natura escribió: ↑23 Jun 2022 00:26
Bienvenido al “planeta Marcovaldo”, @Ivanovich
¿Qué tal lo llevas?
Me ha encantado, como a ti. Me falta el último relato, que me dejo para leerlo con un vino y despedirme de Marcovaldo.
Siempre me ha gustado la aparente ingenuidad con la que escribía Italo Calvino. Esa forma que tenía de constar sus historias como para niños, para el niño que los adultos llevamos dentro, pero con una extraordinaria precisión en el lenguaje y una filosofía de fondo.
Marcovaldo es otro de esos personajes estupendos de Calvino, un antihéroe (un personaje
bufo y nostálgico, una especie de Charlot, como dice Calvino en el prólogo) en busca de la naturaleza perdida en medio de la grisura de la ciudad. Como dices en tu comentario, es maravilloso el cándido optimismo con el que Marcovaldo se enfrenta a los
aconteceres de la vida a pesar de sus circunstancias más bien insignificantes.
Las historias (o más bien historietas) que se recogen en Marcovaldo tienen, todas, esa dosis de ternura, humor y melancolía, que hace que se lean con una media sonrisa.
Por si alguien tiene curiosidad, el prólogo del libro, escrito por Italo Calvino, resume y centra estupendamente lo que el lector va a encontrar en Marcovaldo.
¿Libro para niños? ¿Libro para jóvenes? ¿Libro para mayores? Hemos visto cómo estos planos se enlazan de continuo. ¿O más bien un libro en el que el autor, a través del filtro de unas estructuras narrativas sencillísimas, expresa su propia relación, perpleja e interrogante, con el mundo? Tal vez esto también.
Italo Calvino, último párrafo del prólogo