Bueno pues el grueso del libro está terminado. Me quedan las últimas páginas en las que habla sobre El nombre.
La verdad es que estoy bastante entusiasmada. Me ha gustado mucho transitar esta lectura tan evocadora, llena de metáforas hermosas, descripciones innecesarias (como las 4 páginas en las que se pasa hablando de pequeño momento en el que Swann entra en el vestíbulo de la casa de una Marquesa o Baronesa o ya no me acuerdo, se quita el abrigo entre lacayos, sube las escaleras, escucha la música cada vez más cerca, y abre las puertas del salón) que son oro puro... cuánto enriquece el alma y engrandece mi sensibilidad estética.
Yo, que llevo rumiando por qué alguien como Carlitos Swann se enamora de una señora de este perfil, todo me queda solucionado por él mismo:
<<En el fondo me parece ridículo que un hombre de su inteligencia sufra por una persona de esa clase, y que, además, no tiene ningún interés, porque dicen que es idiota>> añadió con esa prudencia de las gentes que no están enamoradas y que se imaginan que un hombre listo no debe sufrir de amor más que por una mujer que valga la pena; que es lo mismo que si nos asombramos de que una persona se digne a pedecer el cólera por un ser tan insignificante como el bacilo de vírgula.
Fantástico, fantástico. A partir de ahora no volveré a decir ni mú. Queda todo explicado.
Pero en esta vida mutable, todo tal y como viene se va, y ahora, tras un tiempo separado de Odette, pues ya la echa menos de menos y va tras otras faldas. Parece que se ha curado, aunque creo que no todo acaba aquí, que he visto algunas pistas.
@Ivanovich Me encanta que me hables de la forma en la que entiendes los libros, amigo. Gracias por acompañarme.
@Arden es una delicia, y me encantaría conocer tus reflexiones y to forma de verlo.