Una buena novela histórica. Quizás el problema que le veo es que no se acaba de decidir por qué camino tomar. Una primera parte, excepto lo que considero como prólogo, en la que vemos la historia de la casa real de Noruega y de sus integrantes, sus costumbres, después veremos por qué tanto contar sobre Haakon, o sobre Cecilia, y los lazos que los unen, porque
igual las cosas no son lo que parecen y lo que la autora nos cuenta. |
Y por fin, la tercera parte, en la que el libro vira hacia la novela negra y detectivesca, al modo de El nombre de la rosa, solo que mucho más rápida la averiguación de los crímenes, por cierto, respecto del primero,
no acabamos de saber a ciencia cierta si es una intuición de Kristin o si ocurrió realmente, y en cuanto al de ella misma, un poco decepcionante, porque me esperaba algún tipo de venganza serena y calculada porque al fin y al cabo es la más inteligente, no para todo porque no pensó nunca en el envenenamiento, y la única venganza que se permite es un desprecio al honor de macho del marido, del que yo pensé siempre que era homosexual, porque si no no me explicaba la actitud, porque la verdad no cuadra nada su actitud con la revelación final. A ver, en definitiva, si la amante le importa un bledo, como sabe Kristin y le cuenta el infante, ¿a qué matar a su mujer que es la gallina de los huevos de oro? si lo que hará es aumentar su hacienda y ella no le pide nada y él hace la vida que le da la gana..., no parece tener mucho sentido. |
En fin, que es una buena novela histórica, pero parece que no acaba de saber hacia dónde llevarnos.