El primer capítulo es que despista un poco, se centra en un Shuggie adolescente y cómo es su vida, y cuando llegas a la segunda parte, que transcurre muchos años atrás, cuando Shuggie es apenas un niño pequeño, no entiendes qué pinta el capítulo ahí suelto de antes, y claro la novela va de cómo llega Shuggie a ese primer capítulo, y para eso hay que contar la historia de Agnes, la madre, y de toda la familia.
La novela va creciendo y creciendo y va haciéndose muy grande, ya no es simplemente un dramón sobre el Glasgow de los 80, el paro, el alcoholismo, la fealdad, la falta de esperanza, eso queda atrás, para quedarnos con los personajes y su evolución. Odio a Eugene con todas mis fuerzas, por ignorante, por cabrón, aunque lo que hace lo haga por ignorancia. Y el último capítulo es muy bueno, porque
ves cuál era el otro final de Agnes si hubiera sobrevivido, y no sabes qué es peor, y probablemente la madre de la amiga de Shuggie acabe en el río. La imagen del barquero recogiendo los cadáveres de los desesperados en el río, cual Caronte es aterradora, atenuada porque es una buena persona que no roba a los muertos. |
En fin, os animo a leerlo.