HE AQUÍ MI RECONSTRUCCIÓN DE LOS HECHOS...EJEMM...me ha quedado un poco largo...
sorry
Ella lo había alcanzado todo. Lo había probado todo; todo lo había saboreado: el éxito, los flashes, la fama, la atención, el reconocimiento e incluso el dinero. A su corta edad, había conseguido alcanzar todas las metas que se había propuesto: a través de su éxito como Miss España, había viajado por todo el mundo como modelo, se había codeado con las estrellas de Hollywood para trabajar como chica Bond en algún film, había alcanzado la fama y copaba todas las portadas del corazón. Por supuesto, había mejorado su aspecto pasando por el quirófano e incluso había llegado a su cénit al comenzar su relación con el famoso millonario Stride y su posterior matrimonio.
Pero Arwen se había calmado. Hacía tiempo que todo eso había quedado atrás y ahora llevaba una vida acomodada, muy acomodada pero ausente de objetivos. Sus actividades habían derivado en las rutinas de la clase alta: ora un cóctel, ora un salón de belleza, ora un masaje, ora cultivar su figura a base de pilates, ora sus eternas fiestas nocturnas...
Se casó muy enamorada de Stride; de él y también, por qué no, de su cuenta corriente, de su estatus y sobre todo de su influencia. El poder era algo que ella nunca había tenido y lo admiraba. Pero poco a poco su vida dejó de satisfacerla. Stride, lejos de las atenciones que le prestaba al principio y de cómo se pavoneaba de ella ante los demás, se había volcado en sus asuntos de negocios, y la presencia de su socio Demóstenes, se había hecho obligada en su casa...demasiado obligada.
Así, poco a poco, Arwen, buscaba atisbos de felicidad y atención dándose caprichos, y llenando su vestidor, sus habitaciones, su joyero y su despensa de todo tipo de lujos y escesos. Pero no era feliz...
Así, poco a poco se dejó llevar por nuevas experiencias que la sacaran de la rutina, y sedujo un par de veces a su profesor de tenis, el apuesto Mick Astrup, conocido entre las mujeres casadas de la jet-set como un Casanova con deportivas, bragueta de fuego, gigolo picarón, más que por su revés a dos manos. Pero Arwen seguía sin ser feliz...Intentó negar estos sentimientos, daba fiestas a diestro y siniestro y se codeaba con gente variopinta, entre la que había gente de la aristocracia, como Cayetana de Eboli, (que era un poco simple pero que la introdujo en el mundillo de las obras de arte y el rancio abolengo) o gente del mundo artístico como la siempre polémica y en el candelero, Lady ChubbChubb, a la que pidió, en un afán desesperado de salirse de lo convencional y buscar sentido a su rica vida, que montara un espectáculo en su próxima fiesta.
No en vano se ganó la envidia de alguna que otra "amiga" como Lorelai Adisson, por haberle "robado" alguna exclusiva...
Pero Arwen seguía triste, en gran parte por la desatención de Stride...Stride estaba raro últimamente. No eran pocas las reuniones en su despacho con Demóstenes, lo que hacía que ella tuviera que aguantar en más de una ocasión a Anaid, esposa de Demóstones y que siempre estaba menospreciando a su marido con cara de asco. A cien leguas se veía que ese matrimonio no iba bien, sino que estaba a punto de explotar como un volcán en erupción. Esto fue lo que llevó a Arwen a poner un poco de atención en las idas y venidas de su esposo y así descubrió un turbio negocio...muy turbio, pero mucho...oyó hablar de asesinato, oyó hablar de sobornos, oyó hablar de ajustes de cuentas, oyó hablar de mafia rusa...
Arwen sufrió un gran desengaño con Stride. ¿qué hacer? Tras mirarse una mañana al espejo y no gustarle lo que éste le ofrecía, decidió ponerse en contacto con un detective...y dio con Clandes.
Lo llamó por teléfono y quedó con él en un sitio que no levantara sospechas. ¿qué mejor que el gimnasio? Así, en un primer encuentro, mientras pedaleaban y disimulaban que hablaban de vanalidades, Arwen le contó a Clandes todo lo que ocurría en el despacho de casa. Clandes se prendó de Arwen...su belleza serena, su mirada triste...no tenía nada que ver con la frívola imagen que la prensa daba de ella-pensó el bueno de Clandes. Más allá de su deber profesional, Clandes se tomó el tema como un asunto personal. En varias ocasiones siguieron viéndose en el gimnasio, donde Arwen pasaba información a Clandes y le dejaba pruebas en la taquilla. Pero un día se dieron cuenta del peligro que corrían cuando la buena de Raquelina Pérez, amiga de toda la vida de Arwen, incluso antes de ser famosa, y a la que Arwen le pagaba el caro gimnasio por pura amistad, llegó al gimnasio y vio a Arwen hablando con Clandes como si fueran amigos. Clandes se hizo el escurridizo y se quitó disimuladamente de en medio, pero Raquelina le dijo a Arwen: "Huyyy, ¿quién era eseee? Qué cuerpazooo ¿lo conoces? ¿viene mucho por aquí?" Así que Arwen tuvo que esquivar el tema: "¿Ese? No sé, es la primera vez que lo veo por aquí y quería ligar conmigo, pero me lo he quitado de en medio...además le olían los pies". Con esto consiguió que Raquelina, obsesionada con los olores, quitara la atención de Clandes y empezara una inocente conversación sobre la conveniencia del uso de la lejía frente al amoniaco.
