Os recuerdo que hay diez días para votar. Hay posibilidad de cambio de voto.
¡Animaos a votar y a participar en la lectura!
Los extraños, de Jon Bilbao
Luna de lobos, de Julio LlamazaresJon y Katharina pasan el invierno en la costa cantábrica. Se alojan en la vieja casa familiar de él, demasiado grande para dos personas. Se sienten solos y, cuando Katharina se queda embarazada sin desearlo, empieza a preguntarse si irse a vivir con él fue buena idea. Dos sucesos vienen a alterar la rutina de la pareja. Una noche, unas luces extrañas aparecen en el cielo. A la mañana siguiente, Markel, un primo lejano de Jon, se presenta por sorpresa en la casa. Le acompaña la atractiva y silenciosa Virginia, una suerte de asistente. La situación pronto se vuelve incómoda: los primos no recuerdan haberse visto nunca y Jon duda de que Markel sea quien dice ser; la presencia de Virginia se hace cada vez más amenazadora y, además, los visitantes no solo no parecen querer irse, sino que empiezan a apropiarse poco a poco de la casa. Pese a todo, Jon y Katharina se sienten fascinados por esos extraños en los que ven un remedio para su aburrimiento y quizá también para sus problemas.
Artes subversivas para cultivar jardines, de Teresa MoureRamiro, Gildo y Ángel, tres soldados republicanos de León, huyen en plena noche de las represalias del frente victorioso que ha ocupado su tierra. Refugiados en el monte, siempre al abrigo de la oscuridad de las minas abandonadas, de las cuevas o de la noche, ven pasar los meses mientras tratan de encontrar la forma de sobrevivir y de escapar al infierno de la clandestinidad. De esta manera se manifiesta un instinto primario que puede llevar un hombre acosado hacia la violencia.
Existiríamos el mar, de Belén GopeguiCuentan los vecinos del pueblo que Leandro Balseiro plantaba lirios, narcisos, siemprevivas y anémonas de un delicado color violeta; que por los muros de aquella casa trepaban pasifloras moradas y rojas; que la cuna de su hija Clara fue un plantón de hortensias; que la niña se alimentó solo de chupar los pétalos azucarados de los amarilis de Ceilán… Dos generaciones más tarde, un comando de intervención artística capitaneado por aquella niña, Clara Balseiro, prepara una audaz operación de denuncia ecologista: resucitar los jardines colgantes de Babilonia del abuelo Leandro en los terrenos de una cantera abandonada. Junto a ella, su hijo adolescente, un pianista amnésico, una psiquiatra austríaca y una joven con adicción a los problemas sentimentales, decididos todos a enfrentarse a lo establecido y a sus propios miedos. Escrita a modo de cuaderno de campo Artes subversivas para cultivar jardines nos llega como una flor rara, una irresistible propuesta de rebeldía y respeto al medio ambiente que nos hace Teresa Moure
El reino de este mundo, de Alejo CarpentierPorque sería posible vivir de otra manera.
Una novela luminosa sobre la lealtad y la convivencia.
En el portal 26 de la Calle Martín Vargas de Madrid, Lena, Hugo, Ramiro, Camelia y Jara han logrado convertir el piso que comparten en un espacio de vida en común. A sus cuarenta años viven juntos por necesidad y porque forma parte de su manera de entender la convivencia y las relaciones personales. Pero la situación y el carácter de Jara son más inestables: hace tiempo que no tiene trabajo y siempre vive en vilo. ¿Por eso se ha ido sin avisar y sin dejar nota de su paradero?
Existiríamos el mar es un soplo de energía que nos lleva a los caminos donde se unen la fragilidad y la fuerza, lo difícil y lo posible, los nuevos comienzos, y formas diferentes de perseverancia y de lealtad. Belén Gopegui ha escrito una novela osada y conmovedora de historias comunes donde lo más intenso no reside ni en lo más oscuro ni en lo más turbio, sino, a veces, muchas veces, en momentos de respeto, risas, charla, felicidad, apoyo mutuo o rabia compartida.
El golpe de estado de Guadalupe Limón, de Gonzalo Torrente BallesterEl Haití convulso de los años inmediatos a la Revolución Francesa es el marco de esta novela. Ti Nöel, el esclavo que da órdenes al viento, es testigo de una historia que se desarrolla circularmente, como un "inacabable retornar de cadenas, de grillos y de miserias": la dominación de los colones franceses, el reinado de Henry Cristophe, ex-cocinero negro, señor de un insular y caribeño Versalles, y el nuevo poder republicano impuesto por los mulatos. Por debajo del aprendizaje señorial del antiguo siervo, late una dialéctica más profunda: la lucha entre creadores y destructores de mitos, entre el rebelde Mackandal y las empolvadas pelucas, toquen testas blancas, negras o mulatas.
Carreteras secundarias, de Ignacio Martínez de PisónPrimera novela en la que Torrente aborda el tema del mito político, su origen, desarrollo y desmitificación –constante a partir de ella en su obra–, y en la que la ironía y la sátira, como ingredientes del humor, son base de la historia, una historia de amor e intriga sobre la rivalidad personal y amorosa entre dos mujeres en una América todavía colonial, y que devendrá en una revolución popular.
Un adolescente y su padre viajan por la España de 1974. El coche, un Citroën Tiburón, es lo único que poseen. Su vida es una continua mudanza, pero todos los apartamentos por los que pasan tienen al menos una cosa en común: el estar situados en urbanizaciones costeras, desoladas e inhóspitas en los meses de temporada baja. Bien pronto, sin embargo, tendrán que alejarse del mar y eso impondrá a sus vidas un radical cambio de rumbo.