El ambiente en localizaciones tan dispares, y con tantos viajes entre estas, me parece la mejor recreación posible de los felices años veinte.
El tema es un canto al idealismo de la juventud, y como no, con su historia de amor unidireccional, que éstas son las mejores para contar y las peores para sufrir. Si no es con amor no se paga y empeñarse en lo contrario es negar la realidad, es ser idealista, es ser jóven.
Y sus únicas soluciones posibles son la decepción y resignación... o acabar en el risco para demostrar no sé qué valor. Como toda buena historia de amor, la pelea de caballeros por la chica no puede faltar, por Sonia, que no deja de repartir calabazas, y despechar caballeros: Darwin, Buvnov y Martin. Recuerda a su futura Lolita. |
vuelve al risco a sentir el abismo bajo sus piés; el mismo que probablemente sentirá con su regreso a Rusia, que cierra la novela en un final imaginable. |
es la flor de una planta cargada de simbolismo, que tiene muchos significados en la cultura popular, se la identifica con el amor eterno . Quizás sea otra gran metáfora de Nabokov la excursión que hace Martín en busca de esta flor, aunque expresamente no lo diga puede que anduviera buscando esta flor cuando se topó con el abismo. |
Artemisa, que buenos comentarios. La trama en sí es verdad que es endeble, sencilla, incluso vulgar por lo frecuente, ¡pero que bien la adorna Nabokov!