Un milagro en equilibrio - Lucía Etxebarría (abril 2005)
Moderador: Lifen
La sonrisa de Monna Lisa, y me tuvieron que contar el final.
Por cierto, que no se si a la Etxebarría le haría gracia leer mis comentarios sobre las risas que me estoy echando con el libro. Creo que un autor, al publicar, pierde el libro, que se convierte en cualquier otra cosa de manos de los lectores.
Por cierto, que no se si a la Etxebarría le haría gracia leer mis comentarios sobre las risas que me estoy echando con el libro. Creo que un autor, al publicar, pierde el libro, que se convierte en cualquier otra cosa de manos de los lectores.
Yo voy ahora x la parte donde se entera del pasado de su madre cn respecto a sus tios Miguel y Reme y parece q se está poniendo algo más interesante..Tb lo de la historia de amor con el famoso,q parece q ya va a revelar quien es el padre..aunq yo ya creo saberlo....si lo adivino os lo diré (q lo he adivinado,no diré nada más x si alguien aun no ha llegado ahí....aunq creo q soy de las últimas,no?)
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A mi me está gustando el libro, aunque no por los motivos por los que lo venden. Me gustan mucho algunas de las imágenes que evoca, porque me parecen muy originales y muy de la vida misma.
Evitah!, no se si serás de las últimas, pero desde luego vas mas adelantada que yo, que me parece que Eva está a punto de irse a NY a romper con su pasado y salir del círculo autodestructivo.
Puede que incluso busque algo más por ahí de la Etxebarría mas adelante
Evitah!, no se si serás de las últimas, pero desde luego vas mas adelantada que yo, que me parece que Eva está a punto de irse a NY a romper con su pasado y salir del círculo autodestructivo.
Puede que incluso busque algo más por ahí de la Etxebarría mas adelante
Bueno, yo es que no sé exactamente cuáles son los motivos por los que venden el libro. Todo lo que he leído de la Etxebarría me ha gustado porque, aunque muchas veces las circunstancias son exageradas, otras muchas podría estar hablando de mí misma, de mis miedos, de mis fobias. Y es real como la vida misma. Por esto es que me gusta Lucía Etxebarría. A pesar de que la mayoría de libros que he leído de ella van por la misma vertiente, no sé, no se me hacen repetitivos. Hay que leer algo más de ella para entender lo que digo (quien quiera leer algo más, claro! ).
Saludos,
Begoña
Saludos,
Begoña
una defensora: simplemente me pareció real, Lucía E. puede ser un poco "bestia" pero es que en la calle es lo que hay, a veces demasiado y todo... bueno, que no deja de narrar las mismas neuras (creo que ya nombré ese tema antes) que te arremeten cuando tienes una criatura, al menos a mí, decidme neurótica si queréis (aunque eso sería para empezar otro foro, leí algo muy divertido sobre esto hace poco); me gusta la estructura del texto (presente, pasado..) y como dice Lucía (de aquí) tiene buenas ocurrencias. No es que sea mi escritoria favorita, pero me engancha. Conmoverme? sí, hay pasajes que sí, aunque yo misma lo estaba pasando un poco regular y también puede influir.
saludos!!!!!
saludos!!!!!
Vale, ya me lo terminé. Tenía curiosidad por saber como iba la historia de NY. De la historia con su familia solo me parece conmovedora un pasaje en el que está en el hospital y piensa decirle a su madre que la quiere y al final no lo hace.
No se a qué vino nombrar a tantas Sonias, si al final sólo salen dos en la historia, con una mención a la tercera de dos líneas acerca del regalo que hizo a Amanda.
Para decir que solo era adicta al alcohol, luego resulta que en NY lo alternaba con unas cuantas rayas con el FMN.
De no ser por los golpes tan buenos que tiene, y todas las referencias a letras de canciones de mi época, igual no me hubiese acabado el libro.
Al final, más que una carta a la hija, es un desahogo sobre su vida, como para hacer borrón y cuenta nueva.
No se a qué vino nombrar a tantas Sonias, si al final sólo salen dos en la historia, con una mención a la tercera de dos líneas acerca del regalo que hizo a Amanda.
Para decir que solo era adicta al alcohol, luego resulta que en NY lo alternaba con unas cuantas rayas con el FMN.
De no ser por los golpes tan buenos que tiene, y todas las referencias a letras de canciones de mi época, igual no me hubiese acabado el libro.
Al final, más que una carta a la hija, es un desahogo sobre su vida, como para hacer borrón y cuenta nueva.