He disfrutado como un niño pequeño y alguna que otra lágrima...
con la relación con Jumpin', también con el final |
Como amante de la naturaleza y la unión y observación de esta, desde pequeño (de hecho, esa unión y dependencia y amante de lo sencillo me recordaba cuando era niño, incluso ahora, me sentía muy Kya) me ha parecido una maravilla.
Soy amante de lo austero, del intercambio, de los estudiosos por observación y "autodidactas" y mucho menos de los entendidos de pupitre y salón (estudiar lo que te dicen, no estudiar lo que ves), la comunión que consigue Kya con su entorno me resultan muy auténticos con lo que hemos sido, y nunca deberíamos haber dejado de ser. La tragedia que vive y la capacidad de aprender de ella, ganando la batalla a los pesares y adaptándose en todo momento, sin olvidar su pasión, y nutrirse de ella, hace que sea un libro tierno, desgraciado, acogedor y que termine ganando el amor, la pasión, lo austero y vivir la naturaleza sin tener que adaptarla a como uno quiere vivirla.
@Ashling yo tampoco lo podría entender (que una madre abandone a sus hijos teniendo otro "sitio al que llevarlos") pero en África lo he vivido una y otra vez; el razonamiento hay momentos que se pierde, por desgracia, y gana la subsistencia y el sobrevivir cuando tu mundo cambia tanto que ni te has dado cuenta de ello
El juicio sí, algo lento, pero se soporta con la paulatina aparición de todos los personajes que están con Kya, y como aparece el "buen" pasado en el dictamen de un "buen" futuro |
¡Salud y buen viento!