Coge el primer capítulo del libro, y te lo lees sin mirar notas al pie, sin leer el estudio preliminar, sin consultar ninguna guía ni ningún material adicional: solos tú y el texto, cara a cara. Y a ver qué te parece, qué sensación te deja, cuánto lo has disfrutado.Scharlach escribió: ↑11 May 2022 01:50Creo que eso depende de la edición. Yo tengo la Debols!llo que viene con una larga introducción sobre la obra, tratando de explicar como de que va y haciendo parangones con la Odisea, también viene un esquema al final (el famoso esquema Linatti), señalando ese parangón.
Luego haces lo opuesto: busca por ejemplo la edición de Cátedra, léete el estudio preliminar, y lee ese capítulo mirando con atención todas las notas. Y ahora ponte a pensar si en tu primera lectura habías entendido un 10% del subtexto de ese capítulo... o si ni siquiera habías llegado a tanto.
Luego multiplica ese fenómeno por los 18 ó 20 capítulos o los que sea que tiene.
Supongo que te has equivocado en esta cita, porque dices una cosa y la contraria.Scharlach escribió: ↑11 May 2022 01:50Alguien dijo por ahí que el Ulises es una novela no para leerla sino para estudiarla y que no hay que tratar de desentrañar ningún mensaje subliminal u oculto o alguna metáfora que pueda estar inserta entre líneas, lo importante es disfrutar de cada una de las mismas.
Leer Ulises de corrido como el que lee a Norah Roberts, sin tratar de desentrañar nada, es como ir a París, recorrerla en línea recta de oeste a este sin bajarse del coche y luego decir que has visitado París. Ténicamente la has visitado, sí... pero para hacer eso te podrías haber apañado mirando el Google maps.
Repito: el subtexto y los experimentos lingüísticos son tranquilamente el 90% de Ulises, y son un subtexto y unos experimentos muy inaccesibles para la gran mayoría de lectores, no digamos los no anglófonos.
En todo caso, yo no estoy diciendo que sea imposible pasarlo bien y sacar algo positivo de leer este libro; estoy diciendo que eso casi siempre sucede en una segunda o tercera (o enésima) intentona, con mucho tesón y con la ayuda de recursos externos (vamos, de que alguien nos explique lo que estamos leyendo)... nadie haría todo eso si no fuese porque el canon occidental creó el dogma de que Ulises es una obra maestra, y claro, para ser un verdadero bibliófilo hay que leerlo. Nadie se somete a ese trabajo por un libro desconocido de un autor desconocido de Talavera de la reina.