Pero alguien más solía ir al gimnasio. Era alguien que Arwen sólo conocía de referencias por su marido y apenas sí se fijaba en ella. Era Heike Willendorf, que había observado todo el movimiento Clandes-Arwen de lejos, puesto que ella no era de pedalear, sino de darle a la cinta andadora que deja mucho lugar a la observación. Ese último día, Willendorf saludó antes de irse a Arwen en las duchas del gimnasio. Arwen saludó sin recordar mucho su cara, pero cual fue su sorpresa cuando a los dos días, Jonathan Stride le dice que su amiga Heike, la hija de Willendorf, un antiguo socio suyo, iba a venir a vivir a casa mientras hacían obras en su casa y encontrarse su familia fuera. Arwen empezó a preocuparse y a ponerse paranoica...La figura de H.Willendorf, antes borrosa en su memoria, cobraba ahora nitidez; la veía en cada rincón del gimnasio ¿cómo no se dio cuenta? Tranquila Arwen-se decía a sí misma-ves fantasmas por todas partes. Pero seguía sin gustarle otra presencia impuesta en la casa que no era de su agrado.
Además ultimamente, Stride estaba un poco más atento con ella...la miraba con mirada excrutadora y una sonrisa inquietante...Un día, propuso inesperadamente organizar una fiesta de esas que hacen memoria pero con gente selecta. "Cariño, elige tú a los invitados y organízala...hace mucho que no haces ninguna y no quiero pensar que es por mí..." No en vano, Willendorf le ha advertido que su mujer se ve con un hombre en el gimnasio y no es cosa de un día...y él se la come con los ojos...Stride piensa que ha descuidado su relación, trata de estar más por Arwen porque no quiere perderla, ya que no ha sospechado que la "cabecita hueca" de su esposa represente una amenaza para sus "asuntos".
Arwen, asustada y viendo que estaba en peligro, se puso en contacto por última vez con Clandes, esta vez fuera del gimnasio, en un parque lleno de gente. Pidió a Clandes que se apresurara en sus investigaciones, pero éste le dijo que necesitaba más pruebas que relacionaran a Stride con la mafia rusa. Clandes insistió a Arwen que dejara la casa y no corriera riesgos, pero Arwen no quería: aún necesitaba conseguir la última prueba definitiva y había de poner un micro en el despacho. Él le confesó su amor...ella, desconcertada, lo miró con extrañeza y con lágrimas en los ojos..."Oh, Clandes, Clandes...ahora no puedo pensar en eso, pero cuando todo esto acabe...cuando todo acabe..." Clandestino le acarició el rostro, pero ella había tomado su decisión de ir hasta el final. Clandes suspiró, la miró con los ojos cargados de deseo y miedo...y le dijo: "Te llamaré, Arwen, te llamaré si tú no me llamas antes de las 3.30 a.m"
Durante la fiesta, la música corre a cargo de Lady ChubbChubb y sus extravagancias. El alcohol corre de lo lindo y Arwen se ha rodeado de sus amigas, las de siempre como Raquelina Pérez, y las convenientes como De Eboli, Lorelai Adisson, la propia ChubbChubb, Anaid y el bueno de Mick. Willendorf era figura impuesta como habitante de la casa y amiga de Stride y Demóstenes era como la sombra de Stride.
Hay una nueva doncella en la casa que no es la buena de Veves, de total confianza de Arwen, sino una chica joven y eslava, que no habla español y de nombre Irina Zhura...Arwen sospecha que esta chica la vigila, y que además, es la única a la que dejan limpiar el despacho a pesar de ser nueva.
A pesar de todo, Arwen aprovechando el lío de la fiesta y el alcohol que ha tomado Stride y su sombra, trata de entrar en el despacho...pero Zhura no le quita ojo...Arwen se está asustando. Ve a Raquelina hablando con Cayetana de Eboli, más allá a Mick acechado por Adisson que le acosa sin disimulo, ChubbChubb está contando chistes verdes con Demóstenes y Stride, algo desmejorado por el alcohol...Willendorf baila sola...y Anaid Rubirosa está con cara de asco mirando a su marido...y mira a Arwen de reojo...
Arwen se acerca a Veves para indicarle que mantenga a los invitados atendidos cuando le suena el móvil: Es Clandes. Arwen sube a su habitación, se asegura de que no la han seguido...pero Anaid ha estado atenta a sus movimientos y entra a la habitación...no se le ha escapado los extraños movimientos de Arwen y su preocupación...también sabe de los negocios turbios de su marido y Stride y está deseosa de inculpar a su marido por la vía rápida, para quitárselo de encima; hace años que no soporta ni su presencia, ni su aliento...Anaid es la que ha conseguido infiltrar en la casa a Irina Zhura, como chica de confianza. Le ha pedido a ésta que consiga el arma de Stride y ella misma ha seguido a Arwen hasta alcanzarla en la habitación. Zhura vigila que nadie la vea...Anaid le ha prometido papeles, legalizar su situación; Zhura está desesperada.
Anaid entra sigilosamente, Arwen va a gritar cuando percibe su presencia por el espejo del tocador, pero al girarse, sin más, recibe un tiro en el pecho. Al caer, se golpea el cráneo contra el cabecero de la cama, a la altura de la nuca. Pero el disparo ya había sido mortal...Anaid sale de allí sin ser vista, con la inestimable ayuda de Zhura...y lo demás ya lo sabéis...Anaid siempre fue una persona enferma de rencor y odio y no dudó en matar a Arwen para inculpar a su marido y a Stride.
Por cierto, Arwen no llegó a tiempo de contactar con Clandes...una pena.
ASESINO: ANAID
COMPLICE: ZHURA
ARMA: LA COLT DE STRIDE
MOTIVO: INCULPAR A DEMOSTONES Y STRIDE Y VENGARSE DE SU MARIDO