rebeca - Daphne du Maurier

[dorsvenabili]

He intentado leer el libro pero es lentísimo.

[magali]

He intentado leer el libro pero es lentísimo.

La novela está llena de descripciones y apenas tiene acción. Sabiendo eso y, teniéndolo bien presente, quizá puedas abordar la historia en otro momento. No es una novela rápida de leer, hay que dedicarle su tiempo, demorándose aquí y allá. No es de presentación-nudo-desenlace.

[RAOUL]

Pues estoy leyéndola dese hace unos días y ya voy por la mitad. No quise resistir la tentación y me puse otra vez la película de Hitchcock, sólo los primeros treinta o cuarenta minutos, para comparar. Y es una gran adaptación, creo que toda la parte de Montecarlo se desarrolla en la película con un ritmo y una precisión admirables. El cambio del guión en el arranque, por ejemplo, es una gran idea. Y la llegada a Manderley la hubiera preferido más morosa como en la novela, donde se destacan los rododendros rojos y la interminable carretera privada que conduce a la mansión. Joan Fontaine está magnífica en el papel e incluso Lawrence Olivier, a veces criticado en el rol no demasiado simpático de Maxim, no me parece que esté nada pero que nada mal.

La novela, sin ninguna duda, es espléndida. El personaje de la narradora sin nombre, casi sin edad, casi sin aspecto físico, que empieza a contar su extraña historia desde un punto final, con su marido a su lado (probablemente dormido en un mediodía caluroso), pone los cimientos de una construcción donde sin ninguna duda, desde el principio, se logra crear la atmósfera que se precisa. Transmite perfectamente ese sentimiento de timidez, de inferioridad, de torpeza, de desasosiego; su comportamiento y sus reacciones son de todo punto comprensibles. Todo es creíble, nada resulta forzado. La escena del Cupido de porcelana y el diálogo subsiguiente del matrimonio, por ejemplo, son paradigmáticos. Y, por lo demás la letra, los objetos, las costumbres, los pasos, la relación que va creándose entre la segunda y la primera señora De Winter, la utilización del perro (que es muy importante)... todo está lleno de aciertos. Una excelente novelista la señora Du Maurier, sí. El reto es conseguir no sólo que esta historia de fantasmas se desarrolle en sus hechos sino que la propia protagonista evolucione.

[magali]

¡Cuidado, @RAOUL que libro y película tienen grandes diferencias! Hablo de la versión que mencionas.

Tus comentarios me van a hacer leer, otra vez, una de mis novelas favoritas . Lo digo porque me gusta ver las situaciones desde una nueva óptica.

Gracias. Te sigo

[RAOUL]

Pues de momento sigue la pauta, ¿no? Aunque no recuerdo la película Hitchcock , la verdad, salvo el final y alguna cosa suelta más. El personaje de Favell me da la sensación de que sí que no aparece en la película, y es evidente que la novela por ahí esboza todo un camino.

Voy por la mitad, acabando de entrar en las habitaciones de Rebeca y con la calavera sobre el esqueleto haciendo de cicerone entre cepillos, camisones y chinelas. Que es otra gran escena. También supone un gran avance porque por primera vez se hace referencia a lo que pasó y se aporta mucha información. Porque el tal Maxim es una ostra y la narradora no es precisamente una hábil abridora de ostras.

[RAOUL]

El capítulo de la fiesta, que es la culminación de una lenta ascensión (un clímax en sí mismo) y que debe marcar una cesura en la novela, es muy notable. Es decir, tenemos a una criatura "sonada". La narradora es como un boxeador al que le han dado un directo sin acertar a verlo y que, sin embargo, acierta a levantarse y proseguir. Ahí es muy brillante cómo la autora hace que la narradora refleje los hechos notarialmente y que los sentimientos y las decisiones se muestren por los acontecimientos: el cambio de vestido, el descenso por la escalera, el vestíbulo vacío, los atriles sin los músicos, las cortinas de la habitación del ala de poniente, el baile fragmentado, los comentarios aislados, los fuegos artificiales... Antes de ese alzarse en la lona ha sido muy bueno ese anticiparse, o ese imaginarse el futuro inmediato desde la ventana hacia la terraza.

