Disculpa, Ivanovich, que no había pasado por el hilo y no te había leído.Ivanovich escribió:Si, fue esa la impresión que a mi me dió, que insistencia, que libertades, pero luego vi que tenías más de 5.000 mensajes y me dije: busca ejemplo Ivanovich, busca ejemplos....azucena escribió:Ivanovich, muchas gracias por los ejemplos que has puesto. Luego lo pensé y no debería de haber insistido tanto en pedir ejemplos, me tomo unas libertades que no debería grrrrrrrrrr
Ayer se me olvidó comentarlo, así que lo hago ahora: quizá en otros libros esos matices de traducción pueden pasar más desapercibidos, pero en las novelas de Kawabata, que resaltan los silencios, la belleza, novelas en las que el tiempo flota y que dan ganas de ponerse un kimono para leer .... pues todo esto chirría más.
Bueno, no se cuantos post llevamos y todavía no se ha hablado del libro, a ver que nos van a decir los moderadores
Abrazos
Por el número de mensajes no eches cuenta, que sólo son el reflejo de mi charlatanería. Así que si te vuelvo a pedir algo, un ejemplo, un jamón o un piso en la costa del mar menor ¡ignórame!
Y sobre las traducciones, modismos o no modismos aparte, es muy lícito querer una traducción que nos haga creible lo que estamos leyendo. Para eso leemos una traducción ¿no? y por eso pagamos más que si leyésemos el original ¡pues exigimos el máximo!
Ivanovich, y sobre el libro, que razón tienes cuando dices que mucho bla bla bla pero nada del libro. Pues por mi parte voy a seguir igual, porque estoy digeriendo a este autor. En noviembre o diciembre pasados leí tres obras de él, "País de nieve", "La casa de las bellas durmientes" y "El rumor de la montaña" y no puedo decir si me gustaron o me disgustaron, al acabar la lectura tengo la sensación de tener un agujero en el estómago y me siento contrariada. Mientras leo disfruto de la lectura, pero cuando asimilo las historias me quedo muy disgustada. Así que estoy en periodo de reflexión (que rara soy y que raro suena decirlo ) Estoy leyendo todo lo que encuentro en la biblioteca de este autor para decidirme
Un abrazo... de la rarita