Es evidente que se utilizan mitos ancestrales, elementos de cuentos y de novela gótica pero les da una muy hábil vuelta de tuerca. Los capítulos y las escenas a vece se transforman en historias cortas independientes que, en conjunto, hacen avanzar lentamente la historia y el conocimiento de unos personajes, que son complejos. Me llama la atención que el fantasma de la novela se evite en una representación física directa. Sabemos que al menos hay un retrato pero que no está en Manderley. No existen fotografías. El cuerpo alto y delgado y esbelto de Rebeca se muestra en sus vestidos abandonados. Sus pequeños pies están subrayados por el tamaño de los zapatos del vestidor. La belleza y largura de sus cabellos se evoca en el recuerdo de su marido cepillándolos.

[RAOUL]

Bueno, a mí me parece que la novela le salió redonda y espléndida a doña Daphne. Y creo que doña Daphne era de la misma opinión. Es una obra que ochenta años después se mantiene perfectamente, y se le augura futuro porque reposa en cimientos muy profundos.

La película, la de Hitchcock digo, es igualmente magistral. Quizás como película llegue a una cima superior que la novela como novela. Ciertamente existe un cambio fundamental, impuesto, que el productor no pudo o no quiso evitar. Seguramente no pudo. Resulta llamativa la cesura que se produjo con el Código Hays. Uno ve películas de comienzos de los años 30 y el tratamiento de temas como el sexo, la violencia, el adulterio, el alcoholismo es mucho más libre y directo.

[Renee]

Sí, yo también creo que es una novela espléndida y redonda. A ver si algún día le hago hueco para relectura.

[Uxie]

Pues estoy leyéndola dese hace unos días y ya voy por la mitad.

La novela, sin ninguna duda, es espléndida. El personaje de la narradora sin nombre, casi sin edad, casi sin aspecto físico, que empieza a contar su extraña historia desde un punto final, con su marido a su lado (probablemente dormido en un mediodía caluroso), pone los cimientos de una construcción donde sin ninguna duda, desde el principio, se logra crear la atmósfera que se precisa. Transmite perfectamente ese sentimiento de timidez, de inferioridad, de torpeza, de desasosiego; su comportamiento y sus reacciones son de todo punto comprensibles. Todo es creíble, nada resulta forzado. La escena del Cupido de porcelana y el diálogo subsiguiente del matrimonio, por ejemplo, son paradigmáticos. Y, por lo demás la letra, los objetos, las costumbres, los pasos, la relación que va creándose entre la segunda y la primera señora De Winter, la utilización del perro (que es muy importante)... todo está lleno de aciertos. Una excelente novelista la señora Du Maurier, sí. El reto es conseguir no sólo que esta historia de fantasmas se desarrolle en sus hechos sino que la propia protagonista evolucione.

A mi me está pasando igual.
La empecé hace unos días y ya voy por la mitad precisamente, cada vez que agarro la novela no puedo parar de leer.
Es cierto que tiene muchas descripciones, pero para mi es difícil de soltar porque cada poco tiempo pasa algo que te mantiene en vilo, aunque solo sea una reacción, un pensamiento, etc.

Había notado que casi no se dice la edad de ella, y creo que habia notado que el nombre es también inexistente.
Es un excelente recurso porque por un lado tenemos a Rebeca, con la "R" grande y notoria, y por otro lado tenemos a la protagonista que ni nombre la pobrecita. Ayuda mucho a esa idea de que ella no existe; que ella no existe, es decir que es tan poquita cosa que es prácticamente inexistente (pobrecita ), y que otra persona que ahora no existe realmente, está mucho más presente que ella.

Cuando leí recomendaciones sobre esta novela creí que se trataba de una novela de fantasmas, pero ahora habiendo llegado ya a la mitad me doy cuenta que la cosa no va por ahí, y si sigue ese mismo hilo me va a gustar mucho más que si fuera de fantasmas (y ojo, lo dice una persona amante de las historias de fantasmas).
Me parecería muchísimo más original y bien logrado que el "fantasma" de Rebeca sea el que las personas de su entorno crearon. Podemos seguir llamándolo fantasma, pero no es el tipo de fantasma que uno podria imaginar, sino que es la proyección que los demás hacen de ella en un plano en el que ya no existe como tal.
Si se mantiene eso, me va a gustar más aun de lo que ya me está gustando, me parecería más real, más posible.

En fin, me está gustando muchísimo y me parece una lectura muy adictiva, de esas de no parar.
Luego tendré que ver la pelicula... si la dirigió Hitchcock le tengo fé.